Con solo una mirada de Yolanda Serrano Martín

¡Buenas tardes!

Esta entrada de hoy está dedicada a una novela que leí porque la gané en un concurso organizado para 
celebrar San Jorge. Fui afortunada porque la verdad es que la portada me llamó mucho la atención la chica de la portada, a pesar de lo "simple" de la misma. Aunque yo prefiero decir que, en este caso, la atención y protagonista única de toda esta historia.

Pasado un tiempo y con un poco de drama con respecto a si llegaba o no, finalmente por fin llegó a mis manos y pude ponerme con ella.

De ahí que no me entretenga más y por eso, prefiero dejaros con mi la sinopsis y mi opinión de Con solo una mirada de Yolanda Serrano Martín.

SINOPSIS

Durante siete años, Blanca Serra ha sido la asistente y ayudante de Daniel Alemany en la revista Fashion Style. Blanca lleva todo ese tiempo enamorada de él, pero su presencia es casi invisible, solo la necesita para que realice y termine el trabajo que tendría que hacer él.
Sus amigos Erik y Noelia, que también trabajan en la revista, son los que la intentan sacar del cascarón en el que vive y hacerla ver que Daniel jamás cambiará, y menos por ella.
La aparición de Pablo, propietario y director de la revista, que vive y trabaja enclaustrado en su casa sin querer volver a tener una relación sentimental seria, marcará un antes y un después en la vida de Blanca.
Pero como suele ocurrir en estos casos, ¿cuáles serán las consecuencias para Blanca?


OPINIÓN

Retomando la disertación iniciada en la introducción, he de decir que este libro me duró un día. O mejor dicho, una tarde. Y se debió no solo a que fuera un libro breve, sino a que también la historia que se narraba entre sus páginas me atrapó.

Sí, se la puede calificar como una novela romántica, pero va mucho más. Tanto, que yo la calificaría como una novela de autodescubrimiento, superación personal y amor propio. Y, como nos indica la propia portada, Blanca, es sin duda, la protagonista indiscutible de la historia ya que... ¡menudo arco argumental el suyo!

Además de eso, y antes de centrarnos en los tipos de amor que se tratan en ella - porque sí, hay más de uno - voy a indicar otros temas interesantes e importantes que merecen unas líneas en este pequeño espacio con ella como canal a través del cual lanzar ese tipo de mensajes.
Por ejemplo, se habla de precariedad laboral en la época contemporánea, sobre todo al hablar de los jóvenes. Quienes, en numerosas ocasiones trabajan en puestos para los que están sobrecualificados porque es mejor comer que morirse de hambre. Justo lo que le sucede a Blanca.

O por ejemplo, una situación que se suele repetir muchísimo es la de confundir la inocencia y la bondad con la estupidez. Tanto, que los avispados - para mal - suelen aprovecharse de este tipo de personas. Una situación que se refleja perfectamente en la relación entre Blanca y su primer jefe Daniel.

De esta relación he de confesar que al principio pensé que se trataba del clásico cliché jefe - empleada, uno de mis clichés preferidos, por otra parte. E incluso, poco después, creí que era tan despistado que no se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo y por eso, me decepcioné un poco al saber que no era nada como me lo había imaginado.

Como he dicho anteriormente, esta es una novela de amor en la que dicho sentimiento se trata desde perspectivas diversas. En concreto son cuatro; unas más positivas que otras.

Así, primero destacaría el amor propio porque es el más importante que una persona debería tener a lo largo de su vida, consiguiéndolo por ella misma en un largo - o corto - proceso de aceptación, o también a causa de un duro golpe con la realidad. No importa el cómo sino el resultado final, que es el de valorarse a uno mismo por cómo es y lo que es. De otro modo, no estaremos preparados para aceptar que otra persona nos quiere.

El amor hacia los amigos está muy bien ejemplificado en esta novelas en las personas de Erik y Noelia, quienes son la familia que se escoge y de los que diré que ellos sí que la aceptan y la quieren por como es, si bien en ocasiones son duros con ella porque la quieren y la conocen tanto o mejor que ella a sí misma. Esto es, que si tienen que ser duros con ella, lo serán. Y al hilo de ellos, diré también que me ha gustado que huya de los clichés y las envidias - no dudo que los haya - dentro del mundo de la moda y que prefiera centrarse en la amistad.

Y por último, también se habla - y mucho - del amor romántico en esta novela, contraponiéndolo.

Por eso, de un lado está el amor dañino de Marisa, quien no es capaz de amar y entregarse por completo. Al contrario, está dominada por los celos y la envidia. Unos sentimientos tan negativos que no la dejan vivir con normalidad. Este es un ejemplo de mal amor. Y relacionado con ella está el otro mensaje importante que la autora nos envía, que es el de que no hay que dejar que una persona así de controladora continúe gobernando nuestras vidas una vez se ha roto la relación porque así continuará siendo vencedora. En otras palaras, aunque duela, el amor nunca ha de ser cobarde.
En este sentido, me ha gustado la vuelta de tuerca que le ha dado el tema... si bien el personaje implicado me pareció bastante cobarde y chocante por la posición que ocupaba laboralmente hablando.

Por otro lado, tenemos al amor positivo, al cual no le importa la diferencia de edad ni los tiempos. Es decir, que no importa ir poco a poco porque saben que es sobre seguro. Asimismo, se demuestra cuán poderoso es este sentimiento y que dos personas pueden enamorarse de forma fulminante o progresiva, pero en ambos casos está bien y por eso no hay que dejar que terceros interfieran en nuestra relación.

Huelga decir que la mención especial a Florencia - mi ciudad favorita de Italia - me encantó. Eso sí, al hilo del escenario italiano está el primer error que encontré en la novela. Un error que es bastante común entre escritores españoles que usan el italiano en sus novelas y que consiste en hablar de tú directamente entre desconocidos, algo que un italiano jamás hará... si la otra persona no le ha dado permiso primero. Y sobre todo, que nunca se utilizará en contexto laboral.
Esto no pasa desapercibido entre el público general, a no ser que conozca y hable la lengua... como es mi caso.
Pero es algo que de cara a la segunda edición se puede mejorar fácilmente. Del mismo modo que escribir con unanimidad el nombre de Erik, el cual he visto escrito de dos maneras diferentes.

En cuanto a la parte argumental, he de decir que el final me pareció precipitado, no solo en la pareja protagonista sino también en otros personajes secundarios como Marisa o Martín. Junto a ello, he de añadir que me faltó la redención de uno de los personajes, al que no habría perdonado tan fácilmente, al menos no de este modo.

Salvando esos dos pequeños aspectos, como digo, es una novela que se lee prácticamente sola y que es la compañía perfecta para una tarde de lectura.

¡Muchas gracias por el envío del ejemplar!

¡Nos leemos pronto!

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly