Reseña Moza, ¡tengo tierras! de Rose B. Loren

¡Hola a tod@s!

El nombre de la autora de la novela que voy a reseñar hoy quizás os suene porque no hace mucho tiempo reseñé otra obra suta: ¡Maldito granjerito! así que, de que me enteré que había una segunda
parte... hice 2x1 porque tenía que leérmela sí o sí.

Pero, como no quiero adelantar acontecimientos o escribir cosas donde no correspondan, primero os dejo la sinopsis y ya después hablamos de mi opinión al respecto.

SINOPSIS

Lorena siempre tuvo un sueño: seguir los pasos de su padre. Y lo consiguió, graduándose con honores en la academia de la Guardia Civil. Una colaboración con el FBI la llevará hasta Nueva York, donde conocerá a Alexander, un hombre atractivo e irritante, pero con un gran corazón, que no hace más que perseguirla. Tras muchas reticencias decide darle una oportunidad, pero cuando todo parece funcionar, un engaño estropeará el romance y hará que Lorena se vea obligada a huir de regreso a España y acepte un trabajo en un pequeño pueblo de Asturias: Proaza.

Pero este aparente final es sólo el principio: Alexander, decidido a luchar por ella, se traslada a Bandujo. Un país nuevo, un idioma desconocido, una mujer herida dispuesta a ponerle las cosas difíciles… ¿Podrá Alexander, un ingenuo americano, sortear todos los obstáculos que se le presentan en España? ¿Recuperará el amor de Lorena? ¿Llegará ella a perdonarlo? Descúbrelo en: ¡Moza!, tengo tierras.


OPINIÓN

Si con el primer libro, la frase que se me venía a la mente era la de "Eres más de campo que San Isidro" con esta segunda parte, la imagen que mi mente conjura una y otra vez es a Marianico el corto repitiéndola en voz alta con los brazos en jarra. Y me hace mucha gracia.

Quiero aclarar que esta no es una segunda parte y que yo estaba equivocada. Podría considerarse como una, pero con calzador, ya que los protagonistas de esta novela no tienen relación alguna con el granjerito y su princess. Solo al leerlo, el lector se da cuenta de que se hacen amigos entre ambos cuando llegan a Asturias. Es más, la historia no tiene como escenario principal a Bandujo sino a Proaza, otra pequeña población cercana.

Y, si los personajes de la historia anterior tenían carácter... Lorena y Alexander no se quedan atrás.

Ella por ser la mejor de su promoción en la Guardia Civil y por luchar por sus sueños hasta conseguir colaborar con nada más y nada menos que el FBI. ¿Vuelve a verse el machismo presente en este mundo? Sí, aunque en menor medida en un contexto más "internacional" y mucho más a nivel local.

Soy muy fan de ella y de sus ovarios. Sin embargo, me da la sensación de que no tiene su propia voz y lo que hace es optar por imitar la trayectoria profesional de su padre. Y eso creo que donde mejor se demuestra es en su traslado a España para trabajar de nuevo en la benemérita. Puedo entender que sea una mujer de acción, pero si te apasiona tu trabajo, debes estar feliz de poder trabajar en él. Y no me da la sensación cuando menosprecia ese pequeño y nuevo destino asturiano.

Por otro lado tenemos a Alexander, quien es un empresario y una de las personas implicadas en uno de los casos del FBI en el que Lorena trabajó. Y que desde que la ve, tiene claro su objetivo, que es tener una cita con ella. Ahí se demuestra que es tenaz. Aunque eso resulta ser una niñería cuando decide abandonarlo todo por la que está convencido que es la mujer de su vida.

Porque sí, el empresario consigue a la chica y viven felices comiendo pretzels americanos hasta que personas - que os vais a quedar a cuadros cuando sepáis quién mueve los hilos de esta operación separación - meten mierda y provocan una ruptura.

Como digo, Alexander, testarudo y con ideas fijas donde los haya decide que eso no va a quedar así - la ruptura no fue muy amistosa que digamos - y, decide dar un cambio radical a su vida trasladándose a España. Y, no solo eso, él un urbanita de pro decide trasladarse a Bandujo - recordemos que tiene 50 habitantes más o menos - para convertirse en todo un señor agricultor sin tener ni idea del idioma.

Si eso no es tener un objetivo claro en la vida y un gran convencimiento en sus sentimientos, no sé yo qué otra cosa puede ser.

¿Lo pasa mal? Evidentemente. Bueno, ambos lo pasan mal porque, como he dicho el machismo a nivel local es más patente; cuanto más si la mujer encima es extranjera.

Afortunadamente ahí están la princess y el granjerito para ayudarlos; sobre todo a Alexander con el idioma. Y yo muy contenta con su reaparición porque me ha gustado mucho saber más de su historia.

Huelga decir que el reencuentro en España no sale nada bien y que saltan chispas - para mal - entre ambos. Y es que, aunque hay amor - mucho - entre ambos, son los dos más tercos que una mula - nótese aquí el comparativo con lo rural - y más explosivo que una caja de bombas.

Y es ahí donde quizás le veo fallos al libro, ya que, me han parecido demasiadas situaciones explosivas y donde ambos protagonistas mareaban la perdiz con respecto a sus sentimientos; especialmente Lorena. Esa era una característica que no me casaba con ninguna de las acciones y personalidades de los protagonistas; que se caracterizan justo por lo contrario. Aunque, puedo entender que, en ocasiones, las personas más fuertes son en realidad las más vulnerables psicológicamente. Por eso, sienten un miedo terrible a expresarse y a desnudar su alma, ya que no solo pueden ser rechazados, sino que pueden tener la sensación además de dejar de ser ellos mismos.

No obstante, ese es el único fallo que le pongo al libro porque de nuevo, las descripciones de los lugares me han echo viajar hacia esos parajes sin salir de mi - calurosa - casa.

También, he sentido mucho con este libro: desde las risas al ver intentar al pobre Alexander adaptarse al medio rural, al odio hacia Arancha, incluso violencia en ocasiones porque ha habido momentos en que ambos se han rifado una buena hostia a palma abierta - perdón por la expresión - y un montón de amor al ver su happy ending.

Porque sí, tras miles dires y diretes y bifurcaciones en el camino, los dos tienen un final feliz en su historia de amor. A su vez, eso me hizo feliz a mí, sobre todo por Lorena, porque encontró finalmente su voz, y pudo ser feliz siendo completamente ella misma sin dejar de honrar a su padre.

Y por supuesto, la moraleja del libro, que no es que luches por tus sueños hasta conseguirlos - que pudiera ser - sino que, no importa cuán planeada tengas la vida, esta puede cambiar en apenas un instante y que nunca sabrás dónde alcanzarás una felicidad plena.

¡Nos leemos pronto!


Comentarios

  1. Muchas gracias por tu opinión. Como siempre ha sido un placer saber de ella y escucharte. Y sobre todo gracias por tu punto de vista en todo. Intentaremos mejorar en las próximas. Un besazo enorme guapa.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Only work, no play de Cora Reilly

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno