Las novelas tontas de ciertas damas novelistas de George Eliot

¡Buenas tardes!

La reseña del libro de hoy no es mi género habitual puesto que se trata de un ensayo.

Género literario que, como me sucede con la poesía, no es mi predilecto. Eso no quiere decir que, de 
cuando en cuando lo lea. Especialmente si quien lo escribe es alguien como George Eliot, cuando tiene un tamaño breve -apenas son 62 páginas- y sobre todo, cuando trata el tema que trata.

Sin embargo, no quiero detenerme mucho más en mi introducción y prefiero ir al salseo del comentario porque merecéis saber mis impresiones al respecto de este libro. Solo un pequeño spoiler: lo he disfrutado muchísimo.

Pero, primero os dejo con la sinopsis de Las novelas tontas de ciertas damas novelistas de George Eliot.

SINOPSIS


Punzante, entretenidísima y profundamente lúcida, George Eliot parodia las tópicas novelas que dominaban los listados de ventas de su tiempo, con sus encantadoras y hermosas heroínas, y sus previsibles y azucarados finales.

Sin cortapisas, sin reservas impuestas por los convencionalismos sociales y culturales de su tiempo, con un sarcasmo feroz y la agudeza intelectual que le es propia, George Eliot pasa implacable factura en Las novelas tontas de ciertas damas novelistas a los desaciertos de la narrativa más ramplona de algunas afamadas escritoras de su época. En el que fuera su ensayo más célebre, cuyo tema sigue despertando polémica en nuestros días, la genial autora inglesa plantea sus tesis con un toque de ironía a partir de ejemplos representativos de los argumentos predecibles, los personajes falseados, los estilos remedados y los diálogos inverosímiles que ciertas damas novelistas pusieron al servicio de sus pretensiones moralizantes, prosaicas o, directamente, jactanciosas.

OPINIÓN

En mi vida cotidiana uso mucho la expresión "abrir el cajón de mierda" y creo que no hay mejor frase que resuma lo que George Eliot hace aquí. Y es que sí, queridos lectores, ella no deja títere con cabeza. Y sería sorprendente si no se conociera su apasionante vida, pero para personas como yo, que algo nos quiere sonar, pude atisbar de qué iba a ir el asunto.

Y digo atisbar porque no llegué ni a los talones de lo que ella había escrito e incluido allí.

La primera pista nos la da el título y la inclusión a propósito del adjetivo tontas delante de novelas y no de novelistas, aunque va implícito como insulto a esas damas que escriben. Y a su vez, a los lectores de las mismas. Pero, ¿cuáles son esas novelas? Os lo diré: las románticas. En aquel tiempo, escritas por capítulos tipo folletín.

Y así, con esta crítica tan directa, hacemos un viaje en el tiempo para aplicar el mismo patrón a las actuales. Y es que sí, la novela romántica en la actualidad también sufre de esa infravaloración y consideración de "tonta" a causa del sexo de la mayoría del público que la consume: el femenino.

Podría haberse quedado ahí, pero no, analiza por qué podría ser considerada tonta: independiente del sexo del escritor. El problema principal que que enumera es que carece de realismo. ¿Qué es una novela tonta para ella, entonces? Se trata de un género con muchas subespecies que, según la calidad concreta de la tontería que predomine en ellas, pueden ser superficiales, prosaicas, beatas o pedantes. Pero la amalgama de todas estas subespecies variopintas produce un género —basado en la fatuidad femenina— donde pueden incluirse la mayoría de estas novelas, que podríamos llamar del estilo de «artimaña y confección»

Actualmente se equipara al chick-lit.

Los errores más comunes que se repiten es esas novelas son: el lenguaje anacrónico de los niños -hablan como adultos- o cuán superdotadas en conocimientos de todo tipo -sobre todo en lenguas- que tienen las protagonistas de las mismas. Unas mujeres que, sean herederas o no, han recibido una muy buena educación intelectual. De este modo, en apariencia tan sencillo, también critica la displicencia de la sociedad decimonónica para con aquellas mujeres escritoras, tan inútiles que no pueden -ni saben- hacer otra cosa que dedicar su tiempo a escribir para salir de una mala situación económica, sin concederles crédito y mérito de que sean buenas escritoras.

Como decía, no se conforma con hablar de generalidades sino que se atreve con nombres; así inicia poniendo como ejemplo de referencia de este tipo de novelas a Laura Gay, novela anónima de 1856 en la que la protagonista es ducha en idiomas antiguos pese a provenir de una familia no demasiado preponderante.

En Rango y Belleza critica la repetición del lenguaje es continua pero pese a ser de clase media, el lenguaje vulgar que deberían usar no es así, perdiendo visos de realidad y, en consecuencia, credibilidad.

Habla también de un tipo de novelas consideradas "filosóficas" cuya característica común es lo que yo denomino el "efecto cuñado", es decir, donde los ignorantes son duchos en asuntos filosóficos y morales. En otras palabras, lo saben todo y por eso, tienen la capacidad y el privilegio de poder criticarlo.

Así, en el Enigma: un fragmento de la casa Wolchorley, el enigma es la existencia del mal. Eliot dice que no está mal, incluso cree que es original pero que resulta un mejunje de obras previas.

De hecho, utilizando precisamente a El Enigma, vuelve a criticar a la sociedad de su tiempo, especialmente a la doble moral masculina con respecto a la existencia de mujeres educadas ya que, de un lado desean que estudien, pero por el otro temen que estudien demasiado y lleguen a igualarles. Un ejemplo que ella sufrió en sus propias carnes. De nuevo, vuelve a parecer una obra escrita hoy cuando "recuerda" que, no por ser más culto se ha de restregar a los demás tu nivel superior de conocimientos. En definitiva, no porque se tengan más estudios, se ha de ser más pedante.

También habla de otro subgénero bastante común conocido como el de "toquilla blanca" abundantes de cursilería donde los personajes parecen no tener vida anterior o historias de amor previas. En este caso, pone de ejemplo a la novela La vieja iglesia gris donde el protagonista es un cura de carácter bastante insípido. Le gusta un poco más porque tienen más libertad de lenguaje al incluir más vulgaridades, pero vuelve a criticar la preferencia por las clases aristócratas.

- Por último, el cuarto género al critica lo denomina de "género antiguo renovado": En ellas, la acción parece transcurrir en otra época al utilizar nombres antiguos o idiomas que en aquel momento no se habían estudiado o investigado mucho. Con esta "excusa" lo que en realidad sucede es que la novela carece de rigor histórico, error común y persistente hoy día. En este caso, ejemplifica con la novela Adonías, en la que se cuenta mucho pero no se dice nada.

Por último, me gustaría decir que con la publicación de este ensayo se le criticó duramente por ir en contra de las mujeres. Y yo creo que no es así, ¿las critica? sí, pero también a los hombres.

Lo que yo he entendido es que pide igualdad a la hora de valorar y dar opinión a una novela sin importar el sexo de la persona que lo escriba. Asimismo, recuerda que la profesión del escritor no es para nada menor, de ahí que les advierta que deben estar preparadas para recibir las críticas.

Al mismo tiempo, presenta cuán difícil era para una mujer hallar diferentes tipos de trabajos, lo cual abocaba a muchas de ellas a escribir, perdiendo calidad en el proceso. Y por no haberlas frenado a tiempo, en una proporción de cuatro novelas, una era publicada por necesidad y tres por vanidad. Esas tres son a las que George Eliot considera y califica de tontas.

Cierro mi opinión diciendo que no critica a las mujeres escritoras, sino que con este pequeño ensayo lo que expresa es que las mujeres sí que saben escribir y muy bien además. Pero que las novelas que colmaban la prensa eran las de peor calidad y no las buenas, de ahí esa creencia popular y generalizada de que las mujeres solo podían escribir novelas tontas.

Noticia, lectores. No es así, las mujeres han aportado, están aportando y aportarán muchísimas buenas novelas al género literario.

Hay un dicho que afirma que lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Con este ensayo se confirma a la perfección.

Recomendadísimo.

¡Nos leemos muy pronto!

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