Déjate llevar sin miedo de Fátima Corral

¡Buenas tardes!

Continúo pagando deudas como buena Lannister con altura de Tyrion que soy y por eso, la reseña que
os traigo hoy se corresponde con la segunda parte de la trilogía que gané en un concurso que la propia autora organizó.

Si bien la primera parte me gustó mucho y me intrigó, decidí no "contaminarme" con la serie y leer una obra en medio de una y otra parte.

Una vez terminada esa lectura, me puse con la segunda parte y... un par de días me duró. Ese fue mi nivel de enganche y curiosidad para con este libro. Quiero remarcar que tiene 482 páginas para refutar mi anterior argumento.

No voy a entretenerme mucho mas y os dejo con la sinopsis y mi opinión acerca de Déjate llevar sin miedo de Fátima Corral.

SINOPSIS

Tras su desafortunada decisión, Sara se refugia en sus amigos para poder salir del pozo negro en el que estaba. Por más que lucha para no recordar aquel fatídico día, más le acerca el destino. Un viaje a la Roma que recorrió junto a Peter, le obligará a pensar con el corazón y tomar la decisión correcta con la que conseguirá dejar de sufrir. Volverá a sentir, a emocionarse, a dudar y a madurar. Un ladrón, un beso, un viaje en el que el pasado le golpeará fuerte. Los celos aparecerán para completar su mochila de miedos e inseguridades.

¿Será Peter su destino? ¿Volverán sus miedos a jugarle una mala pasada o sabrá ser fuerte escuchando lo que le grita a voces su corazón?

El segundo de una trilogía apasionante en la que Sara cambiará, crecerá y aceptará lo que el destino la brinda. Sumérgete y déjate llevar por esta historia cargada de sentimientos, sexo, pasiones y emociones.


OPINIÓN

Me gustaría comenzar mi reseña con la segunda parte del título; Sin Miedo, ya que ese fue el motivo principal -junto a sus inseguridades- para que Sara decidiera dejar a Peter. Y esa será también la frase que por tanto, deberá repetirse -casi grabarse a fuego, podría decirse- si quiere realmente alcanzar la felicidad.

La segunda reflexión que me gustaría hacer es que, si ya en la primera parte, observé semejanzas entre Sara y yo -más allá de que yo no vivo en Guadalajara, no trabajo en el mundo editorial y por supuesto, no tengo un Peter que me quiera y acalore - en este segundo libro, el número de similitudes entre ambas ha aumentado muchísimo más, sobre todo geográficamente.

Dicho esto, empiezo mi análisis como tal.

Tras una ruptura -sobre todo si es dolorosa e inesperada como fue en este caso- siempre tengo mucho interés en saber cómo los protagonistas arreglarán y superarán sus diferencias. Y he de decir que en este libro, el modo -y sobre todo el lugar- no ha decepcionado. Y es que Roma es una ciudad a la que siempre hay que volver, se lancen monedas a la Fontana di Trevi o no.

Pero, antes de eso, he de decir que he entendido ambas posiciones ante la ruptura. La de los amigos por querer animarla al máximo y ocultarle información relevante que pudiera causarle más daño y la de Sara porque sabe que ha metido la pata hasta el fondo. Al hilo de esto, aplaudo a la autora que haya introducido un período de luto al que yo llamo regodeo un poco en la mierda y la miseria que a veces es necesario en nuestras vidas.

Lo que no me ha gustado en cambio es lo del ladrón y sobre todo, lo fácil que volvió a las andadas porque eso para mí significó que ponía a Peter a la altura del betún, cuando es más que evidente que juega en una liga diferente. Y hablando del ladrón ¿quién demonios es ese señor? y ¿de qué lo conoce Sara? ¿Será una de las grandes revelaciones del tercer volumen?

Por otro lado, desde el momento en que leí Roma supe que sería ahí y no en otro lado cuando se produciría la reconciliación, la cual, como ya he dicho, no decepcionó. Disfruté enormemente el juego de tira y afloja que ambos se trajeron y sobre todo por el tema del vídeo. Mientras lo leía, me recordó mucho a la sorpresa y original modo en que Camilo pidió matrimonio a su novia Evaluna.

Las únicas pegas que pongo a este período en Roma fueron dos: que me entraron unas tremendas ganas de volver allí y dos, los fallos gramaticales en italiano y/o su traducción que encontré. La feminazi gramatical que hay en mí como estudiante avanzada de la lengua que soy se reveló enormemente. Para fortuna de todos, esos pequeños fallitos serán subsanados en la segunda edición de la misma. Lo cual me alegra.

Sin embargo, hay un dicho que dice que cuando eres feliz, la vida te da una hostia. Frase popular que se confirma en este caso y que no vi venir de ninguna de las maneras, si bien el tema ha sido conversación en el grupo de amigos puesto que hay una pareja que vive una situación similar -con final feliz-. Estuve muy feliz de que ese mal trago uniera e hiciera más fuerte a la pareja en lugar de separarlos más.

Voy a hacer un inciso argumental para comentar aspectos sobre ciertos personajes que aquí aparecen:

- Mónica: Lo siento pero no me creo su perdón al cien por cien. En eso soy muy Álvaro. Solo espero que en la boda no la líe... aunque tras ver la salida conjunta de fiesta y que ella no hizo ningún movimiento, quizás sí que es verdad que ha cambiado.

- Blanca: Hay secundarios que se roban el protagonismo debido a lo geniales que son. Y este es un gran ejemplo de ello. No solo llegó a la vida de Sara en el momento en que más necesitaba de alguien así, sino que sus ideas, ocurrencias y lo increíblemente exitosa que es con el sexo femenino la hace digna merecedora de su propia historia. O al menos de un relato breve como protagonista principal exclusiva.

- Peter: Sí, Peter. Es un cacho pan y confirma mi idea de que hay que poner un British en nuestras vidas. Sin embargo, no es perfecto - nadie lo es, en realidad - y hay un par de cosas que no me han gustado de él: su intransigencia para con su tía. Admito que el trato que esta le proporcionó de joven no fue el mejor, pero me sorprendió en él. Asimismo, tampoco me gustó que se guardase todo para él porque así explotó del mal modo en que lo hizo. Y esa sugerencia de que Héctor está interesado en Sara... no creo que sea así. Es más, siempre me imaginé que, de estar interesado en alguien, esa persona sería de su propio sexo.

Volviendo al argumento, aunque relacionado con Peter, por fin descubrimos quién era el misterioso número inglés que le llamaba. Y solo espero que Kristine haya captado el mensaje de choni española que Sara le lanzó en su momento. Al hilo de esto, no me gustaron nada los insultos que le dedicó porque recurre a la vía fácil del menosprecio. Creo que es lo suficientemente inteligente como para insultarla sin resultar ser tan maleducada. Por eso espero que a pesar de la diferencia del idioma, comprenda el mensaje y no le dé por tocar mucho las narices en la tercera parte. Si la matriarca aristócrata de la tía puede aceptarla en la familia, ella también puede hacerse una idea de que está despachada de la vida de Peter.

¿Por qué hablo de coincidencia geográfica? Porque yo viví en un pueblo de Hertfordshire muy cercano a Londres durante 10 meses así que esa es una ciudad que amo. Por eso, siempre que aparece referenciada y mencionada en un libro, una sonrisa aparece en mi rostro recordando todo lo bueno de situaciones y personas que conocí allí.

La tercera coincidencia geográfica es Bruselas, la última capital europea en la que viví seis meses -dos pandémicos- así que algo parecido me sucedió con Londres. Incorporando en este caso olores, ya que la experiencia es más reciente. Y sí, como el grupo de mujeres, también me fui de fiesta a Ámsterdam y realicé las mismas actividades, sin añadidos extra de por medio, eso sí. ¡Vaya tela con las ideas de Ana! ¡Normal el enfado de Peter! Sobre todo con sus experiencias previas...

Por último, pero no menos importante, al igual que Sara yo también tuve una epifanía de madurez estando de fiesta, así que comprendo perfectamente cómo se sintió y lo que pensó. Agradezco a Fátima que lo haya incluido porque creo que todo el mundo una vez se acerca a los treinta o cumplidos los treinta y pocos la ha tenido -de ahí la identificación con Sara- sin embargo, pocas veces ha aparecido plasmada en papel.

Para ir concluyendo este post, es un libro que me ha gustado mucho, incluso más que el primero -los motivos creo que son evidentes- y si bien hay algunos temas que se pueden desarrollar más como la paternidad de Sergio, que Héctor por fin encuentre pareja si es lo que realmente desea, la boda con esa división tan clara entre pijos y "normales"... considero que este libro tiene un final cerrado perfecto. Lo cual no quiere decir que no vaya a leer la tercera parte, por supuesto. ¿La velocidad de mi lectura? Eso ya es otra cuestión.

Por lo pronto, solo puedo recomendarla mientras esperamos a la publicación del próximo libro.

¡Nos leemos pronto!


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