La tercera constelación a la izquierda de Tessa Cooper

¡Buenas tardes!

No es habitual. De hecho, si por algo se caracteriza mi personalidad es que soy una chica bastante a 
favor de las normas. Sin embargo, de cuando en cuando me salto un poco las normas a la torera. Como en este caso.

Y es que sí, soy una desobediente y no me arrepiento de lo que he hecho. En teoría, debería haber participado en una lectura conjunta del libro del que hoy os traigo la reseña, pero, empecé a leerlo, me enganché y... bueno, pues que me lo terminé en dos días.

Así que, a lo de la lectura conjunta sí. De hecho, haré comentada con el resto de participantes, pero lo de limitarme a leer un número fijo de capítulos... pues ahí como que he suspendido.

No voy a regodearme mucho más en algo que ya está hecho, y por eso, procedo a dejaros la sinopsis y mi opinión de La tercera constelación a la izquierda de Tessa Cooper.

SINOPSIS

¡Treinta días con Aquiles! ¿En serio? Además, no se trataba solo de él. En el viajecito, ideado por la nonna, también estaban incluidas mis hermanas, Tea y Zia; Mario, un amigo de toda la vida, y Rubén, algo así como el exnovio de Tea y el mejor amigo de Aquiles.

El circo estaba servido.

¿Exageraba? En absoluto.

Yo era color, vida, sonrisas de esas que te estallan en la boca y provocan sonidos que contagian. Él era unos y ceros, blanco o negro, poco más.

Pero juntos… ¡Juntos éramos la leche! La suma de dos polos opuestos. El acoplamiento perfecto. Hasta que llegó el desastre. Una caída al vacío que nos convirtió en seres grises. En ese tipo de personas incapaces de ver la realidad. Pero debía cumplir el último deseo de la nonna: Recorrer Italia los seis juntos para esparcir sus cenizas, con un enorme elefante rosa entre nosotros y muchos más secretos de los que cabía esperar.

Por cierto, soy Hebe, y esta es nuestra historia.

OPINIÓN

Aviso a lectores. Hoy se viene comentario largo.

¿Por qué? Bien sencillo. Porque conocí esta historia de manera diferente a otras que he leído, al menos este año.

¿Diferente en qué sentido? Podréis preguntaros. Porque la conocí a trocitos.

De entrada, tuve que imaginar su argumento en una nueva iniciativa de Embajadores de libros y si bien, acertar la respuesta correcta en este tipo de iniciativas se me da fatal, no será porque no tengo imaginación. De ahí que me lanzase a la aventura y me pusiera a elucubrar. No me fue tan mal al parecer.

Como premio a la participación, recibimos la carta de la nonna, uno de los personajes del libro. ¡Menudo personaje y menudo carácter! Esta carta fue el primer contacto real con la obra y en consecuencia, la primera llamada de atención.

Poco tiempo después, la propia autora me envió las primeras quince páginas del mismo, avisándome de que habría una lectura conjunta del libro, invitándome a participar si terminaba por engancharme. Objetivo más que cumplido porque las leí, me llamaron mucho la atención. El libro llegó y... pocos días me duró.

En este caso, fue bastante fácil el atraerme ya que buena parte de la historia sucede en Italia y yo he visitado casi todos los sitios en los que los personajes hacen parada. Además, reconozco que me hace falta visitar de nuevo este país -estaba malacostumbrada con los viajes anuales del departamento de italiano en mi escuela de idiomas- así que la opción de visitarlo literariamente hablando y sobre todo, de evocar los recuerdos que dichos lugares me trajeron... fue como viajar allí de nuevo.

Eso por no hablar de la elección de los nombres, tantos de lugares como de los personajes. Recuerdo que soy especialista en epigrafía votiva además de historiadora. ¿Esto qué quiere decir? Que mitología he estudiado. Y mucha, y aunque no sé reconocer más allá de Sirio y la Osa Mayor y Menor en el firmamento, sí que sé el mito que se esconde tras la mayoría de ellas. Y bueno, que los protagonistas se llamen Hebe y Aquiles, como miembros de cierta relevancia dentro de la mitología griega me parece una absoluta fantasía.

Pero ahora, centrémonos en el argumento y el análisis de la obra.

He de decir que la historia tiene un inicio triste porque la nonna se ha muerto. Ojo, esto no significa que no esté presente o carezca de importancia. Al contrario, pues como buena mujer italiana que es y sobre todo, debido a la inteligencia y experiencia que le han conferido los años en forma de arrugas, será un personaje más en todo este viaje. Aunque yo, más que viaje lo llamaría proceso, puesto que el arco argumental que todos y cada uno de los invitados tienen en esta travesía es bastante amplio.

Precisamente será la nonna quien los meta en el embolao de iniciar la aventura juntos a pesar de que no se lleven demasiado bien entre ellos, porque les pide que esparzan sus cenizas en determinados lugares de España e Italia que son importantes para ella. Esto me recordó muy y mucho al viaje que Zaara, una de las protagonistas de una de mis películas indias preferidas de todos los tiempos Veer Zaara, emprende, precisamente con el mismo objetivo, solo que ella no lo hace por Italia sino que cruza de Pakistán a la India. Y ella no lo hace acompañada de su exnovio, sino que será en la India donde conozca al hombre de quien se enamorará. Sin embargo, basta de hacer paralelismos que no vienen demasiado al caso y vuelvo a centrarme en el argumento. Como decía, si la presencia de la nonna en forma física -llevan la urna de las cenizas- no fuera suficiente para hacerles sentir que están acompañados, también se manifestará de otro modo: en forma de cartas personales dirigidas a cada uno de los componentes del grupo que inicia el viaje. Y cuando digo todos, digo todos. No voy a hacer spoiler, pero hay sorpresa final.

He de decir que el contenido de las cartas ha sido una de las cosas que más me ha gustado de la novela. ya que, además de contener mensajes llenos de sabiduría, consejos -especialmente centrados en el refuerzo por el amor propio- descubrimos cuán sabia e incluso vidente es, puesto que sabe perfectamente qué tecla y tema tratar para "despertar" y provocar sensaciones y sentimientos de lo más variados a los destinatarios de las mismas.

La esperanza no está perdida en lo que a la saga de mujeres fuertes se refiere, ya que como digna sucesora está Tea, de quien capté de manera inmediata esa faceta de mamá osa protectora que tenía con el resto del grupo, más con todo a lo que renunció en aras del bien común. Eso sí, no vi venir para nada su deriva argumental, aunque tiene todo el sentido del mundo por otra parte, Y sí, el Merlosgate que protagoniza se veía venir por la química que tiene con cierto personaje. Ya lo dice la sabiduría popular: << Cuanto más primo, más me arrimo...>>

Volvamos al objetivo de la historia; el de esparcir las cenizas recorriendo Italia a lo largo y ancho. Como viaje espectacular y, si no hubiera pandemia, me lo plantearía seriamente. Eso sí, pasar un mes con tu ex, con el cual las cosas no acabaron muy bien... como estrategia de publicidad y planazo, no es el más indicado. Y por eso entiendo que ni Hebe ni Aquiles quisieran ir al inicio.

Unos personajes que son, de modo indiscutible los grandes protagonistas de la historia. No solo porque la inmensa mayoría de los capítulos están narrados desde la perspectiva de uno u otro. Asimismo, para no perdernos nada, hay capítulos narrados que cuenta su historia en feedback para que sepamos hasta qué punto fueron -y son- importantes el uno para el otro.

El modo en que se conocen me pareció de lo más original y la química fue indiscutible desde el inicio. Y también, mi curiosidad se disparó por saber qué les sucedió para que acabaran tan mal hasta el punto de no ser capaces de estar en la misma habitación sin explotar.

Por fin, cuando lo leí confirmé que hay ocasiones en que las palabras hieren más que las acciones, cuán importante es hablar las cosas en caliente, pero también en frío y sobre todo que, es muy habitual meter a todas las personas en el mismo saco a pesar de que nos repiten una y mil veces que no debemos hacerlo. De ahí que, al no escuchar ese consejo, el final suele acabar mal. Como así fue.

Me hicieron sufrir mucho porque se veía cuánto amor había entre ellos y el daño que se habían hecho al mismo tiempo. Aquí he de decir que aplaudo muy y mucho la decisión de Hebe tras el final de viaje. La tachan de imprudente y algo inmadura por sus reacciones, pero en ese caso fue la inteligente de los dos. Era lo mejor, además de que les permitía tener una segunda oportunidad. En el caso de que la quisieran, por supuesto.

Es una suerte entonces que sus hermanas Zia y Tea, y uno de sus mejores amigos Mario le acompañan para que no se sienta tan mal y triste. Ellos serán su roca... y sería lo lógico sin embargo, no. ¿Sabéis esa sensación de estar solo a pesar de estar rodeado de gente? Creo que esta es la frase que mejor define a todos y cada uno de los miembros de este viaje. ¿Por qué? Porque están, pero sin estar, se han enfrascado tanto en sus vidas y problemas -normal, por otra parte porque no hay ninguno que esté libre de "pecado"- que no se han parado a mirar a su alrededor. Si lo hubieran hecho, se hubieran dado cuenta del sufrimiento que les rodeaba.

De la historia de Zia... me mosquearon sus dolores de estómago. Aunque soy la menos indicada para hablar ya que mis nervios también se agarra ahí. Y bueno, también he de decir que la entiendo, ¿Quién no ha confundido en ocasiones sentimientos? ¿A quién no se le ha ido metido bajo la piel una persona sin darse cuenta y para cuándo se ha percatado le da vergüenza por su ceguera o por el ridículo que ha creído estar haciendo perdiendo tanto tiempo? Son problemas y situaciones muy reales que Tessa trata con maestría.

Y Mario... ¡Cuánto sufrimiento el suyo también! Perder de golpe y porrazo y como quien dice, de un día para otro a tus amigas a quienes creías familia, es algo que no todo el mundo es capaz de superar. No me preguntéis por qué, pero al principio pensé que era homosexual. Sin embargo, pronto descarté esa idea al ver la familiaridad con la que trataba a las chicas y el cariño con el que él también hablaba de la nonna. Era la familia no carnal que siempre habían tenido. Eso sí, con respecto al motivo por el cual se produjo ese distanciamiento, he de decir que, aunque fue algo consensuado por las partes implicadas, no me gustó nada el modo en que actuó con su pareja/amiga especial de la época.

He leído mucho a lo largo de este año, pero sin duda, este libro se ha colocado en mi top 5 de lecturas favoritas. Lo he disfrutado, o más bien, saboreado -utilizo el símil del vino ya que hay un viñedo en una de las paradas del trayecto-. a pesar de haberlo devorado tanto que no hay nada que pueda decir en su contra.

Es más, me pondría un comentario negativo a mí misma porque creo que, a pesar de haber soltado una señora parrafada, no he sido capaz de tocar con la punta de los dedos o de transmitir todo lo que me ha gustado esta novela. En ese caso, pido perdón.

Bueno, he mentido, sí que hay un par de cosas que yo hubiera incluido o cambiaría: la primera es que, dado que buena parte de la novela transcurre en Italia, yo hubiera incluido palabras o frases en italiano. Sí, lo sé, la estudiante avanzada que soy en este idioma me posee y habla por mí. No pido una conversación nivel experto, pero... qué se yo, algún insulto, un saludo... algo que sale natural, de forma espontánea y pasional... hubiera sumado detalles amorosos a la historia.

Y la segunda es la crítica a Pompeya. Soy de las personas que cree que para cada viaje hay un tiempo determinado, el cual va acompañado de su estado de ánimo. Y sé que para cuando llegaron a Nápoles, Hebe no era precisamente la alegría de la huerta, pero no le perdono, repito NO le perdono el hecho de que no le guste Pompeya o piense que es una ciudad muerta, cuando es todo lo contrario. Está tan abarrotada de turistas -no ahora por el tema COVID, por supuesto- que no resulta nada difícil lo bulliciosa que sería en tiempos de los romanos, sin importar el grado de conocimiento que se tenga en este período de la historia. Por eso, y porque Hebe me cae muy bien y no quiero que mi parte historiadora le haga la cruz, en mi imaginación he visto que regresaba y apreciaba realmente las piedras que estaba pisando.

A propósito y al hilo de esto, como persona que ha estado allí, personalmente me gustó más Herculano. Y Oplontis y Stabia, al ser mucho menos conocidas, fueron sendas sorpresas agradables. ¡Viva Popea y su relación con Augusta Emérita!

Para concluir, me gustaría indicar que este ha sido mi primer encuentro con la pluma de la autora, pero prometo no perderla de vista y leer todo lo que ha publicado previamente y lo que vendrá después, ya que tengo el presentimiento de que me va a gustar. Eso sí, es una promesa sin fecha de vencimiento, ya que la pila de libros pendientes que tengo por leer aumenta día a día como buena maestra del tsundoku que soy.

¡Gracias de nuevo Tessa, por este viaje a Italia y por la visita interestelar a Casiopea!  

¡Nos leemos pronto!

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