Déjate llevar para siempre de Fátima Corral

¡Buenas tardes!

El libro al que está dedicada la entrada del post de hoy es el tercero de una trilogía. Sí, he llegado al 
final del camino acompañando a Sarah y Peter 😢😢😢😢😢😢😢😢😢😢.

Doloroso, triste pero es algo que debía hacer -sobre todo porque el libro me miraba desde mi estantería con expresión ceñuda. Sin embargo, como no es la primera vez en este verano que cierro un capítulo literario, digamos que estoy ya más acostumbrada a estos pinchacitos de despedida en el pecho.

Aviso ya en la introducción de que será una reseña diferente por numerosos motivos que detallaré en el apartado de la opinión, así que por eso, creo conveniente no entretenerme mucho más en la introducción y pasar directamente a la sinopsis y mi opinión sobre Déjate llevar para siempre de Fátima Corral.

SINOPSIS

En la boda de Helena, Sara tendrá que tomar una decisión que le cambiará la vida. Los cimientos de sus principios se tambalearán, tras luchar consigo misma, es consciente de lo que ha cambiado dentro de ella, de cómo ha superado esos miedos que tanto la bloqueaban hasta llegar ahí y conseguirá no rendirse por el camino. Tiene claro cuál es su objetivo y no piensa en volver a perderlo, aunque nunca hubiera soñado con lo que el futuro le plantea. Su vida se estabilizará junto a la persona que ama. Cuando menos se lo espera llega una herencia y un caprichoso giro del destino que, una vez más, le obligará a Sara a decidir entre actuar con la cabeza o con el corazón. La tercera y última parte de una trilogía apasionante en la que Sara cambiará, crecerá y aceptará lo que el destino la brinda. Sumérgete y déjate llevar por esta historia cargada de sentimientos, sexo, pasiones y emociones.

OPINIÓN

¿Por qué va a ser una reseña diferente?

Porque no puedo decir qué es lo que ha sucedido en el libro. No es que esté amenazada de muerte por revelación de secretos ni nada por el estilo. Simplemente se debe a que la autora lo pide al final de la novela y lo menos que puede hacer uno es concederle la cortesía y agradecerle el hecho de haber escrito una historia así que, haciéndole ese favor. Ella ya lo sabe porque se lo dije, pero lo repito y lo digo de nuevo al lector del blog: yo como mis queridos Maneskin; Zitta e buona.

Así que, lo siento, pero más que reseña va a ser disertación.

Confieso que hay varios motivos por los que pospuse a propósito la lectura de este libro:

- El primero es ya casi de saber popular, sí, el famoso examen de la administración que se sacaron de la nada.

- El segundo es porque me vi bastante identificada con el final del volumen número dos. Tanto, que me dio miedo. De hecho, si tuviera complejo de manía persecutoria, pensaría que Fátima estaba escribiendo sobre mí. Pero no es así. De entrada porque yo no tengo a un Peter en mi vida -ni a un Peter ni a un Paco, entiéndase- sino porque lo que Sara y la pandilla vivió al final de Déjate llevar sin miedo es un punto de inflexión vital que todo persona normal y corriente tiene una vez llevado un tiempo en la edad adulta. Y es por eso, por la facilidad y por lo bien con los que está narrado, que cualquier lector a finales de los veinte e inicios de los treinta ve la verosimilitud con su propia vida.

- Y el tercer motivo por el cual pospuse la lectura es porque me conozco. Sabía perfectamente lo que iba a pasar en cuanto abriera el libro y pasara las primeras páginas. Lo devoraría. No es una novedad ya que es algo que me sucedió con los dos anteriores, pero aquí he sorprendido hasta a la propia autora. Y las redes sociales han dado buena cuenta de ello. Llamadlo mérito o culpa, pero todo se debe a cómo narra Fátima las cosas.

Dicho todo esto, no puedo revelar spoilers, pero sí diré que tanto la portada como el título son muy reveladores y que si, al contrario que esta que escribe, sois un poco avispados, no tendréis problemas para descubrir de qué va el asunto.

¿Me ha gustado esta novela? Mucho. Porque demuestra que se puede escribir sobre un mismo tema - sí, es cierto que tiene pequeñas subtramas- durante más de cuatrocientas páginas sin que haya sobresaltos - lo agradecí, pues de drama ya quedamos bastante tupíos como dicen en mi tierra en el anterior- y que el lector esté enganchado desde el primer capítulo.

En mi caso particular, el motivo principal ha sido porque en esta trama principal se han mezclado eso mismo que sucede pero con diferentes protagonistas y volver a revivirlo me ha traído solo buenas sensaciones. No puedo ponerle pegas a ella. Bueno sí, tal y como sucede en el libro, asistí a eso en la boda de otros amigos y también pienso que todo acto o anuncio que se haga en una boda roba protagonismo a los novios, quienes son los verdaderos protagonistas del día y por tanto, por muy feliz que sea, no me gustaría que eso sucediera en mi boda.

Otro aspecto a subrayar como positivo de este libro es su cierre y círculo perfecto. En él, hemos visto el proceso de madurez y crecimiento de todos y cada uno de los personajes, fueran secundarios o fueran principales. Aunque, por supuesto he de destacar primero a los protagonistas.

De los dos, el que menos evolución ha tenido ha sido Peter, si bien es cierto que era el que menos dudas tenía y quien venía con un pasado amoroso más normal. Eso no quiere decir que sea perfecto, al contrario. De hecho, aún sigue teniendo ataques de celos algo violentos que no es capaz de controlar. Por eso, aplaudo que decida buscar ayuda profesional para tratarlo. Y aplaudo doblemente que la autora haya decidido incluirlo para comenzar a desmontar estigmas y prejuicios acerca de ir a la consulta de un psicólogo. Parece que, poco a poco, las cosas van cambiando.

Y de nuevo, de los dos, quien más ha evolucionado ha sido Sara. Primero por los motivos que he mencionado con Peter a la inversa, eso sí. Ella demuestra que a veces los planes sin pensar son los mejores y que las casualidades pueden llegar a convertirse en las cosas más bonitas de la vida. Por supuesto, ha madurado física -por edad- y sobre todo, psicológicamente demostrando que, se puede cambiar de opinión sobre un tema en particular siempre que tengas a la persona adecuada a tu lado y que temas dolorosos, de nuevo, teniendo a la persona adecuada junto a ti pueden servir para sanar y reconciliarte, no solo contigo misma sino con el universo.

Con respecto a ella, solo tengo una pega. Siempre he dicho que París es la ciudad del amor, pero que esta también puede ser la ciudad del amor hacia tus amigos, no únicamente romántico. El hecho de que me haya robado mi viaje soñado a París provocó que la odiara. Aunque momentáneamente.

Por supuesto, quiero hacer aquí mención especial a Álvaro. Sí, sí, ese Álvaro de Sara y que se caracterizaba por ser un picaflor. Él también ha madurado y lo que es más importante, ha comenzado a abrirse y mostrar que es más de lo que parece a simple vista. Me ha encantado su rol en la trama principal y... sobre él volveré a hablar al final del post, porque... tela, telita tela como hemos sido engañados.

No han faltado tampoco las sorpresas en diferentes subtramas en temas como por ejemplo la familia y los amigos, quienes, todo el mundo sabe que son la familia que uno escoge. Pero, recordemos que esto es el cierre de una trilogía y como tal, habrá grandes sorpresas y revelaciones en torno a este tema. Boquiabierta y ojiplática me he quedado en más de una ocasión mientras leía las páginas de esta novela en lo que a este tema se refiere.

Y también me ha gustado mucho y por eso quiero destacarlo como último punto el tema de los prejuicios. Además de con Álvaro, ha habido otros muchos personajes que se han mostrado más y por tanto, los hemos podido conocer mejor, provocando así que desaparecieran determinados prejuicios u opiniones negativas que teníamos hacia ellos. Y creo que en este caso, el mejor ejemplo es Mónica. Jamás hubiera imaginado la deriva vital que sufriría. Eso sí, me alegro por ella puesto que merece ser feliz.

En cuanto al final, si bien no es lo que esperaba temporalmente, he de decir que no ha podido poner un broche mejor - también el sitio donde sucede porque yo estoy enamorada de ese país y esa región en particular - a la historia que comenzó dos novelas atrás porque narra un encuentro entre amigos sin artificios o lenguaje elevado, simplemente un grupo de personas que se quieren y que se lo están pasando bien. Justo como el principio de Déjate llevar.

La felicidad de las pequeñas cosas, que lo llamo yo y en las que personas que están junto a ti contribuyen muy y mucho a que la experiencia y los recuerdos sean positivos o no.

Gracias Fátima por unas novelas maravillosas y una tremenda historia de amor.

Os las recomiendo, no solo esta sino las tres. No estáis preparados para todo lo que os van a hacer sentir. Pero, parafraseando al título de la trilogía... dejaos llevar. 

¡Nos leemos pronto!

PD: ¿En serio creíais que iba a terminar el post sin hablar de Álvaro de nuevo?

Ahora mismo odio a la autora porque, resulta que al final de la obra suelta la bomba de que -y esto no es el spoiler porque lo he visto ya mencionado en sus redes sociales - existe un spin-off de la trilogía centrado en este personaje. Lo cual está muy bien porque así continuaremos sabiendo más cosas sobre él - ya puestos y una vez que ha empezado a revelar cosas de sí mismo, cualquier añadido o información extra ha de aplaudirse a rabiar -. Ese no es el problema, el problema es que ¡ya está acabado! Y sobre todo, el problema para mí es que... ¡ya quiero leerlo! Sobre todo porque tengo una candidata para la Hormiga Atómica que NECESITO corroborar.

Así que, por favor... ¡Que venga Álvaro quemando yanta de moto a mi vida cuanto antes! Please!

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