¿Un último baile, milady? de Megan Maxwell

¡Buenas tardes!

La entrada del post de hoy está dedicada a una novela que había visto innumerables veces por multitud 
de cuentas de Instagram y que, como a mí hace poco para crearme un hype, con este se me creó uno bastante grande. Así que, apenas lo vi disponible en mi biblioteca - aunque me lo quitaron de las manos - lo solicité y... en el tiempo de préstamo, me tocó el turno para leerlo.

Esta novela además marca mi regreso a la pluma de una autora que dejé de leer hace bastante tiempo porque me desencanté con ella y también, la he utilizado - sin saberlo de antemano - como uno de mis retos lectores del reto anual lector de Embajadores de libros en la categoría de Viajes en el tiempo. Con lo que he matado dos pájaros de un tiro.

No voy a adelantar nada acerca de mi opinión en esta introducción, por eso no me entretengo más y por eso, os dejo con la sinopsis y mi opinión al respecto de ¿Un último baile, milady? de Megan Maxwell

SINOPSIS

Celeste, una joven española, y Kimberly, una chica inglesa con un agudo sentido de la intuición, se conocieron durante los años de universidad en Madrid.
Aunque sus caminos se separaron cuando terminaron de estudiar, sus vidas continuaron unidas y se convirtieron en ¡amimanas!, que es la unión de las palabras «amigas» y «hermanas».
Los caprichos del destino hacen que Celeste se mude a Londres con Kimberly, y será allí donde descubrirá que el secreto mejor guardado de su amiga la conducirá al viaje más alucinante de su vida.
Un anillo con varios siglos de antigüedad, una sonrisa, unos ojos imposibles de olvidar, un misterioso duque que aparece cuando menos te lo esperas, una increíble luna llena y un conjuro serán testigos de las aventuras de Celeste y Kimberly en los bailes de las lujosas mansiones del Londres de la Regencia y, sobre todo, de una historia de amor de escándalo.
Abre tu mente, sueña despierta y disfruta de esta novela loca y divertida que te hará ver que sin risas, magia y diversión, la vida es mucho más aburrida.

OPINIÓN

En una novela si hay viajes en el tiempo y además, los protagonistas deciden visitar la Regencia... todos son ventajas y motivos para que esta me atraiga. De ahí mi renovado interés por la autora.

Y he de decir que, he disfrutado la novela, si bien el final que la autora - aunque consecuente con el carácter de las protagonistas - no ha terminado de convencerme.

Esta novela nos narra la historia de Celeste, una joven viróloga madrileña que, a pesar de su trabajo aún tiene problemas laborales, no encuentra esa estabilidad ansiada. Y con esta característica, la autora hace una crítica brutal hacia el desempleo español y la fuga de cerebros que a muchos nos toca hacer en busca de nuestra felicidad y seguridad. Tiene 30 años y un aspecto físico potente gracias a sus múltiples tatuajes. Y, al hilo de eso, algo que me ha resultado chocante es que precisamente uno de ellos - un tanto peculiar - haga referencia a sus novelas. Soy muy fan de la metaliteratura y de las referencias literarias varias cuando procede, pero, en este caso no lo veo conveniente.

Esa estabilidad - tras muchos tumbos - se la da su amiga Kimberly, una londinense de pro que conoció en la universidad y que es mucho más de lo que parece a primera vista. Es una amante de la novela romántica y, como muchas de nosotras, apasionada del señor Darcy.

Ella además tiene un sexto sentido bastante desarrollado que demuestra aquel dicho popular que las mujeres somos algo brujas. Esto dicho con una buena intención y no como insulto. Lo que quiero destacar con estas palabras es que siempre debemos fiarnos de nuestro instinto.

No diré mucho acerca de la vida de Kimberly pero cumple con algunos clichés acerca de las familias de rancio abolengo británicas.

Como en todas las novelas de Megan, la presencia de la mujer es bastante fuerte, y en esta no podía ser menos. Con una salvedad en este caso: hay una oveja negra familiar. Se llama Catherine y su delito para ser considerada así fue que no quiso seguir las normas y prefirió vivir un gran amor feliz a estar encorsetada en un matrimonio y existencia infelices.

La mujer bruja también está presente con la asociación magia/luna porque será precisamente esa la conjunción que les llevará a viajar en el tiempo. ¿Dónde? Evidentemente, a conocer a Catherine. Personaje del que me sorprendió enormemente su gran revelación personal.

La parte de su viaje en el tiempo ha sido la que más me ha gustado, si bien el plan y estrategia para explicar su presencia en Londres me pareció bastante débil. Dudo que en aquella época fueran tan inocentes y acogedores. Sobre todo porque abundaba la picaresca.

Como puntos importantes destacaría varios:

- El de los nombres que eligieron porque me sacaron más de una carcajada: lady Travolta y lady DiCaprio. Así como el del maromo que le plantó en el altar. ¡Ya nos gustaría a más de una! Y al hilo de esto, los motes millenial que ellas deciden ponerles a las grandes patronas, si bien añejos, me gustaron mucho.

- El choque cultural inicial para las chicas contemporáneas. Y en él, subrayaría el de la crítica hacia la dependencia hacia los teléfonos móviles que tenemos hoy día.

- Por último, quiero incluir como un apartado aparte algo que a mí también me sucedió durante mi estancia en Londres: el de no darme el permiso de acceso a determinados lugares exclusivamente destinados para hombres.

Por supuesto, no debemos olvidar que esta es una historia de amor y que por supuesto, hubo un maromo decimonónico. Y aunque potente, sobre todo físicamente, no alcanza el nivel de los héroes de otras novelas que he leído del género. Eso no quiere decir que no me gustara su flirteo, ojo, porque sí que lo disfruté. Sin embargo, hacia el final de la historia, el romance pierde fuelle y no se desarrolló del modo que a mí me hubiera gustado. Eso sí, admito que ella ha sido siempre muy consecuente con su modo de ser y de actuar... a pesar de que sus conversaciones con las chicas de la regencia, si bien ilustrativas, son más adecuadas para una conversación de amigas contemporáneas que con las chicas de la Regencia. Innecesarias e incómodas.

En resumen, todas y cada una de las opiniones que he leído tanto a favor como en contra se han cumplido con la lectura de este libro... habiendo partes buenas y partes malas.

Ya he dicho antes que hace bastante que no leo a la autora, así que no puedo saber si ha habido una gran evolución o no por eso, creo que a las lectoras de la autoras les encantará. A mí personalmente han habido cosas que me han gustado, pero no es el libro que más he disfrutado de ella.

¡Nos leemos pronto!

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