Siete vidas para Julia de Eva Mayro

¡Buenas tardes!

La entrada del post de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, Eva 
Mayro,  a quien agradezco el envío del ejemplar. Esta autora además se encontraba entre mi particular lista de pendientes a leer ya que nunca había leído nada de ella. Y por otra parte, esta novela la había visto reseñada y comentada por numerosos bloggers y bookstagrammers "famosos" a los que sigo, así que, cuando Eva se puso en contacto conmigo para preguntarme si estaría interesada en reseñarla, mis reacciones se movieron entre la incredulidad y la emoción alegre.

Una vez explicadas las circunstancias de cómo el libro llegó a mis manos, no me entretengo mucho más y procedo a dejaros con la sinopsis y mi opinión de Siete vidas para Julia de Eva Mayro:

SINOPSIS

Julia y Aitor son dos perfectos desconocidos con vidas muy distintas, pero ambos tienen algo en común: viven en la ciudad más cosmopolita de España; Madrid.
Ella trabaja en una pequeña agencia de marketing y vive con Elías; su novio, creyente devoto por excelencia, profesor de música y encargado del coro de la iglesia.
Él, en cambio, es figurante en el mundo del cine y continúa intentando olvidar los recuerdos y prácticas de un pasado sombrío.
Lo mejor del destino es que es impredecible, sorprendente y caprichoso. ¿Lo mejor de la vida? Que puedes tener las que quieras cada día, y más cuando tu pareja predica con todo menos con el ejemplo, te quedas sin trabajo por un jefe gilipuertas y descubres, en medio de todo ese caos, que eres feliz con una nueva vida en la que la oscuridad, poco a poco, tiene más cabida.

¿Te lo vas a perder?


OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, me gustaría decir qué fue lo que pensé acerca de lo que la novela me iba a ofrecer tras haber leído el título pues, como de costumbre, me equivoqué por completo.

Dado que Aitor trabaja como figurante dentro del mundo del espectáculo, lo que pensé fue que él la introduciría en el mundo de la interpretación - primro amateur y después más profesional - y que, a través de su nuevo trabajo como actriz, ella viviría una y mil vida encarnando a diversos personajes. Spoiler: no sucede nada de eso.

Después, sí que caí en la cuenta de lo de las siete vidas de un gato y, aunque sí que en parte tiene su importancia y está relacionado con lo que sucede en el interior de la novela, tampoco entendí o vi venir el matiz con el que es tratado aquí.

No consideraría esta novela como una historia de amor. Al menos, no únicamente, porque, si bien hay amor en muchas formas y variantes y es el sentimiento imperante... creo que la potencia del personaje de Julia y su desarrollo personal es tal, que ensombrece al amor.

Como habréis podido imaginar, Julia es la protagonista de esta historia. Una chica que, en apariencia lo tiene todo para ser feliz, pero que, en realidad, en cuanto se rasca su realidad, se descubre que es solo una imagen construida de cara a la galería. Y con esta premisa planteada casi desde el inicio, la autora nos pide un poco de empatía como sociedad para con los demás y también que no nos lancemos de cabeza a la hora de juzgar y prejuzgar a los demás porque quizás nuestros pensamientos e ideas preconcebidas están equivocadas por completo.

¿Por qué digo esto?

Porque ella es una mujer a la que le apasiona su trabajo y por eso, no le importa dedicarle las horas que haga falta para poder sacar adelante las mejores campañas que le encargan. A pesar de ser muy buena, su jefe no la tiene en la consideración que debiera. Al menos en lo que a la economía se refiere. De ahí que, con este repulsivo personaje, Eva ejemplifique de una manera bastante buena a ese tipo de jefes/empresarios que solo buscan su beneficio y mejorar la imagen de la empresa a costa de las vidas de sus empleados, a los que no solo pisotea sino que paga bastante mal. Dicho de otra manera, retrata bastante bien el tema de la precariedad laboral española y de cómo a causa de esto, los empresarios se aprovechan de sus trabajadores.

Además, tiene una relación de tres años con Elías, un hombre que es profesor de música, bastante devoto y con un síndrome de mamitis bastante desarrollado. Los opuestos se atraen y en este caso, esta premia se cumple a la perfección porque Julia no se parece en nada a él. Y para muestra un botón en el tema de las creencias, ya que ella es atea. Desde el principio se ve que es una relación infeliz para ambos donde la rutina hace tiempo que ha ganado la batalla a los sentimientos. Es más, si tuviera que elegir una palabra para describirla, esta sería apatía. O incluso desgana.

Utilizando la descripción de esta relación, la autora nos advierte de que debemos andarnos con ojo cuando estemos atascados en una convivencia como la de ambos porque, sin duda hay algo que no funciona en una de las partes. Y además, deja caer que la sombra de la infidelidad planea sobre ambos.

Me ha gustado mucho leer esta historia porque está llena de situaciones cotidianas que, o bien nos han sucedido a nosotros mismo o a alguien muy cercano de nuestro entorno; de ahí que la empatía hacia Julia sea inmediata. Aquí me salgo del recurso fácil que sería nombrar a las amigas - gran ejemplo y representación de los diferentes tipos de mujeres hoy día, de las cuales ninguna es mejor o peor espécimen que las otras - para poner otro ejemplo que, si bien pudiera parecer algo peregrino, creo que es el que mejor lo ejemplifica. Ese es el tema de la depilación en las ingles.

Será precisamente ahí donde Julia conocerá a su nueva ilusión: Aitor. Y con este primer encuentro, de nuevo la autora nos envía otro mensaje a tener en cuenta: el de que el amor puede aparecer cuando menos te lo esperas y en las circunstancias más inesperadas.

Sinceramente creo que tras el sapo de Elías - un bueno para nada - Julia necesitaba una experiencia de conocimiento de sí misma en el que vivir la vida que merece. De ahí que la vida sea tan sabia y le envíe a una persona como Aitor para que sea justo él quien la acompañe en ese viaje. ¿Quién mejor que un figurante aspirante a estrella de cine para guiarla y hacerle vivir todo ese cúmulo de experiencias y vidas que no sabía que necesitaba para ser ella misma?

Además, la aparición, inclusión y elección de Aitor como vértice de un "triángulo amoroso" - que creo inexistente porque su relación con Elías llevaba tiempo muerta - está perfectamente pensada porque así el lector puede comprobar por sí mismo qué es una relación sana y qué es una relación tóxica y dependiente. Junto a ello, también envía un recado acerca de la doble moral porque nunca se es demasiado tarde o demasiado pronto para volver a enamorarse y/o empezar una nueva relación. Ese es un tema que solo corresponde a los implicados en esa pareja y que no ha de incumbir a nadie más... a no ser que veamos que causa dolor a una o a ambas partes implicadas.

Hubiera sido muy fácil poner en contraposición a uno y a otro. Sin embargo, de nuevo, da toques de realidad a sus personajes porque Aitor dista mucho de ser perfecto. De hecho, tiene un pasado un tanto turbio y bastante misterioso con su ex, Savannah que aún no ha superado y que se demuestra en determinados comportamientos que tiene para con Julia que no me han gustado.

Asimismo, será este pasado el desencadenante del tremendo clímax final con el que la autora nos deja con la boca abierta, muchas ganas de saber más y un último mensaje - en este caso de resiliencia - que el lector debería aplicar a su vida.

He disfrutado muchísimo leyendo esta historia y conociendo por primera vez la pluma de la autora. Tanto, que espero repetir muy pronto y os recomiendo que leáis la novela.

No puedo terminar el post sin incluir el que creo que es el mensaje más importante de los que ahí se incluyen junto al del amor propio, que es el de que el amor te da seguridad, nunca te la quita o te hace sentir de menos.

¡Nos leemos pronto!


Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly