Cariño, devuelveme mi cuerpo de Leticia Ortiz

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la opinión de una novela que leí en colaboración con la 
editorial, a quien agradezco enormemente el envío del ejemplar y permitirme así también conocer la pluma de una autora que hasta ahora, me era desconocida.

No sé si a vosotros os sucede igual o no, así que por eso, no me voy a entretener mucho más en esta parte introductoria y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Cariño, devuélveme mi cuerpo de Leticia Ortiz:

SINOPSIS

Eva y Daniel son un matrimonio de treintañeros marcado por una desahogada rutina y con la única compañía de su insaciable hámster Tim (por Tim Robbins). No soportan a sus respectivos suegros y no aprecian demasiado sus trabajos. Sin embargo, todo empezará a cambiar para ellos en el instante en el que Eva decide invitar a su esposo a un restaurante de lujo por San Valentín. La insólita velada propiciará que se vean abocados a lidiar con un misterioso mendigo, un señor con incontinencia verbal, un gato disecado, un adusto bibliotecario y otros tantos personajes que se verán involucrados en esta desternillante comedia con la finalidad de que los protagonistas vuelvan a encontrarse el uno con el otro. ¿Lo conseguirán?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la opinión propiamente dicha, voy a hacer un par de comentarios al respecto, tanto de la portada como de su título.

- En primer lugar, la portada fue lo primero que me atrajo de esta historia. Especialmente por la combinación de colores. Además de que, pienso que, con todos los elementos que ahí aparecen, queda bastante bien desarrollada la idea del género al que esta historia pertenece.

- Y en cuanto al título, he de decir que, de inmediato me recordó a la película Ponte en mi lugar, la cual, de cuando en cuando, gusto de ver. Este también es bastante revelador, así que nadie podrá sorprenderse si comento que, el principal hecho de lo que aquí acontece es que un matrimonio intercambia sus cuerpos.

Sin embargo, he de conceder a la autora el mérito que merece porque, en primer lugar, escribir comedia y que haga reír, es bastante complicado. Porque, ya sabemos que humor y amor se parecen en la pronunciación y como ambas pertenecen a la psique, cada uno tiene el suyo.

Pero, también demuestra que el humor, al igual que la literatura, sea del género que sea, sirve como arma de denuncia, pone de relieve y retrata aquellos aspectos de nuestra sociedad que merecen un ámbito y un campo de mejora.

Con esta premisa de pareja, incide en que la comunicación ha de ser la base de toda relación. Sea del tipo que sea, porque si no se ejercita o se practica a diario de una manera efectiva empezarán a aparecer los malentendidos, los problemas y las discusiones. Amén de que, si somos conscientes de esa falta de comunicación, pensaremos que no somos la prioridad del otro y que, cada vez más estamos relegados al último lugar en lo que a intereses y gustos se refiere.

Y recuerda también que esa comunicación puede hacerse tanto con palabras como gestos. Aunque, por sorprendente - y triste - que parezca, en la época donde la comunicación efectiva es mucho más accesible y al alcance de todos, la realidad es que más callados estamos. Por lo de siempre: miedo al juicio y a la exposición externa, aunque mucho más grande si esta proviene de personas cercanas a nosotros.

La consecuencia de todo esto es una sociedad introvertida, en muchos casos infeliz y sobre todo, muy poco empática. Otro gran tema de esta novela, porque, debemos aprender a saber ponernos más tiempo y veces en el lugar del otro porque así, nos pensaríamos muy y mucho acerca de qué hacer o decir en determinadas ocasiones.

Más que nada porque, el daño que pueden hacer las palabras es mucho más poderoso y peligroso que el de determinadas acciones. Principalmente porque sus efectos y secuelas son más silenciosas y, a la vez, duraderas en el tiempo. Y por eso, debemos tener más cuidado ya que, el mero hecho de que seamos cercanos a otro, no nos da derecho a opinar con total impunidad al respecto de casi cualquier tema. No es así. Y en este caso, es en el ámbito familiar donde esta situación se repite más.

Por eso, está muy bien traída la idea de que solo las personas que forman parte de una pareja tienen la potestad y el permiso para opinar acerca de las mismas. El resto no. Y menos cuando no han sido invitadas a hacerlo. Sin embargo, desgraciadamente, esto no suele suceder así y es más bien al contrario, muchos son los casos en los que los familiares alrededor de la relación se entrometen hasta tal punto de malmeter con tal de conseguir su objetivo, que no es otro que separarlo. Si no, ¿a santo de qué tanta repetición de frases como suegras odiosas o cuñados impertinentes e insoportables? ¿Veis como el lenguaje es mucho más poderoso de lo que parece?

Relacionado también con el poder de las palabras está un magnífico homenaje a la literatura y a las bibliotecas. Lugares que, poco a poco están quedando cada vez más relegadas al olvido o al uso en momentos puntuales de necesidad, cuando no debería ser así. Una pullita más que bienvenida y necesaria al ritmo de vida frenético e inmediato de nuestra sociedad, la cual parece haber olvidado saber cómo disfrutar del proceso y sobre todo, un recordatorio más que necesario de que debemos vivir el aquí y el ahora, disfrutando del proceso y no centrándonos únicamente en el futuro o en el tiempo de su obtención.

Otro aspecto interesante es el indicador de que la diferencia enriquece y nunca ha de ser motivo de separación. Al contrario, cuanto más diversas y opuestas a nosotros sean las personas que nos acompañen en nuestro día a día, más ricos seremos. Sobre todo, porque la riqueza de nuestras vidas no se miden en objetos o contenido material, deberían ser más consciente de nuestra riqueza espiritual.

Una diferencia que siempre hay que respetarse y ponerse en valor. Por eso, este mensaje es aún más poderoso e impactante al incluir aquí una pareja de gemelos que, si bien idénticos físicamente, para nada se parecen entre sí en lo que a psicología y personalidad se refiere.

Interesante es el modo en que relaciona los conceptos del amor y su magia, convirtiéndolos así en complementarios y sinónimos. Porque hay mucha magia en el amor. Y, al mismo tiempo, muchas ganas de creer en ambos, especialmente tras momentos de dificultad o experiencias negativas. Y es ahí donde debemos tener más cuidado, ya que en nuestros momentos de mayor debilidad, es cuando aparecen estos verdaderos olfateadores y cazadores con muy mala fe para aprovecharse de otros.

Como es una comedia romántica, el peso argumental del matrimonio es predominante y juntos, al mismo tiempo, pero también de manera individual, realizan un viaje necesario de autodescubrimiento y de descubrimiento del otro. Confirmando esa creencia popular que indica que, no te acostarás sin saber algo más todos los días.

Pero también, enfatizando el amor propio como otra de las bases necesarias y fundamentales para poder querer bien a los demás. Ahí estará la clave para diferenciar entre vivir y sobrevivir, este será el revulsivo necesario para hacernos ver que, un paso atrás está bien hecho y será bien recibido siempre si después extraemos el conocimiento necesario que nos ayude a solventar un problema o superar una dificultad e incluso, para ser felices.

Divertida, disparatada e incluso en ocasiones inverosímil.... lo leeréis enseguida y creo que disfrutaréis acompañando a este matrimonio a salir de tan particular crisis.

¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!

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