Última parada, nosotros de Olivia Ness

¡Buenas tardes a tod@s!

Hoy os traigo un nuevo cierre de trilogía, pero en este caso no tiene nada que ver con el misterio y el

asesinato. Al contrario, el tema es bastante diferente.

Eso no quiere decir que no esperase el desenlace, sin embargo. Todo lo contrario, tenía mucho interés por saber y leer cómo la autora resolvía la relación entre Magda y Fabián, porque sin duda de los dos tríos de amigos, ellos a causa de su trabajo, son los más independientes. Eso no ha sido un impedimento para que poco a poco, el interés y la intimidad entre ambos se haya ido forjando desde el primer libro.

Pero no me quiero enrollar más, procedamos con la sinopsis primero y después mi opinión al respecto de Última parada, nosotros de Olivia Ness.

SINOPSIS

Magda y Fabián se conocieron en un crucero. Ella es una mujer de negocios con mucho carácter. Él es fotógrafo, bohemio y aventurero.

La esperada tercera entrega de la trilogía «Un viaje inesperado».

Magda siempre ha huido de las relaciones serias, siempre le han dicho que los hombres traen problemas, pero Fabián es el único al que Magda no puede resistirse. Ahora Magda está embarazada y la abordan miles de dudas.

Magda es la única mujer que pone a prueba la determinación de Fabián. Es un alma libre, pero sabe que su felicidad se llama Magda y está dispuesto a todo por alcanzarla.

Ella piensa que no va a tener que volver a ver a Fabián, pero su jefe no opina lo mismo y les envía a trabajar en un proyecto codo con codo que obligará a Magda a tomar decisiones que no esperaba.

¿Revelará Magda su secreto mejor guardado a Fabián? ¿Serán capaces de descubrir qué sienten el uno por el otro? ¿Tendrán el coraje necesario para ser sinceros el uno con el otro?

OPINIÓN

Antes de empezar la opinión, he de decir que, apenas me hice con el ejemplar - digital, entiéndase - del libro, avisé a la autora porque nos seguimos en Instagram Y ella, amablemente me puso sobre aviso diciéndome que esta novela era diferente a las otras, no solo porque era más breve, sino porque era más directa.

Y a pesar del aviso, no pensé que sus palabras fueran tan literales. La autora avisado corto, no pensaba tanto.

La historia tiene un inicio sorprendente con una boda. ¿Suya? No, sino de la pareja protagonista anterior. ¿Por qué digo que es sorprendente? No porque contraigan nupcias, sino porque no lo esperaba tan de inicio. Al hilo de esto, he de decir que el lugar donde celebran los esponsales es espectacular. Personalmente me encanta y creo que es algo muy representativo de Escocia. Un país que había olvidado que quería visitar, pero que estas primera páginas me lo han recordado amablemente.

Si ya la boda me pareció sorprendente, las sorpresas que se anuncian en dicho matrimonio me dejaron boquiabierta: Roma da una buenísima noticia. Y... descubrimos que Madga está embarazada. Así, sin anestesia. Obviamente, las elucubraciones y teorías para saber quién podría ser el padre comienzan a cruzar tu mente tras dicha revelación. Además de eso, yo no pensé que pudiera ser Fabián, pero... a tomar por culo bicicletas que sí, él es el papá. ¿Lo sabe? No.

¿Por qué no se lo ha dicho? Al parecer no ha encontrado el momento justo y... no quiere coartar su libertad. Y así sigue hasta el quinto de mes de embarazo. De hecho, está bastante repelente con el momento revelación, aunque por otra parte entiendo el ultimátum que Candela le da. En realidad - y también es entendible es que le da miedo que la dejen sola y que así repita la historia de las mujeres de su familia y también las decepcione.

Aunque la entiendo, me desconcierta esta actitud porque siempre había creía que era una tía valiente y echá pa alante. Y además, ha tenido multitud de ocasiones para comentárselo. ¡Por Dios, que conviven bajo el mismo techo! ¿Y Fabián? Si lo sospecha ¿por qué tampoco dice nada?

He de confesar que me sorprendió también su actitud de jefa mala dictadora prepotente en el trabajo, sobre todo tras la explicación del jefe anterior. Desafortunadamente, esta situación y este tipo de jefes aún son bastante comunes en las oficinas de nuestro país. Por suerte, también hay muchos Josep, lo cual es de agradecer.

Mientras leía, creí al inicio que el viaje en furgoneta iba a dar más de sí - especialmente cuando ella estaba incluida en la portada - y... no me equivoqué porque sí, lo hizo. Y no me pudo gustar más.

He sufrido mucho leyendo esta historia de rabia, porque era justo eso lo que sentía al ver que eran unos cobardes que no se atrevían a dar un paso adelante y llamar a las cosas por su nombre. Como Relación, porque ellos mantienen una RE-LA-CIÓN. Nadie recorre 500 kilómetros por ver a un follamigos.

Aunque he sufrido más de miedo porque realmente pensaba que perdía al bebé y que nunca tendría la oportunidad de contar la verdad. Mi calma se reinstauró cuando se quedó en un aviso nada más. Fue sustituida sin embargo por enfado - es un sentimiento recurrente en esta historia hacia ella, he de decir - porque se ha emperrado en ir a trabajar, cuando sabe que no puede. Creo que tiene una obsesión malsana por el trabajo que tendrá funestas consecuencias en su vida.

Menos mal que encontró a alguien a su altura que no se achanta ante su genio: y el mejor ejemplo es cuando se entera - finalmente - de la bomba porque, aunque se muerde y se envenena, lo cierto es que lo lleva con mucha diplomacia para las circunstancias que vive.

En pocas palabras, adoro a Fabián, no solo por cómo reacciona, sino por cómo sabe llevarla dependiendo de la situación, cómo le habla claro cuando tiene que hacer, por cómo la cuida en su reposo.... en definitiva, por quererla.

Eso sí, la historia en mi opinión tiene un fallo: y es que el final es un poco acelerado y pasa por encima por momentos que hubieran sido divertidos e interesantes por vivir como cuando revela que el padre lo sabe, las circunstancias de la ruptura de aguas y sobre todo el momento del parto. Ah bueno y el nombre... aunque es muy regio, jamás se lo pondría a un hijo mío.

Es esta falta de información y los interrogantes que el lector tiene después - estoy a favor de los finales abiertos, pero en este caso hay muchas dudas sin resolver - y que podrían haber sido resueltos en un epílogo los que me hacen decir que la historia queda un poco coja.

Así se lo hice saber a la autora en su momento y continúo pensándolo.

Por suerte, puede que seamos afortunados en este sentido pronto según sus propias palabras, así que... ¡crucemos los dedos!

¡Nos leemos pronto!