El final que nos merecemos (Crónicas de aquello nº1)

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente tanto su confianza como su generosidad por querer colaborar conmigo además del envío del ejemplar en digital.

Es además una autora que participa en el Premio Literario de Amazon de este año, pero no con esta novela, sino con una que tiene relación con ella. De hecho, el protagonista de esa novela aparece entre sus páginas e incluso tendrá su cuota de protagonismo en esta novela.

Sin embargo, como se le debe dar a cada uno el lugar que le corresponde, no hablaré más de él y me centraré más en Marc y Greta, que son los protagonistas de esta novela. O mejor dicho, de esta bilogía.

Por eso, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de El final que nos merecemos, el primer volumen de la serie Crónicas de Aquello de Marisa Sefra:

SINOPSIS

GRETA: Marc, me dicen que tenemos que contar de qué va esta historia.
MARC: Pero si ya lo hemos contado todo, ¿qué más quieren saber? Que lo lean, así sabrán de qué va… O que no lo lean, me da igual, nena.
GRETA: Hay que hacer como un resumen… Y no me llames «nena», joder.
MARC: Pues cogemos algo de lo que ya hemos contado… ¿Lo de la absenta?
GRETA: Lo de la absenta no es un buen resumen. Puta absenta. Además, parecería que siempre estábamos de juerga…
MARC: Es que casi siempre estábamos de juerga, pero vale, lo de la absenta no… ¿Lo del armario?
GRETA: Demasiado spoiler. ¿Le preguntamos a Loui a ver si a él se le ocurre algo?
MARC: Paso, que es muy moñas y lo contará como si solo fuera una historia de amor… Y contamos muchas más cosas aparte del amorcito… Mejor a Chus, que lo venderá como algo divertido.
GRETA: ¿A Chus? A Chus no le preguntes nada, que irá muy fumado.
MARC: Pues a Samu paso de preguntarle, que lo contará como algo guarro… Se nos acaban las opciones…
GRETA: Pues lo que yo decía: lo tenemos que contar nosotros.
MARC: Pero si ya lo hemos contado todo… Yo he contado lo de la absenta, lo del armario, lo de Nochevieja… ¿Tú que has contado?
GRETA: Un montón de cosas: lo de la mística, lo de Tato, lo de la azotea, lo de la cabaña…
MARC: Pues ya está todo dicho, ¿qué más quieren?
GRETA: Una sinopsis, como un resumen muy breve…

MARC: Estábamos a finales de los noventa, teníamos diecinueve años y éramos un par de gilipollas. Ahí tienes tu resumen.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, me gustaría indicar un par de aspectos al respecto de la portada y el título, puesto que ambos pertenecen a la categoría de los que a mí me gustan; es decir, aquellos que son reveladores y que solo una vez leída la historia el lector entenderá el porqué de su elección.

Así, las piernas ahí representadas pertenecen a la pareja protagonista. Muy bien representados con sus respectivos estilos de vestir. Y en cuanto al título, es también una frase que ellos pronuncian pero que puede llevar a equívocos. Al menos así me sucedió a mí, ya que pensaba que hacía referencia a un final que no tenía nada que ver con lo que imaginé.

Junto a ello, me gustaría hacer referencia también a la sinopsis. O mejor dicho, a un aspecto específico de la sinopsis porque estoy en desacuerdo: no creo que ambos narradores sean unos gilipollas, solo uno que no paga de cagarla con su lengua viperina.

Es una novela romántica puesto que una de las subtramas es una historia de amor. Sin embargo, no la consideraría como la categoría principal porque nos narra las aventuras y desventuras en su proceso de crecimiento y madurez de un grupo de jóvenes y amigos que viven en los noventa y que al estar al final de la adolescencia, se sienten un poco en tierra de nadie.

Así que, si el lector nació o creció en dicha década se verá muy identificado con determinadas acciones, comportamientos y actitudes y las recordará con nostalgia. Y además, también se sorprenderá de cuánto han cambiado las cosas con respecto a determinados temas y aspectos pese al breve período de tiempo entre la ambientación de la novela y la actualidad. En ese sentido, los ejemplos más evidentes son el machismo - tema en el que aún queda bastante por mejorar, sobre todo cuando hay mujeres ejerciendo determinadas profesiones - o, en el tema de fumar en el interior de lugares cerrados.

Como he dicho, los protagonistas son los miembros de una misma pandilla en la que todos tienen un rol bastante bien definido:

- Por un lado está Greta, quien es la representación femenina del grupo. Había una chia también antes, Claudia, pero se enamoró de un miembro de una pandilla y salió mal, de ahí que haya decidido alejarse. Con esta mención, la autora ya introduce el principal conflicto de la novela sin que nos demos cuenta:¿qué pasa cuando se traspasa la línea de la amistad? ¿cómo afecta eso al grupo cuando sale mal? Asimismo, también describe un hecho que es bastante habitual en nuestras vidas como es el de la separación de los grupos de amigos al llegar a la edad adulta y separarse por estudias en lugares diferentes y carreras diferentes puesto que se crean nuevas pandillas con gustos y horarios más similares a los nuestros.

Greta es la niña mimada de la pandilla y, sin que ella sea consciente, es el centro del que todos pivotan alrededor, lo cual la convierte en un líder silencioso con mucha autoridad.

- Luis, o Loui es el pijo de la pndilla debido a su poder adquisitivo alto y también es elmás reservado en lo que se refiere a su vida privada, pero también es el más sensato a la hora de dar consejos. Por eso, el resto acude a él para confesarse y pedir su opinión. Es con el que más me identifico y me alegra saber que será el protagonista principal de su propia historia puesto que creo que merece también un viaje de autodescubrimiento y autoconocimiento.

- Chus es el divertido del grupo y cumple al cien por cien todos los estereotipos de una persona que estudia filosofía en la universidad. No lo voy a mencionar aquí, pero creo que ya podéis haceros una idea de por dónde van los tiros. Dice enamorarse con mucha facilidad, pero creo que en realidad le tiene miedo al sentimiento y sobre todo, aún no lo ha sentido.

- Samuel es otro pijo y es junto a Marc el guapo de la pandilla. Pero no es pijo tipo Cayetano sino tipo surfer. También representa bastante bien la adolescencia que está viviendo puesto que quiere vivir la vida al máximo.

- Y por último está Marc, el otro guapo de la pandilla y que es el más afín a Greta. No solo porque ambos estudian periodismo, sino porque las familias de uno y otra han estado muy unidas desde siempre y ellos han crecido juntos.

Desde el principio el lector aprecia que hay una atmósfera diferente entre ambos, pero que ninguno se atreve a ir más allá, bien por la relación quasi fraternal entre ambas familias, bien por miedo a cómo eso puede afectar al resto de su círculo de amistades o bien porque tiene miedo de vivir una historia de amor con mayúsculas a una edad tan joven. De ahí que busquen distracciones - cometiendo errores en el proceso - para negarse una y otra vez lo que cada vez es más evidente. Eso sí, no se puede luchar contra el sentimiento cuando es tan poderoso como en su caso.

Errar es humano y los errores a esa edad son comprensibles por los motivos que he mencionado al principio de esta parte del post. Sobre todo porque, la búsqueda de la felicidad es uno de los temas principales que se tratan en esta historia y que afecta a más de un personaje de la pandilla ya que, no son completamente felices ni persiguen sus sueños, prefiriendo contentar a los demás por delante de sí mismos.

La masculinidad. Y sobre todo, la masculinidad frágil es otro de los temas importantes porque, de nuevo, afecta a más de un personaje. En este sentido, a día de hoy a pensamientos que continúan perpetuándose en lo que respecta a los hombres que bailan, puesto que son comúnmente asociados con el colectivo homosexual, prejuzgándoles sin conocer.

De ahí que ese sea otro de los mensajes importante, el de o criticar a los demás y aceptarse tal cual se es. Y para ello, el amor propio es muy importante. Más allá, necesario para ser feliz. Un miedo mucho más común de lo que pensamos y que afecta a más personas de las que creemos sin importarles su edad.

Las etiquetas y cuánto nos gusta ponerlas es otro de los temas y "problemas" que debemos superar como sociedad a día de hoy. Sobre todo, porque existe una gran contradicción entre la práctica de ambas: en ocasiones lo hacemos con mucha facilidad, sobre todo si son negativas y esas que realmente merecen la pena como son las positivas - en este caso la de decir que mantenían una relación sentimental y no puramente sexual - nos cuestan un mundo.

Por último, no puedo no mencionar el último de los temas importantes incluido entre sus páginas, que es el de la importancia de la comunicación. Un tema en el que a día de hoy debemos continuar trabajando. De nuevo, sin importar la edad que tengamos porque, todos tenemos un pánico horrible a expresarnos. En muchos casos por el miedo y porque sabemos cuán dañinas son las palabras.

A causa de esto, la escritora nos recomienda la práctica de la empatía y la de que hay que pensar bien las cosas antes de hacerlas o decirlas porque, en muchos casos, el perdón es difícil de obtener y de conceder tras todo el daño creado.

Una lectura bastante ágil y fácil de leer por la cotidianeidad de sus personajes donde el lector vivirá junto a ellos muchas sensaciones diferentes; algunas más dolorosas que otras y sobre todo donde, en muchos casos se verá reflejado y se sentirá identificado con uno o varios personajes. Incluso más a la vez.

En cuanto al final, no puedo decir que no esté de acuerdo por cómo se ha desarrollado puesto que yo hubiera actuado igual, amén de que sorprende al lector ya que no esperaba que fuera abierto, sino que pensaba que cada entrega estaría dedicada a uno de los personajes de la pandilla. Pero huelga decir que estoy deseando ponerme con la segunda entrega para descubrir cómo se gestiona todo lo que viene.

Por suerte para vosotros y para mí, pronto me pondré con él y os lo traeré al blog.

¡Nos leemos muy pronto!



 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La invitación de Vi Keeland

Quimeras del pueblo libre: Primer Ciclo La Sombra del ayer I de Laura Collado Moreno

Only work, no play de Cora Reilly