Un tango en Malasaña de Cristina Duran

¡Buenas tardes a tod@s!

El libro de hoy es el primero de la pluma de la escritora Cristina Durán que leí. ¿Cómo la conocí y pude

leerlo? Pues por dos vías principalmente:

- La veía mucho por Instagram y Facebook

- Por un sorteo que la autora organizó. Precisamente el hecho de no haber leído nada suyo fue lo que me motivó a participar en él, resultando afortunada. Al hilo de esto último, os contaré una anécdota divertida... Me saltó la notificación en mi correo electrónico y no entendí muy bien que estaba pasando - no soy muy afortunada en los sorteos - así que le escribí a la propia autora vía privado para asegurarme de lo que estaba pasando. Me lo confirmó, lo celebré y... después vi en Facebook que estaba etiquetada como ganadora del sorteo.

Así soy yo.

Tras esta breve introducción, os dejo primero la sinopsis y después mi opinión al respecto.

SINOPSIS

La vida de Paula Lombardi comienza a derrumbarse el día que la echan del trabajo. Ese día, sin darse cuenta, cambió su vida. Lo que en ese momento no podía imaginar es cuánto iba a cambiar... ¡Ni de qué manera!
¿Cómo reaccionarías si tu escritor favorito te encuentra entre cubos de basura?
¿Cómo empezarías la búsqueda del amor de tu abuelo, al que lleva 60 años sin ver?
Paula Lombardi aterriza en Madrid... ¡sin saber la gran aventura que le espera!

OPINIÓN

El libro está dividido en varias partes y nos narra en primera persona las aventuras y desventuras de Paula Lombardi, pero a modo de flashback ya que al principio de la obra vive en Madrid y tiene treinta y cinco años.

Sin embargo, al inicio, la novela tiene lugar en 2001 y ella vive en Argentina. Al hilo de esto, como argentina que es, usa muchas palabras de la variedad lingüística del castellano en dicho país. Sin embargo, lo que a priori podría parecer un hándicap, no lo es. No solo porque el contexto te ayuda a entender más o menos el significado, sino porque al final del libro hay un índice donde explica el significado. Así que no ha lugar a malentendidos.

Volviendo a Paula... su profesión es la de arquitecta y... confirma el dicho de que los lunes son una mierda. Es más, su jefe es un hombre bastante repulsivo. No quiero hacer spoilers, pero... creo que podréis entender qué es lo que le sucede para que haya escrito lo de los lunes mierder.

No vive con sus padres, pero los visita regularmente. A pesar de que la relación con su madre no es buena. Todo lo contrario que con su abuelo, quien la llama Mafi en referencia a Mafalda. Y solo por eso, lo tienes que querer.

Además, es él quien le da la idea de que debe cambiar de aires y marcharse a España, realizando el mismo viaje que el hizo, solo que a la inversa, porque el hombre es español y hubo de huir de España por la Guerra Civil.

Ya he dicho que el jefe me parece alguien repulsivo. Pero aquí quiero añadir un insulto malsonante también. Y es que, no le ha bastado con despedirla, sino que encima ha expandido falsos rumores y comentarios maliciosos sobre ella para evitar que la contraten.

En fin, todo son señales para que se marche. Pero ella no lo hace. ¿Por qué? El amor.

Y es que está absolutamente enamorada de Carlos Alberto a pesar del poco tiempo de su relación, un nombre que a mí me recuerda al clásico galán de telenovela. Un novio que no solo es guapísimo; es modelo - y lo comprobé porque vi en quien se había inspirado la autora para este personaje. Por cierto, quiero saber quién es - sino que es bueno en la cama y un amor con ella.

Confieso que al principio pensé que se lo iba a encontrar poniéndole los cuernos para redondear la semana, pero me sorprendió descubrir que no fue así. Al menos al inicio porque mi pálpito inicial terminó cumpliéndose y Paula lo encuentra en la cama... con su mejor amiga nada menos.

Sin nada en particular que le ate allí - y con una nube negra encima añadiría yo - decide hacer caso de su abuelo y marcharse. Además, él - muy al estilo del diario de Noah - le entrega su diario y le pide que busque al que fue el amor de su juventud Elena.

En la parte dos nos enteramos de las circunstancias del abuelo era republicano y Elena era una niña bien y de que el diario no es un diario en sí, sino una compilación de cartas de amor a ella.

Paula se las promete felices en España, sobre todo porque no está sola - cuenta con la ayuda de un amigo de la familia - pero pronto su destino se vuelve a torcer. Al final el amigo no es tan bienintencionado como parece. Pero, así podemos comprobar los paralelismos vitales entre abuelo y nieta en sus primeros días en países diferentes. La historia es cíclica, dicen Y en este caso se confirma.

Llegados a este punto podréis preguntaros... El tango es obvio, por Paula, Argentina... pero ¿y Malasaña? ¿Qué pinta en el título?

Pues porque será allí donde conocerá a su escritor español favorito. Y el encuentro es memorable. Cierto que sus circunstancias mendicantes no son las mejores para que se conozcan pero Jorge, el protagonista masculino y escritor favorito de Paula tampoco es Míster simpatía. Es más, confirma alguno de los estereotipos más clásicos acerca de que los escritores son huraños y taciturnos.

¡Menos mal que en toda la escena estaba Loren para darle el punto positivo a la misma!

Un Loren que es mi personaje favorito de la historia no solo porque se convierte en el Hado Madrino de Paula, sino porque me recuerda muchísimo a algunos de mis amigos. Eso sí, el hecho de que sea muy fan suya no significa que me gusten todas y cada una de las cosas que hace. Por ejemplo, no puede meter a Carlos Alberto a vivir en su piso con ellos solo porque le atraiga. Especialmente tras ver la reacción de Paula al verlo allí y sobre todo, por las circunstancias en las que se dejaron.

Si me lo hubieran hecho a mí, también me hubiera enfadado mucho.

¿Se desata la guerra en el piso? Evidentemente. ¿Le gusta eso a Jorge? Adivinad. Es más, esta mezcla explosiva hace que sea más arisco. Tanto, que de inicio tuve mis serias dudas al respecto de que fuera el amor de Paula. Su bipolaridad de comportamiento para con ella es desconcertante y por eso la entiendo. Pero todo tiene un por qué. Y, para mi desgracia una Laura tiene algo que ver.

Como sabéis, si una protagonista o secundaria se llama como yo, me tiene ganada. Pues bien, esta Lauta es la excepción que confirma la regla. Es muy feo - y unexpected - lo que le hace al pobre Jorge.

Sin embargo, a medida que se conoce a Jorge, se le quiere más y lo inexpresivo o en ocasiones confuso que es, lo suple a través de acciones como invitarla a comer, acompañarla cuando lo necesita o, simplemente ofreciéndole apoyo moral y compañía en los momentos en que más lo necesita.

Al hilo de Jorge, cuando vi que la madre tenía cierto protagonismo en la historia, inmediatamente pensé que ella iba a ser la Elena... pero me equivoqué.

No sé si ya os habéis hecho una idea de lo disparatada que es la vida de Paula en Madrid, pero, para rizar el rizo... a Loren se le ocurre una burrada - y al mismo tiempo, brillante - como solución a la regulación de la situación de Paula en España. Una idea a la que Jorge se opone firmemente. Sobre todo porque esto le trae - más - malos recuerdos relacionados con mi tocaya.

Y volviendo a Loren... quien la sigue la consigue. Y me he reído lo más grande cuando por fin consiguió llevarse el gato al agua, aunque, si me preguntáis, para mí, su pareja perfecta es el camarero con el que no para de coquetear y ligar cada vez que visita el restaurante.

No voy a decir mucho pero, Paula cumple con la misión que su abuelo le encomendó y viaja de vuelta a Argentina para que los antiguos amantes se reencuentren. Un momento que por cierto es muy emotivo y revelador, ya que un malentendido de la guerra queda aclarado. Me ha gustado mucho que esa pareja tenga final feliz.

Y por supuesto que también me ha gustado el final feliz de Jorge y Paula. Porque sí, el escritor es cerrado, algo refunfuñón y demasiado crítico, pero cuando le echa huevos a la situación... has de aplaudirle. Sigo en la estela de no spoilers, pero sí que diré que finalmente es él y no Loren quien soluciona el problema de Paula.

En cuanto al título, es la cuarta parte del libro la que finalmente le da también el título global a la obra, y, si bien las circunstancias en las que pensaba que bailarían ese tango serían diferentes, ambas son igual de románticas.

Quiero concluir diciendo el primer encuentro con la pluma de Cristina ha sido una grata experiencia y recomiendo esta novela que resumiría en la siguiente frase: Los sueños se cumplen.

Y no hablo solo por Paula y Jorge, sino también por Loren.

No me entretengo más y os recomiendo la lectura de un tango en Malasaña sin dudarlo.

¡Nos leemos muy pronto!



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