Un duque para la señorita Chatham de Brenna Watson

¡Buenas tardes a tod@s!

En esta ocasión os traigo una nueva reseña del pueblo de Minstrel Valley, la antepenúltima ya. 

¡Madre mía! El tiempo pasa volando. ¡Parece que fue ayer cuando comencé todo esto!

Y, como viene siendo habitual, la autora de esta historia; Brenna Watson, es una escritora cuya pluma no conozco. Además de que tenía ganas de saber de nuevo de la señorita de compañía de Lady Acton, quien había estado desaparecida durante varios libros - normal por otra parte -.

Sin más os dejo la sinopsis antes de comentar:

SINOPSIS

Un amor inesperado despertará el desilusionado corazón de Nathaniel...

Melanie Chatham, dama de compañía de lady Acton, soñaba con encontrar el amor y con formar una familia. Quinta hija de un vizconde arruinado, sus opciones de hallar un buen partido se han ido diluyendo. Ahora vive centrada en descubrir el modo de mantenerse a sí misma en el futuro.

Nathaniel Appelton debe tratar de decidir cuál de las dos candidatas seleccionadas por su madre se convertirá en la nueva duquesa de Braxton. En sus planes ni siquiera ha considerado la posibilidad de una mujer a la que pueda amar. Al menos hasta que conoce a Melanie Chatham, una simple dama de compañía, una mujer a todas luces inapropiada pero que despierta en él sentimientos hasta entonces desconocidos.

¿Podrá el amor vencer los obstáculos impuestos por el deber?


OPINIÓN

Lo primero que tengo que decir es que la portada me parece espectacular. De hecho, es una de las que más me gustan.

Como iba diciendo en la introducción, me ha gustado volver a saber de Melanie. Lo cierto es que , al desaparecer en algunos libros, pensé que se convertiría en uno de los secundarios que tendría su propia historia más adelante, así que, descubrirla como la protagonista de uno de los libros de la serie principal, me sorprendió.

Y tras leer su historia he de decir que la sorpresa fue bastante buena.

Como a ella ya la conocemos, hoy solo presentaré al protagonista masculino. Se trata de Nathaniel Appelton, el duque de Braxton, un hombre muy "joven" para el cargo que ocupa. Y que además de sus responsabilidades ducales, ha de añadir el cuidado y educación de su pupila Abigail de 16 años.

Una Abigail que es alumna de la escuela de señoritas de Lady Acton y que le ha dado un período de prueba para saber si decide o no quedarse en dicho lugar a estudiar. A causa de esto, él también decide quedarse allí y escapar así de los planes casamenteros de su madre.

Este será el modo por el que se conozcan.

A Melanie el duque le atrae desde el principio. Y paradójicamente eso no le gusta. Sobre todo porque concibe un montón de pensamientos negativos y prejuicios varios sobre él. Así, por ejemplo cree que Abigail es su hija fruto de un pecado de juventud. En realidad, todo ese odio a primera vista que Nathaniel le provoca es porque le recuerdas a su padre, un noble que sufrió un derrame cerebral y el responsable de que, a pesar de ser nobles, ella tuviera que buscar un empleo. ¿Por qué? Debido a su estilo de vida libertino por eso le cae mal.

Sin embargo, el duque no es nada como lo pintan porque, de hecho, no se ha enamorado nunca. De ahí que esté bastante desconcertado por el odio que le causa sin motivo alguno. Y, no voy a decir spoilers pero... ¡Oh Dios mío lo de Abigail!

Y sí, sé que he dicho que no iba a hablar de hacer spoilers pero... es que es muy fuerte lo que descubrí en esta historia. ¿Recordáis que quise saber quién era el o la creadora de los perfumes? Me daba en la nariz que iba a ser una mujer, pero no vi venir de ninguna de las maneras quién era. No lo voy a mencionar aquí, pero sumad dos y dos. Tiene miedo y tristeza a quedarse sola,. Secreto actividades nocturnas en la cabaña del jardinero.

Una cosa que me ha gustado es la nueva píldora informativa sobre la historia de otro lugar importante de Minstrel como es el Puente del Pasatiempo. Y he de decir que hubiera estado genial que la leyenda se hubiera hecho real en la historia.

Una segunda cosa que me ha gustado es que ambos comparte un enorme amor por la lectura. De hecho son unos devoralibros declarados, como yo - inciso aquí para disculparme por no saber quién era el autor de El Último Mohicano -. Y por eso, la clara referencia a Orgullo y Prejuicio de Jane Austen en la actitud prejuiciosa de ella me parece maravillosa. Ya sabéis, los prejuicios nunca son buenos.

He de decir también que me ha sorprendido positivamente ese primer beso que se dan. Y, si bien creí que el encuentro en la torre del puente sería descafeinado, cuando se besan... ¡OLÉ!

A medida que fui pasando las hojas me di cuenta de que la historia de Melanie es la de la Cenicienta, no solo por cómo se burlaron de ella en el pasado, sino por la camaradería femenina que existe en Minstrel Valley porque, cuando creí que su hada madrina iba a ser Lady Acton - de la que soy muy fan -, descubrí que ella era solo una de tantas. ¿Por qué? Porque las alumnas de la escuela también tendrán dicho papel.

¿Cómo y dónde? En el baile que organiza la duquesa de Braxton. ¿Recordáis que he dicho que Nathaniel vino para escapar de la presión matrimonial de su madre? Pues fue muy incrédulo al pensar que las cosas iban a quedarse así, ya que si la montaña no va a Mahoma...

La duquesa viaja a Minstrel Valley y se lleva a las dos candidatas al puesto de duquesa con ella. Unas chicas que no me gustan nada una finge ser una mosquita muerta pero no está a gusto con nada de lo que hay en el pueblo y la otra es muy creída.

Y os preguntaréis... ¿en qué momento caí rendida ante Nathaniel? Cuando defiende a Melanie con palabras y hechos delante de la damas venidas de la gran ciudad.

Y bueno, esta historia tiene drama. Porque me dio medio parraquito cuando ella resulta herida en el incendio. Y veo muy normal que, después de lo sucedido en el baile, ella no quiera verlo pues sabe cuál es su lugar a pesar de ser noble y que un duque nunca se casaría con alguien como ella, no solo ya por ser hija de quién es sino porque encima trabaja creando perfumes.

Claro que no cuenta con un duque que la necesita en su vida - ains, insertar suspiro de enamorada - y unas alumnas entrometidas que desean su felicidad. Sí amigos, eso significa una nueva entrega de los planes en los Margaret tiene una gran participación. Aunque, en este caso en particular, Abigail también tiene un papel muy importante. Huelga decir que el plan funciona y que él mismo añade ideas de su propia cosecha.

Y, como en la historia de Cenicienta... Melanie tiene su final feliz, aunque en este caso no consigue un príncipe sino un duque, encuentra a una amiga en la persona de Abigail y las dos candidatas - clarísimamente un papel de las hermanastras - no consiguen su objetivo, porque... ¡vaya dos!

He de destacar varias cosas:

- La increíble evolución del personaje de Abigaíl. Espectacular.

- Que el protagonista sea un hombre sensible. Adoré la escena con el lacayo.

- Y el epílogo, porque va más allá de la boda y porque sorprende la relación de Melanie con uno de los miembros de la familia de Nathaniel.

- Lo único que no me ha gustado es el momento amante... eso hace que se vaya al traste un momento tan bonito previo como el que ambos habían vivido. Reconozco que ahí me indigné.

Pero... os recomiendo encarecidamente su lectura.

¡Nos leemos pronto!



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