Mis recuerdos y tú de Julia Rincón Ortiz

¡Buenas tardes!

Entre mis retos lectores de este año se encontraba el de poder participar en algún que otro libro viajero.

Precisamente es el primero de mis libros viajeros de este año del que os quiero hablar hoy.

Cadenas de este tipo hay millones, y lo interesante de las mismas es que, aunque el funcionamiento es igual, algunas tienen un recorrido más largo que otras - este es el caso, dado que yo pertenezco a la segunda ronda lectora - y, a veces, la autora envía algún recuerdo y/o regalito a las "elegidas" - este no ha sido el caso, imagino que sí que ha podido darse en la primera ronda -. Asimismo, hay autores que prefieren que "guarreemos" todo lo posible el libro, bien por anotaciones, bien por subrayado, mientras que otras son más fans de los marcadores o los post-it.

En mi caso para con este libro, como no recibí instrucciones y, solo había una serie de marcadores... decidí no arriesgarme y realicé mis anotaciones en la libreta que lo acompañaba. Por precaución.

Como podéis imaginar tras esta introducción, el libro del que os presento la reseña hoy es mi primer libro viajero del año, Mis recuerdos y tú de Julia Rincón.

SINOPSIS

Los amores imposibles son como campos magnéticos, se atraen con la misma fuerza que lo harían dos imanes. La mayoría de las veces, el enamoramiento y las ilusiones más intensas y apasionadas se convierten en historias de grandes amores imposibles, prohibidos o inconvenientes para el resto del mundo. En vez de enamorarte de ese chico simpático, divertido y libre que tus amigas te presentaron hace poco, te enamoras de otro con el que las cosas se complican y te vuelven del revés... ¡Son amores imposibles! Los amores imposibles y el destino a veces pueden volverse en contra tuya. Según el diccionario, el destino sería una sucesión inevitable de acontecimientos de la que ninguna persona puede escapar. Luchar contra él, es imposible. ¿O no?

OPINIÓN

Antes de comenzar con mi opinión propiamente dicha, he de decir que la portada me parece preciosa y que, en cierto modo me engañó, puesto que pensé que se trataría de un libro donde se narraba un amor adolescente. El amor adolescente lo hubo, pero no duró todo el libro. e hecho, la trama se sitúa cuando son adultos.

Nos cuenta la historia de amor de Raquel y Borja. O lo que es lo mismo, de Marianne y Sandokan. He de decir que al principio, y hasta que esto no fue revelado en el libro estuve confusa con tanto nombre diferente. Ambos son el primer amor - y el amor de la vida - del otro. Un amor prohibido porque son primos.

Como es obvio - porque este tabú no existía en la antigüedad - cuando se descubre que están enamorados, la familia pone el grito en el cielo y los separa, al más puro estilo Romeo y Julieta y otras tantas parejas trágicas de amantes. Así pasa el tiempo sin que sepan el uno del otro, hasta que los acontecimientos se precipitan debido a una carta que Borja ya adulto le escribe a su prima donde confiesa y afirma que sus sentimientos siguen tan vivos como el primer día.

Solo hay un problema, que Raquel va a casarse con Iván, un chico que la quiere incondicionalmente, y que le ha proporcionado una comodidad y tranquilidad que ella ha confundido con felicidad pero que revela su verdadero rostro con la reaparición de su primo.

Como opinión general, he de decir que es un libro que se lee de manera fácil y que es entretenido. Sin embargo, no he empatizado con ninguno de los dos protagonistas ya que, desde el momento en que he descubierto que eran primos... bien, para mí la familia es familia y no va más allá. Así que por más que he intentado imaginar que me sucedía algo parecido con cualquiera de mis primos, cuando no he sido capaz... digamos que el libro en cierta manera se me ha atragantado.

Raquel afirma que es feliz, sin embargo, no lo es. Y, si bien, el lector tarda en descubrirlo, desde el momento en que reaparece su primo en su vida, se aprecia un cambio a mejor en su vida, con lo cual... ha confundido comodidad y tranquilidad con dicha. Algo, que por otra parte, sucede hoy día. Y la considero en ese sentido conformista y cobarde, ya que no se atreve a perseguir su propia felicidad, a pesar del daño que pueda causar a los demás en un principio.

Aunque, de la pareja de enamorados, quien me parece más cobarde es Borja. Entiendo la separación y la inactividad en su adolescencia. Pero, siendo ya adultos e independientes, bien podría haberse puesto en contacto con ella. En su caso, además, era bastante sencillo puesto que eran primos. Así que, reaparece justo en el momento en que tiene encarrillada su vida y sobre todo, no dejarla en paz para que alcance lo más parecido a la felicidad sin que él esté involucrado, no me gustó en absoluto.

Al hilo de esto, entiendo que ambos se preguntaran y se quedaran con las ganas de saber ¿qué hubiera pasado si...? e incluso que no quisieran vivir con el remordimiento del arrepentimiento, pero... cometer una infidelidad... no me parece ni justo ni adecuado. Esto es como lo de la Isla de las Tentaciones, puedes tener un lío con quien quieras, pero antes sé valiente, da un paso al frente y rompe con tu actual situación. Así, tú tendrás la conciencia tranquila y nadie se atreverá a criticarte.

Y por otra parte Iván. Sin duda, es el personaje que más me ha gustado del libro porque él si quiere a Raquel incondicionalmente y a pesar de sus diferencias. Eso sí, he de decir que no me ha gustado esa vena celosa con respecto al tema de los viajes de ella. Sobre todo porque carece de sentido, ya que conoce perfectamente cuál era el trabajo que su prometida tenía, lo que conllevaba el ascenso y, porque nunca parecía haber sido un tema de discrepancia entre ambos.

Quiero dejar constancia de que, en el fondo de mí, quería que Raquel y Borja fueran felices, e incluso llegué a pdir que realmente no fueran familia, pero no pudo ser. Asimismo, al ver que esa felicidad parecía inalcanzable, sabía que algo trágico tenía que pasar si Raquel decidía concederle una oportunidad total a su futuro con Iván. Mini spoiler: no me equivoqué.

Por último, quiero destacar a Macarena, la mejor amiga de Raquel, como personaje secundario porque su historia de amor con Ismael me ha encantado. Ellos dos sí que han decidido ser valientes pese a la manera poco ortodoxa en que comenzó su relación y a la diferencia de edad entre ellos - sí, no es muy grande, pero es la mujer quien es más mayor y por tanto, las críticas son más numerosas - y ponerse por delante de todo y todos para ser felices. ¡Bravo!

En definitiva, es un libro con el que he pasado un buen rato, que me he leído en un suspiro y que me ha provocado numerosas sensaciones diferentes. Sin embargo, no está entre los mejores libros que he leído recientemente ni me ha emocionado a causa de la diferencia de opiniones y puntos de vista con los protagonistas. Eso sí, si tuviera que destacar una parte del libro, sería el feliz. Me ha gustado muchísimo que, a pesar de triste, sea feliz y sobre todo, cómo se ha cumplido la promesa. 

Por eso, no sé si lo recomendaría o no. Si lo hiciera sería porque conozco muy bien a la persona a la que se lo aconsejaría, pero no es un libro que sugeriría a todos mis contactos.

¡Nos leemos pronto!