Todos los sueños del mundo. Libro 1 de Gema Azorín

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que adquirí directamente a la autora porque 
conocí su pluma el año pasado y fue una de mis lecturas favoritas. De ahí que, en cuanto me enteré que la serie continuaría, supe que tenía que seguirle la pista. Y, aunque no hubiera escrito más sobre la serie París, también lo hubiera hecho porque, como os acabo de decir, su libro fue una sorpresa de lo más agradable.

Una vez abierta la preventa, la reservé y poco tiempo después, llegó a mis manos otra de las cajitas preparadas con exceso cuidado como acostumbra. En este caso, el libro vino acompañado de un marcapáginas a juego, un pintauñas y un atrapasueños blanco que hace alusión directa al título del mismo.

Junto a todo ello, el libro vino acompañado de una sorpresa que revelaré al final del post. Así que, tendréis que sufrirme, leer y esperar hasta el final del post para descubrir qué es.

Sin más, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión sobre Todos los sueños del mundo. Libro 1 de Gema Azorín:

SINOPSIS

Briana es una joven que solo desea huir de un pasado conflictivo. De modo que cuando su hermano le propone quedarse durante un tiempo en la granja de su amigo Alex, acepta, a pesar del anfitrión.
Alex ama su soledad, por lo que detesta la idea de tener que alojar a la hermana de su amigo. Eso romperá sus esquemas y su apacible vida.
Una deuda entre ambos amigos meterá a la chica en su casa, y un acontecimiento inesperado, revolucionará su vida y la relación entre ellos.
Una historia que habla sobre la familia, el amor y los lazos de una amistad que nos terminan uniendo a quien menos imaginas.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, me gustaría comentar un par de aspectos de la novela que, aunque relacionadas con ella, no son vitales con la historia que se narra entre sus páginas.

El primero tiene que ver con su portada, que es preciosa y que puedo decir una vez leída la novela incluye muchos elementos que ayudan a realizar un retrato perfecto de Briana. Además de que como es el primer libro de una bilogía, da a la parte protagonista de la pareja la importancia que merece porque, si bien nos narra una historia de amor a dos voces, en este caso es ella quien lleva la voz cantante y el peso fundamental de la novela. De ahí que sea lógico y justo que sea Briana quien aparezca en el lugar donde lo hace. Además de que con eso, la autora nos da pistas de que en la segunda parte y conclusión de esta bilogía, ese turno y ¿privilegio? le corresponderá a la parte masculina: Álex.

Precisamente, el segundo aspecto que quería comentar de la novela antes de empezar la reseña tiene que ver con su división. Y es que al saber de antemano que es una bilogía, el lector sobreentiende que el final de este libro estará lleno de drama. Mini spoiler que en realidad no es: lo hay. De hecho, estoy bastante enfadada con Álex.
Pero no voy a hablar de eso ahora porque no procede.

Entrando ya en materia de reseña, he de decir que esta novela me sorprendió porque, al leer la sinopsis y sobre todo, el inicio de la novela, creí que se trataría de una novela young adult - ella tiene diecisiete años al principio de la misma - con el cliché de que chica joven se enamora del amigo silencioso y algo traumado de su hermano. Y, si bien en parte sí que sigue esas directrices, esta novela es mucho más.

Brianna es una fuerza bruta de la naturaleza con una fortaleza enorme que demuestra que, una persona puede ser y desarrollarse de forma independiente a las circunstancias que le toca vivir. Por eso digo que es un muy fuerte. En este caso, se le aplica porque, a pesar de vivir en un entorno carente de amor - a menos en lo que a demostraciones de afecto se refiere - es una persona que se caracteriza, precisamente, por ser muy cariñosa, afectuosa y amorosa. Y cuando me refiero a muestras de afecto no me refiero solo a decir te quiero, sino también a gestos.

Admito que cuando leí que venía de un ambiente algo conflictivo, esperaba un entorno con drogas y abusos de algún tipo, no me maltrato psicológico y menosprecios continuos por parte de la madre, quien no sabe gestionar la culpa de una tragedia y lo paga con ella. La culpa es un sentimiento bastante presente en las páginas de la novela y que se nos muestra desde diversos prismas a través de diferentes personajes, demostrando así que este puede ser gestionada y demostrada de diferente modo. Y normalmente es precisamente la persona a la que más queremos, el destinatario de esa mayor antipatía.
Gracias a ese personaje también, la autora abre el debate y hace plantearse al lector preguntas acerca de la idoneidad universal o no de las personas para ser padres. Personalmente, creo que no todo el mundo sirve para ejercer la paternidad.

No toda la familia se caracteriza por ser unos ariscos y despegados. Para su suerte, ella también pudo disfrutar de lo que es saberse y sentirse querido gracias a su hermano Ryan. Me ha encantado disfrutar de su vínculo fraternal tan especial. Y sobre todo, me ha gustado mucho la sagacidad de este personaje pues, supo leer y anticipar el futuro de las personas que más quería al juntar sus destinos y obligarles a que convivieran bajo el mismo techo. Aunque, si tuviera que destacar algo de Ryan es que es doblemente valiente: no solo por su profesión de alto cargo militar sino porque rompe estereotipos al ser homosexual.
En mi caso, es la primera vez que leo un personaje de esas características y me parece estupendo porque así contribuimos a normalizar y a hacer caer en la cuenta de que todas y cada una de las profesiones pueden ser ejercidas independientemente de la orientación sexual de una persona. Y que esa no es ningún impedimento para realizarla en un grado mayor o menor o con idéntica profesionalidad.

Relacionado con el tema de la familia y los amigos, está el segundo aspecto que quiero tratar en profundidad. Hay una frase que dice que los amigos son la familia que se escoge. Y eso queda demostrado y probado con la relación entre Briana y Álex, quien, a pesar de un inicio problemático como polos opuestos - a priori - que son, terminan entendiéndose a las mil maravillas. Sobre todo porque la convivencia les hace darse cuenta de que en realidad don mucho más parecidos de lo que creían. Para muestra el botón de la individualidad y el respeto a la intimidad que ambos tienen.
Un ejemplo que se describe bastante bien en la lucha por la buhardilla; espacio que ambos desean para ellos mismos. En el caso de ella, creo que se debe a que allí se siente completamente libre y en ese pequeño espacio es donde ella se encuentra a sí misma y recupera su antiguo yo; el cual estaba mucho tiempo perdido. Amén de que es el lugar de la granja que está más cercano al cielo... lugar asociado con las estrellas, a quienes se le suelen pedir deseos para ser concedidos. Una nueva alusión al título.

Álex es ocho años mayor que Brianna y es un hombre taciturno que ha sentido el rechazo de la mujer que más quería por no aceptarle tal cual es. Un rechazo que duele y que, si no se gestiona bien - o no se es un buen comunicador - puede llevar a la persona rechazada a encerrarse por sí mismo. De ahí que, de nuevo, él también vea la buhardilla como su lugar de libertad y expresión total.
A causa de este rechazo - con el que se introduce el debate de las ventajas y desventajas de vivir en el campo o en la ciudad - siente rechazo y temor a expresar sus sentimientos, es decir, que se ha puesto una coraza y tiene un hilo de pensamientos con respecto a la sensibilidad que no pueden ser más equivocados: alguien que es sensible no es en absoluto un cobarde, sino muy valiente. Y el error está en no expresar esos sentimientos porque, al no hacerlos, se hacen bola y pueden generar problemas tan serios como la ansiedad. Por eso es fundamental la ayuda en estos casos de un profesional.

Un tercer tema bastante interesante es el de la fugacidad de la vida y, al mismo tiempo la presencia de la muerte. O mejor dicho, el de su concepción y la relación que los seres humanos - en realidad, la sociedad contemporánea - tiene con ella. El libro nos recordará con este tema en más de una ocasión cómo puede cambiarnos la vida de un instante a otro. Y que por eso, en lugar de temerla, hay que saber ir aceptándola poco a poco ya que es inevitable.

Al mismo tiempo, es ella el instrumento a través del cual se nos recuerda que hay que vivir el día a día como si fuera el último y que no hay que dejar para mañana lo que puedas hacer hoy porque, como muchos de los aspectos de nuestras vidas, la muerte es también bastante injusta. Este parecer aparece muy bien reflejado en el carácter de Álex, si bien no es hasta las páginas finales cuando el lector entenderá el porqué de su hilo de pensamientos.

Por último, es también un modo bastante original de enlazar con el título de la novela anterior porque, en este libro el romance entre Brianna y él se cuece a fuego lento, si bien es evidente a ojos de todos. Pero, no hay más ciego que quien no quiere ver. O como dice el Principito en una de sus frases más icónicas: <<Lo esencial es invisible a los ojos>>. De nuevo, creo que ahí hay otra referencia a París. Pero, el motivo por el cual creo que enlaza con Todos los saltos del mundo además de porque Adrien aparece aquí - aparición muy aplaudida por mi persona que espero que se repita en la segunda parte - y da unos consejos vitales bastante sabios a Brianna, se debe a que, de nuevo, se repite la misma tónica vivida por los protagonistas de la novela precedente: la de saltar - y arriesgarse - o no en el tema del amor.

Riesgo diferente dependiendo de cada personaje porque, yo sí que creo que desde el principio Álex supo que podría enamorarse de Briana. De ahí que por la seguridad del hecho y el miedo a que se confirmaran sus sospechas la rehuyese, la tratase mal, no la hiciera sentir bienvenida o que, por miedo, intentara buscar algo parecido al amor en diferentes mujeres y restregárselo por la cara. Especialmente dolorosa fue una elección en particular porque ahí fue a hacerle el mayor daño posible. Sin embargo, ya dije antes que Brianna era una fuerza de la naturaleza y una luchadora nata. De ahí que, resultara absolutamente imposible su resistencia porque fue infructuosa.
Su miedo eso sí, me resultó mucho más fácil de entender porque, a pesar de que se dio cuenta mucho más tarde de que lo suyo hacia él iba mucho más allá del respeto entre hermanos o amistad profunda con un chico, era lógico que se sintiera insegura a causa de su miedo a la soledad. Hay que recordar que todas las personas que la habían querido le habían abandonado de un modo u otro y por tanto, no deseaba salir de la burbuja de protección creada con la única persona a la que sabía que podía aferrarse sin restricciones. Amén a la culpa, quien de nuevo tiene aquí una aparición especial.

El último y cuarto gran tema que se trata en la novela y que está presente en el propio título es el de los sueños. O mejor dicho, en el de la lucha por conseguirlos. Sin embargo, de nuevo está planteado y desarrollado desde una perspectiva de lo más interesante y novedosa que, una vez más, da que pensar al lector.

En este caso, será de nuevo Brianna quien nos ponga en un brete porque ella es bailarina de ballet. Muy buena de hecho y disfruta muchísimo bailando porque es su modo de evasión, casi el único refugio que encontró para expresarse y sentirse menos sola cuando sentía cómo todo el mundo le daba la espalda - huelga decir que me encantó que, en ese sentido a la madre le saliera el tiro por la culata - y, a pesar de ser y saberse muy buena, no quiere convertirlo en su modo de vida ni alcanzar el sueño que la mayoría de los profesionales del baile: el de ser bailarina de la ópera de ballet. ¿Por qué? Porque con toda esa presión, horarios agotadores y exigencia, el sueño deja de ser menos sueño y lo que es un hobby que le hace feliz se convertiría en una obligación y una carga de infelicidad que no está dispuesta a sentir. Más después de haber tocado el cielo con los dedos y haber encontrado su lugar en el mundo.

Empaticé muchísimo con ella en ese sentido ya que yo también he sentido esa presión por tener que dedicarme a una profesión que sé que hago bien pero que no me hace completamente feliz. Y sobre todo, empaticé mucho más cuando ella explicaba sus razones - las que acabo de exponer - y, o bien no se la creía o no la tomaban en consideración porque era muy joven y debía desarrollarse.
Para todos los que sean de ese tipo de personas con tendencia al cuñadismo: nadie mejor que uno mismo sabe lo que es mejor o peor para sí, así que consejos bienvenidos, pero, decisiones tomadas sin tener en cuenta a los propios aludidos no, porque, para bien o para mal somos los principales implicados y seremos los principales perjudicados si no se nos hace caso.

Vuelvo aquí al tema del enfado con Álex porque es visceral y muy real. Que conste que lo entiendo y que creo que, en parte, tiene razón al no querer ligarla a él siendo ella tan joven y tan carente de experiencias. Aunque, por otro lado, creo que se equivoca por todos y cada uno de los motivos que he argumentado en el párrafo anterior. Es más, lo considero un cobarde - lo cual es contradictorio dada su profesión - por el modo en que actúa hacia el final de la novela sin contar con ella. Y a ella la entiendo perfectamente cuando piensa que nunca la quiso - al menos no del modo en que ella lo hizo - porque, al ocultarle cosas se rompe la confianza de una pareja. Y en mi caso, cuando eso se produce es una traición aún mayor que la de una infidelidad puesto que pienso que, una vez perdida, esta es imposible de recuperar. Además de eso, también estoy enfadada con él porque he leído la sinopsis de la segunda parte y el pobre, en lugar de arreglarlo, no deja de cagarla.

Aunque ahí la culpa no es únicamente suya porque la pájara de Ingrid no me llenó el ojo desde su primera aparición y, a medida que fui leyendo y viendo intervenciones varias, supe que mi intuición para con ella no estaba desencaminada.

No puedo concluir el post sin darle la enhorabuena a la autora por crear esta novela mágica llena de mensajes ocultos hasta en el final de la misma aludiendo una y otra vez de diferentes modos al título. Porque sí, no me ha pasado desapercibido que, precisamente el cambio de la variación de Brianna sea El Quijote, obra cumbre de la literatura universal cuyo protagonista es un hombre que abandonó todo y todos a la búsqueda y caza de un sueño. Aludiendo así, al futuro de Brianna en la próxima entrega.

Esta novela me duró poco más de un día pese a su número de páginas. Y mientras la tuve en mis manos sentí una montaña rusa de emociones diversas, todas muy reales. Porque en eso consiste precisamente la magia de la pluma de Gema, en que sus personajes, pese a ser ficticios podrían ser perfectamente amigos tuyos y formar parte de tu día a día.
Lectura más que recomendable a la espera de la segunda parte, la cual por cierto llegará dentro de poquito.

¡Nos leemos pronto!

PD: No creáis que se me ha olvidado, pero la sorpresa final no es tan grande y el análisis y mi opinión de la novela merecían ocupar buena parte del mismo.
Como sabéis, me gusta leer todas y cada una de las páginas de una novela... incluyendo los agradecimientos. Precisamente en ello estaba cuando descubrí una pequeña y bastante inesperada mención a mi cuenta entre ellos. Hecho que me hizo una ilusión tremenda y que amortiguó un poquito el nivel de enfado para con Álex, haciéndome pasar así en un parpadeo del enfado a la emoción más intensa de la felicidad.
No creo que pueda haber mejor resumen en una línea para describir todo lo que esta novela me ha hecho sentir.

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