Un acuerdo casi perfecto: nada es lo que parece de Anhara Caribe

¡Buenas tardes!

La entrada del post de hoy está dedicada a una novela que leí porque se la adquirí a la propia autora 
aprovechando las ofertas del precio de venta que había en su perfil. En este caso no pude no aprovechar la oportunidad porque además de que tenía muchas ganas de leerla, era una de las lecturas conjuntas en una de las casas del reino. Así que, todo eran ventajas.

Poco tiempo después, el libro llegó a ni casa con muchos detallitos preciosos y un cuidado packaging. Por eso, pelín de tiempo después, aquí nos encontramos. De ahí que no me entretenga mucho más y os deje con la sinopsis y mi reseña de: Un acuerdo casi perfecto: nada es lo que parece de Anhara Caribe:

SINOPSIS

Mi nombre es Natalia, aunque ahora me llaman Nat. A simple vista soy una chica normal y con un trabajo corriente, pero escondo un pequeño secreto que pocos conocen.
Jake, un guapo empresario, necesita una esposa con urgencia, ¿y quién mejor que una simple camarera que no llame demasiado la atención? Lo que él no sabe —tampoco lo preguntó— quién es mi familia y de dónde provengo. No acepté el acuerdo por el dinero que me ofrecía, sino por la estúpida obsesión de mis padres de verme casada con un buen partido. Y sin duda, Jake lo era.
¿Qué hará cuando se entere de que la humilde y corriente camarera es en realidad la hija del multimillonario Francis De la Vega Ortuño?


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de comentar un aspecto de la portada porque me parece que es muy bonita por la combinación de colores y ya desde el principio - aunque de aspecto mudo - nos está diciendo que esta es una novela del género enemies to lovers.

Y es que sí, Nat y Jake no puede ser más diferentes entre sí, aunque sí que hay una aspecto en el que se entienden bastante bien: y ese es el sexual, demostrando así que, cuando hay entendimiento el lenguaje corporal nos sobra y nos basta.

Doy un paso atrás y vuelvo a salirme del comentario de la obra porque la sinopsis confunde al lector ligeramente. Al menos en mi caso porque pensé que la farsa de la identidad de Nat se mantendría casi al final del libro y solo ahí Jake se daría cuenta de que Natalia no es la camarera pobre - económicamente - con la que ha estado tonteando todo el libro e intentando convencerla de que casarse con él sería la única solución viable a sus problemas. Por eso me sorprendió y decepcionó ligeramente cuando leí que este misterio se resolvía bastante pronto en el libro.

Ojo, con esto no quiero decir que el libro no me haya gustado porque no ha sido así. Al contrario, me ha durado un suspiro y me ha mantenido enganchada desde el principio hasta el final. De hecho, si no me hubieran hecho un ligero spoiler en los comentarios de Instagram cuando mostré la recepción del paquete, no me hubiera imaginado que había segunda parte.

Son muchos los mensajes que la autora incluye en este libro disfrazado bajo el argumento del enemies to lovers utilizando a sus protagonistas y secundarios como instrumentos para hacerlo.

Así, por ejemplo, con Natalia nos hace ver que el dinero no da la felicidad y por eso, ella se harta de la vida llena de lujos y comodidades que su buena posición económica y huye de la relación tóxica que mantiene con sus padres para ser libre y feliz. Porque sí, con esta acción, también nos dice que, al menor síntoma de menosprecio o maltrato hay que huir. Asimismo, incluye un mensaje poderosamente feminista de protesta que, aun hoy día sigue siendo cierto: el de que las mujeres debemos esforzarnos el doble o el triple demostrar al resto del mundo que somos tan o igual de válidas para un puesto de trabajo.

Ese es uno de los caballos de batalla y fuente de discusión con su padre - amén de que un motivo más para que huya - porque él no la quiere convertir en la heredera y directora de la empresa a pesar de sus estudios y preparación si no se casa primero. Un pensamiento bastante anacrónico dicho sea de paso.

Otro gran tema interesante que trata es el del respeto que deberíamos tener hacia todas y cada una de las profesiones. Un comportamiento que, desgraciadamente no es así y por eso, profesiones de a diario como camareros, reponedores y un larguísimo etcétera se consideran de segunda y como tal, las personas que los realizan son menospreciadas a menudo y tratadas de malos modos por parte de los clientes. Un cliente que por cierto no siempre tiene la razón. Y esa empatía y realización de la verdadera importancia vital que todas y cada una de estas profesiones tienen y de las que fuimos conscientes durante la pandemia se están volviendo a perder.

Como podréis haber entendido, su fortaleza y valentía amén de su tesón y su constancia convirtieron a Nat - porque sí, yo sí que sigo sus indicaciones y la llamo como le gusta - en mi personaje favorito de la pareja. Aunque a veces, me hubiera gustado que la autora hubiera profundizado más en la mente del personaje, sobre todo en lo que toca a la toma de decisiones importantes durante la trama. En ocasiones sí que la vi demasiado voluble y por ello, bastante diferente a la imagen que tenía de ella. 

Jake por su parte es bastante diferente a Nat. Se corresponde mucho más con el cliché del empresario poderoso traumado. Sí, desde su primera aparición me recordó al famoso señor Grey - el cual no soporto -Y al mismo tiempo, hay aspectos de su personas con los que también conecté bastante. Sobre todo en aquellos que hacen referencia a lo de demostrar el amor y la importancia hacia una persona con gestos más que palabras.

De él creo que ese es su principal problema. Es decir, que tiene unos problemas de comunicación enormes. Y por eso, aunque sus intenciones son buenas, en numerosas ocasiones la caga de manera monumental. Para muestra el botón de cómo y por qué le pide matrimonio a Nat. Eso sí, el modo en que el tiro le salió por la culata y su futura esposa no resultó ser la dócil esposa que él había imaginado me pareció maravilloso.

Al mismo tiempo que es un pésimo comunicador, es un perfecto escuchador. Y una persona bastante perspicaz y atenta a todos y cada uno de los gestos y palabras de las personas que le importan. Por eso me puso en un brete con el modo en que daba una de cal y una de arena a Nat - en la boda me conquistó por ejemplo -. No me gustó tanto en aquellas ocasiones en las que, por no saber gestionar sus sentimientos no aceptados hacía daño físico o psicológico a la mujer de la que está enamorado.

Jamás me cansaré de repetir lo fundamental que es la ayuda psicológica en lo que a salud mental se refiere. Y creo que Jake es un buen candidato para recibirla.

Un tercer aspecto que he aprendido con esta novela es que las normas a veces están para cumplirlas... sobre todo en cuanto a sentimientos se refiere. Y también relacionado con este segundo, dicen que no hay más ciego que quien no quiere ver, así que, cuando llegue y el amor os alcance, no debéis negaros a aceptarlo. Al contrario, debéis acogerlo con los brazos abiertos.

Por último, no puedo concluir este post sin mencionar el último tema importante tratado en profundidad, que es el de la amistad. En este caso, el peso recae en los secundarios Anna y Juanjo. Unos amigos que, como ella los han apoyado incondicionalmente en todas y cada una de las decisiones que los protagonistas han tomado a sabiendas de que iban a sufrir a posteriori. O como él, quien desobedece órdenes porque sabe que debe tranquilizar a su amigo porque lo conoce mejor que él mismo y sabe que, solo así será verdaderamente feliz.

En resumen, como he dicho antes, es un libro que me ha gustado muchísimo y que por eso me duró un día. Me ha hecho vivir una montaña rusa de emociones y su final, a pesar de que me lo esperaba, me ha sorprendido y, al mismo tiempo, lo esperaba porque, si se ven indicios pero no hay feedback por parte de la pareja, el amor de uno no es suficiente para dos y por eso, el que más implicado está termina cansándose. O dicho de otro modo, Nat es una reina y siempre lo será.

Os recomiendo mucho su lectura.

¡Muchas gracias a la autora por el cuidado en el envío de su libro!

Y, aunque ya se lo he dicho por privado, espero con ansia esa segunda parte que estará a la altura de esta primera. Pero que la escriba poco a poco y cuando la inspiración y sus circunstancias le dejen porque, al forzar a la inspiración, esta no viene y no es de la misma calidad que si fluye con naturalidad.

Entre mis virtudes está la paciencia, así que no debe preocuparse por mí en ese aspecto.

¡Nos leemos pronto!

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