La llamada del Capitán América de Priscila Serrano

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar. No es una pluma novedosa para mí puesto que ya la había leído en un género completamente diferente - el de los rancheros - pero, como me gustó tanto esa, supe que esta - pese a lo diferente - tampoco me defraudaría.

Además, gracias a esta colaboración, continúo con la dinámica de conocer algunas de las novelas del Premio Literario de Amazon a las que estoy dando publicidad, así que, cual oferta en una gran superficie, este post será un 2x1.

Por eso, no me entretengo más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de La llamada del Capitán América de Priscila Serrano.

SINOPSIS

Un día Almudena se levantó creyendo que se comería el mundo y fue este quien se la comió a ella.
Perdió el trabajo por el que tanto había luchado de un día para el otro.
Pensó que sería el fin hasta que, después de pensarlo mucho, aceptó uno un tanto peculiar.
No estaba muy contenta, de hecho, creyó que en cualquier momento lo dejaría. Pero no fue así y todo gracias a la llamada, esa llamada que puso su vida patas arriba.
¿Qué harías tú si te llamara alguien diciéndote que era el Capitán América?

Lo peor fue, que lo que empezó siendo un trabajo, terminó siendo lo mejor que le había pasado


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, me gustaría hacer una pequeña mención a la portada, porque es bastante indicadora del género al que pertenece la novela. Alegre y divertida. Incluso luminosa, todo ello conseguido gracias a los dibujos que representan a los protagonistas y al amarillo utilizado como fondo.

Esta es una comedia romántica que nos narra las aventuras y desventuras de Almudena. Y precisamente es una de las de la segunda categoría con la que empieza, ya que, aunque tiene un contrato fijo, es despedida. Con este punto de partida, la autora hace una crítica a unas prácticas y comportamientos que son bastantes habituales en la España contemporánea como son el enchufismo y los advenedizos quienes, son afortunados por tener un padrino o madrina que les coloque en el puesto de trabajo... a pesar de que, en la inmensa mayoría de los casos no son los más aptos para el mismo.

Además de eso, cada vez que nos despiden y/o nos dicen que no a la hora de obtener un empleo todo el mundo nos venimos un poco abajo y, aunque no es sano, nos gusta regodearnos en la autocompasión como hace la protagonista, así que, en ese sentido, es muy fácil empatizar con ella. En mi caso aún más porque justo cuando lo leía me sucedió algo similar a lo que acabo de escribir.

Y por último, el despido también es otro modo en el que critica el después. No solo a la hora de engancharte de nuevo al mercado laboral, sino cuán difícil nos resulta a los ciudadanos de a pie completar y rellenar documentación relacionada con los subsidios debido a lo ininteligible de su escritura. Es un aspecto que siempre he criticado y que por eso, aplaudo y aplaudiré a rabiar el hecho de que esté incluido aquí.

Es una novela que tiene también su punto friki - se ve desde el propio título - porque, uno de sus protagonistas y Alfonso, otro de los secundarios trabajan juntos en una tienda de cómics. Y ambos personajes son utilizados para desmitificar la imagen asociada al aficionado a los cómics que todos tenemos en mente y que, en mi caso, evoca irremediablemente al cuarteto de la serie The Bing Bang Theory.

No es la primera vez que leo una novela en la que el empleo de la chica sea el que Almudena consigue para sobrevivir e ir tirando en su día a día, así que en ese sentido no es novedoso. para mí. Sin embargo, sí que me vuelve a gustar que lo tomen como punta de lanza para intentar acabar con los prejuicios a determinadas profesiones, consideradas "de segunda" mientras que otras tienen un status cuasi reverenciado. Ese es un problema de conciencia común que debemos desterrar puesto que empobrecen nuestra capacidad intelectual.

Del mismo modo que también me ha gustado mucho que utilice al personaje de Estefanía como ejemplo de la doble mentalidad que tiene la sociedad cuando una mujer lleva la voz cantante en sus relaciones, sentimentales y sexuales y decide vivirla con toda la libertad que tiene. Un modo de actuar que continúa no siendo agradable para la mayoría, pero que sí que es aplaudido cuando el hombre se comporta de manera similar. Aspecto perfectamente reflejado entre sus páginas.

Vuelvo al tema del trabajo de Almudena en la línea telefónica porque es utilizado también como forma de denunciar la falsedad y la cobardía de la sociedad a la hora de mojarnos con respecto a determinadas situaciones y actitudes y cómo nos valemos del anonimato para mostrarnos tal cual somos, escondidos tras un teléfono en este caso, tras la pantalla del ordenador o tras las teclas de un teléfono.

Sin embargo, como he dicho anteriormente, esta es, sobre todo, una novela romántica y por eso, el amor en sus distintos tipos está presente casi desde el principio. De hecho, la considero como un canto positivo al sentimiento, a su fuerza y a su imprevisibilidad.

Junto a ello, gracias a la historia de los protagonistas se nos recuerda que, tras unos sentimientos tan viscerales - odio, en este caso - se pueden encontrar otros de un cariz diametralmente opuesto. Y que no se puede vivir anclado en el pasado, a riesgo de perder la salud mental. Un tema presente entre las líneas y del que me ha gustado que se relacione con el amor puesto que sí que es cierto que hay personas y relaciones tan tóxicas que pueden provocar un empeoramiento de la misma.

Menciones especiales merecen la amistad entre las chicas, demostrando cuán importante - y necesaria - es la sororidad entre las mujeres y que los amigos son la familia que se escoge, incluso a pesar de que te hacen rabiar o pasar malos ratos porque te quieren y quieren siempre lo mejor para ti.

Y hablando de familia... Alfonso es puro amor. Es el hermano que todos querríamos tener y quien mantiene el punto de cordura en todo el caos que se crea a su alrededor. A destacar sobre todo su neutralidad e imparcialidad sin dejar de ser cariñoso con las personas que quiere junto con su don para dar el consejo más adecuado en el momento justo.

Simplemente adorable. Lo quiero en mi vida.

Y, como no puede ser de otra manera, aunque también es algo que he mencionado en varias ocasiones en este post, esta es una novela romántica y por eso la historia de amor entre Iván y Almudena es el hilo conductor de buena parte de la misma así como la trama principal. Además de ser un enemies to lovers - uno de mis clichés favoritos - lo que esta historia de amor demuestra es que las apariencias engañan y que el amor llega cuando menos se le espera. Incluso, en numerosas ocasiones está justo delante de nuestras narices y no lo conseguimos ver. De ahí que, no debamos ser tan tercos y nos empecinemos en no ver lo evidente y en escuchar a nuestros propios cuerpos y a aquellos amigos y familiares cuando nos dicen que determinada persona y uno mismo hacemos buena pareja.

Parafraseando a El Principito, lo esencial es invisible a los ojos y es por todos sabido que, cuatro pares de ojos ven mejor que dos.

Y al hilo de las historias de amor aquí presentes, coincido con la opinión sugerida por la autora en lo que a los tiempos se refiere. El amor es un sentimiento y no tiene reglas, del mismo modo que tampoco tiene tiempos y como tal, no puede ser medido. En otras palabras, si hay consenso entre los miembros de la pareja, está igual de bien irse a vivir juntos a los dos meses que a los dos años. Y lo mismo sucede con otras decisiones importantes como casarse o tener hijos. Al resto de la gente no nos debería de importar más allá de su felicidad.

Por eso es tan importante que vivamos. Y sobre todo que dejemos vivir.

Muy acertado ese segundo mensaje implícito y escondido entre sus páginas.

En resumen, es una lectura que me ha gustado muchísimo y que me ha durado un suspiro. No solo por la forma de escribir de su autora sino por lo inteligente de la misma puesto que, pese a que está englobado en un tono cómico, se incluyen también mensajes serios y que dan pensar. Ambos tipos de mensajes que a mí me gustan.

Eso por no hablar del misterio que se esconde tras la identidad del Capitán América, la cual me alegró saber que descubrí. Hazaña poco habitual en mi caso.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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