Sálvame de mí de Mita Marco

¡Buenas tardes!

La reseña de hoy se corresponde con una colaboración que vi por Instagram de una autora de la que sí
había visto portadas preciosas de su serie Ámsterdam, pero de la que, bien se me olvidaba, bien por falta de tiempo -muy culpable en ambos casos- nunca pude leer.

Dicen que las oportunidades están para aprovecharlas, así que, cuando leí que estaba buscando lectores para su nueva novela... sin saber argumento o temática, me lancé de cabeza.

Y es por eso por lo que hoy el post está dedicada a Sálvame de mí de Mita Marco.

SINOPSIS

¿Qué se te pasaría por la cabeza si, de la noche a la mañana, recibieses un cheque con treinta y ocho millones de euros de alguien que no conoces?

Emily vive con su padre en una ciudad irlandesa donde las oportunidades laborales son escasas. Por más que se esfuerza, no es capaz de conseguir un trabajo y las facturas llegan a ahogarlos cada mes.
Cuando cree que todo está perdido, recibe un cheque que puede resolver sus problemas de por vida y que, razonablemente, no puede aceptar.
Sin embargo, cuando decide devolvérselo a su legítimo dueño, descubre que este es un hombre huraño, mal vestido y de mirada fría, que se esconde día y noche en la seguridad de su mansión.

De inmediato, las preguntas asaltan a Emily: ¿quién es Jack Myers y por qué desea regalar su dinero? ¿Qué pasa por su cabeza cada vez que sus ojos coinciden? Y, lo más inquietante, ¿por qué se siente irremediablemente atraída por él?

OPINIÓN

Con un título así, la primera idea que me vino a la mente fue que habría un trauma. Uno muy grande que sufriría uno de los personajes y que su grado sería tan alto que pediría una llamada de auxilio para sí mismo, a pesar de que eso también suponga un reto.

He de decir también que, al observar la portada, pensé que sería la mujer de la pareja quien sufriría. Vi algo en su mirada que me hizo pensar así.

Bien, tras haberlo leído, puedo decir que acerté a medias. Si bien sí que hay trauma, no es ella sino él la persona que tiene ese trauma. Y eso, es un gesto valiente por parte de la autora ya que, es mucho más habitual -desgraciadamente porque eso es un micromachismo- que sea la mujer quien haya sufrido o sufra y no el hombre. Sin embargo, la posibilidad de que suceda es de un 50% y por argumentos e historias así, las cosas pueden cambiarse ya que todos somos seres humanos y por tanto, los sentimientos positivos o negativos son idénticos en todos nosotros; independientemente del género.

Tras esta primera reflexión, el libro nos cuenta la historia de amor entre Emily y Jack. Es una historia que transcurre en Irlanda. Pero lejos de elegir una bulliciosa y famosa ciudad donde desarrollarla como Dublín, en esta ocasión, sucede en Drogheda.

Sus vidas y circunstancias no pueden ser más diferentes, mientras que Emily y su círculo más cercano son pobres como ratas, Jack es millonario y dueño de las destilerías del lugar. Como es evidente. a causa de sus pésimas circunstancias económicas, Emily está desesperada por encontrar un empleo que les ayude a salir del atolladero, ya que, su padre Raphael sufrió un accidente laboral hace dos años y está en silla de ruedas. ¿Y Jack? Se ha rendido. Por completo, añadiría, siendo su descuidado aspecto físico un fiel reflejo de su situación.

Como decía, era bastante improbable que se conocieran, pero cuando el destino junta sus cartas... En el cumpleaños número 26 de Emily, los dos coinciden en el mismo sitio a la misma hora. Además, escucha sus deseos cumpleañeros, rompiendo así la creencia popular de que un deseo no puede decirse en voz alta para que se cumpla. ¡Y vaya si lo hace! ¡Como que le envía un cheque de 38 millones, vaya! Acompañado de una caja de scones, eso sí, para endulzar el posible "mal" trago.
Escribo aquí un inciso personal para decir que, si yo hubiera estado en la piel de Emily -y solo tras asegurarme de que no era una estafa- hubiera aceptado el dinero. 

Como iba diciendo antes del inciso, lo gracioso e inhabitual de esta situación es que se niega a aceptarlo porque siente que no es suyo, no ha hecho nada para ganárselo y como tal, es injusto. Me ha encantado cómo se ha mantenido fiel a sus principios durante todo el libro, a pesar de la necesidad y de la incomprensión absoluta de la otra parte.

No voy a decir mucho más al respecto, pero, aunque no acepta su cheque, el señor Myers sí que se va a convertir en la persona que dé soporte económico a Emily y su familia. Asimismo, también diré que, desde que ella conoce a cierta persona en esa casa, supe la deriva laboral que iba a sufrir.

Así pues, gracias a esta relación laboral -inicial- Jack y Emily se irán conociendo poco a poco, con el apoyo y consejo de sus progenitores y sobre todo, pese a la negativa rotunda -inicial también de Jack- Un hombre amargado, dejado, triste y muy desconfiado para con el sexo femenino a causa de una traición sufrida tiempo atrás.

Si bien he empatizado desde el inicio con Emily y he admirado sus valores y su fortaleza. De hecho, si tuviera que utilizar una cualidad que mejor la describa sería esa, fortaleza. Incluso pese a su juventud, y digo esto al compararla con Jack, la veo muy madura. No se rinde antelas dificultades de la vida, bien económicas, bien personales. Y en este sentido, he de decir que Jack, como pareja no se lo puso fácil. Y al hilo de esto, he de ponerle un pero, pues en mi opinión, se enamora de él -o al menos se lo hace saber al lector- de manera muy repentina. Por lo demás, no puedo reprocharle nada. De hecho, me alegro de que cumpla sus sueños al final del libros profesional y personalmente.

Jack, por otra parte... sabía que no iba a ser santo de mi devoción desde que lo conocí desaliñado y habló de mala manera a su madre y a Emily. Entiendo que era una llamada de socorro, pero... no puedes pagar con los demás tu situación personal, especialmente cuando te han dicho muchas veces que debes cambiar el chip y tú no haces nada por volver a tu antiguo yo. Así que, si vas a molestar, al menos sé educado. Poco a poco, y sobre todo tras descubrir quién era la mujer que le traicionó y las circunstancias de la misma, fui entendiéndole mejor, aunque siempre consideré que era demasiado pronto para que diera el paso con Emily. Por último, no me sorprendió que metiera la pata y volvió a caerme mal porque, pese a tener treinta y cinco años, le vi bastante inmaduro. Más cuando ocupa una posición de poder en los negocios y la comunidad. No se puede ser tan intransigente con tu pareja y porque te dé una neura, tomar decisiones de manera unilateral. Asimismo, estuvo bastante mal que utilizara la ponzoña de su lengua para atacar sus puntos más débiles. En definitiva, metió a todos en el mismo saco cuando era evidente que no era así. Así que, y a pesar de que había sufrido anteriormente, yo le hubiera hecho padecer algo más en su proceso de redención romántica.

Sin embargo, a grandes rasgos he de decir que me gustó.

No puedo terminar este post sin mencionar a una pareja de secundarios cuya historia de amor me gustó casi tanto como la de los protagonistas. Hablo de Dede y Andrej. Partiendo del modo en que se conocen - ella es voluntaria en la Cruz Roja- y ayuda a su abuela a llevar las cosas a su casa, pasando por cómo van evolucionando hasta convertirse en pareja - un proceso que en este caso sí que fue evidente para el lector, ya que ambas partes mostraron interés desde el principio- pasando por el problema que les separó y que no sabría si perdonaría, a decir verdad. Y sobre todo, su final... <3

Para concluir, me gustaría decir que la enseñanza que este libro me ha enseñado es que el amor siempre es que el amor es compasivo y combativo. Por eso, cuando lo hay y es verdadero... no hay obstáculo que lo pare, llegando a curar un corazón y un alma tan heridas como la de Jack. Y al mismo tiempo, me ha dado cuenta de la importancia de la familia. Esto ya lo sabía de antemano porque cuento con la suerte de tener de ambos tipos pero, creo que es importante recordar también que hay muchos tipos de ellas y no siempre unos lazos sanguíneos dan la opción o el derecho a tener en un puesto u otro a las familias a la hora de pedir ayuda, consejo o crianza de un bebé.


Como aspecto negativo, diré que, si bien la autora nos ha mostrado la cara oculta y más fea de una depresión, creo que no ha conseguido plasmarla del todo bien, puesto que sus cambios de actitud y comportamiento tanto positivos como negativos han sido demasiado bruscos y poco explicado. Desde mi humilde perspectiva de lectora -eso sí, que cuenta entres sus amistades con una psicóloga- creo que la introducción de un profesional que le ayudara a tratarse y con el que poder desahogarse -entiendo que su amigo es el que hace esta función aquí- a mí me hubiera ayudado más a empatizar con Jack porque, como he mencionado antes, hasta la mitad del libro no se ha producido ese click.

¡Muchas gracias a la autora por el envío del ejemplar en digital!


¡Un placer haber conocido tu pluma!

¡Nos leemos muy pronto!

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