Olvidar a Ethan de Whitney G.

¡Buenas tardes a todos!

Mi recomendación de hoy es un libro contemporáneo de una de mis escritoras del género preferida. Se 
trata de Olvidar a Ethan de la maravillosa y talentosa Whitney G.

Antes de nada, os he de avisar de que esta es una especie de segunda parte de otro libro que ha escrito; Carter y Arizona y, aunque hay menciones a ambos en este libro, no es imprescindible leérselo antes para entenderlo en su totalidad.

Pero, si no queréis que os pase como a mí y que os enteréis a mitad del libro, os aviso.

Y ya sabéis que el que avisa no es traidor.

Sin más, os dejo la sinopsis del libro antes de dar mi opinión:

SINOPSIS

«Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos todavía más cerca…».

He odiado a Rachel Dawson desde que tenía siete años. Era mi vecina de al lado y mi enemiga número uno, y casi todas nuestras peleas infantiles acababan terriblemente mal.
Me delató cuando me escapé una noche de casa para quedar con una chica.
Y yo la delaté a ella cuando mintió diciendo que no tenía novio.
Así pasamos los años de instituto, y juramos que no nos hablaríamos nunca más cuando nos fuéramos a la universidad.
Y eso era lo que pensaba hacer hasta que un día, años después, apareció en la casa que yo compartía con un compañero de facultad y me pidió que le dejara un sitio para dormir de forma temporal.


Solo al convivir con ella me di cuenta de lo mucho que había cambiado todo entre nosotros, y de que la línea que nunca habíamos pensado cruzar se había hecho más fácil de ignorar.

OPINIÓN

Advierto que esta reseña va a ser muy subjetiva. Lo sé, todas son subjetivas, pero esta un poco más porque libro que saca Whitney, libro que devoro. Y no me ha disgustado ninguno. De hecho, Two Weeks Notice está entre mis preferidos de siempre. Nota mental: releer y hace reseña.

Centrándome en esta historia es un amor universitario maduro. ¿Universitario y maduro en la misma frase? Sí, porque están en la uni, pero en los últimos cursos. Por eso lo digo.

Es un libro que está escrito a dos voces, las de los protagonistas: Rachel y Ethan intercalando la actualidad con hechos del pasado que nos ayudan a comprender por qué ese odio que se tienen. Lo cual está muy bien.

He de decir que los capítulos no son capítulos sino canciones y que cada uno de ellos tiene el título de una canción y su duración. No sé a vosotros, pero a mí me parece una manera original de poner cuál ha sido la banda sonora del libro.

Me ha encantado que Rachel escriba cartas en lugar de email y Whatsapp. Ojo, que en estos tiempo modernos, la comunicación telemática es mucho más habitual y cómoda pero he de confesar que me encanta recibir cartas y sobre todo recibirlas. Y ¿adivinad quién es su amigo por correspondencia? Justo, su enemigo en la vida cotidiana. Lo cual no puede ser más paradójico y tierno a la vez.

¿Los que se pelean se desean? Evidentemente. Porque no sé vosotros pero... si yo tuviera un enemigo como ellos dos afirman ser... ni agua le daba yo al mío, y no me importa la edad a la que nuestra mala relación hubiera empezado. Un enemigo lo es para siempre.

Esta es la historia también de un reencuentro porque hace años que no se ven.

¿Qué serie de circunstancias les llevan a reunirse de nuevo? El día de mierda de Ethan.

No exagero al calificarlo así, ya que descubre a la novia engañándole - encima se lo avisa Rachel en sus cartas sin haberla visto, para más INRI - y encima se le quema la casa porque sus amigos hacen una barbacoa con alcohol incluido y se les va de las manos.

Claro que, para novios raritos el de Rachel. El "Gran Oso" es todo un señor personaje. Y bastante asqueroso además. Un pirado, vaya.

¿Por qué no se han visto en años si estudian en la misma universidad? Porque Rachel estudia en un crucero. Sí, sí, tal y como lo creéis. Si me preguntáis, sería una experiencia que sí que viviría, pero no más de un año. Al final terminaría volviéndome loca.

Cuando se harta, decide regresar a tierra y a su piso en el campus... y descubre que la chica que se lo había apalabrado ya ha encontrado a otra. Aunque, vista la cantidad de mierda que había en él, estoy convencida de que Rachel tampoco se habría quedado.

Así que Rachel sin vivienda Y Ethan y su compañero necesitando un compañero de piso nuevo para compartir gastos... ¡Bingo! Terminan viviendo juntos. Pese a la negativa de Ethan, quien prefería incluso a un vendedor de drogas antes que a ella.

Huelga decir quela tregua a la que deciden llegar en aras de la convivencia hace aguas por todas partes. Lo mismo que ese trato de fingir ser amigos falsos.

¿Por qué fingir amigos falsos? Porque Rachel no tiene amigos. Y eso me da mucha, mucha pena. Y no entiendo por qué porque es una chica genial, no demasiado sociable eso sí. Pero su personalidad diferente no es motivo para que todo el mundo la trate como lo hace, inciso aquí para todos los chicos que ella conoce en el libro y muy especialmente para el DJ de la primera fiesta a la que van. Hay que ser muy HP para inventar que tienes cáncer con tal de no querer seguir viendo a una persona.

Por eso adoro a Ethan casi desde el principio, porque su imagen pública no se corresponde con la privada en nada y protege a su falsa amiga siempre sin coartar su personalidad. Entiendo su culpabilidad al no haberse dado cuenta de los nombres de los chicos con los que se había besado viendo su escaso éxito social. Aunque le reconozco que es un truco muy ingenioso.

Y si no se los hubiera inventado, los habría olvidado después de ese pedazo de primer beso que se dan, ¡GUAU!

Además, a medida que leemos el libro se descubre esa faceta protectora de Ethan para con ella casi desde siempre. Especialmente remarcable es su comportamiento cuando Rachel pierde a su madre.

Son jóvenes pero ambos tiene problemas con sus padres:

- Rschel no ha perdonado a su padre el hecho de que se casara muy poco tiempo después con la mejor amiga de la madre. Algo que no me ha pasada pero que puedo entender. Creo que yo tampoco me lo tomaría a buenas y me parecería una traición enorme.

- La relación de Ethan con su padre no es mala del todo. Solo que su progenitor no le apoya en la lucha por sus sueños, sino que le obliga a estudiar para encontrar un trabajo que le dé seguridad por su buen sueldo. Eso significa que menosprecia su don como escritor, porque sí amigos, también escribe.

No podía ser todo de color de rosa y la pareja discute cuando a él le ofrecen hacer un máster acelerado de economía en Nueva York. Si me preguntáis es más bien culpa e él porque:

- No sigue sus sueños, que es lo que Rachel quiere que haga.

- Toma decisiones sin contar son su pareja. Y encima, parece que no le cuesta nada separarse de ella.

Ella, viendo que no le importa tanto como creía, regresa al mar. No porque desee sino por obligación - vaya perlita el asesor universitario también! La historia se repite porque será justo en ese punto cuando descubramos el motivo por el cuál Rachel se embarcó la primera vez. Un malentendido ENORME.

Afortunadamente para mi Rachel, ese segundo barco no es tan malo como el primero, pero en el tema de las cartas... se repite porque nadie - a excepción de Ethan, pero es lógico que no quiera leer lo que él manda - la escribe.

Eso sí, el happy ending de libro - nunca mejor dicho de esta pareja - es para enmarcar y Ethan no solo la reconquista a ella, sino que a mí y a todas las lectoras que lean esta historia.

MA- RA-VI-LLO-SO.

Ya lo sospechaba, pero lo confirmo. Este libro de Whitney también es un éxito.

Así que sí o Sí tenéis que leerlo.

¡Nos leemos pronto!

PD: He descubierto que va a publicar un libro nuevo titulado El Rey de las Mentiras y no puedo estar más feliz por ello.










Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Only work, no play de Cora Reilly

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno