Y el reloj marcó las doce de Moruena Estringana

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración. Pero esta es una 
colaboración diversa porque fui yo quien me puse en contacto con la editorial para pedirla. Una acción que no suelo hacer por apuro y vergüenza sobre todo. Sin embargo, esos sentimientos en este caso no estuvieron tan presente porque no es la primera vez que colaboraba con ellos y en uno de sus mensajes me indicaron que, si estaba interesada en cualquiera de los libros, podía hacerlo.

Es también una colaboración de primeras veces porque, aunque la autora es bastante prolífica en sus publicaciones y algunas me habían llamado la atención... no había terminado de decidirme. Hasta ahora. Porque su última novela me convenció desde el momento en que vi esa espectacular portada que no dudé en pedir.

Mi deseo fue concedido y por eso, no os entretengo más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Y el reloj marcó las doce de Moruena Estringana.

SINOPSIS

Una novela romántica muy navideña que nos enseña lo verdaderamente importante: el amor, siempre el amor.

Leslie y Duncan nunca han sido amigos.
Ella, una joven rica malcriada e inconformista.
Él, el hijo del jefe de seguridad y del ama de llaves.
Ambos han pasado mucho tiempo cerca el uno del otro, más allá de eso, nunca han compartido una amistad, salvo todos los años el día uno de enero cuando, al marcar el reloj las doce, Duncan se acerca a la joven para desearle un feliz cumpleaños, mientras el resto se felicitan el nuevo año.
Aun así, Duncan nunca ha visto a la verdadera Leslie... ni él ni nadie.
Tras una fiesta con un fatídico final, y las malas notas de Leslie en la universidad, sus padres deciden enviarla a estudiar fuera con su abuela, para que, sin su dinero y privilegios, aprenda a ser una mujer de provecho.
Ahora Leslie ha acabado la carrera, trabaja en un supermercado y no sabe qué queda en ella de la joven que fue. Para descubrirlo su padre enviará a Duncan hasta dónde vive ahora días antes de Navidad y deberá comprobar si ha cambiado o no, aunque él en su interior piense que es un caso perdido...
Entre dulces de Navidad, canciones y una peculiar anciana que se empeña en que todos amen la Navidad, Duncan se dará cuenta de que, a veces, para ver la verdad hace falta mirar en lo más profundo.

OPINIÓN

He de confesar que no leí la sinopsis porque la portada me distrajo para bien. De ahí que pensara más que se trataba de una historia tipo Cenicienta - sobre todo por el título - a una novela navideña- Eso sí, dadas las fechas en las que nos encontramos, nunca está de más leer una novela de ambientación navideña... no seré yo la persona que se queje.

Esta es una historia de amor, sí. Pero también de redescubrimiento, tanto personal como de la pareja. Un dúo conformado por Leslie y Duncan, quienes viven en las antípodas el uno del otro: mientras que Leslie es lo más parecido a la realeza no aristocrática del lugar - comparación que uso con toda intención porque es una princesa de hielo en público - Duncan es el hijo de su jefe de seguridad. De hecho, pese a que viven en el mismo sitio y hay pocos niños en el lugar, apenas se dirigen la palabra.

Nada es lo que parece sin embargo porque, el comportamiento helado y despótico de ella no es más que un intento desesperado por llamar la atención en busca de amor porque, si bien Leslie es tremendamente rica en posesiones, es absolutamente pobre en demostraciones de afecto, lo cual, como adulta rodeada de niños y adolescentes en mi día a día, me hace reflexionar acerca de determinados patrones de comportamientos. En cuanto a Duncan, no es que no quiera acercarse a ella - de hecho, ambos sienten una tremenda curiosidad el uno por el otro - sino que se lo tienen prohibido... como al resto de los empleados. Sin embargo, se entrevé cierta rebeldía y sentido de la justicia cuando se acerca a ella año tras año para felicitarle por su cumpleaños.

Es también una novela que nos hace reflexionar sobre los prejuicios, utilizando de nuevo a Leslie. Existe un dicho en español que dice "Para una vez que maté un perro me llamaron mataperros" y en su caso, como en la inmensa mayoría de las ocasiones, es difícil deshacerse de la mala fama consecuencia de una acción y acto puntual.

Cinco años después, ella continúa siendo la niña caprichosa y maleducada que despreciaba a todos a los que estaban a su alrededor. Al menos a ojos de Duncan, quien, como sucesor de su padre, es enviado para comprobar si realmente se ha producido un milagro navideño en forma de cambio de actitud.

Poco importa el tiempo transcurrido o lo diferentes que son las circunstancias actuales de Leslie. Eso sí, el tiro les salió por la culata a sus padres porque, lo que pensaron que sería un castigo, en realidad se convirtió en el mejor regalo que pudieron hacerle: no solo goza del regalo e la libertad, sino que tiene oportunidad para conocerse a sí misma y descubrir qué desea o qué no desea hacer; el cual también será el caballo de batalla de Duncan, quien tampoco es completamente feliz con la vida que le han planificado. Y sobre todo... le otorgan la oportunidad de tener una familia - de sangre y no - que la quieren por su modo de ser y no por su poder adquisitivo.

Como he mencionado, es también una novela navideña porque la magia de este período se siente en todas y cada una de las páginas de la novela - a lo que contribuye muchísimo la abuela de Leslie, mi personaje favorito sin duda -. Su presencia es tan fuerte que hará creer a los que no creen en ella.

La amistad es un tema también muy importante en esta novela y, gracias al grupo que Leslie ha creado allí, se hace evidente los diferentes tipos de mujeres y ritmos de vidas que se pueden tener... siendo todos absolutamente válidos.

Es también una novela de amor, porque, aunque lo nieguen, siempre se sintieron atraídos el uno por el otro - siendo más evidente en el caso de Leslie - y, aunque fingen estar prometidos... su romance falso con fecha límite de caducidad - justo en el cumpleaños de ella y continuando con la tradición de felicitarle el día 31 de diciembre -, de falso tiene más bien poco. Sin embargo, gracias a su historia de amor, el lector aprenderá que ofrecerle la libertad a tu pareja para que sea él o ella mismo o misma, es el mejor regalo y el mejor ejemplo de un amor sano que existe.

Me ha gustado mucho esta historia, por la historia y por todos los mensajes que la autora ha incluido en ella, amén de que ese girito final inesperado... me ha mantenido en vilo... para bien.

No puedo concluir el post sin recordaros otro de los mensajes, quizás el segundo más importante, que se encuentra en esta novela: sed siempre vosotros mismos y atreveos a serlo con todos los que os rodean, no permitáis que nadie apague vuestra luz u os obliguen a ser quien no sois.

Por último, agradecer de nuevo a la editorial Click ediciones por el envío en digital y la confianza por querer colaborar conmigo de nuevo. Estaré pendiente al catálogo para ver si, de nuevo, podemos repetir experiencia.

¡Nos leemos pronto!


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