Una semana en Nueva York de Louise Bay

¡Hola a tod@s!

La reseña de hoy se corresponde con otra primera vez ya que no conocía la pluma de la autora Louise
Bay. Sin embargo, había visto tantas reseñas y comentarios al respecto que era como si ya la conociera. Por eso, me dirigí a la web de la autora para saber un poco más de la novela y... descubrí que esta novela no es una novela al uso, sino que en realidad se trata de tres libros cortos que en la edición española se han compilado como uno solo.

Además, no es la primera parte de una serie, pero sí que he visto otras dos novelas que parecen tener una temática parecida. Esta idea me la ha confirmado Phoebe editorial con las portadas de las mismas, pues todas siguen el mismo estilo.

Sin más, escribiré la sinopsis primero y después, escribiré mi opinión al respecto del libro.

SINOPSIS

Anna está harta de citas. Está cansada de que le rompan el corazón. Es sexy, divertida e inteligente…, pero también es un imán para hombres que no la merecen. Salir de Londres y pasar una semana de vacaciones en Nueva York es la mejor solución para superar su última ruptura y poder tener una aventura veraniega con un desconocido. Pero para proteger su dañado corazón decide imponerse ciertas reglas: nada de contarse sus vidas, nada de intercambiar números de teléfono y nada de decirse los nombres reales. Solo será una noche divertida y excitante. Ethan, exitoso seductor «en serie», también tiene sus reglas: nada de citas, nada de quedarse a dormir y nada de hacer promesas. Todo parece perfecto…, pero las reglas se hacen para romperse…

OPINIÓN

Si tuviera que resumir este libro en una frase, sería esta: El libro es un buen ejemplo de que el amor llega de manera inesperada y de las serendipias.

También he de decir que puedo entender el éxito porque la historia no está mal, pero... este libro tiene un PERO muy grande que no me llevaría a recomendarlo. ¿Cuál es? Algunas de las frases que los personajes piensan o dicen en cada una de las partes que son un clarísimo ejemplo de lo que no es una relación de pareja sana. Incredulidad y enfado fueron los sentimientos imperantes mientras las leía. De hecho, me disgustaron tanto que las incluí en este opinión a medida que me las fui encontrando para compartirlas con vosotras y así argumentar mi opinión negativa, esperando que vosotros coincidáis conmigo.

La primera parte de este libro es la que da título a la compilación de los tres y en ella nos presentan a los protagonistas de la misma: por un lado tenemos a la londinense Anna, una chica con muy mala suerte en el amor. Tan mala que su ex Ben se ha metido en problemas con lo que parece ser una mafia - y han entrado a robar en su piso. Vivienda que comparte con Leah, pero no es ahí donde la historia comienza, no. Ambas están en un club de Nueva York ya que Anna ha acompañado en un viaje romántico a Leah y Daniel. No sé yo si querría ir a un viaje donde es tan evidente que sería la sujetavelas, por muy atractivo que el destino me resulte. Es lógico que, a causa de su mala suerte no quiera tener nada que ver con los hombres.

Eso que se lo digan al destino, a Cupido y a Ethan, el protagonista masculino de la historia que la lleva observando toda la noche, lo cual es, cuanto menos inquietante. La atracción es inmediata porque, lógicamente, él está buenísimo y van al lío. Eso sí, ella establece una serie de reglas con respecto a tener sexo... las cuales él se pasa bastante por el forro, todo sea dicho. Eso fue lo primero que me mosqueó. Ethan es un dechado de virtudes porque está bueno, se presupone que maneja dinero y... sorpresa sorpresa: es un dios del sexo.

En esta primera parte también conocemos el punto de vista de él y así sabemos que él, como buen cliché, nunca se ha enamorado, pero no le faltan follamigas. Por eso, también tiene sus propias reglas con respecto al sexo. Y, confirmé que es un ser bastante creepy porque consigue información personal sobre Anna para perseguirla al restaurante donde ella está comiendo. Y, por si no fuera suficiente, juega con ella excitándola en público para conseguir su número de teléfono y así poder seguir viéndola ya que no se ha cansado de ella. ¿Qué importa que esa fuera una de las normas sobre su relación que ella había establecido primero?

Si esto no os enfada, tranquilos. Llegamos al capítulo 5 donde encontramos esta frase, la cual se corresponden con los pensamientos de Anna: Me besó en la mejilla. ¿Qué otra cosa podía hacer sino permitírselo? Estaba demasiado bueno.

¿PERDONA? ¿O sea que porque esté bueno le vas a permitir que haga contigo todo lo que quiera?

También en esta primer libro, solo que varios capítulos más adelante nos encontramos con otros pensamientos dignos de ser criticados. Esta vez los honores le corresponden a Ethan: Era oficial: me había convertido en una chica. O mejor, en dos chicas. Me estaba convirtiendo en un equipo de chicas. ¿Qué coño me pasaba? Me había dolido que dijera que las mujeres no querían acostarse conmigo más de una vez. Es decir, sabía que no era verdad, pero el hecho de que ella pudiera pensarlo… Lo dicho, un sensiblero equipo de chicas.

De nuevo, ¿PERDONA? ¿Pasa algo por ser sensible y comerse la cabeza? ¿Un ser todopoderoso y divino como tú no puede permitirse aceptar su parte sensible porque eso implicaría feminidad y mariconeo según tu criterio? ¿Estamos locos o qué? Y por otro lado ¿es que una mujer no puede tener un tipo de sexualidad similar a la tuya porque eso no entra en tus cánones? ¿Te vas un ratito a la mierda?

Esa frase de Ethan me enfadó bastante y desde ese momento le miré mal. A esa actitud contribuyó también que se contradecía entre lo que afirmaba y lo que hacía. Por ejemplo, si no la quiere ¿para qué se la lleva a los Hamptons? ¿o a su apartamento, donde no había llevado a nadie antes?

Lo cierto es que ambos son unos cobardes y cabezotas y se niegan a aceptar lo que sienten ya que a más tiempo juntos, más se enamoran y no desean reconocerlo. Me ha gustado el final de este primer libro porque ella es consecuente con lo que planteó desde el principio y rompe todo contacto con él.

En el segundo libro titulado Otoño en Londres, sabemos qué ocurre después de la separación y así conocemos que ambos son abogados. Y desde el principio es bastante evidente que él será el abogado encargado de la fusión en el bufete de ella. No sé vosotros pero... yo esperaba mucho más de ese reencuentro. Me dejó un poco fría.

Ahí, deciden formalizar lo suyo y de nuevo, aparecen las incongruencias porque se presupone que él, quien no ha tenido una relación antes, será quien la cague más. Pues no, es ella el desastre en su relación. Solo una cosa, la gente no es adivina y no sabe leer mentes, así que o hay comunicación o habrá problemas.

Las frases cringe siguen en esta parte y son quizás incluso más perturbadoras que en la parte anterior. Os dejo las perlitas: Me gustaba la idea de que la gente viera la señal de mis labios en ella. O, —¿No puedo hablar?—Todavía no.—Entonces, ¿cuándo?—Cuando te haya follado con tanta intensidad que hayas olvidado lo que querías decir. O continuando con la primera: Quería marcarla, así que le incliné la cabeza a un lado y pegué los labios a su cuello. Chupé con fuerza, consciente de que iba a dejarle una marca, y el pensamiento incrementó mi necesidad de ella e hizo desaparecer algo de la ira. Anna no se quejó, se mantuvo erguida contra mí. Luego llevé los labios al otro lado de su cuello e hice lo mismo.

Y...

—Te he dejado una marca —anunció. —Siempre… —respondí, bajando las manos por su espalda. Levantó la cabeza para mirarme. —Lo digo en serio, Anna. En el cuello… —No pasa nada. Me gusta. —¿Te gusta? —Arqueó una ceja.

¿Qué es ella ahora? ¿Un toro o un caballo de tu propiedad para que la marques en público? ¿Y ella? ¿Por qué se deja? ¿Tienes que presumir de tus proezas de ese modo? Me enfada y me demuestra muy poco amor por ella misma. Es como si mendigara amor porque entiende que nadie la querrá.

Para concluir, el final triste que tuvo la primera parte ahora tiene un final feliz ya que deciden darse una oportunidad y mantener una relación a distancia.

El libro tres tiene por título Fin de Año en Manhattan, y no sé vosotros pero... a mí me da que incluyen un spoiler bastante gordo.

Aquí retoman las reglas del primer libro, solo que las transformado, convirtiéndolas en románticas esta vez.

Y las cosas siguen como en libros anteriores: Anna sigue cagándola al no hablarles de su novio a sus padres, por ejemplo. Y nuestras queridas frases tampoco podían faltar aquí: —Márcame con los dientes —susurré mientras su boca se paseaba por mi cuello. Mis marcas se habían desvanecido y quería otros nuevos recordatorios de donde había estado él.

O...Quería casarme con ella. Quería que llevara mi anillo y que todo el mundo supiera que era mía.

Voy a ahorrarme comentarios porque como abra el cajón de mierda...

No voy a decir qué es, pero ella la caga de nuevo - ¡sorpresa! y él se toma una respuesta de frase de ella de forma demasiado literal. Aun así, el clímax no es demasiado importante como para el conflicto que la autora relata.

¡Menos mal que Daniel, el novio de su amiga Leah parece tener una solución y actúa como salvador!

Y por supuesto, a pesar de ellos y todo, hay happy ending.

¿Lo recomiendo? No sabría deciros, sinceramente.

¿Tengo interés si esta dinámica de relaciones con tantos comportamientos tóxicos continúan el las otras dos novelas relacionadas? Sí.

¡Nos leemos pronto!

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