Reseña El Golfo de Cádiz y la Cabo de Buena Esperanza de Lara Smirnov



¡Buenas tardes a tod@s!


Hoy os traigo no una segunda, sino una tercera parte de una novela de la que ya he hablado en el blog y por cuyo título creo que, ya sabéis más o menos de cuál se trata.

Efectivamente, de Reina Roja de Juan Gómez-Jurado.

¡Nah! Era broma, se trata de El Golfo de Cádiz y la Estrecha de Gibraltar.

Procedo con la sinopsis, porque hay mucha tela que cortar en la opinión.

SINOPSIS

Cuando una rubia militar sudafricana se planta en casa de Manu ―más conocido como el Golfo de Cádiz― con un bombo de varios meses, las cosas entre él y Victoria ―la Estrecha de Gibraltar― se complican. Entiende que Manu tuviera vida social antes de conocerla, pero lo que no le encaja es que rompa con ella para casarse con una auténtica desconocida. Con el corazón destrozado, Victoria cruza el Atlántico para iniciar su carrera como diplomática en Uruguay.

¿Cómo será la relación entre el espontáneo y católico carpintero y la cuadriculada protestante Cabo de Buena Esperanza, llamada así por su rango militar y por… ciertas razones de peso? ¿Qué conflictos diplomáticos esperan a Vicky en tierras americanas? ¿Será capaz Manu de enderezar una situación que parece imposible de arreglar sin más armas que su arte gaditano?

OPINIÓN



Cuando me leí el final de la primera parte y vi que la pareja tenía un final feliz y cerrado, estuve muy feliz por ellos. Y, si bien había agujeros de lo que vivieron en Uruguay, no creí que eso fuera tan importante e interesante como para escribir sobre él.

¡Qué equivocada estaba!

Perdonadme la expresión pero... en Uruguay - más bien en Sudamérica entera - ¡se lió el pifostio padre!

Antes de nada, he de decir que conocí la existencia del segundo libro de la pareja; Golfeando cuando me puse a leer este. Por supuesto, si lo hubiera sabido antes, los hubiera leído en el orden indicado.

O no. Porque con semejante sinopsis, mi curiosidad estaba más allá de tres metros sobre el cielo.

A ver, obviamente todo el mundo tiene una vida privada previa antes de conocer a su pareja, pero... lo del pobre Manu el golfo sí que era mala suerte. Y cuando se presentó la militar en su casa con tó' su bombo - y su pepe - diciendo que era hijo suyo... colorines de flipe fue lo que sentí. Más que nada porque, si bien golfo, no lo imaginaba como un descuidado.

Y Vicky para ser una estrecha y toda una British lady reaccionó mal en mi opinión. Hay que hablar las cosas en una pareja e intentar llegar a una solución entre ambas. Y por mucho que tuvieras a Uruguay para empezar a trabajar como diplomática... joe, ¡tampoco hay que cortar por lo sano! No es la primera ni será la última pareja donde al menos, uno de los miembros tiene un hijo con otra persona.

Y Eva, ¡ay Eva! Eva como la tentación - creo que muy bien hilado en referencia al programa donde los protagonistas se conocieron; Pecado Original - y por tanto la primera pecadora. Será muy militar y muy fría pero... es un poco hija p... Lo siento, voy a hacer un spoiler; chica, por muy malas que sean tus circunstancias - que en tu caso tampoco eran así - no hay que encasquetar la paternidad a otro hombre que no es el padre. Y mucho menos adulterando los resultados.

¿Por qué? Porque se provocan rupturas. Y no puede hacerse eso con los Romeo y Julieta chick-lit cómicos de la generación millenial, ¡hombre ya!

Obviamente, el percal se descubre al final ya que Eva de Boer - sí, como los hermanos futbolistas del F.C Barcelona o en mi caso, más conocida por la marca de las galletas de coco - lo casca todo tras ceder a la presión. Ella intentó imponer su férrea disciplina del ejército pero le salió el tiro por la culata cuando se enfrentó con la gracia y el arte gaditanos. ¿Pude, literalmente, llorar de risa con la situación del altar y la aparición de la virgen en el salón y las beatas acudiendo religiosamente a diario para rendirle culto? Lo hice.

Ahora bien, ¿cómo podía Manu recuperar a Vicky o al menos volver a llamar su atención? Lo primero, viajando al contienente sudamericano y después, por la tv. Y es que no se le ocurre otra cosa que apuntarse a un reality show titulado "Gran Golfo" una especie de competición entre los golfos de diferentes países para ver quién es el primus inter pares. ¿Consigue su objetivo?

¿Es que acaso lo dudabais?

Y eso que Vicky no ha perdido el tiempo en Uruguay, no solo está aprendiendo un montón en el mundo de la diplomacia, sino que se encuentra con alguien especial de su pasado y, aunque está rota de dolor por la ruptura con su otra mitad, se deja llevar y aprovecha la oportunidad que se le brinda.

Abro aquí un inciso porque no me ha gustado nada la enorme cantidad de comentarios machistas en los que criticaban la actitud y el comportamiento de Vicky para superar la ruptura. Lo siento de nuevo pero he de hacer otro spoiler. Y es que se reencuentra con una persona de su pasado y que tiene relación con su familia paterna. Un hombre, el "tito Alejandro" que es maduro pero es bastante atractivo y a ella, hablando en plato, le pone cerdaca. Y ella tampoco le es indiferente a él, al menos en el plano físico.

La trata bien, es su hombro para llorar y además, se atraen. La ocasión se presenta, ambos están solteros y saben que lo que tienen no va a ir a más. ¿Dónde está el problema? ¿Podemos cambiar el chip en este aspecto, pro favor? Porque estoy más que convencida de que, si Manu se hubiera acostado con Eva - hubiera sido un cuadro, pero eso no viene al caso - nada hubiera pasado.

El caso - que me desvío del tema principal - que Manu no solo cumple su objetivo, sino que arrastra en su ilegalidad a Vicky con él. Me explico, abandona el reality una vez consigue atraer la atención de la estrecha y reunirse con ella. Pero es que además, a su vez, causa que ella abandone todo y a todos y ambos se marchen con lo puesto a vivir unas locas y tórridas aventuras por el Caribe, como si de Will Turner y Elizabeth Swan se trataran. ¿Causando incidentes diplomáticos internacionales con ello?

Tal vez. Pero... no sería la primera vez. Y no los querríamos si no los causaran.

¿Me ha gustado el libro? Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. E incluso en ocasiones, son muy innecesarias, pero en este caso es al contrario.

Me ha gustado poder completar el hueco del primer libro y reencontrarme con algunos de los personajes de El Golfo de Cádiz y la Estrecha de Gibraltar. Y en este caso, agradezco a la autora que nos deje saber algo más de la historia de Emma, aunque sobre todo le doy las gracias por presentarnos a Eva, la cabo de Buena Esperanza. No lo he dicho antes pero... muy top el doble sentido del juego de palabras al unir su embarazo con el accidente geográfico más famoso del país donde nació.

Una Eva a la que primero odias, pero a la que al final quieres. E incluso llegué a empatizar porque mi instinto materna es como el que ella tuvo durante todo su embarazo. Y por eso, me alegré de que al final tuviera su final feliz. Pero más de que a su lado tuviera un hombre - el capitán Oscar Du Preez -que supiera valorarla y se hiciera a un lado para que ella brillase en su trabajo, puesto que ese había sido su sueño desde siempre.

En cuanto a la pareja protagonista, ya lo sabíamos desde el primer libro.

Lo que Lara ha hecho en este libro es ir un paso más allá y contarnos lo que no nos dijo en la primera parte. Así es, la tan deseada boda. Sabida y planeada por todos menos por la propia Vicky.

Y... ¿qué no puede faltar en una boda en Cádiz?

Efectivamente, ¡sus coplillas de Carnaval!

Por si la habíais olvidado del post anterior, os dejo la que la chirigota les compuso y por la que pasaron a la posteridad:

Ole que ole y olé, qué buenos son.

¡Y qué buena está!

Él es el Golfo de Cádiz y ella es la Estrecha de Gibraltar.

Misma coplilla que, en esta segunda lectura, ha resonado en mi cabeza con el ritmo de la presentación de El Vapor, la comparsa de Antonio Martínez Ares de 1997.

Sí, me declaro como fanática del Carnaval, no lo puedo evitar.

Comentarios

  1. Madre mía, cuánto cariño y cuántas emociones te han despertado el Golfo y los demás. Esto no se paga con dinero, me has hecho muy feliz. ¡Un abrazo enorme! :D

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