Reina negra. Las ruinas del corazón de M.P Calmann

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración en papel, no con la autora
sino con una asociación que es quien le da promoción a la novela. ¿Por qué digo esto? Porque la autora del mismo es de mi gremio y prefiere mantener su identidad oculta. Aspecto que le da mayor misterio a todo lo que rodea a la novela y que por eso considero un aspecto muy positivo.

Además, es un libro que me llamó la atención en cuanto leí su sinopsis y bicheé el perfil oficial en Instagram porque, como sabéis, soy historiadora, así que, de vez en cuando, me gusta leer novela histórica. Con esto, creo que queda bastante claro que yo no soy de esos historiadores más papistas que el Papa y por eso denigran a ese género literario.

Al contrario, yo lo veo como una ventaja para que el público general se acerque a esta disciplina. Eso sí, sin dejar de lado la idea de que es ficción y que, por tanto, no todo lo que se incluye en una novela histórica es cierto. Incluso aquellas escritas por historiadores contienen más de una licencia histórica, así que el mejor modo para conocer acerca de una etapa o personaje histórico determinados es recurrir a ensayos especializados una vez leída la obra de ficción.

De hecho, yo quise hacer eso una vez terminé esta novela, pero me encontré con un muro porque no hay información sobre la protagonista. Hecho del que se nos advierte en la sinopsis de la misma. Por eso, no quiero entretenerme mucho más en esta parte de la historia y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Reina Negra. Las ruinas del corazón de M.P Calmann:

SINOPSIS

Una apasionante historia llena de aventuras, romance, misterio, secretos, exotismo y venganza que recorre las postrimerías del siglo XVIII y principios del XIX en el Caribe español y las cortes europeas; en los bajos fondos de Madrid y París; en las intrigas palaciegas y la Revolución francesa.
Quien nos conduce a través de esta época y estos lugares es una mujer sin parangón: Gracia de Valdés, uno de esos grandes personajes del siglo de las Luces, y una suerte de Casanova, si hubiera nacido mujer.
La historiadora y autora M. P. Calmann recupera la correspondencia y diarios de su antepasada, convirtiendo su vida en una saga inagotable: Reina Negra.



OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de decir que, si bien soy historiadora, no soy experta en historia de América. Puede parecer una frase estúpida, pero la creo necesaria para desmitificar el gremio y quitarnos la etiqueta de enciclopedias andantes.

Esta novela breve, primera de una saga, nos narra la primera parte de la biografía ficcionada de Gracia de Valdés, conocida cariñosamente como Zita, una joven aristócrata y futura heredera de una hacienda en La Habana.

A través de ella como figura central y protagonista, se nos narra cómo era la sociedad de la época. Y sobre todo, las relaciones que se establecían entre amos y esclavos. Unas líneas de separación que se vuelven cada vez más difusas en determinados aspectos y relaciones.
Efectivamente, estoy hablando de relaciones sexuales porque no todos los esclavos se dedicaban a extenuantes trabajos físicos. Y, a decir verdad, no sé yo cuál de los suplicios era peor.

Asimismo, se nos recuerda que, si bien no tenían consideración de persona a ojos de sus dueños, sí que eran personas y como tal, sentían, padecían y establecían relaciones más o menos afectivas. Ese es el caso de Aparecida, una esclava de merecimiento que, hace las veces de madrastra de Gracia, no solo porque perdió a su madre, sino también porque ha tenido varias hijas - sus hermanastras - con el señor. De entre todas destacaré su relación con Regla María porque son las más cercanas.

Un último aspecto que me gustaría destacar al hilo de los esclavos es que esta novela no se centra únicamente en la vida cotidiana de los aristócratas, sino que también los pocos privilegiados también tienen su cuota de protagonismo en aspecto menos conocidos - para algunos, no para mí - como la religión. Y así también se nos hace saber cómo se practicaba la santería y sobre todo, si ha evolucionado o no.

Dentro del género histórico es también novedosa y original porque el narrador es femenino y se centra en la vida de una mujer. Ahí había pocas diferencias porque lo importante era que tuviera descendencia lo antes posible. Con una salvedad: en este caso, el privilegiado no lo era tanto porque no tenía tanta libertad de acción y elección sobre su cónyuge. O dicho de otro modo, los matrimonios concertados eran muy habituales y con ellos, la ausencia de amor entre los cónyuges también. Justo lo que sucede con ella. Por suerte para ella, sí que encuentra el amor... con una persona que no esperaba... si bien sí que sospechaba que su imagen de Juan Rana no era real.

Pese a ser una novela breve que he disfrutado enormemente, la parte que más me gustó fue el final por la mezcla de los diferentes subgéneros como el de la venganza y la novela de aventuras sin abandonar el drama o el amor. Amén de ese final que te deja con ganas de saber qué más sucederá en futuras entregas.

No puedo sino recomendar su lectura para que vosotros también conozcáis de primera mano todo ese universo de una forma tan detallada y tan bien narrada que sentiréis que estáis allí en todo momento.
¿No es este puente de Carnaval una fecha idónea para viajar? ¿Por qué no con esta novela?

Y, por supuesto, ¡muchas gracias por el envío del ejemplar!

Lo he disfrutado un montón.

¡Nos leemos pronto!

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