No quiero despedirme de Laia Andía Androher

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí gracias a un libro viajero. Sí, otro, pero ya
sabéis cuánto me gustan este tipo de iniciativas, sobre todo cuando el libro en cuestión está escrito por una autora de la que no conozco la pluma como es el caso.

En este caso, no he sido yo la encargada de inaugurar el viaje, aunque he sido la segunda y... he de confesar que he dejado mi marca personal en él tanto en marcapáginas como en subrayado y comentarios en naranja.

Una vez explicadas de forma breve las circunstancias de cómo este libro llegó a mis manos, no me entretendré mucho más en esta parte de la introducción y por eso, os dejo con la sinopsis y mi opinión de No quiero despedirme de Laia Andía Androher:

SINOPSIS

Él fue el motivo de mi decisión, pero también me hizo ver cuál era mi camino.
Él me estaba volviendo loca. Pero esta vez, nos iríamos.
Teníamos un proyecto en stand by por mí. Siempre habíamos querido irnos a probar suerte a otra ciudad, vivir esa aventura las cuatro juntas, descubrir mundo, permanecer unidas, convivir, hacernos mayores, madurar... pero no lo hicimos cuando estaba previsto. Ahora no había excusa, no había impedimento. Ahora era el momento de intentarlo, de planearlo, de hacerlo.

Ella. Maldito momento en que se me cruzaron los cables y di pie a lo que hice. ¿Y ahora? Ahora me enteraba de que tenía planeado marcharse y ni siquiera me daba la oportunidad de explicarme, de hablar, de poder disfrutar de ella.
Pues iba apañada, no iba a rendirme, no iba a conformarme con lo que había pasado. Necesitaba más, necesitaba mucho de ella y si iba a ser el último verano que pudiésemos compartir, de bien seguro iba a aprovecharlo. Sin embargo, no contaba en todo lo que me provocaba, ni como influenciaba en mi comportamiento, ni mucho menos como el destino parecía jugárnosla.
Tal vez todo fuesen coincidencias, pero parece que cuanto más te quieres alejar de algo, más te lo pone delante. Quizás todo se resume en que uno no quiere irse, y el otro no quiere despedirse.


OPINIÓN

En esta novela conocemos la historia de amor de Ainhoa y Robert, dos personas que se conocen de toda la vida porque él es el hermano de una de las mejores amigas de Ainhoa. Así que, a pesar de la diferencia de edad entre una y otro - que tampoco es tanta, seis años - él la ha visto crecer.

Y, personalmente, creo que es desde ese momento, a pesar de ser tan pequeños, cuando él se enamora de ella. Sin embargo, por miedo - tema muy recurrente a lo largo de todas las páginas de la novela - nunca se ha atrevido a dar ese paso, ya que las implicaciones y las consecuencias de dar ese paso adelante serían bastante grandes y no solo les afectarían a ellos. Así que prefiere guardar sus sentimientos para sí mismo.

A ella le sucede igual - el clásico cliché de la hermana enamorada del hermano mayor al que tiene idealizado - Asimismo, a causa de sus circunstancias vitales y un pausado traumático con los hombres por una situación que vivió en su infancia, vive con miedo a arriesgarse en el amor y prefiere sobrevivir en un mundo de conformidad y comodidad donde no es completamente feliz.

No pasaría nada en ese caso, si en su infelicidad no arrastrara a otras personas... como hizo ella con Iago. No lo hizo a propósito, si bien no me gustó cómo inicia su historia de amor con Robert. Aunque eso sirviera como punto de partida y quiebre para que tome las riendas de su vida.

Antes he olvidado decirlo pero, es una historia narrada a dos voces. Y ese dato, como lectora es de agradecer porque así se puede profundizar mucho más en los entresijos y mentes de ambos personajes Amén de asistir de primera mano a sus proceso de cambio y madurez.

La madurez es un tema que se trata muy en profundidad en esta novela, y, aunque pudiera parecer que ella es quien más evoluciona por el tema de ser más joven, no es así. Es él, quien pasa de ser el cazador a estar cazado. Y, aunque me ha encantado cómo ha asumido sus sentimientos y decide apostar el todo por el todo en su historia de amor, aunque ella no se lo pone nada fácil con sus problemas de inseguridad y su obsesión por huir y refugiarse en su zona de confort - idealizada en este caso en la ciudad de París - lo que no le perdonaré jamás de los jamases es que se considere un viejo por cumplir 30 años. Como persona que tiene más de esa edad y que se considera joven, me duele esa consideración errónea hacia las personas de esta decena.

Otro tema aquí tratado y muy bien narrado es cómo un error y/o una situación traumática puede llegar a afectarnos hasta tal punto de poder controlar nuestra vida. De ahí que sea fundamental el mensaje que la autora nos transmite aquí: el de que es un error bastante grande englobar a todas las personas en el mismo saco.

También me ha encantado la idea de un amor generoso que se transmite de forma tan bonita en su pluma. O de que no hay que subestimar la fuerza de este sentimiento, tan poderoso que es capaz de despejar todas las dudas que vayan surgiendo y los problemas que vayan apareciendo en el camino.
De ahí que valga tanto la pena arriesgarse, a pesar del miedo porque, durante el proceso y el tiempo que dure, la felicidad - y la vida - serán plenas.

No puedo no mencionar en este apartado el papel fundamental de todos los amigos de una y otra parte. Unos amigos que, en uno y otro caso, son más. Hermanos y hermanas casi diría. De entre todos destacaría a Patricia, por su sagacidad y por ser capaz de ver más allá en cualquier situación. Aunque, el rasgo que más me ha gustado de ella es el de que sabe respetar los silencios de los demás y, al mismo tiempo, va allanando el camino para que decidan hablar de los temas que les preocupan.

Vuelvo al tema de los secretos porque, relacionado con la subtrama de los sentimientos de los protagonistas fue un fiasco rotundo y absoluto. O dicho de otra manera, era un secreto a voces. Claro que, en este caso, era tan obvio que era difícil de ocultar. Lo que no esperaba para nada era cómo los amigos supieron darle la vuelta a todo. Ese es otro de los aspectos que más me ha gustado de la historia.

Sin embargo, sí que diré que, en mi opinión, el fallo que ha habido en la historia es que ambos personajes han dado demasiadas vueltas al mismo tema, ocupando páginas en el proceso. Entiendo las dudas por parte de ella a causa de su pasado traumático, pero... en ocasiones restaba fluidez a la narración de la historia cuando podría haberse narrado y atajado el problema de forma más directa. O haber incluido la presencia de un profesional, sobre todo porque, en el caso de Ainhoa, era bastante necesario.

Salvando ese pequeño detalle, la historia me ha gustado y Robert ha terminado por conquistarme del todo.

¡Nos leemos pronto!

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