Te esperaba (y ni yo lo sabía) de Melibea

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a un libro que leí en una lectura conjunta de una de las casas 
de El reino del libro. En este caso, de la casa del amor, cuyo título es bastante claro indicando el género de la novela que vamos a leer.

Me inscribí porque no conocía la pluma de la autora y porque la portada de la misma es bastante bonita. Aunque, he de admitir que, al ver que solo había dos paradas en dicha lectura me chocó bastante porque normalmente, para este tipo de libros, se suele dar un mes de tiempo de lectura.

Duda que quedó resuelta cuando vi que era un libro cortito. Tan cortito que, si hubiera querido, bien hubiera podido leérmelo de una sola vez. Pero, suelo respetar los tiempos en este tipo de lecturas y por eso, lo leí en sus respectivas paradas.

Una vez explicadas las circunstancias de cómo el libro llegó a mis manos, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Te esperaba (y ni yo lo sabía) de Melibea.

SINOPSIS

¿Por qué ocurren las mejores cosas siempre en los peores momentos? Sin duda, una verdad Universal, pensaba Elha, no podía dejar de darle vueltas a esta pregunta retórica pues ¿qué pasaba con la vida? Cuando más dormido tenía su corazón y más práctica era su monótona vida, para una vez que tenía claro sin lugar a dudas, hacia dónde se dirigía su camino “catapúnchimpúm” se decreta un Estado de Alarma en toda la Nación que pareciera que tenía un principio pero no un fin. Ilusa de ella, en su propio convencimiento de que nada más grave podría suceder, va y actúa la Ley de Murfy (otra verdad verdad Universal, pensaba), pues su destino se vería marcado al conocer a un atractivo e imponente Subinspector de Policía Nacional que pondría su vida del revés. ¿Podría una historia de amor salir airosa luchando contra los agentes del destino?

OPINIÓN


No es la primera vez que leo una novela cuya acción transcurre o que se ambienta durante el confinamiento. Sin embargo, esta es diferente a todas las que había leído hasta la fecha.

En esta novela se nos narra a través de una narración en tercera persona la historia de amor entre Elha y Samuel. Una mujer que en su década de los cuarenta no tiene pareja. Sí que las ha tenido antes porque ha sido madre, pero se ha rendido en lo que al amor se refiere. De ahí que, a pesar de que sus amigos intentan emparejarla una y otra vez con más amigos, los resultados no son tan positivos o fructíferos como a ella le gustaría.

Y así, la autora da visos de realidad a esta historia porque, quien más y quien menos, ha vivido esa misma situación en sus propias carnes. Es decir, el de tener un amigo que te diga que conoce a una persona que es perfecta para ti y tú aceptas... o le das largas.

Sin embargo, no hay que desmerecer el poder del amor o dejar de creer en el hilo rojo del destino ya que, si alguien está destinado para ti, poco o nada vas a poder hacer para evitarle.

Samuel por su parte es policía y, aunque no es tan desafortunado en el amor como Elha, tampoco se ha enamorado nunca. O no del modo en que lo hace de la protagonista. De ahí que también vaya con reservas a la cita a ciegas organizada por el Cupido de esta historia; Carlos.

Como he dicho antes, no se puede escapar del amor y este aparece en los momentos más inesperados porque... ellos se conocen y se enamoran justo antes de declararse el estado de emergencia en España. O lo que es lo mismo, antes del confinamiento.

Y, a través de las páginas se nos narra cómo se desarrolla esta particular historia de amor y sobre todo, la importancia de las redes sociales en la misma. Asimismo, creo que también narra muy bien el agobio y la desesperación por tener que vivir una situación a la que nadie puede acostumbrarse tan de golpe. Este grado de dificultad es aún más grande si se está en las primeras fases de una relación, cuando lo que más se quiere es pasar el mayor tiempo posible del mundo con la persona amada para tocarla y besarla sin fin.

Asimismo, el lector empatiza con ambas visiones de entender una relación ya que, pese a que el confinamiento duró un breve período de tiempo - que se hizo eterno -, en muchos casos, se convirtió en una prueba de valor y fuerza para muchas parejas. De ahí que esta "masterclass" Elha la entienda como experiencia suficiente para dar más pasos en su relación pero que Samuel, de un modo perfectamente razonable y realista también, piense que no hace falta acelerar nada y que es mejor dejar que las cosas vayan paso a paso dejándolas fluir.

Por último, el final inesperado de esta historia dejará al lecto boquiabierto y con muchas ganas de reflexionar. Al menos eso es lo que me ha sucedido a mí porque, al hacerlo, dos han sido las frases latinas que han venido a mi mente: Carpe Diem y Tempus Fugit.

Solo ha habido un par de cosas que me han chirriado:

- En ocasiones, la autora introduce diálogos como si de un texto teatral se tratase y, al tratarse de una novela de ficción - y la primera vez que lo vi - me llamó la atención y me desconcertó.

- El final, no el final en sí - que jamás lo hubiera imaginado -, sino que me ha parecido que era demasiado brusco y que no ha sido narrado con tanto detallismo como todo lo anterior. De ahí que creo que un par de páginas más no hubieran estado mal, porque así, la sensación de que la autora tenía prisa por terminar de escribirlo no me hubiera parecido tan evidente.

A pesar de esos dos aspectos, es un libro cuya lectura os durará un suspiro y, en una tarde ya lo habréis terminado.

¡Nos leemos pronto!

 

 

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