A la caza del príncipe Drácula de Kerri Maniscalco

¡Buenas tardes!

El libro cuya reseña os presento hoy es una doble primera vez... a medias. 

¿Por qué? Porque, obviamente es la primera vez que conozco la pluma de la escritora y... a medias porque, si bien no es la primera vez que leo destinado a un público en apariencia juvenil, sí que hacía tiempo que no caía en mis manos.

Antes de comenzar mi opinión, he de hacer una aclaración en la introducción. Sé perfectamente que este es el segundo libro de una trilogía. Sin embargo, suelen estar bastante solicitados, así que... en cuanto vi la oportunidad de poder leerlos, la aproveché. Además, fui afortunada porque, si bien el primer libro no estaba en mi biblioteca, era una de las escasas excepciones con respecto al tema del préstamo interbibliotecario. Por eso, mientras me leía el dos, el primero venía a mis manos.

Dicho esto, os dejo la sinopsis y mi reseña de A la caza del príncipe Drácula de Kerri Maniscalco.

SINOPSIS

En la esperada secuela del best seller «A la caza de Jack el Destripador», se descubren extraños asesinatos en el castillo del Príncipe Vlad el Empalador, también conocido como Drácula. ¿Podría ser un simple farsante quien está cometiendo los crímenes... o el príncipe ha vuelto a la vida? Tras el dolor y el horror que le ha causado descubrir la verdadera identidad de Jack el Destripador, Audrey Rose Wadsworth no tiene otra opción más que huir de Londres y de sus recuerdos junto con el arrogante y encantador Thomas Cresswell. Rose viaja al corazón oscuro de Rumania, hogar de una de las mejores escuelas de medicina forense de Europa... y de otro asesino de renombre: Vlad el Empalador, cuya sed de sangre se convirtió en leyenda. Pero el sueño de la vida de Rose, pronto se ve frustrado por los sangrientos descubrimientos en los pasillos del imponente castillo de la escuela, y se ve obligada a investigar asesinatos que le resultan extrañamente familiares. Quizás, lo que encuentre despierte sus temores más profundos.

OPINIÓN

Huelga decir que soy una de esas personas que siente una verdadera fascinación por el personaje literario de Drácula y los vampiros en general, así que cuando supe que este iba a ser el "protagonista" de la novela, decidí leerlo sin pensármelo. Además, el hecho de mezclar las biografías de dos de los vampiros "reales" más famosos de la historia...me pareció un grandísimo acierto.

Eso sí, jamás de los jamases pensé que el príncipe Drácula terminaría siendo un príncipe azul encantador. Pero esta historia fue así de sorprendente. Sí que me imaginé a Aubrey Rose, la protagonista, como una especie de Buffy cazavampiros del siglo XIX... pero mucho me temo que tampoco fue así del todo.

Si bien es el segundo tomo de la trilogía, he de decir que se puede leer de forma independiente. Pero, sí que se hacen menciones a lo sucedido en el libro anterior. De hecho, la protagonista arrastra un trauma a causa de su enfrentamiento con el Destripador y también creo que ese es el motivo por el cual su tío -del cual es ayudante forense- la envía a Rumanía a estudiar Medicina Forense.

Sin embargo, lo que a priori parece ser una buena idea, finalmente resulta que no lo es tanto. Para empezar, el lugar donde estudian Medicina no es ni más ni menos que el que fuera el palacio de Vlad el Empalador, quien sirvió de inspiración para el conde Drácula. Y además, en el trayecto en tren hacia ese lugar se produce un asesinato en el cual el cadáver parece haberse quedado sin sangre. ¿Está vivo?

Por si esto no fuera suficiente, es la única mujer en un mundo masculino casi por completo -no fue sorpresa que sufriera aislamiento y no fuera recibida con los brazos abiertos- y no tiene la plaza asegurada para estudiar allí como le habían hecho creer. En realidad, hay dos plazas para nueve candidatos, así que todos van a tener que pasar una especie de macabro cásting de acceso.

Por suerte para ella, cuenta con la ayuda de Thomas, su amigo ¿o algo más? que también opta a una plaza allí y que le ayuda a sobrellevar el aislamiento o la reluctancia a la que Aubrey es sometida por el hecho de ser mujer mestiza -mitad india por parte de madre- y no interesada en seguir las convenciones sociales puesto que prefiere estudiar medicina antes que casarse. De hecho, tiene mucho miedo a que su futuro marido, la enjaule y le haga marchitarse por no respetar su ser.

Un Thomas que también es su compañero de aventuras y su contrapunto perfecto y que además, le ayudará a integrarse algo más al traducirle determinadas frases del rumano, puesto que él es medio rumano.

Si bien el inicio me resultó algo lento, he de decir que, conforme fui leyendo me fui enganchando mucho más ya que, como es evidente, el muerto del tren no será el único que haya y que muera de ese modo tan vampírico. Ahí empieza el desfile de posibles candidatos. Como es lógico, no adiviné de quién se trataba ni el verdadero e inteligente modo en que asesinaba. Lo que sí que tuve claro es que no se trataba de ninguno de los dos protagonistas o del príncipe de Rumanía. Este último sobre todo, hubiera sido demasiado evidente.

El asesino no fue la única sorpresa, ya que hubo bastantes personajes secundarios que tuvieron su momento revelación que me dejaron sin palabras. En este caso, quisiera felicitar a la autora por empoderar a todos los personajes femeninos de la historia, algo que parecía difícil dada la época en la que está ambientada. ¡Bravo!

Como podéis sobreentender, a pesar de ese inicio algo débil y de no estar orientado para gente de mi edad a priori, el libro terminó gustándome mucho. Ahora procederé con el primer libro para saber cómo fue su encuentro con Jack el Destripador, otro personaje que me parece fascinante.

¡Nos leemos muy pronto!


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