Cualquier otro nombre de Olga Andreu

¡Buenas tardes!

La entrada del post de hoy está dedicada a una nueva colaboración en digital con la autora. Esa no es la
parte novedosa, lo que la hace diferente lo explicaré en la segunda parte de la misma.

Aunque fue publicada hace relativamente poco tiempo, lo cierto es que la autora a inicios de este mes hizo una llamada por sus stories en Instagram preguntando a interesados por querer leer las primeras páginas de su nueva novela. En este caso, dado que ya la conocía de antemano... supe que iba sobre seguro en cuanto gustos porque su novela, si bien fue de las primeras, me gustó mucho.

Para mi sorpresa y honor, fui aceptada como colaboradora y de nuevo, hubo una doble sorpresa porque, en ese email, no solo nos revelaban la espectacular portada, sino que además nos explicaba una serie de "privilegios" y sobre todo, lo que yo pensaba que iban a ser los tres primeros capítulos de la obra a lo sumo, se convirtieron en más de 100 páginas... que devoré y me dejaron con ganas de saber más. Mucho más.

Una vez explicadas las circunstancias de cómo este libro llegó a mis manos, os dejo con la sinopsis y mi opinión de Cualquier otro nombre de Olga Andreu.

SINOPSIS

TODA GRAN HISTORIA ESCONDE UN SECRETO

Las tranquilas vidas de los habitantes de Locklage, en las tierras altas de Escocia, se ven repentinamente sacudidas por la llegada de Carmen Fernández, la representante legal de la familia más odiada del pueblo. Lo que ellos no saben es que Carmen no es quien dice ser.
Sin embargo, el joven veterinario de la localidad, Iver Miller, parece estar muy interesado en conocer a la recién llegada y entablar una relación que a ninguno de los dos le conviene.
Eirin Moyer, la única persona que le brindará su amistad nada más poner un pie en el pueblo, será quien le confíe algunos de los secretos que esconden los lugareños, sin conocer que la propia Carmen está allí buscando respuestas acerca de lo que sucedió con la familia de su padre cuando este huyó años atrás sin dejar rastro.
Una novela donde atmósfera, misterio y conflictos emocionales se entrelazan con precisión para crear una historia de amor sin precedentes


OPINIÓN

Llegados a este punto de la entrada, es momento de explicar por qué esta reseña es diferente a otras que he realizado anteriormente porque, tuve que dejarla a la mitad. De hecho, esta publicación la empecé el día seis de octubre y no ha sido hasta hoy, día veinticuatro del mismo mes, que la he publicado.

Como ya he mencionado antes, la portada me ha gustado mucho y describe a la perfección al señor Miller, el protagonista de la historia. Sí, efectivamente esta es una historia de highlanders -un tema que me encanta - pero que no se parece a nada de lo que había leído hasta el momento.

Con respecto al título, me lo imaginé como la clásica historia de odio entre familias estilo Romeo y Julieta en las Tierras Altas de Escocia. Y, si bien el odio es uno de los motores en esta historia, mis tiros erraron... de nuevo.

Entrando ya en la reseña propiamente dicha, no calificaría esta novela como una historia de amor porque, aunque lo hay, es bastante secundario. La calificaría como una novela en cierto modo biográfica y de búsqueda de las raíces de uno mismo y la aceptación y el conocimiento de uno mismo. En ese proceso, hay un gran mensaje en contra de los prejuicios, el daño que pueden hacer las palabras, nos demuestra también que, si una mentira se repite durante mucho tiempo, esta puede transformarse en una verdad y sobre todo... es un canto a la libertad en todas sus facetas y a las segundas oportunidades.

Todos estos temas hilados con maestría junto a un misterio que me tuvo enganchadísima -la novela me duró menos de un día, solo digo eso - porque, por más que intentaba pensar en qué podría ser, en ningún momento pasó por mi cabeza el desenlace final. Amén de que todas mis pesquisas y teorías fallaron estrepitosamente.

¿Cómo? A través de los protagonistas y los personajes secundarios.

Estos protagonistas son, de un lado Carmen, una diseñadora de bolsos mitad española, mitad escocesa a la que su padre abandonó hacía diez años y murió hace cinco. Un progenitor que era bastante temeroso y poco cariñoso y que, a causa de esto ha moldeado el carácter de su hija en este aspecto, a quien definiría como pragmática, clara y temerosa.

Su "poco" romanticismo ha hecho que empatice con ella desde el primer momento porque yo tampoco soy muy cariñosa a la hora de demostrar mis sentimientos y también me caracterizo como poco romántica. Si sois como nosotras dos, os recomiendo una canción titulada Romantic de Hooverphonic porque, os sentiréis muy identificados con su letra.

Hay a quienes sorprendió el hecho de que tuviera una relación amorosa con Oliver al inicio de la novela. Siento discrepar porque, es evidente que ella no le quiere y además, así la autora introduce el tema de las relaciones sentimentales por costumbre en las que la compañía mutua es el principal factor para que dos personas compartan sus vidas. Desgraciadamente, la soledad es un enorme problema en la actualidad y por eso, existen numerosas relaciones de este tipo. Por eso me ha gustado mucho la inclusión de un personaje como Carmen y que se incluyan aspectos "oscuros" de la realidad para recordarnos que están ahí.

Aunque ella no lo sepa, creo que, de modo inconsciente, la influencia de su padre es más grande de lo que piensa ya que, por eso es como es y, al mismo tiempo, este le lleva a renegar de su herencia escocesa. Casi diría que borra esa parte de su vida, siendo el ejemplo más evidente la falta de uso de su apellido escocés.

Sin embargo, no se puede escapar del destino y este regresa cuando menos se le espera para poner las cosas en su sitio. En este caso, en forma de la muerte de su abuela, una mujer que, como única heredera de la familia, le lega algunas propiedades en Locklage; una pequeña alquería situada en Escocia. Y por ese motivo, ha de viajar allí para poner las cosas en su sitio.

Un puro trámite en apariencia cuando se le comunica que debe permanecer un mes allí. No habría problemas ante la idea de gozar un mes de vacaciones en la tierra de sus ancestros... si no fuera porque no es bienvenida allí. Y con esta xenofobia por parte de los lugareños, la autora introduce un segundo mensaje importante: está muy bien proteger lo que nos caracteriza con afán de protegerlo, pero los extremos nunca son buenos. Y en este caso, el recelo - e incluso el mal trato que recibe Carmen a su llegada - es el mejor ejemplo de esta afirmación.

Con este viaje, Olga también plantea la siguiente coyuntura: ¿se puede sentir la llamada de la tierra? Sí que es cierto que existe un embrujo e idea general acerca de lo mágica que esta tierra, pero... ¿puede extrapolarse a otros territorios, sobre todo cuando no se ha tenido ninguna relación con ellos antes?

He de confesar que tengo una pequeña vena sádica porque, a pesar del vacío y lo mal que tratan a Carmen a su llegada - con la excepción de Eirin, de la que pensé que era mil personajes diferentes, así como que compartía más de un vínculo de algún tipo con la protagonista - me gustó que lo pasara mal ya que por ese motivo, el espectacular paisaje escocés adquiere una importancia que, de otro modo no hubiera alcanzado.

Y hablando del paisaje, con él como premisa, Olga hace también una crítica a la dependencia de las redes sociales que existe en la actualidad. Actualmente, preferimos inmortalizar el viaje y compartirlo con los demás antes de disfrutar de la experiencia y quedarnos lo vivido para nosotros. En mi caso, pienso que lo ideal sería buscar el equilibrio entre ambas posturas.

Volviendo a Locklage y sus habitantes, lo primero que he de decir es que, pese a su escaso número son de los más variopintos y que me ha gustado mucho que actuaran como Fuenteovejuna a la hora de proteger con celo e impedir que Carmen lo descubriese. Y lo entiendo en ambos casos, sobre todo porque a mí me gusta tampoco ir cotilleando de las miserias y circunstancias de las personas si las aludidas no están delante, por mucho que hayan nominado a un representante - que es la coartada y "mentira piadosa" que usa Carmen para explicar su presencia allí. Lo que sí que nos les voy a perdonar jamás es que ese vacío se extienda a Roi, el perro, solo por el mero hecho de ser de la familia. Eso sí que no porque es mi lugareño preferido.

Admito que el misterio por tratar de desentrañar el motivo de ese odio tan visceral a la familia de Carmen me absorbió tanto que olvidé la posibilidad de que existiera una historia de amor. Y aunque sabía que ella no sería de enamorarse fulminantemente, compartía la idea de las amigas en lo de disfrutar la experiencia patria al completo y que, si le presentaba un dulce, que se lo comiera porque a nadie le amargan.

Y ese, el bombón a catar por su parte también fue la segunda investigación que llevé a cabo mientras leía sus páginas ya que, hubo momentos en los que dudé que el propio Iver -alias el maromo veterinario - lo fuera, a causa de lo atípica de su relación, en la que dan dos pasos hacia atrás cada vez que juntos dan uno hacia adelante.

Él es el canal a través del cual la autora nos recuerda que no hay que dejarse llevar por la imagen que nos transmite el físico de una persona - en este caso, la suya es bastante agresiva al tener el cuerpo cubierto de tatuajes -. Con respecto a los tatuajes, he de decir que me ha gustado el hecho de que todos tengan un significado porque yo tengo tres -de momento- pero todos tienen su motivo.

Junto a ese primer tema del hombretón de aspecto duro pero que en realidad es todo un sensible, Iver es el mejor ejemplo de la importancia de la empatía y las segundas oportunidades en la vida porque todos cometemos errores.

No puedo decir que su historia de amor me haya gustado porque, considero que, en realidad no lo es como tal, pero sí que la historia del acercamiento entre dos personas llenas de miedo, dudas y que no saben cómo amar, ha sido preciosa. Incluso ha tenido sus tintes cómicos cuando él se ha picado al pensar que Carmen no se sentía atraída físicamente hacia él cuando era todo lo contrario. ¿Cómo no iba a estarlo, hijo mío?

Por último, no puedo concluir este análisis sin volver a hacer mención al misterio y al secreto guardado bajo llave de ese enclave de las tierras altas escocesas porque, dado que hubo una parte en el libro en el que la historia de avecinamiento entre los protagonistas se convirtió en el tema principal de la novela en favor del enigma, llegué a pensar que este acabaría irresuelto.

Para mi fortuna, eso no sucedió así. Es más, la explicación del mismo fue tan inesperada y preciosa que me encantó, sobre todo por el mensaje que se puede extraer de él. Me encantó y lo aplaudí a rabiar.

Tanto, que os recomiendo muchísimo su lectura, no solo porque se ve la enorme evolución de la pluma de Olga, sino porque vosotros también sucumbiréis a la tentación de querer convertiros en detectives por un día e intentar descubrir qué fue lo que sucedió realmente en tan mágico lugar.

De nuevo, muchas gracias a Olga por el envío del ejemplar.

¡Nos leemos pronto! 


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