Si salimos de esta de Ana Calderón

¡Buenas tardes!

La entrada y el post de hoy están dedicados a una novela que había visto muchísimo por Internet y que 
desde que vi la portada tuve una atracción inmediata hacia ella. La cosa se quedó ahí y, libros por un lado y por otro... mis ganas no disminuyeron pero las páginas de otras novelas y sus personajes se fueron interponiendo en nuestros caminos... hasta que colgué una foto de Emérita Lúdica y la escritora me comentó indicando que sus padres eran de mi ciudad. Ahí las ganas volvieron a hacerse patentes con toda su fuerza. Y esa podría considerarse como una serendipia o un primer aviso ya que, justo, días después una cuenta de Instagram anunció un libro viajero de esta novela.

Obviamente, en cuanto lo vi, no dejé pasar la oportunidad y crucé todos los dedos de mi cuerpo para resultar entre las seleccionadas. Mis súplicas fueron escuchadas - doblemente porque además me tocó estar entre uno de los primeros puestos - y por eso hoy, día de Halloween, puedo escribiros esta reseña.

Una vez explicadas las circunstancias de cómo este libro llegó a mis manos, no me entretengo más y os dejo con la reseña de Si salimos de esta de Ana Calderón.

SINOPSIS

¿Has sentido alguna vez que el camino equivocado es en realidad el camino correcto? Descubre a Olivia a través de su lista de reproducción y sumérgete en su nuevo mundo.
Olivia es locuaz, obstinada y una romántica empedernida que a sus treinta y seis años sigue creyendo en los cuentos con final feliz. Tras diez años viviendo en Londres y con una desgarradora ruptura sentimental a sus espaldas, Olivia emprenderá una nueva búsqueda hacia esa idílica felicidad que cree desear.
Pero Olivia no sabe que una serie de acontecimientos pondrá su vida patas arriba y le abrirán un nuevo camino a un mundo donde los sapos se confunden con príncipes y los finales no siempre son felices, un mundo lleno de peligros totalmente desconocido para ella. Con su amiga Maca y la música que siempre la acompaña y la guía donde vaya, tendrá que decidir cuál de los dos caminos es el correcto y cuál es el equivocado.



OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, me gustaría decir que otro de los motivos por los que quise leer este libro era porque no conocía la pluma de la autora y ya sabéis de mi ansia por conocer nuevas plumas. Junto a esa razón, otra más fue que, Olivia, la protagonista y yo, compartimos algunos rasgos comunes. Así, ambas estamos en la treintena, hemos vivido en Inglaterra y nos encanta el señor Darcy. Y cuando digo Darcy yo digo Colin Firth porque, todos los que vengan después son imitaciones mejores o peores del personaje decimonónico y actual que este señor interpretó. Así que sorry not sorry.
A modo de resumen para con este párrafo, por pura empatía, debía conocer su historia.

Ya he mencionado anteriormente la portada, la cual he de decir que me gusta mucho, especialmente el contraste entre la chica de la portada y el fondo amarillo -el cual no sé si es una mención a la ausencia de sol en Inglaterra, pero lo mágico que es cuando luce en todo su esplendor.
Vuelvo a Olivia porque, desde el principio la cara me sonaba. Sin embargo, no fue hasta que se mencionó el parecido en la novela, no caí en la cuenta. Y, aunque la chica que sirve de inspiración para el personaje no me cae nada bien, no sucede lo mismo con su personaje.

Son muchos los temas que se tratan en esta historia de amor que merecen ser desarrollados en profundidad.

Para empezar el tema del propio amor porque hay muchos tipos de amor mencionados aquí:

Así, el primero es el amor a un lugar que no es tu lugar de nacimiento pero que se convierte en tu hogar. Y aquí, ese sitio es Londres. Y en este primer tipo de amor nos introduce una práctica que será común en los otros tipos incluidos porque, no narra y describe un Londres idílico, sino que lo hace incluyendo sus luces y sus sombras. Del mismo modo que no se detiene en admirar los lugares más famosos y turísticos sino que prefiere detenerse en zonas menos "populares" y "dignas de visita"... justo como hará Olivia con Ben.
Personalmente, esta metáfora es la que mejor describe el enamoramiento entre dos personas ya que, cuando quieres a alguien, lo haces en su totalidad, con sus virtudes y sus defectos y no deteniéndote únicamente en las cosas buenas.

El segundo tipo de amor, podría ser considerado también un homenaje... a la música. Me vais a perdonar el atrevimiento pero, me incluyo dentro de este grupo porque, no puedo vivir sin música. Y, si bien no creo que todos los momentos de nuestra vida puedan ser representados con una canción, sí que hay instantes que son canciones y viceversa. Y que la conjunción de todos ellos son los que conforman la banda sonora de nuestra vida.
De ahí que la idea de que esta novela estuviera acompañada de una playlist, si bien no me resultó novedosa, sí que la aplaudí. Además de que hay de todo un poco y te permite descubrir - o redescubrir, dependiendo de la edad que el lector tenga o lo que le guste el panorama musical internacional - a diferentes cantantes y grupos. 
He de decir que, si bien sabía de antemano que existía una canción de Love of Lesbian titulada así, jamás imaginé que el título de este libro se debiera a ella. 

Y el tercer tipo de amor es, el elemento conductor de la historia. Es decir, el que surge entre Olivia y Ben. Un amor al uso pero que se cuece a fuego lento y no sin obstáculos y dificultades a superar. En él, he visto muchas referencias a Bridget Jones - películas que pueden gustar más o menos, pero que yo englobo en la categoría de films que no me canso de ver - y a Orgullo y Prejuicio - de la que Bridget Jones es, a su vez una versión contemporánea - y que me ha encantado leer.
Al hilo de esto, si ya era fan de las serendipias antes de leer esta novela - de hecho fui parte activa secundaria de una con un final muy feliz que aún dura a día de hoy - tras haberla terminado, lo soy aún más.

Un segundo tema muy importante que se trata en esta novela es la empatía. En este caso, la autora lanza un recadito a la sociedad contemporánea por la ausencia de práctica y nos recuerda, especialmente a través de Ben y de la mejor amiga de Olivia, Maca.
Ambos personajes me hicieron ser consciente de que nadie somos lo que parecemos a simple vista y que todos cargamos con nuestros demonios personales, quienes deciden mostrarse de manera más o menos evidente. De ahí la importancia de pequeños gestos como la educación a través de un simple gracias o una sonrisa de apreciación.

Un tercer tema muy importante es la familia. En este libro las hay de numerosos tipos y también se nos recuerda que hay familias que no son de sangre pero cuya unión es mucho más poderosa que cualquier vínculo de unión a través de esa vía. Relacionado con este tema familiar, se trata y se discute el tema de la paternidad. Dicho de otro modo: padre no es quien te da a luz, sino quien lo da todo por ti y decide quererte y cuidarte, aunque eso suponga realizar sacrificios muy duros para sí mismo. ¿No es ser altruistas la mayor demostración de amor hacia otra persona?

Un cuarto tema de vital importancia es la comunicación. En este caso, este tema se trata desde una doble perspectiva porque, el clímax de esta historia se produce precisamente por la ausencia de la misma. Y este problema de falta de comunicación la autora lo hace extrapolable al resto de la sociedad, indicando que, hoy día y cada vez más, nos comunicamos menos cara a cara prefiriendo hacerlo por otras vías. A pesar de que con eso precisamente los malentendidos son más propenos a suceder.
Y, cuando alguien tiene problemas de este tipo, la ayuda de un psicólogo y grupos de terapia es fundamental. Por eso, me ha gustado mucho la inclusión de escenas de este tipo entre las páginas de esta novela.

Y un quinto y último tema aquí desarrollado es el amor propio. Sí, soy perfectamente consciente de que es un tipo de amor y por eso, podría ser incluido en el apartado de los diferentes tipos de amor. Sin embargo, creo que es el mensaje más importante de toda la novela.
Nadie es perfecto me gustaría recordar, del mismo modo que lo hace la autora y por eso, todos los personajes de sus novelas tienen aspectos positivos como negativos.
Es tal la importancia del mismo que por eso he considerado ejemplificarlo a través de la relación de Olivia con los diferentes hombres de su vida:

- Alex representa al primer amor, el cual dicen que nunca se olvida. Olivia cumple con este patrón ya que, a pesar de todas las señales rojas, comportamientos típicos de chico malo - que por otra parte, son los que más nos atraen a primera vista - y, en definitiva, de que ambos son los mejores representantes de lo que es una relación tóxica que no se debe tener... ella vuelve una y otra vez a caer en la misma piedra. Demostrando así que en esta etapa de su vida no tenía amor propio y además, confundía el concepto de lo que es amor. Es un cerdo, pero al menos lo ves venir.

- Dan en cambio... las mata callando. Es el mejor ejemplo de que los príncipes azules no existen y que hay que tener mucho cuidado con las apariencias porque engañan. En mi caso así fue. Su arco argumental para con ella tuvo una deriva que no me gustó nada. Y él es el arma que usa la autora para hacernos ver que no se pueden forzar los sentimientos hacia una persona cuando no son correspondidos. Este lobo con piel de cordero terminó cayéndome fatal hasta tal punto que no me creo sus aparentes sentimientos verdaderos hacia otra. Sin embargo, como digo, las personas están llenas de claroscuros y, aunque en muchos casos es un inmaduro cabezota, sabe separar la vida profesional de la personal y -aunque le cueste - reconoce el talento y el esfuerzo de Ben.

- Y hablando de Ben... si existe un personaje que, por vicisitudes vitales difiera del príncipe azul, ese es él. ¡Tremenda historia la suya! ¡Cuánto drama por el amor de Dios! No fueron pocas las veces que tuve el corazón en un puño y me costase trabajo tragar saliva al conocerle poco a poco.
Como contrapartida, es también el mejor ejemplo de las segundas oportunidades que te da la vida y que, a veces, lo único que necesitamos como un unto de inflexión cuando toda esperanza está perdida es una palabra de aliento y que una persona crea en nosotros. Por este motivo, creo que podéis entender que me encantó el arco argumental y la evolución tan espectacular que tuvo a lo largo de sus páginas. Asimismo, adoré que fuera fan de los vinilos porque, lo retro está de moda y, personalmente, creo que la calidad del sonido de este formato es imposible de igualar en otros.
Y, de nuevo, él tampoco es perfecto. Destacaría como aspectos negativos que, a pesar de que entiendo sus motivos, no se puede forzar a nadie a expresar los sentimientos por otra. Especialmente porque, en muchas ocasiones, no hacen falta palabras para hacerlo puesto que los actos bastan y sobran. Y sí, esto lo escribe la misma persona que ha escritos párrafos atrás lo importante que es la comunicación en todos los aspectos de nuestra vida. Pero en este caso, esa ambigüedad la siento así porque, soy más del tipo de persona que prefiere el acto como canal para expresar sentimientos a la declaración en sí.

Y un segundo problema que este señor tiene -y muy grave además - es que ni ha entendido ni le gustan las películas de Bridget Jones y por consiguiente, tampoco lo hace el señor Darcy. Una persona que, paradójicamente idealizamos como alguien perfecto cuando, dista bastante de serlo. Lo siento Ben, pero eso sí que no te lo perdono.

Por último, no me gustaría terminar este post sin recomendaros encarecidamente la lectura de esta novela y que, tampoco os dé miedo a empezarlo porque sea un libro "gordote" ya que no le sobra ninguna página. Al contrario, en mi opinión le harían falta algunas más ya que el clímax se resolvió en mi opinión demasiado rápidamente. Salvando ese aspecto, el libro es genial y me ha encantado de principio a fin.

Me ha gustado tanto que, espero ya con ansias la segunda parte - espero que la haya -. Del mismo modo que también deseo que, llegado ese momento, Ana se decida a publicar un pack especial porque... se merecen un espacio entre mis estanterías.
Y si no, desde aquí ya digo que cuente conmigo para otro libro viajero de esa segunda novela porque, he disfrutado mucho la compañía de Olivia y la panda, amén de que London is always a good idea.

¡Nos leemos pronto!


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