Arthur (Serie Tótem nº 3) de R. Cherry

¡Buenas tardes!

La reseña a la que dedico la entrada de hoy se trata de la tercera parte de una serie -que no el final de la 
misma- de una autora cuyo nombre habéis leído de forma recurrente en el blog. Para no variar con las dos veces anteriores, se trata de una colaboración digital a la que me apunté cuando vi su anuncio por Instagram. Y he de decir que no me arrepiento de haberlo hecho, a pesar de que ahora me duela la boca de tenerla abierta durante tanto tiempo y lamente la espera por saber cómo terminará todo esto.

Pero, creo que me estoy adelantando mucho, así que por eso, procedo a dejaros con la sinopsis de Arthur, la tercera novela de la serie Tótem escrito por R. Cherry.

SINOPSIS

Arizona se adentró en un mundo nuevo en el que no era capaz de controlar nada de lo que se cruzaba en su camino. Su vida se había convertido en una enorme bola de mentiras, donde ya no podía confiar en nadie, salvo en ella misma y su instinto, lo que la alejó de todo aquel al que quería.
El caprichoso destino volvió a tomar parte en su historia, haciendo que todo aquello que conocía se diera la vuelta. Por proteger a alguien a quien apreciaba se metió en la boca del lobo, pero… ¿es que acaso había creído que con Misha Vólkov se podía hacer algún trato? Jamás.


¿Podrá salir Arizona del lío en el que se ha metido?

OPINIÓN

Sócrates decía una frase que le caracterizaba: "Solo sé que no sé nada" y, tras leer a Arthur coincido plenamente con el filósofo. Así me siento y así me ha dejado el final.

Antes de comenzar a analizar lo que las páginas nos cuentan, he de hacer un mínimo comentario al respecto de la portada puesto que continúa la línea de sus predecesoras y me parece muy fina y elegante. Eso sí, la rosa me despista puesto que al inicio pensé que se trataba de Rose -ver libro Tótem- pero, aparentemente vuelve a tratarse de Arizona.

Elección que, por un lado se entiende ya que es la enamorada de Arthur pero por otra, me hubiera gustado ponerle "rostro" al señorito. Asimismo, es un nueva maniobra magistral de la autora, quien vuelve a darnos pistas silenciosas así acerca de quién es la protagonista real de la obra.

Una vez dicho esto, me ha gustado saber cómo estaban las cosas inmediatamente después de los acontecimientos de Arizona. Como es lógico, la pobre lo pasa fatal y por ello, acude y recurre a la ayuda de un profesional, gesto que aplaudo mucho y fuerte. Y, aunque me cueste reconocerle porque creo que esta chica oculta cosas y no es ni tan transparente ni hace las cosas con tan buena intención como nos quiere hacer creer, Dara tiene razón en su planteamiento. De hecho, es algo que todos nos deberíamos grabar a fuego en nuestras cabezas: no debemos dejar que nuestra felicidad dependa únicamente de una sola persona. Debemos querernos nosotros más y mejor.

Sí que tengo que criticar sin embargo la actitud de Ari en lo que a James se refiere porque creo que lo está utilizando y le está haciendo daño. Sin darse cuenta, que es lo que tiene más delito de todo. Al hilo de esto, no creo que esa sea la mejor actitud a la hora de gestionar sus sentimientos tras una ruptura tan traumática como la que tuvo con Arthur.

Incluso llegué a pensar que repetiría comportamiento con Lev, el highlander maromo con el que se encuentra en el libro. Un hombre que me picó mucho la curiosidad pese a su breve intervención y que, visto el devenir de este libro, puede terminar convirtiéndose en cualquier cosa por su arco argumental sorprendente.

Por otro lado tenemos a Arthur, el personaje que da título al libro y del que me alegré al saber que no estaba equivocada y de que en el fondo, es un buenazo que, por hacer una buena acción, se vio envuelto en una situación de la que no supo como salir. En ese sentido, se parece a su enamorada.

En cuanto a él, lo que he de criticarle es que se refugie en el alcohol para intentar superar todas la situación y que siga lo planteado en el texto de la canción de The Police, Every breath you take. Vamos, un stalker de manual, vaya.

Y con respecto a eso, si bien me gustan como pareja, creo que ambos se aferran demasiado a una relación que está rota y que ha fallado. ¿Por qué digo esto? Porque las mentiras han sido una base sobre la que está construida y, una vez dicha la primera mentira, yo considero que la confianza se ha roto y así es imposible avanzar. Pero, esa es mi opinión. Allá cada cual con su pensamiento.

Siguiendo con esto, si bien Arthur tiene un gran peso -y giro argumental- en este libro, no sé si yo lo hubiera llamado así porque, si creíamos que la historia de Arizona estaba cerrada... nos equivocábamos muchísimos. Como si de dos líneas paralelas, sus destinos transcurren de este modo, uno para bien porque se transforma de la noche a la mañana en un partidazo y la otra... ay la pobre.

No sé qué tuerto ha mirado a Arizona, pero por favor ¡basta ya! Cuando pensaba que lo que iba a sufrir sería un entrometimiento de mi querida Francesca por atreverse a plantarle cara -¡ahí hice la ola!- la autora me destrozó el corazón con todo lo que le sucede.

Eso sí, con ello me demostró que es fuerte como una jabata y que aguanta carros y carretas continuando fiel a sí misma. En ese desagradable relato de los hechos solo veo una cosa positiva. descubre la verdad de lo que su corazón ya le había dicho con respecto a Arthur. Sorprendente y voluntariosa Atenea. ¡Brava! Quiero incluir aquí una pequeña mención al compañero de Atenea, que si bien no es malvado, tampoco era oro todo lo que relucía con respecto a él.

Y luego pasamos al final. De traca.

Ojo a lo que deseas porque se puede hacer realidad.

Personalmente, a mí se me destrozaron todos los esquemas y ya desconfío de todo y todos. Menos Francesca, que como la veo venir -aunque no entiendo su obsesión por los hermanos de esta trama. Quizás es un trauma de hija única- me gusta. Y sí, Mike, eso va por ti. Amigo.

Aunque, de entre todas las dudas que me surgen, la más grande está relacionada con Arthur y su acto de expiación y redención. O no, porque como digo ya no sé qué pensar. Quizás me estén engañando como a una travesti paraguaya, como bien dijo Topacio Fresh.

En cualquier caso, estoy triste - escucharéis mis lágrimas manando porque ahora estoy en igualdad de condiciones con el resto de mortales y he de esperar para saber qué va a suceder con todos ellos, mis niños Tótem- y muy muy intrigada por saber cómo se resuelve todo el turbio asunto de Isobel, porque los rusos bien merece que se haga una ensaladilla con ellos. Y sobre todo, si, para variar, por una vez tengo razón.

Quiero recomendaros sí o sí su lectura para el shippeo y el comentario porque, además de con la autora -que no quiero darle la coña- toda esta trilogía merece una comentada en formato XXL.

Por último, agradezco millones a la autora por el envío del ejemplar en digital Y desde aquí, mi pequeño formato bloggero, puedo prometer y prometo que, el día que le dediques una historia a la mi Francis, te lo pediré en físico. Ella lo merece. Y yo, como presidenta de su club de fans, también.

¡Nos leemos pronto!


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