Si el odio nos separa de Verónica Valenzuela

¡Buenas tardes!

Hoy ha regresado la chica de los libros viajeros.

En esta ocasión, soy quien cierra el círculo de una cadena iniciada por la propia autora. De hecho, fue a ella a quien vi el post de este libro y, como la portada me llamó la atención, decidí inscribirme en él. Eso sí, he de confesar que pensaba que tenía un argumento más de fantasía épica que de amor y visos de realidad. Sin embargo, equívocos míos aparte, he de decir que este duro primer encuentro con la pluma de la autora me ha gustado y que, si alguien me pregunta mi opinión, la recomendaré.

Sin perder más tiempo, os dejo con la sinopsis y mi opinión de Si el odio nos separa de Verónica Valenzuela.

SINOPSIS

Lajos Tisza, un aristócrata húngaro de origen gitano, descendiente de una de las tribus fundadas por Atila, llega a Polonia con su familia tras perder sus privilegios de nobleza con el ascenso de los Hasburgo al poder. Allí, en la antigua ciudad de Kalisz, conoce a Olenka y se enamora perdidamente de ella. Sin embargo, los prejuicios raciales de toda una ciudad y de sus propias familias pondrán a prueba su relación justo antes de que estalle la guerra. Obligados a separarse y a merced del fuego alemán, lucharán por sobrevivir en bandos opuestos y volver a encontrarse en la batalla más atroz del siglo XX. Desde Polonia hasta Francia, con un rigor histórico exquisito y un amor enfrentado, nos adentraremos en las vidas de miles de personas atrapadas en la Primera Guerra Mundial. Verónica Valenzuela es una de las mejores autoras de novela romántica del panorama nacional. Si el odio nos separa es una historia repleta de emociones, ambición y poder; nos muestra todas las caras del ser humano en un relato conmovedor que nos marcará para siempre.

OPINIÓN

Como veis por el argumento, poco o nada tiene que ver con el mundo épico y fantástico que yo me había imaginado previamente. De hecho, más allá de que en mente Lajos tenía el aspecto de El Cachorro de Triana y Olenka era idéntica a la Khaleesi, poca ficción y fantasía hubo en esta novela.
Ni falta que le hacía porque la dura realidad que han narrado sus páginas han vuelto a demostrar que la realidad supera a la ficción.

A pesar del sufrimiento experimentado, como historiadora, he de decir que el trabajo de documentación previo de la autora y su reflejo en el argumento ha sido una delicia. Y es que, si bien estoy absolutamente en contra de cualquier tipo de conflicto, sí que he de decir que considero que la Primera Guerra Mundial fue mucho más importante y revolucionaria que la Segunda, no solo por la creación de nuevos países que provocó, también por los avances técnicos y "tecnológicos" -sobre todo en materia de armamento, aunque posteriormente aplicado a la vida cotidiana-y sobre todo, por el impacto que supuso el abandono de la mujer del mundo doméstico para realizar trabajos fuera de casa, con todos los cambios que eso supuso.

Dicho esto, Si el odio nos separa, cuenta la historia de amor de Lajos y Olenka. Una pareja desequilibrada ya que mientras que Lajos es descendiente de aristócratas, su condición de nómada y gitano lo convierte en un apestado de cara a la sociedad. Olenka por su parte, no es aristócrata pero goza de buena posición en su pueblo de Polonia y del amor de sus conciudadanos. Al hilo de esto, tiene un pretendiente no deseado en la persona de Klaus. Él sí que tiene una buena posición económica y de privilegios, pero ella, que no está interesada en oro y lisonjas varias, lo rechaza continuamente. Sabe el tipo de persona que es y no le gusta.

Desde el primer encuentro, las chispas surgieron entre ellos, así como las dificultades porque, como es lógico, tanto la sociedad como quienes los rodean, no van a estar muy a favor de que su historia de amor prospere. En este sentido, llama la atención -para mal, entiéndase- la actitud de Stephan, el padre de Olenka, quien sí que quiere a Lajos y su familia como trabajadores de sus tierras pero no como el futuro marido de su hija. ¡Menos mal que recapacita!

Verónica, para mantener al lector en vilo durante toda la historia juega con él, dándole una de cal y una de arena. O traducido al lenguaje literario, cuando sucede un hecho feliz, inmediatamente después sucede un hecho triste que suele acabar en tragedia.
El ejemplo más claro de esto se encuentra en el final de la primera parte del libro, donde pese a ser un acontecimiento feliz -a medias- este no puede ser disfrutado porque inicia la Primera Guerra Mundial, mandando a Lajos al frente y ocupando un papel protagonista en la segunda parte de la obra.

Con respecto a los dos personajes protagonistas, si bien he de decir que Lajos es "El Pupas" y conoce el sufrimiento desde las primeras páginas del libro, me ha encantado ver cómo tuvo las cosas claras con respecto a quien era el amor de su vida y no le importó en lo más mínimo enfrentarse - de modo violento o no- a quien se le pusiera por delante para ser feliz junto a su amada. De hecho, si tuviera que destacar una característica por encima del resto sería esa, la de su capacidad de amar infinita.
Como decía, si bien Lajos me ha gustado mucho, Olenka se ha robado mi corazón para siempre por el tremendo hilo argumental y el desarrollo que tiene si comparamos la primera con la segunda parte del libro. Partiré de la base de que es una mujer y eso le hacía partir con ventaja, pero, al igual que Lajos, no dejará de luchar por alcanzar su felicidad, sin importarle la defenestración que sufrirá -las mujeres eran y a día de hoy continúan siéndolo, desafortunadamente- el eslabón más débil de la cadena y por ello, es más fácil criticarlas- sino que, sufre un hecho espantoso al inicio de la parte dos, se recompone, se empodera y termina uniéndose también a las filas del ejército.

Aunque, si queremos hablar de mujeres empoderadas que existieron en la vida real, os recomiendo a Yashka, un secundario de esta historia.
Hecho el inciso, una de las subtramas de esta segunda parte será el encuentro de los enamorados, con lo que sufrí mucho porque estuvieron girando en círculos pero nunca se daban las circunstancias 100% propicias.

La segunda gran subtrama tiene que ver con la guerra, pues ya os dije que tenía un papel destacado en la segunda parte. No mentiré y diré que hay episodios bastantes desagradables y que me pusieron la piel de punta, por dos motivos principalmente: el primero es el detallismo y lo bien narrados que están los episodios bélicos, lo cual hace que si eres un lector con un mínimo de imaginación, sentirás que tú también lo estás viviendo allí mismo. Y el segundo motivo que provoca estremecimiento es que, no le ha hecho falta recurrir a la ficción para narrarlos, sino que los hechos sucedieron de verdad. No sé a vosotros, pero a mí la capacidad del ser humano para destruir y hacer daño me pone los pelos de punta.
Asimismo, Verónica es valiente porque además de los horrores de la guerra en el campo de batalla, narra también -lo cual no es muy habitual- las tremendas dificultades y las duras circunstancias de "regreso" y "reinserción" en sociedad de los heridos en combates, algunos de los cuales además de perder extremidades y quedar desfigurados por siempre, tuvieron que enfrentarse además, al rechazo de sus seres queridos.

Podría continuar escribiendo, lo que se convertiría en un post eterno, los motivos por los cuales debéis leeros esta historia. Sin embargo, prefiero detenerme aquí, volver a repetiros que leáis este libro y dejaros con una última reflexión antes de mi despedida:
Puede que la capacidad de odiar de las personas sea muy grande y cause un dolor inmenso, pero no debemos olvidar que el amor siempre es más fuerte y que por ello, en cualquier batalla de sentimientos que exista, este vence siempre, sea al momento o pasado el tiempo.

¡Enhorabuena!  

¡Nos leemos muy pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Only work, no play de Cora Reilly

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno