La trampa de los colores de Hernán Blanco

¡Buenas tardes!

La entrada del post de hoy está dedicad a una nueva novela en colaboración con el autor. Su formato es 
digital en este caso y, lo primero que tengo que decir al respecto es que es un viejo conocido del blog, ya que, si buscáis entre las entradas más antiguas, encontraréis la primera parte de esta novela, titulada Las mariposas y el tiempo. Huelga decir que conozco la pluma del mismo, aka Hernán Blanco, pero no puedo dejar pasar la ocasión ni la oportunidad de agradecerle el envío del ejemplar y sobre todo, que haya vuelto a confiar en mí para que haga una reseña de su obra.

No sé a vosotros, pero a mí, pequeños gestos como este me dan a entender que a los autores les gusta cómo realizo las reseñas y son también un estímulo para continuar con mi labor.

Dicho todo esto, no deseo entretenerme más y por eso, procedo a dejaros con La trampa de los colores de Hernán Blanco.

SINOPSIS

«¿Por qué al mundo le interesarían las historias que cuento?», se pregunta Hernán Blanco en la introducción de La trampa de los colores. Y uno podría reformular: ¿por qué, en estos tiempos apremiantes, alguien se detendría, se prepararía unos mates (el maridaje perfecto para este libro) y se dispondría a leer, justamente, las historias de Hernán Blanco? Entre las miles de posibles respuestas a esta pregunta, quizás la que él propone sea la acertada: «por el amor que uno le pone a lo que hace».
La trampa de los colores discurre por temáticas diversas. La paternidad, la adolescencia, el fútbol, las redes sociales y hasta el terror, entre otras, parecen darle al libro una cierta heterogeneidad. Sin embargo, si uno agudiza la percepción, es capaz de notar lo que subyace tras las historias de Blanco. Es él mismo quien nos da la pista del hilo que las une: «Mi actitud, como decisión de vida, es que la tristeza ajena nunca me sea indiferente».
Son diecinueve cuentos, relatos o pequeños ensayos que nos acercan una brisa de esperanza, de aires nuevos. Son tiernos, cercanos y pasionales porque fueron concebidos por alguien que cree que algo mejor es posible. Esa certeza es lo que Blanco se ha propuesto contagiarnos.


OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, me gustaría explicar que esta no es una segunda parte al uso porque, el primer libro constaba de diecinueve relatos independientes. El final cerrado de todos y cada uno de ellos -que además, eran de temas diversos- hacía bastante difícil una continuación.
Sin embargo sí que es una segunda parte porque mantiene la misma estructura de la primera novela. Es decir, vuelven a ser diecinueve relatos de temáticas bastante diversas.

No es la primera vez que hago una reseña de un libro de relatos como sabéis -para muestra la primera novela que reseñé del propio autor - pero, en cualquier caso, recordaré lo imposible de hacer un tipo de reseña como las que me gusta a mí; es decir, con un análisis en profundidad si no me detengo aunque sea de forma breve en cada uno de ellos.
Es por eso que, diré qué me ha parecido o qué conclusiones he podido sacar de cada uno de los relatos de los que el volumen se compone.

Explicado y aclarado esto, ahora sí que sí, procedo con la reseña:

Entrevistas: En el primer relato el autor nos hace recordar todas y cada una de las veces en las que, siendo niños, queríamos madurar y crecer antes de tiempo y cómo ya siendo ese adulto que quiso ser, el protagonista de la novela se arrepiente y desea conseguir un imposible volviendo a su infancia y a su adolescencia. La madurez -en forma de entrevistas de trabajo- le hace darse cuenta de esto.

Groming, sexting y otras yerbas: Este es un relato duro sobre una lacra común entre los adultos y cómo, gracias a las nuevas tecnologías, estos enfermos pueden acceder a este tipo de contenidos y satisfacer sus necesidades de forma bastante sencilla. Contado a través de una doble perspectiva masculina - a propósito, para resaltarlo aún más - en lugar de la de la niña Josefina, la principal afectada, me ha gustado mucho y podría ser utilizado como relato para trabajar con adolescentes.

La trampa de los colores: Como en el libro anterior, en este caso, también hay un relato que da nombre a la novela. En este en particular se nos narra la vida de dos amigas que viven en un barrio pobre y que sufren episodios de racismos -ambos temas que se repetirán a lo largo de diferentes relatos - y de cómo son sus circunstancias vitales. Asimismo, trata un tema que se ha convertido en tema de polémica hace relativamente poco tiempo como es el del aborto, y sobre todo, hace hincapié en las consecuencias para la vida tanto de la madre como del bebé cuando no les queda de otra que recurrir a una medicina mucho más asequible. También sería un relato que usaría en clases con adolescentes puesto que me ha gustado mucho y me ha parecido muy interesante.

El golpe: Este relato ha sido uno de los que menos me ha gustado porque, al estar protagonizado por un grupo de personas, se ha perdido parte del foco en el tema del mismo, que considero que es el más importante, el del robo. Un robo y una posterior devolución que son metáforas de sus vidas, en las que, pueden alcanzar y vislumbrar la posibilidad de éxito vital por un instante, pero por sus circunstancias vitales, siempre volverán a los orígenes.

Los condenados: Este relato, que comparte título con una de las comparsas del grandísimo Juan Carlos Aragón y que ya por eso me tuvo conquistada desde el inicio, no hace más que recordar unas estadísticas bastante tristes y al mismo tiempo, la inevitabilidad del sino incluyendo una crítica a los gobiernos narrándonos la historia de Joaquín, quien es pobre y por sus circunstancias, no forma parte del espectro de población a la que el gobierno presta atención. Y él, a pesar de intentar no caer en la delincuencia, termina sucumbiendo y formando parte de los nadie, a quienes Galeano dio voz en su poema..

Malena: Ella, que tiene nombre de tango, como la película, es la protagonista de este relato. Es una chica discapacitada y pobre y también es el arma que usa su hermano Juan para lanzar un mensaje positivo animando a los lectores a que valoren lo que tienen y a que aprendan a no victimizarse.

Oda a la friend zone: Me ha gustado mucho este relato por su propio formato y por el tema que tiene. Al mismo tiempo, es bastante cierto todo lo que ahí relata. Eso sí, si bien es cierto que él la narra desde la perspectiva masculina, no debemos olvidar que esta friend zone también existe para las mujeres.

Máscaras: Con este duro relato he sacado en claro dos mensajes: el modo fácil y veloz en que pueden cambiar tus circunstancias vitales y sobre todo, que a veces una madre puede serlo sin ser parte de tu familia carnal.

Sexto año: Con este relato se hace un homenaje tanto a los docentes, como al alumnado, lo cual no suele ser muy habitual por otro lado. El mundo de la enseñanza es duro -en ocasiones, mucho- pero es un camino de doble sentido donde no solo aprenden los alumnos sino que el profesor también cambia su rol en determinadas circunstancias. Y es en esos casos cuando se vuelve tremendamente apasionante.

Caralibro: Este relato nos recuerda las bondades y los inconvenientes no solo de esa red social - a la que a veces yo también llamo así - sino de todas y cada una de las existentes. Y también, hace una crítica a la evolución de la sociedad, cada vez más dependientes de ellas. Por todo, creo que es bastante necesario que relatos como este se difundan y compartan.

El animal era yo: De nuevo este es otro relato que es necesario difundir y compartir porque, desgraciadamente, el maltrato a los animales cada vez ocupa más portadas y noticias en prensa. Su título no puede ser más acertado porque, en la mayoría de las ocasiones, el verdadero y único animal es el ser humano.

Perder es ganar: El mensaje de este relato es muy cierto y poderoso. Nos están educando en la era de la competitividad excesiva, la cual tiene como consecuencias, entre otras cosas, el odio irracional al prójimo. También es cierto que en muchas ocasiones los padres vuelcan sus propias frustraciones vitales en sus hijos y terminan pagándola con ellos cuando las cosas no les salen como desean. De ahí que las derrotas sean tan importantes como lección vital, no dolorosa, pero necesarias para aprender.

La casa de Alicia: Este relato que jamás imaginé que sería de terror es mi favorito de todos los ahí incluidos. No solo porque trata el Alzheimer desde una perspectiva novedosa, además nos recuerda que a veces no es más rica la persona que más posesiones tiene y, como he mencionado antes, se trata de un relato de terror.

Un juego sagrado: Más que un juego sagrado, yo o hubiera titulado Oda al fútbol. Coincido plenamente con todas y cada una de las palabras que lo conforman porque yo también soy muy futbolera.

El otro lado de la historia: Con este relato se nos recuerda que no es oro todo lo que reluce y que toda persona tiene una cara oculta bastante fea que nos sorprendería si alguna vez se descubriera. Personalizado en la figura de Gastón, quien es el hijo preferido de la familia. Él se mata en un accidente conservando así su imagen heroica para la posteridad. Y sin embargo, hacía bullying a su hermano por su sexualidad. Un hermano que, a pesar de odiarle por el calvario que le había hecho vivir, lo echa de menos también y se culpa a sí mismo de haber deseado su muerte, demostrando así que, de los dos, él era el bueno.

Una cita con la muerte: En este relato se nos recuerda lo que desarrollamos nuestras pulsiones vitales al estar cerca de la muerte. En este caso, ella es bastante guapa y, además de gozar de sus visitas, le sirve como recordatorio de todos y cada uno de los aspectos de su vida que tiene que mejorar.

El capitán del cielo
: Este relato es un homenaje a Maradona, el capitán de Argentina, un hombre que, a pesar de su estado y consideración divina era al mismo tiempo tremendamente terrenal. Quizás por eso despertaba tantas pasiones entre su pueblo, quien a día de hoy - y a pesar de sus luces y sus numerosas sombras - sigue orgulloso de él. Con este relato también me he dado cuenta de que el autor -como yo- es bastante futbolero.

Retazos: El último relato está lleno de referencias a la literatura, subrayando así la importancia de esta no solo en la vida del autor, sino que debería serlo en las vidas de todos y cada uno de nosotros. También está lleno de preguntas existenciales que deberíamos hacernos en algún punto de nuestras vidas si no lo hemos hecho ya. Y por último, él y yo volvemos a coincidir en lo de los retazos. No voy a hacer spoilers, pero es algo más de lo que os pensáis y por eso, está muy traído y usado como título.

Dice una frase popular incluida en el propio libro que Segundas partes nunca fueron buenas. Bien, usaré otra frase hecha popular para rebatirla: Este es La excepción que confirma la regla, pues la calidad de los relatos, la diversidad de temas y enseñanzas de los mismos y sobre todo, la necesariedad de ser compartidos para ver si así sirven como punto de inflexión para el cambio en determinados aspectos de la sociedad, se mantienen y continúan como en su primera parte.

¡Muchas gracias de nuevo al autor por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!

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