Progenie de Susana Martín Gijón

¡Buenos días!

La reseña de hoy es de un libro del que tenía muchas ganas. Tantas, que tuve que esperar más de un mes
a que llegara a mi biblioteca. Sobre todo porque había una segunda parte disponible todo ese tiempo, pero no quería adelantarme a los acontecimientos que allí sucedieron, por si estuvieran relacionados.

De ahí esta larga espera. No todo fue malo sin embargo, ya que yo pensaba que esta iba a ser la primera vez que conociera la pluma de la autora y resulta que no, que ya la conocía de antemano gracias a una novela que situó en mi ciudad, Mérida. Sí, hablo de la novela Desde la Eternidad, la que tiene en la portada a la diosa Ceres situada en el Teatro Romano y la cual mi madre me decía cuando era pequeña que era mi bisabuela.

En aquella novela, la protagonista era una policía mujer, al igual que en esta que os quiero presentar hoy. Sin embargo, como poco o nada más tienen que ver, me centraré en la novela Progenie de Susana Martín Gijón, de la cual os dejo la sinopsis antes de mi opinión.

SINOPSIS

Sevilla, ola de calor. Todo el que puede huye a la playa. No así Camino Vargas, jefa accidental del Grupo de Homicidios desde el tiroteo que dejó en coma al inspector Arenas. Alguien ha atropellado salvajemente a una mujer y se ha dado a la fuga. Este asesinato se va a transformar en el foco de atención mediática cuando se filtre un dato aún más perturbador: el homicida introdujo un chupete en la boca de la víctima antes de desaparecer de la escena del crimen. Todos los indicios apuntan a la expareja, un maltratador psicológico, y las estadísticas no están de su lado. Sin embargo, cuando la autopsia desvele que la víctima estaba embarazada y los asesinatos comiencen a sucederse, Camino comprenderá que se halla ante el caso más duro de su carrera.

OPINIÓN

Bien, lo primero que me gustaría decir es que es te libro sin duda es un canto a la mujer y a la maternidad. Eso sí, el último tema está tratado de cierto modo macabro porque todas las mujeres asesinadas en este libro tienen como característica común que están embarazadas - en realidad, hay un segundo rasgo, pero no puedo decirlo porque si no, hay un gran spoiler-. Mientras lo he leído, he de decir que he aprendido un montón sobre los diversos tipos de embarazos que existen, el modo de quedarse en estado también - ayudadas por la medicina, el otro creo saber cómo va- y que, al parecer, los límites de edad para llevarlo a cabo cada vez se están difuminando más.

Por otro lado, este libro hará las delicias de quien ame la ciudad de Sevilla, pues la autora hace unas descripciones de lo más reales que te trasladan sin mucha dificultad a los puntos donde la historia se desarrolla. Y sí, hay algunos lugares que... digamos no se encuentran entre los más atractivos para el visitante, lo cual está muy bien para no centrarse en el sota, caballo y rey hispalense.

Como decía, es un canto a la mujer porque la operación la dirige una mujer que tiene como jefa directa también a otra, las víctimas son todas femeninas -no sé si Susana quiso hacerse un guiño e incluirse entre las víctimas con la escritora- y buena parte del equipo que dirige la investigación es de género femenino.

Precisamente, fue el porcentaje tan alto de mujeres el que me llevó a preguntarme si también era posible que el asesino fuera una mujer. Recordé el libro de mujeres asesinas de Impedimenta que me leí tiempo atrás y pensé que pudiera darse, porque sí, las mujeres en la mayoría de las ocasiones son asesinadas, pero también matan.

Es aquí donde quiero recordar que no soy muy lista y avispada en lo que a averiguar la identidad de los asesinos y... por supuesto, este libro no fue una excepción. Pero me gustó -estoy orgullosa de mí misma, de hecho - por haber tenido ese pensamiento y esa apertura de miras en ese sentido porque, tiempo atrás, no se me habría pasado por la cabeza. Poco a poco.

Camino es un personaje poco habitual a la que le crecen los enanos: primero, ella no debería ser jefa de unidad, pero su jefe y mentor está ingresado en coma en el hospital. Un hombre Paco que creo que para ella es algo más y es por la imposibilidad de vivir una historia de amor con él - está casado- lo que le motiva a actuar del modo en que lo hace con los hombres: usar y tirar. Amén de que su "desdoblamiento" de personalidad en Gladys.

No es una policía corriente porque no sabe comunicarse; es decir, no tiene filtros y por eso lo que tiene que decir lo hace de modo directo y "cortante". Y eso, en determinadas noticias... no sienta muy bien.

En segundo lugar, su unidad está bajo mínimos cuando la ola de asesinatos sucede bajo una ola de calor. Y por eso no fuera suficiente, ha de luchar para que no haya filtraciones a la prensa. Vamos, muy sencillito todo.

Está muy buen narrado, la verdad. Además, pone el foco en un tema que, a día de hoy sigue siendo espinoso para parte de la sociedad como es el del aborto: o dicho de otra manera, el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y por tanto, continuar o interrumpir un embarazo.

Como digo, está muy bien escrito y los asesinatos rituales son macabros aunque inteligentes porque las pistas siempre han estado ahí, orientando en una misma dirección -que no supe ver- Y sin embargo, siento que me falta algo. Algo que no sé explicar.

Aunque no lo toméis como una negativa rotunda o una crítica destructora porque pienso seguir leyendo el segundo libro de la serie de la inspectora Vargas, sobre todo ahora que se ha demostrado que es una jefa capaz y válida y especialmente porque ha habido un cambio personal y profesionalmente en su vida que, indirectamente le afecta. Y continuará afectándole.

Por eso, os lo recomiendo si sois amantes del género.

¡Nos leemos pronto!


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