Más fuerte que la guerra de Andrea Lísara

¡Buenas tardes a tod@s!

La recomendación de hoy es de un libro cuya autora se puso en contacto conmigo ofreciéndome colaborar juntas. Y, en cuanto me dio el tema de la historia, acepté sin dudarlo.

No sé si lo he dicho antes, pero soy historiadora, así que cualquier cosa que esté relacionado con mis estudios ya lleva el sí de antemano. Eso sí, siempre y cuando no lo vendan como novela histórica para que después encuentre multitud de licencias literarias, por no decir datos inventados.

Este no es el caso, y aunque yo estoy más especializada en la historia antigua, le di el sí porque me parece que es un tema reciente y controvertido y como tal, aplaudo la valentía de la autora por atreverse a tratarlo.

¡Muchas gracias Andrea por confiar en mí y dejarme leer tu manuscrito! ¡Espero hacerte justicia y devolverte la confianza con este post!

Y ahora, sin más, os dejo con la sinopsis y mi opinión sobre Más fuerte que la guerra de Andrea Lísara.

SINOPSIS

En el invierno de 1939, la guerra llega a lo más profundo de los Pirineos. Allí, Irene trabaja como voluntaria en un hospital de campaña del ejército republicano. Sus días transcurren entre la soledad, el miedo y el recuerdo de todos los seres queridos a los que ha perdido.

Hasta que llega Marco, un silencioso y arisco soldado de ojos azules y fríos que permanecen clavados en ella día y noche, a veces con burla descarada, y a veces, con un incomprensible rechazo. Y otras muchas, con algo parecido al anhelo.

Cuando él la salva de morir a manos del enemigo, ambos tienen que refugiarse en las montañas.

Juntos.

Y no les quedará más remedio que sobreponerse, entenderse y buscar una salida a su situación si quieren sobrevivir en un mundo hostil, que les demostrará, con tenacidad, que las cosas no son siempre tan simples como nos hacen creer, y que el amor, siempre, es más fuerte que la guerra.

OPINIÓN


Es en el prólogo donde conocemos cómo se conocen los protagonistas y cuándo: en diciembre 1938, o sea, en pleno conflicto y en un hospital. ¿Por qué? Porque Marco es un soldado herido. E Irene que es enfermera allí.

Además, conocemos algo más de sus circunstancias vitales: Marco es un soldado huido del frente, pero no se nos aclara hasta más tarde a qué bando pertenece y ella perdió a su familia en un bombardeo, por lo que está sola.

He de decir que Marco me intrigó desde el principio y que mi mente enamorada de Italia fantaseó mucho con la idea de que fuera oriundo de ese país, pero no, es de Llanes. Que está muy bien, pero mi desilusión fue grande cuando conocí su lugar de nacimiento. También me intrigó bastante su actitud ya que era un paciente bastante difícil, e incluso se quería dejar morir.

Y por no hablar del odio que siente hacia Irene - a priori - desde el principio. De acuerdo que no es enfermera profesional, pero... hace lo que puede y atiende a todos con una sonrisa a pesar de las circunstancias. Por eso, debéis imaginar mi sorpresa mayúscula cuando le pide matrimonio.

De la proposición no se vuelve a saber nada, pero sí que se ven obligados a huir tras un nuevo bombardeo, en este caso al hospital. Y así es como se convierten de manera indeseada por ambas partes en compañeros de aventuras y fuga. Las tornas se cambian porque será en esta huida donde ella se convierta en la compañía indeseable.

No puede haber dos compañeros de travesía más dispares: ella antigua niña bien, él humilde, él callado y taciturno - hay que sacarle las palabras a cuentagotas y eso me desespera -, ella es una parlanchina. Ella también es republicana... ¿y él?

Por un momento, cuando leí sobre la aparición de Óscar, pensé que el dúo iba a convertirse en un trío y que sería él el que se convertiría en un segundo pretendiente para Irene, puesto que en la antítesis de Mario en lo que a carácter se refiere. Hubiera sido interesante explorar más la faceta celosa de él, pero no fue así. Es más, su presencia allí fue bastante breve.

Sin embargo, no se puede decir que salen indemnes del encuentro con Óscar y sus compañeros, al contrario. No voy a decir spoilers, pero... la lían gorda.

Y, cuando pensaba que ese sería el encuentro con más secuelas para ellos, llegan a una casa donde encuentran refugio gracias a la hospitalidad de los que allí la habitan. Claro que, he de mencionar que hay una gran pelea - otra - entre Irene y Mario antes de llegar allí.

Óscar no puede ser el tercero en discordia porque esa función le va a corresponder ni más ni menos que a Pau, el antiguo prometido de Irene, que no estaba muerto. Y sobre todo, Mario muestra su carácter ya que se descubre finalmente a qué bando pertenece. No diré nada pero... de nuevo se opone al de Irene.

Y en este punto del libro se narra algo que me ha parecido bastante inverosímil. Y eso ha sido la ausencia de medidas y represalias contra Mario cuando se descubre su secreto, puesto que al ser desconocido y enemigo... en fin, por menos se mataba a la gente. Mario lo sabe y como prima la supervivencia, además de que está enamorado hasta las trancas de ella, no quiere perderla, se inventa LA excusa. Inesperada y sorprendente que me provocó una carcajada pero que a la implicada no le resulta tan divertido.

Antes he mencionado a Pau, pero no lo he descrito. Personalmente, es un personaje tragicómico que tan pronto me provoca asco como risa. Esto último en sus intentos de trovador mal. Aunque si hablamos de poetas, el premio se lo llevaría Mario porque esa poesía que le dedica a su enamorada es...no comment.

Al hilo de esto, al ver sus dotes artísticas - y sobre todo, que tiene lo que podríamos llamar un final feliz - pensé que el nombre de Pau podría ser un homenaje a Pau Donés - además Irene es catalana - y por eso, se lo pregunté a la autora. Lo siento, pero no lo es. Aunque podría ser un bonito homenaje, según sus propias palabras también.

Si tuviera que describir la relación entre los protagonistas sería como la de una guerra entre ambos. No quería utilizar este paralelismo con el conflicto porque podía tocar puntos sensibles, pero si la autora lo hace... y es que son tantas las diferencias entre ambos que esas les impiden hablar de sus sentimientos, aunque quizás también por miedo ante la certeza de que no tienen futuro juntos. Y cuando se deciden a hacerlo, solo discuten - por política - principalmente o bien lo hacen ayudándose de la bebida; cumpliéndose así el dicho que asegura que niños y borrachos dicen siempre la verdad.

Es lógico entonces que sueñen con lo que no pueden tener, porque ellos son el reflejo de nuestros más adorados anhelos.

Los contratiempos no terminan para los protagonistas porque el refugio seguro que había sido su casa deja de serlo ante la proximidad del ejército nacional y por eso, finalmente, los protagonistas deciden vivir su historia de amor como si fuera la última ante la incertidumbre del futuro. Eso sí, no faltan las discrepancias tampoco porque Mario quiere exiliarse en Francia e Irene no. Además, a sus problemas se les suma que matan a Mateo, otro de los convivientes de la casa y todo el mundo cree que ha sido Mario.

¿Lo pasé mal en los disparos? Mucho.

Lo único que no me ha gustado del libro han sido las continuas peleas de hombría de Paul y Mario, especialmente aquellas donde el primero no tenía nada que hacer. Y por eso, si tuviera que eliminar algo del mismo serían esas mismas peleas cuando van a rescatar a Irene. Innecesarias porque ya sabemos de su mutua antipatía, aunque sacamos algo bueno de ellas y es que descubrimos quién es la persona que asesinó a Mateo.

Es una historia de amor y como tal, tienen su final feliz a pesar de las circunstancias.

Al hilo de esto... el final del libro me gusta y por eso, no sé cómo sentirme con respecto al epílogo ya que está bien porque sabe algo más de ellos, pero no lo considero vital o muy diverso del final del libro como para que me opinión cambie al respecto.

Por último, antes de terminar el post, me gustaría dejar dos frases de la obra que me han gustado mucho

- El amor es más fuerte que el odio. Esta ya la sabíamos, pero es digna de reseñar porque el amor es aún más fuerte, incluso en la guerra.

- Irene es la enfermera del alma de Marco. Esta se la dice el propio Marco y tiene razón, no solo haciendo alusión al empleo que ella ejercía cuando se conocieron, sino porque también le ha sanado el alma enseñándole a amar y permitiéndole también por ello perdonar a quienes le motivaron a alistarse en el ejército.

- A veces no se trata de política, sino de odio. Esta es una gran verdad. Sin embargo, en este contexto y conflicto yo lo aplicaría sobre todo en la represión de la posguerra. No hace falta investigar mucho para conocer que buena parte de los delitos y las personas ajusticiadas de uno y otro bando, aunque sin duda el republicano se vio más afectado, se debieron más a rencillas personales que a diferencias políticas. que gran verdad!

Me ha gustado el libro por la terquedad de ella, el mutismo a veces desesperante de él, por todo el camino que recorren juntos y sobre todo, por la inmensa valentía de ambas partes y por atreverse a amar a la persona y no al color.

¡Nos leemos pronto!

PD: Mi padre me lo ha pedido para leérselo también.


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