Cuanto más lejos mejor, mi amor de Becca Deveraux

¡Buenas tardes a tod@s!

Hoy os traigo una nueva recomendación de una autora de la que nunca antes había leído nada. El
motivo por el cual me decidí a leer esta novela, no fue el título, sino la colorida portada. Una portada que me hizo imaginarme una historia bien distinta a la de su sinopsis.

Y hablando de ella, aquí la tenéis:

SINOPSIS

¿Y si te dijeran que las apariencias engañan y el amor está donde menos te lo esperas?Me llamo Lara, tengo veintiocho años y una alergia incurable al sexo contrario. A ver, quizá estoy exagerando... Pero si tienes en cuenta que soy la jefa de un montón de empleados que no me soportan, y en el pasado me rompieron el corazón... entenderás mejor a qué me refiero. Y que conste que no estoy resentida con los hombres, eh.
Por ejemplo, he decidido contratar a un motorista tatuado y muy atractivo que tiene pinta de haberse escapado de la cárcel. Y oye, encima el tío tiene el descaro de ponerme ojitos. ¡A mí, que soy su jefa! Definitivamente, los hombres y las mujeres provenimos de planetas diferentes. Y este tipo tiene aspecto de salirse siempre con la suya. ¡No me conoce en absoluto! Porque soy su jefa, porque no es mi tipo y porque cuando digo que no... es que no. A pesar de que me mire con esos ojazos azules capaces de derretir el hielo de mi corazón, o me dedique sonrisas arrebatadoras en los descansos del trabajo. ¡Será posible!


OPINIÓN

Es la típica historia de las apariencias engañan, pero de un modo muy contemporáneo y con toques feministas, lo cual es de agradecer.

Tiene pinta de que va a ser una serie. ¿Por qué lo pienso?

Porque cada domingo se reúnen las seis mujeres que confirman en el club de las solteras, el cual tiene como única norma norma que los hombres no les rompan el corazón. Precisamente será yendo hacia allí, cuando la protagonista; Lara casi es atropellada por un motorista. Además del obvio encontronazo, pasa vergüenza porque el hombre (que no es su prototipo) ve su estimulador de clítoris (que siempre va con ella) y sus bragas.

Lara es una mujer dura (o al menos ha de serlo en público) puesto que se mueve en un mundo de hombres. ¿Cuál es su empleo? Es jefa de mecánicos en un empresa de automoción. O al menos intenta serlo porque el ambiente en su puesto de trabajo es bastante machista.

A dicho lugar llega un nuevo mecánico, que no es ni más ni menos que el motorista, que se llama David. Y la tensión sexual no resuelta entre ambos, chisporrotea.

Asustada por esto (y un poco harta de la soledad) se apunta a Tinder, siguiendo los consejos del pibón de su amiga Lina, la abogada, quien lo usa a menudo. La experiencia no sale bien, aunque gracias a eso yo me he reído muchísimo con la situación foto polla.

En párrafos anteriores dije que era un ambiente machista el de Lara. Y mucho de eso se debe ala actitud y comportamientos de Paco, uno de los trabajadores. Un señor que no soporta que una mujer tenga conocimientos de mecánica y que haya obtenido su puesto de superior a base de su esfuerzo. Por supuesto, que se él quien esté en una categoría inferior hace que se lo lleven los demonios, lidere los comentarios maliciosos y desprecios hacia ella y, en definitiva, meta mierda a diestro y siniestro. Sin embargo, va un paso más allá cuando pone en riesgo la vida de uno de sus compañeros.

Volvamos a la historia romántica de Lara y David, entiendo que Lara tenga reticencia a la idea de comenzar una relación con él, no solo por el tema de trabajo (que al fin y al cabo está de prueba) y el mal ambiente que hay allí. Y por sus malas experiencias, lo paga con él, aunque no lo merezca.

David es muy inteligente y cabezota, porque la quiere en su vida. Y sabe de sus dificultades para hacerse respetar en el trabajo, por lo que usa el torneo de futbolín para que los trabajadores la conozcan de otra manera y se den cuenta de que, aunque jefa es una persona normal.

Y entonces, aparecen los problemas en forma de tatuaje con nombre de mujer: Noelia. ¿Y quién es ella, como dice la canción de Perales? Pues no lo puedo decir porque sería un spoiler enorme, pero he de decir que no lo vi venir. Huelga decir que como no hablan las cosas - situación muy repetida, no solo en la vida cotidiana sino en las novelas también - aunque entiendo la desconfianza que ella siente.

Nada malo se puede decir de David, quien acepta la decisión a regañadientes. Además, no es el clásico ex rencoroso sino que, cambia de actitud para con ella hacia una relación solo profesional e intenta ayudarla todo lo que pueda. Incluso aunque eso signifique meter la pata, menospreciándola con su paternalismo sin darse cuenta.

Hay happy ending, no preocuparse. Y de los buenos.

Ahora bien, tras declararme fan de poster de Cristina, he de decir que siento mucho interés por otras dos de las amigas solteras: María, pero sobre todo, Lina.


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