Polvorón de canela de L. Rodríguez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con otra lectura que participa en el premio literario de 
Amazon y que leí en colaboración con la autora, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital. Es también tocaya mía, por lo que eso me provocó buenas sensaciones desde el principio y, la casualidad quiso que se llamara igual que una que mis mejores amigas, terminando de sumar puntos.

Junto a todo ello, es la primera vez que leo su pluma, así que ya sabéis cuánto me gusta hacerlo.

Por todo ello, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de este post y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Polvorón de canela de L. Rodríguez:

SINOPSIS

“El amor no es egoísta, el amor apoya, el amor es paciente, el amor es bondadoso”.

Conoce la historia de amor de dos personas destinadas a estar juntas.

Paulina Lawrence es una adolescente callada e insegura que ha vivido decepciones que la han marcado, no confía en las personas y piensa que es mejor guardar su distancia que exponerse a alguna desilusión.

Robert Smith es un chico carismático, que vive la vida privilegiada siendo un buen hijo, un excelente estudiante y un atleta destacado.

La vida de estos dos jóvenes se cruza un día inesperado y desde ese momento el mariscal de la preparatoria Nashville intrigado ante aquel ratón de biblioteca indaga en su vida autonombrándose su amigo y protector.

Polvorón de Canela es una novela que comienza siendo un cliché, sin embargo, la trama dará giros sorprendentes que la convierten en una historia real donde los personajes tendrán que enfrentar situaciones inesperadas en las que el amor, la confianza y creer en sí mismos, jugará un papel importante.

OPINIÓN

Si tuviera que definir esta novela en una frase, esta sería la de un maravilloso y precioso homenaje a los primeros amores y a la importancia que estos tienen en nuestras vidas. Y, al mismo tiempo, demuestra la fortaleza de este sentimiento, el cual, puede durar para toda la vida.

El amor, por otro lado, está muy presente en todas las páginas y de múltiples y variadas formas.

Su estructura es la de dos líneas temporales en la que nos explican cómo hemos llegado aquí desde la trama del instituto donde se conocen hasta la actualidad.

Me ha gustado también el homenaje a las palabras y a su importancia porque, son muy analógicos en su modo de comunicarse, prefiriendo las cartas en lugar de videollamadas o llamadas de teléfono. No sé a vosotros, pero a mí el hecho de recibir una carta siempre me emociona. Especialmente porque es una prueba bastante evidente de que la persona ha pensado en ti y ha querido dedicarte un período de tiempo relativamente largo para ponerse en contacto contigo. Muy bonito, aunque sí que me ha recordado esta idea a la película y a la novela homónima de Querido John; la cual a mí también me gusta mucho.

Y con este detalle, la autora da el lugar que merece a las palabras, incluyendo en ella a su propia novela. Y asociado a esta, recuerda cuán importante es la comunicación dentro de una pareja. Tema que trata desde el punto de vista positivo y negativo.

Porque la buena comunicación es una de las bases para que una pareja funcione. Pero al mismo tiempo, es uno de los principales problemas y uno de los eternos caballos de batalla para con los demás, pero también para con nosotros mismos. ¿El motivo? Porque es un síntoma de debilidad y exposición para con los demás y tenemos miedo al juicio externo.

De ahí que me haya gustado la inclusión de las cartas como, precisamente, un modo de expresión y de exposición. Pero también, pone de relieve e hincapié esa importancia asociándola con otro tema como es el de la masculinidad frágil. Muy bien relacionado y expresado dada la profesión del protagonista masculino de esta historia; soldado.

Y relacionado con su profesión también me ha gustado que denuncie la dureza de un conflicto y sobre todo, que, aunque por mucho que intentes convencernos de lo contrario, en una guerra no hay vencedores ni vencidos. Todo el mundo salimos perdiendo. Y lo que es peor, las secuelas del mismo, tanto físicas como psíquicas - peores, porque son menos evidentes y más duraderas - las sufrimos todos.

Y esta inclusión del conflicto también sirve de canal para explicar otro tipo de amor muy presente que puede ser utilizado como arma arrojadiza por los poderosos para controlarnos, como es el del amor por un país y por la patria. Y en ese sentido, la asociación inmediata con un país nos lleva a pensar en los Estados Unidos. Precisamente el lugar donde todo se desarrolla y sucede.

Un amor que, además de ser "gestionado" y controlado por las altas esferas gubernamentales, también puede ser influido o manipulado por nuestros familiares, ya que, las circunstancias en las que hemos sido criados tienen un profundo impacto en el desarrollo de nuestra personalidad y en el hecho de que asociemos y aprendamos determinados pensamientos, actitudes y comportamientos como válidos y normales y otros como negativos y rechazables.

Pero, como he dicho antes, no se puede conocer una historia a medias o en el final. Hay que saber también el principio. Y por eso descubrimos que los protagonistas se conocen en el instituto. Y que, jugando con el cliché de estar en las antípodas sociales - ella intenta pasar desapercibida y es un poco empollona mientras que él es un deportista estrella - describe un problema bastante serio que, por desgracia, es cada vez más habitual como es el del bullying. El cual, como toda forma de violencia - otro de los mensajes tan necesarios - siempre deja secuelas.

Se entiende así el modo de actuar de ella y su desconfianza para con él. Aunque, en cierto modo también se entiende en parte ese "afán" y complejo de superhéroe que él tiene para con ella y que le sirve para esconder que ha sufrido un verdadero y auténtico flechazo desde la primera vez que la ve. ¿Por qué digo esto? Porque, tendemos a idealizar y endiosar a nuestros progenitores, actuando y copiando sus actitudes y comportamientos.

Hay otra mención e inclusión al cliché como es el del friends to lovers. El cual, en mi opinión es la evolución más natural que puede existir dentro de una pareja. A pesar de que el sentimiento de pérdida es aún mayor en el caso de que fracase porque no se pierde solo un amigo, también un amante. Muy bien narrada esa situación de que se anden con pies de plomo.

Y, aunque un aspecto muy bien narrado es el hecho de que, la madurez va asociada a una personalidad y no a una edad, sí que está muy bien contrapuesto con el hecho de que, en la adolescencia, nuestro círculo social dentro del instituto tiene un enorme peso a la hora de relacionarnos para con los demás. Y por eso, al considerarlos como nuestra familia, preferimos recurrir a ellos antes que a nuestra familia de sangre o la personas de la que estamos enamorados.

Otro tema o situación muy bien narrada es el hecho de cómo, a veces, por querer hacer un bien a la persona que queremos, terminamos causando el mal. Especialmente porque no hemos aprendido a practicar bien la empatía. Asignatura pendiente de nuestra sociedad.

Aunque, lo que más me ha gustado de todo es cómo ha jugado con el lector de manera magistral con la idea de que la fortaleza tampoco va asociada a una determinada profesión o físico. De ahí que, de los dos, mi personaje preferido es Pauline.

No solo porque describe a la perfección la primera frase de la sinopsis, sino porque envía también un mensaje bastante potente a nuestra sociedad al respecto de la importancia errónea que le concedemos al físico. El cual nos lleva a olvidar que la belleza está en el interior y no en lo que se observa a simple vista.

Junto a ello, demuestra que el amor es fuerte, poderoso y perdura. Sí. Pero que han de ser las dos partes implicadas las que, día a día, luchen para que todo funcione correctamente. Si no, por mucho amor que sientan... será incapaz de soportar el paso del tiempo. Que tiende a ser la tumba de todas las relaciones.
Eso sí, para querer bien a los demás, debemos querernos bien a nosotros mismos.  

Una historia que se lee muy fácilmente porque es más profunda y va más allá de lo que podría parecer a priori. Y que ha sido un grato primer contacto con su autora.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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