30 días para salvarte el culo de Raquel Antúnez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con una novela que leí gracias a ser parte del grupo de 
cuentas seleccionadas en un libro viajero organizado por la propia autora en colaboración con la cuenta @librossinmiedo.

Tras un paquete lleno de confeti - dentro del propio libro incluso - acompañado de una libreta y un marcapáginas - junto a una sorpresa también que no desvelaré pero que me encantó - me decidí a leerlo tras terminar una lectura pendiente, a sabiendas de que, si me ponía inmediatamente con él, me duraría un suspiro.

No quiero adelantar mucho más, así que una vez explicadas las circunstancias de cómo el libro llegó a mis manos, os dejo con la sinopsis y mi opinión de Treinta días para salvarte el culo de Raquel Antúnez.

SINOPSIS

«Cien páginas, treinta días».
Ese fue el mensaje que comenzó con mi pesadilla. Lo veía venir, mi vida a tomar por saco. ¿Cien páginas en treinta días cuando llevaba un año en el que el ordenador apenas lo encendía para buscar webs con las que paj…, bueno, para buscar webs que no tenían que ver con el maravilloso arte de escribir? ¿Y qué demonios le había pasado a Bárbara, que de pronto parecía poseída por el demonio? ¿Alguien me lo podía explicar? Las mierdas de una en una, por favor. Menos mal que apareció Valentina, Santa Valentina. Ya veréis, ya.
¿Santa Valentina? Sí, santa yo y santa mi paciencia, con todo lo que he tenido que aguantar. Madre mía, no he visto yo hombre más desastroso en la vida que el reputado escritor Alessander Boneta, pero aquí, entre tú y yo, bueno está un rato y, aunque me costó descubrirlo, tiene buen fondo. Cuando vi aquel anuncio que rezaba: «Se busca ghostwriter», nunca imaginé cuánto iba a cambiar mi vida, nuestra vida.
¿Te lo contamos?


OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, me gustaría decir algo acerca de la portada porque me parece un acierto, por lo luminosa de la misma. En mi caso diré que el color es un color que me gusta mucho, pero que, a su vez es algo arriesgado porque no es santo de la devoción de muchos. Cuanto menos, si se es artista porque... todo el mundo sabe cuál es el color de la mala suerte en el mundo del teatro en España... así que, por eso, aplaudo su valentía.
Junto a ese amarillo limón, el hecho de que haya esbozado las características físicas de los protagonistas pero no les haya puesto cara -dejando así plena y absoluta libertad al lector para imaginárselos como buenamente quiera - me parece un acierto que me ha gustado mucho.

Mentiría si dijera que este libro no me ha sorprendido para bien porque, he de confesar que no me lo esperaba así. Dicho de otra manera, que he vuelto a hacer pleno en lo que a podría suceder en una novela... para mal.
En mi desorbitada imaginación, me imaginé una convivencia infernal entre escritor oficial y su ghostwriter a causa de sus extremas diferencias en su modo de vivir y actuar. Incluso llegué a pensar situaciones tan exageradas que me parecerían increíbles y me reiría a carcajadas.
Y mal rollo hubo, sí. Así como desencuentros y desavenencias varias por sus diferentes modos de verla vida, pero hubo mucho más además de las risas y sonrisas que la novela me sonsacó.


Temas que me gustaría destacar en esta preciosa historia de amor entre Valentina y Alessander.
Sin embargo, antes de analizarlos, quiero hacer una segunda confesión. Y es la de que tuve miedo con respecto a lo que me podría encontrar en esta novela, ya que, en la novela anterior de la autora, la protagonista me cayó bastante mal y no quería odiar a ninguno de los dos en esta ocasión - no la odié, pero me cayó tremendamente mal -.

Pero, y eso es un consejo que doy a todos y cada uno de los lectores que me lean, lo que yo hice es empezar de cero con ella. Es decir, tratar su pluma como si nunca la hubiera conocido. Y en cierto modo no iba desencaminada porque son historias diferentes que no forman parte de una misma serie.
Partiendo de ese cero, me imbuí en la historia bien dispuesta a disfrutarla y... ¡vaya si lo hice!

Como he mencionado anteriormente, esta es una historia de amor con protagonistas atípicos, no físicamente hablando -se les puede considerar heteronormativos- sino por su edad. Uno ya ha superado los cuarenta, mientras que la otra se acerca "peligrosamente" a esa edad. ¿Por qué destaco esto? Porque no es una edad habitual para protagonistas de una novela, y menos si hablamos de comedia romántica. De ahí que ese sea un punto bastante positivo en la novela: el de visibilizar a grupos de edad poco habituales del género.

Alessander es un escritor famoso con un complejo de Peter Pan enorme, además de ser bastante inmaduro, pelín vago y un procrastinador nato. Como podéis imaginar, no tuve la mejor primera impresión de él. Pero, y he aquí uno de los mensajes más importantes del libro, las apariencias engañan y él, a pesar de ser todo eso, es mucho más de lo que aparenta. Asimismo, lo usa como arma para lanzar un mensaje a la sociedad. En este caso ese el de que no es tan fácil escribir una novela como parece, así que basta ya de hacer de menos a la profesión.

No seré yo quien critique el modo de escribir de un escritor o su planificación porque, cada persona es un mundo, soy un pelín desordenada y además, no formo parte del mundillo. Sin embargo, entiendo perfectamente bien el hartazgo tanto de su editora como la editorial con la que suele publicar porque, sus sueldos y éxitos también dependen de él.
Así que, a pesar de que es pelín coñazo, si yo estuviera en la situación de Mayte, haría lo mismo.

Medidas desesperadas requieren soluciones desesperadas. Y en este caso, ellas se encarnan en la persona de Valentina, una profesora de Lengua y Literatura con unas circunstancias personales y laborales duras - y, en cierto grado, humillantes para ella - que la obligan a romper con todo y buscar nuevos métodos con los que buscarse la vida. Efectivamente, es diametralmente opuesta a Aless - tanto que él, la llama irónica y despectivamente "Santa Valentina" y por eso mismo, ella resulta ser la elegida para hacer de ghostwriter en la última novela del superventas... a pesar de carecer de experiencia en el tema. De hecho, por este motivo, llegué a sentir miedo por ella ya que el otro es bien pájaro y pensaba que se aprovecharía de ella.

Será a través del cambio de trabajo el medio por el que la pareja se conozca y además, el canal por el que la autora lanza también un mensaje al mundo editorial porque, este acuerdo -que a nosotros nos parece sorprendente y hace que nos llevemos las manos a la cabeza- es más habitual de lo que parece. Y no son solo autores conocidos y reputados los que recurren a él, también algunos menos conocidos e influencers famosos lo hacen.

Pero, Valentina de santa tiene poco, especialmente cuando tiene a un señor maromo como a Aless delante de ella a diario, así que, esa tensión sexual no resuelta entre ambos desde el principio y sobre todo, la evolución en romance, me ha encantado. La he disfrutado muchísimo. Por no hablar del fuego que ambos son y que arde salvajemente cuando están juntos... uff...

Destaco también la relación madre e hija por la cercanía de la misma, por el intercambio de roles de poder en muchas ocasiones, pero sobre todo por el colegueo y el profundo amor que se profesan la una por la otra; no solo con muestras de cariño sino por ser la roca o el bastón en el que apoyarse en los momentos de dificultad. Rol que aquí comparte con Lea, su mejor amiga. Pero de ella ya hablaré más adelante.
He leído por ahí como aspecto negativo una acción que la hija comete y que es la causa primera y última del clímax de la historia. Desde mi punto de vista, yo no lo entiendo así. Al contrario, el hecho de que cometa errores le da muchos visos de realidad a la historia. Y es que sí, puede ser muy madura pero... no deja de ser una adolescente y como tal, es bastante impresionable para con los hombres. Especialmente si son famosos y tienen el portento físico de Aless.

Y es que, si tuviera que utilizar una palabra para describir esta novela, esta sería real ya que, ningún personaje es perfecto. Es más, todos tienen sus aspectos positivos y negativos... como buenos seres humanos que somos. Además, ¿dónde estaría la gracia si todos fuéramos perfectos?
¿Cómo no va a gustarme una novela donde los personajes actúan como cualquier hijo de vecino y perfectamente podría encontrármelos por las calles de mi barrio? Imposible.

En cuanto a los temas importantes de los que he hecho ligera mención antes, los trato de forma más profunda aquí:

* El primero es el de las apariencias. Por supuesto, no niego que no haya que fiarse de nuestras intuiciones y primeras impresiones - sería una hipócrita porque soy la primera que lo hace - sin embargo, la experiencia me lleva a añadir un pero en este caso ya que, hay que concederle el beneficio de la duda a una persona.
Y sobre todo, el físico solo es una parte de un ser humano, así que no hay que tomarla como única referencia a la hora de calificarla porque... podemos equivocarnos; tal y como me sucedió con Aless. Una persona a quien al principio critiqué -llegando a caerme mal incluso- pero que, terminó por conquistarme por completo a pesar de su cobardía, eso sí. Estoy enamorada de él y muy especialmente, de las dedicatorias que escribe. Claro que, en este caso, parte con ventaja, como buen profesional del sector que es.

Unas apariencias engañosas que están presentes en todos y cada uno de los personajes - incluyendo a Lea aquí también - y con las que Raquel nos insta a ser más tolerantes, empáticos y abiertos de mente con los demás, dado que, como no sabemos leer las mentes, no podemos conocer qué siente, piensa o padece ante determinada situación o tema.

* El segundo tema es el de las inseguridades, no solo físicas sino también mentales. Un tema que, desafortunadamente nos afecta a todos también y que no hace ascos a la potencia física o mental de las personas. De ahí que, de nuevo, la autora vuelva a incidir en el mensaje de la empatía y en ponerse en el lugar de los demás mucho más a menudo. Por ese motivo, está íntimamente relacionado con el anterior y... que a su vez se conecta con el tercer tema importante de la novela, que es el de las relaciones amorosas sanas.

* No quiero desmerecer a los otros anteriores, pero, tratándose de una comedia romántica, considero que este es, quizás el más importante de todos. ¿Por qué? Porque, existen muchas parejas y relaciones malsanas y tóxicas que se aprovechan de las inseguridades existentes en uno de los miembros de la pareja para manejarla, controlarla e incluso, amedrentarla. Y eso no es sinónimo de una relación de pareja bonita o sana, al contrario.
De nuevo, cada pareja es un mundo y los límites de la relación han de ser establecidos por las personas implicadas en dicha relación y no por los demás. Lo que sí que tengo claro es que comparto la opinión de la autora acerca de qué debe ser una relación de pareja o cómo ha de comportarse una: si quieres a alguien, nunca has de hacerle de menos, has de respetar sus deseos y sobre todo, dejarla volar en libertad para que sea quien desee ser. O al menos intentarlo.
Una pareja ha de ser compañero de locuras, pero sobre todo de viaje, sin importar el medio de transporte que se utilice. Así que, si deben volar, que lo hagan, pero juntos.

Muchas gracias Raquel por escribir esta maravillosa historia de la que recomiendo su lectura encarecidamente, avisando desde ya que lloraréis, reiréis, os sorprenderéis y lo gozaréis lo más grande.

¡Nos leemos pronto!

PD1: Soy la chica que ha hecho los comentarios en bolígrafo rojo en tu libro, para que sepas identificarme.
PD2: Estoy deseando saber la historia de Lea y su masticado de palabras porque, si bien pueden haber 20 motivos para no enamorarse... hay otros muchos más para sí hacerlo.

¡Gracias de nuevo!

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