La colina de los gatos de Eva Baeza
¡Buenas tardes!
A riesgo de repetirme con mis post anteriores, la lectura de este libro fue una de las que sufrió las consecuencias del examen de la Administración pública sacado de la nada y organizado en muy poco espacio de tiempo que trastocó mi horario y dinámica de lecturas.
Este en especial ya que, cuando vi la fecha del examen, llevaba aproximadamente la mitad de sus páginas leídas. Y por eso, tuve que posponerlo. Eso sí, la tentación de continuar leyendo siempre estuvo ahí porque... ¡menuda historia!
Pero antes de contar mi opinión al respecto, es conveniente que sepáis cómo llegó este libro a mis manos. Sorpresa, sorpresa, fue gracias a un sorteo. Lo cierto es que veía este libro mencionado y fotografiado mucho por la web y por eso -aunque no hace falta mucho- se me creó una necesidad. Así que, cuando vi que había sorteos con él como premio... no lo dudé y me apunté.
Siempre había creído que no tenía mucha suerte en lo que a ganar sorteos se refiere, pero... parece que me equivocaba. Y para muestra un botón de lo que me ha sucedido este año.
El libro llegó, pero no lo hizo solo, sino que lo hizo acompañado de un marcapáginas absolutamente precioso de La Dama de Shallott de Waterhouse, un cuadro prerrafaelita que me gusta muchísimo. Tanto, que cuando Pull and Bear sacó el pañuelo con el cuadro estampado, me lo compré sin dudar. Además, he tenido la gran suerte de poder verlo en directo y... solo decir que es más bonito cuando lo tienes delante.
Dicho esto, procedo ahora sí que sí con la sinopsis y mi opinión al respecto de La Colina de los Gatos de Eva Baeza.
SINOPSIS
La relación entre Lola y su hija siempre estuvo marcada por los silencios, las ausencias y los secretos de un pasado del que no está dispuesta a morir sin desvelar. La necesidad de ser escuchada por la hija y la pulsión por exorcizar los demonios que siempre la acompañaron llevará a la protagonista a sumergirse en un viaje en el que el sufrimiento y las ansias de redención serán el denominador común de su desgarrador relato.
Una extraordinaria historia de amor llevada hasta sus últimas consecuencias. Un conmovedor relato sobre la vida y la muerte, el perdón y la redención.
OPINIÓN
Hay varias cosas que quiero decir de este libro antes de dar mi opinión.
- La primera tiene que ver con el marcapáginas, el cual imaginé que tendría que tener algún tipo de relación con la historia. Mini spoiler: no me equivocaba.
- Y la segunda es una confesión. Y es que admito sin ningún tipo de dudas o remordimiento que, tras ver la portada y leer el argumento... no entendí muy bien el por qué del título, y a su vez, la portada. De hecho, la única idea que se me vino a la mente tenía que ver con que parte de la historia se desarrollaba en Madrid por aquello de que se les llama gatos, pero cuando vi que una parte de la historia sucedía en Barcelona... me quedé completamente en blanco acerca de cuál podría ser la relación.
Podría haber sido más avispada y pensé como con el marcapáginas, pero no lo hice. Craso error, porque el título y la portada están muy bien elegidos, no solo porque los gatos como animales tienen importancia, sino también porque uno de los escenarios de la historia se llama precisamente así. Y sobre todo, porque la historia de dichos animales es una metáfora de la vida de Cai, un hombre que me robó el corazón.
Dicen que la vida es una cadena y la historia que sucede en este libro lo corrobora. Sobre todo en lo que a la relación entre las tres mujeres protagonistas se refiere, porque esta es una historia donde hay preponderancia absoluta del género femenino. Y eso, personalmente, me ha gustado mucho. Además, porque refleja la realidad de la historia de España reciente a través de diferentes ojos y condiciones vitales.
Si recordáis al inicio de la presentación, escribí que no tenía ni idea de cuál podría ser el argumento de esta obra y ahora os lo puedo decir. Además de ser un retrato familiar generacional a tres voces, es una historia sobre uno de los episodios más desconocidos y brutales de la Guerra Civil: la Desbandá, también conocida como la masacre de la carretera Málaga-Almería.
En este punto, como historiadora que soy me sentí en una encrucijada: por un lado, me gustó mucho tener la oportunidad de poder leer y saber más acerca de este episodio. Y por el otro, me sentí mal porque no tenía ni la más remota idea. Quiero aclarar aquí que estoy especializada en historia antigua y soy especialista en epigrafía latina, por lo que la historia contemporánea queda bastante lejos de mi ámbito de especialización, pero cuando le pregunté a mi padre - la Guerra Civil es un tema que le apasiona- él tampoco sabía nada al respecto. En ese sentido, gracias Eva por iluminarnos.
Un motivo por el cual este libro me ha gustado mucho es que, al ser un retrato familiar generacional, cada una de las mujeres tiene su rol y papel protagónico en cada una de las partes, si bien la de Ana se me ha quedado un poco corta.
No es una familia bien avenida porque madre e hija, es decir, Lola y Ana no se hablan: el motivo tiene que ver con un hombre y la revelación de un secreto que rompe la imagen de familia idílica que la segunda tenía hasta ese momento.
En realidad, esa noticia bomba fue la gota que colmó el vaso de una relación que hacía tiempo que estaba rota por la ausencia de comunicación entre ambas a causa de complejos de inferioridad y superioridad de una y otra y por un enfado llevado hasta el extremo. Una ausencia de comunicación que no llegará a resolverse nunca, para mi pena.
Otra frase comúnmente repetida es que los abuelos dan a los nietos el cariño que no le han dado a los hijos. Y, de nuevo, este dicho común se repite porque el vínculo entre Andrea y Lola es bastante fuerte y la nieta actúa como su hija en lo que a amor y cuidados se refiere. Asimismo, su rol de mediadora entre su madre y su abuela, y sobre todo, el hecho de que haya preferido tomar partido por la mujer de más edad a su vez provoca un enfrentamiento entre ella y su madre.
Andrea es la protagonista de la primera parte de la historia, le apasiona el arte -carrera que estudió-, vive con su abuela, tiene un novio llamado Pable. En otras palabras, es feliz. En apariencia, ya que aparecerá una persona en su vida que le romperá todos los esquemas, le hará plantearse muchas cosas y sobre todo, le hará descubrir que es más valiente de lo que cree, ya que por amor, dará un enorme salto a ciegas poniéndose el mundo por montera sin importarle el qué dirán.
Es una verdadera lástima que le saliera el tiro por la culata. Aunque nunca podrá arrepentirse de no haber dado ese paso, algo que su madre no puede decir. Asimismo, he de decir que el motivo de la ruptura me dejó absolutamente con la boca abierta ya que nunca jamás lo imaginé. Y no me gustaría pensar en lo incómoda que va a ser su vida en determinadas circunstancias...
No voy a decir spoilers, pero la primera parte acaba mal. En la segunda parte del libro conoceremos en profundidad a Lola, quien, sin duda es el personaje principal de este libro. He de decir que entiendo la adicción en la que cae a pesar de su edad pues, ha vivido y sufrido mucho a lo largo de su vida. Es un caso clarísimo de estrés postraumático lo que esta mujer sufre y ¡no es para menos!
¡Menudo diario y menudas vivencias! Andrea ha heredado la valentía de su abuela en lo que al amor se refiere porque, arriesgar así tanto su vida por su amor -a sabiendas de que estaba destinado al fracaso- es de aplaudir, sobre todo en los años 20 y 30 de este país en un pueblo pequeño del sur de Andalucía como es Torrox. Quiero aclarar aquí que no estoy criticando el comportamiento de la gente de los pueblos, pero... mi tía sufrió algo similar a lo de Lola - en la posguerra eso sí- y sufrió del ostracismo de sus conciudadanos, hubo de marcharse y solo fue medianamente aceptada cuando "arregló" su situación convirtiéndose en una respetable mujer casada... por la mayoría de los habitantes. A día de hoy hay algunas personas mayores del lugar que todavía la miran con reticencia.
No tiene gran relevancia en el argumento de la historia, pero sí para mí ya que en el libro - no podía ser de otro modo dadas las fechas en las que Lola nace y vive - se hace referencia a la invasión de los campos por los campesinos extremeños el 25 de marzo de 1936. Como extremeña que soy -y que piensa que este es y debería ser el verdadero día de mi comunidad, ese detalle me sacó una sonrisa-.
Es en esta parte de la historia donde conocemos la historia de los gatos y conocemos la explicación y el por qué del título. Además de la importancia del animal, cómplice de una preciosa historia de amor. Vuelvo aquí a felicitar a la autora por la dulzura y sutileza con la que Eva nos narra a Cai y Lola, demostrando que no hace falta ser explícito para contar una historia de amor y que esta te cale muy adentro.
De Cai conocemos muchas cosas de su más que interesante vida -lo de que fuera seminarista me quedó loca - pero me hubiera encantado conocer su nombre, amén de su final. Aunque, para evitar mi sufrimiento, admito que estoy tranquila viviendo en la inopia.
Es en este punto donde quiero resaltar la figura de Tomás, el marido de Lola - puede sonar a spoiler, pero tratándose de una guerra civil como la española y con las circunstancias personales de Cai, quien ha escapado de la matanza de Casas Viejas y no es más seminarista... en fin, creo que podéis haceros una idea de su arco argumental - al principio no me cayó demasiado bien, pero... al final cambié mi opinión para con él puesto no creo que todo el mundo sea capaz de hacer el sacrificio de amar por los dos en un matrimonio destinado al fracaso desde antes del inicio.
Su historia es sin duda la más dura de todas porque es en ella cuando el lector conoce la tragedia de la Desbandá -si bien es cierto que en el libro se cuenta en un apartado diferente- una verdadera tragedia de la que, como he mencionado antes, no tenía ni la más remota idea. Por tercera vez, deseo dar la enhorabuena a la autora por la maestría, lo bien narrado y su extraordinario trabajo de documentación para la narración de esta parte porque en mi caso, me he imaginado como ese pelotón de horror, muerte y desolación. Sin palabras. Pelos de punta.
La última parte centra su atención en Ana, la hija periodista y escritora de Lola. Un paradigma ya que su madre era analfabeta y fue precisamente su sed de conocimiento lo que le unió a Cai. Esta es quizás la parte que más me ha flojeado, pero no porque esté mal escrita, al contrario. Sino porque no empaticé con su modo de actuar. Entiendo que pudiera estar enfadada con su madre, pero yo nunca jamás cortaría relaciones por completo con ella. Sería incapaz.
Tampoco me ha ayudado mucho a obtener esa conexión con ella el hecho de que siento que no ha contado su historia por completo. En otras palabras, tengo necesidad por saber si se va a animar a contar la historia de su madre -merece ser contada, por otra parte- o si va a investigar más sobre lo que sucedió en Torrox, visto que le gustó el pueblo.
El consuelo que me queda es que eso le ha servido como punto de partida para romper la cadena repetición con respecto a su comportamiento para con su hija, con la que desea recuperar la relación, creo que con cierto remordimiento por no haber podido hacer lo mismo con su madre. Así que, en cierto modo puede considerarse que tiene un final feliz y lleno de esperanza para Andrea y Ana.
En resumen, confieso que mis expectativas para con este libro se han visto superadas y que mi padre me ha arrebatado el libro para ponerse con él de tan bien como lo he convencido con todos y cada uno de mis argumentos.
A riesgo de repetirme con mis post anteriores, la lectura de este libro fue una de las que sufrió las consecuencias del examen de la Administración pública sacado de la nada y organizado en muy poco espacio de tiempo que trastocó mi horario y dinámica de lecturas.
Este en especial ya que, cuando vi la fecha del examen, llevaba aproximadamente la mitad de sus páginas leídas. Y por eso, tuve que posponerlo. Eso sí, la tentación de continuar leyendo siempre estuvo ahí porque... ¡menuda historia!
Pero antes de contar mi opinión al respecto, es conveniente que sepáis cómo llegó este libro a mis manos. Sorpresa, sorpresa, fue gracias a un sorteo. Lo cierto es que veía este libro mencionado y fotografiado mucho por la web y por eso -aunque no hace falta mucho- se me creó una necesidad. Así que, cuando vi que había sorteos con él como premio... no lo dudé y me apunté.
Siempre había creído que no tenía mucha suerte en lo que a ganar sorteos se refiere, pero... parece que me equivocaba. Y para muestra un botón de lo que me ha sucedido este año.
El libro llegó, pero no lo hizo solo, sino que lo hizo acompañado de un marcapáginas absolutamente precioso de La Dama de Shallott de Waterhouse, un cuadro prerrafaelita que me gusta muchísimo. Tanto, que cuando Pull and Bear sacó el pañuelo con el cuadro estampado, me lo compré sin dudar. Además, he tenido la gran suerte de poder verlo en directo y... solo decir que es más bonito cuando lo tienes delante.
Dicho esto, procedo ahora sí que sí con la sinopsis y mi opinión al respecto de La Colina de los Gatos de Eva Baeza.
SINOPSIS
La relación entre Lola y su hija siempre estuvo marcada por los silencios, las ausencias y los secretos de un pasado del que no está dispuesta a morir sin desvelar. La necesidad de ser escuchada por la hija y la pulsión por exorcizar los demonios que siempre la acompañaron llevará a la protagonista a sumergirse en un viaje en el que el sufrimiento y las ansias de redención serán el denominador común de su desgarrador relato.
Una extraordinaria historia de amor llevada hasta sus últimas consecuencias. Un conmovedor relato sobre la vida y la muerte, el perdón y la redención.
OPINIÓN
Hay varias cosas que quiero decir de este libro antes de dar mi opinión.
- La primera tiene que ver con el marcapáginas, el cual imaginé que tendría que tener algún tipo de relación con la historia. Mini spoiler: no me equivocaba.
- Y la segunda es una confesión. Y es que admito sin ningún tipo de dudas o remordimiento que, tras ver la portada y leer el argumento... no entendí muy bien el por qué del título, y a su vez, la portada. De hecho, la única idea que se me vino a la mente tenía que ver con que parte de la historia se desarrollaba en Madrid por aquello de que se les llama gatos, pero cuando vi que una parte de la historia sucedía en Barcelona... me quedé completamente en blanco acerca de cuál podría ser la relación.
Podría haber sido más avispada y pensé como con el marcapáginas, pero no lo hice. Craso error, porque el título y la portada están muy bien elegidos, no solo porque los gatos como animales tienen importancia, sino también porque uno de los escenarios de la historia se llama precisamente así. Y sobre todo, porque la historia de dichos animales es una metáfora de la vida de Cai, un hombre que me robó el corazón.
Dicen que la vida es una cadena y la historia que sucede en este libro lo corrobora. Sobre todo en lo que a la relación entre las tres mujeres protagonistas se refiere, porque esta es una historia donde hay preponderancia absoluta del género femenino. Y eso, personalmente, me ha gustado mucho. Además, porque refleja la realidad de la historia de España reciente a través de diferentes ojos y condiciones vitales.
Si recordáis al inicio de la presentación, escribí que no tenía ni idea de cuál podría ser el argumento de esta obra y ahora os lo puedo decir. Además de ser un retrato familiar generacional a tres voces, es una historia sobre uno de los episodios más desconocidos y brutales de la Guerra Civil: la Desbandá, también conocida como la masacre de la carretera Málaga-Almería.
En este punto, como historiadora que soy me sentí en una encrucijada: por un lado, me gustó mucho tener la oportunidad de poder leer y saber más acerca de este episodio. Y por el otro, me sentí mal porque no tenía ni la más remota idea. Quiero aclarar aquí que estoy especializada en historia antigua y soy especialista en epigrafía latina, por lo que la historia contemporánea queda bastante lejos de mi ámbito de especialización, pero cuando le pregunté a mi padre - la Guerra Civil es un tema que le apasiona- él tampoco sabía nada al respecto. En ese sentido, gracias Eva por iluminarnos.
Un motivo por el cual este libro me ha gustado mucho es que, al ser un retrato familiar generacional, cada una de las mujeres tiene su rol y papel protagónico en cada una de las partes, si bien la de Ana se me ha quedado un poco corta.
No es una familia bien avenida porque madre e hija, es decir, Lola y Ana no se hablan: el motivo tiene que ver con un hombre y la revelación de un secreto que rompe la imagen de familia idílica que la segunda tenía hasta ese momento.
En realidad, esa noticia bomba fue la gota que colmó el vaso de una relación que hacía tiempo que estaba rota por la ausencia de comunicación entre ambas a causa de complejos de inferioridad y superioridad de una y otra y por un enfado llevado hasta el extremo. Una ausencia de comunicación que no llegará a resolverse nunca, para mi pena.
Otra frase comúnmente repetida es que los abuelos dan a los nietos el cariño que no le han dado a los hijos. Y, de nuevo, este dicho común se repite porque el vínculo entre Andrea y Lola es bastante fuerte y la nieta actúa como su hija en lo que a amor y cuidados se refiere. Asimismo, su rol de mediadora entre su madre y su abuela, y sobre todo, el hecho de que haya preferido tomar partido por la mujer de más edad a su vez provoca un enfrentamiento entre ella y su madre.
Andrea es la protagonista de la primera parte de la historia, le apasiona el arte -carrera que estudió-, vive con su abuela, tiene un novio llamado Pable. En otras palabras, es feliz. En apariencia, ya que aparecerá una persona en su vida que le romperá todos los esquemas, le hará plantearse muchas cosas y sobre todo, le hará descubrir que es más valiente de lo que cree, ya que por amor, dará un enorme salto a ciegas poniéndose el mundo por montera sin importarle el qué dirán.
Es una verdadera lástima que le saliera el tiro por la culata. Aunque nunca podrá arrepentirse de no haber dado ese paso, algo que su madre no puede decir. Asimismo, he de decir que el motivo de la ruptura me dejó absolutamente con la boca abierta ya que nunca jamás lo imaginé. Y no me gustaría pensar en lo incómoda que va a ser su vida en determinadas circunstancias...
No voy a decir spoilers, pero la primera parte acaba mal. En la segunda parte del libro conoceremos en profundidad a Lola, quien, sin duda es el personaje principal de este libro. He de decir que entiendo la adicción en la que cae a pesar de su edad pues, ha vivido y sufrido mucho a lo largo de su vida. Es un caso clarísimo de estrés postraumático lo que esta mujer sufre y ¡no es para menos!
¡Menudo diario y menudas vivencias! Andrea ha heredado la valentía de su abuela en lo que al amor se refiere porque, arriesgar así tanto su vida por su amor -a sabiendas de que estaba destinado al fracaso- es de aplaudir, sobre todo en los años 20 y 30 de este país en un pueblo pequeño del sur de Andalucía como es Torrox. Quiero aclarar aquí que no estoy criticando el comportamiento de la gente de los pueblos, pero... mi tía sufrió algo similar a lo de Lola - en la posguerra eso sí- y sufrió del ostracismo de sus conciudadanos, hubo de marcharse y solo fue medianamente aceptada cuando "arregló" su situación convirtiéndose en una respetable mujer casada... por la mayoría de los habitantes. A día de hoy hay algunas personas mayores del lugar que todavía la miran con reticencia.
No tiene gran relevancia en el argumento de la historia, pero sí para mí ya que en el libro - no podía ser de otro modo dadas las fechas en las que Lola nace y vive - se hace referencia a la invasión de los campos por los campesinos extremeños el 25 de marzo de 1936. Como extremeña que soy -y que piensa que este es y debería ser el verdadero día de mi comunidad, ese detalle me sacó una sonrisa-.
Es en esta parte de la historia donde conocemos la historia de los gatos y conocemos la explicación y el por qué del título. Además de la importancia del animal, cómplice de una preciosa historia de amor. Vuelvo aquí a felicitar a la autora por la dulzura y sutileza con la que Eva nos narra a Cai y Lola, demostrando que no hace falta ser explícito para contar una historia de amor y que esta te cale muy adentro.
De Cai conocemos muchas cosas de su más que interesante vida -lo de que fuera seminarista me quedó loca - pero me hubiera encantado conocer su nombre, amén de su final. Aunque, para evitar mi sufrimiento, admito que estoy tranquila viviendo en la inopia.
Es en este punto donde quiero resaltar la figura de Tomás, el marido de Lola - puede sonar a spoiler, pero tratándose de una guerra civil como la española y con las circunstancias personales de Cai, quien ha escapado de la matanza de Casas Viejas y no es más seminarista... en fin, creo que podéis haceros una idea de su arco argumental - al principio no me cayó demasiado bien, pero... al final cambié mi opinión para con él puesto no creo que todo el mundo sea capaz de hacer el sacrificio de amar por los dos en un matrimonio destinado al fracaso desde antes del inicio.
Su historia es sin duda la más dura de todas porque es en ella cuando el lector conoce la tragedia de la Desbandá -si bien es cierto que en el libro se cuenta en un apartado diferente- una verdadera tragedia de la que, como he mencionado antes, no tenía ni la más remota idea. Por tercera vez, deseo dar la enhorabuena a la autora por la maestría, lo bien narrado y su extraordinario trabajo de documentación para la narración de esta parte porque en mi caso, me he imaginado como ese pelotón de horror, muerte y desolación. Sin palabras. Pelos de punta.
La última parte centra su atención en Ana, la hija periodista y escritora de Lola. Un paradigma ya que su madre era analfabeta y fue precisamente su sed de conocimiento lo que le unió a Cai. Esta es quizás la parte que más me ha flojeado, pero no porque esté mal escrita, al contrario. Sino porque no empaticé con su modo de actuar. Entiendo que pudiera estar enfadada con su madre, pero yo nunca jamás cortaría relaciones por completo con ella. Sería incapaz.
Tampoco me ha ayudado mucho a obtener esa conexión con ella el hecho de que siento que no ha contado su historia por completo. En otras palabras, tengo necesidad por saber si se va a animar a contar la historia de su madre -merece ser contada, por otra parte- o si va a investigar más sobre lo que sucedió en Torrox, visto que le gustó el pueblo.
El consuelo que me queda es que eso le ha servido como punto de partida para romper la cadena repetición con respecto a su comportamiento para con su hija, con la que desea recuperar la relación, creo que con cierto remordimiento por no haber podido hacer lo mismo con su madre. Así que, en cierto modo puede considerarse que tiene un final feliz y lleno de esperanza para Andrea y Ana.
En resumen, confieso que mis expectativas para con este libro se han visto superadas y que mi padre me ha arrebatado el libro para ponerse con él de tan bien como lo he convencido con todos y cada uno de mis argumentos.
Mis más sincera enhorabuena de nuevo Eva por este pedazo de libro.
¡Muchas gracias por el envío del ejemplar dedicado y también por el precioso marcapáginas!
¡Nos leemos muy pronto!
¡Nos leemos muy pronto!
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