Luciérnagas en un quinto de Núria Mar

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que adquirí a la autora directamente cuando 
abrió  la preventa porque quería conocer su pluma. Sobre todo después de haberme perdido en más de una ocasión los libros viajeros de sus anteriores novelas, que tienen unas portadas preciosas.

Así que, en cuanto vi la oportunidad... no la dejé escapar y me apunté de cabeza. Aunque, la espera para tener este libro en mis manos se hizo más larga de lo que pensamos ella y yo en un momento. Eso sí, una vez recibido el paquetito precioso y súper completo... el tiempo se olvidó por completo.

Esta es también una novela que se presenta al Premio Literario de Amazon, así que por eso, continúo con la dinámica de escribiros qué pienso al respecto de las novelas que participan en él.

Por eso, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Luciérnagas en un quinto de Núria Mar:

SINOPSIS

Se busca compañer@ de piso para habitación en quinto sin ascensor en el centro de Barcelona.
El piso consta de:
120m²
Comedor amplio y muy luminoso
Cocina independiente
Balcón de 15m²
2 habitaciones y media
1 baño

Este debería haber sido el anuncio publicado por Victoria y Kitos para buscar a alguien con quien compartir piso, ahora que su amiga Sheila ha dejado libre la habitación. Pero no ha sido necesario porque conocieron a Catrine y se ha mudado de inmediato.
¿Que dónde está el problema? Pues en que el novio de la nueva inquilina es demasiado irresistible para Vic.


Una historia de amor, de amistad y de convivencia.
Y de cómo llegar a conseguir tus mayores sueños cuando ni siquiera sabes cuáles son.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, tengo que dedicar sí o sí unas palabras a la portada. En este caso, me mojaré y diré que es una de las más bonitas que he visto en mucho tiempo. No sé si la autora va a convertir este rasgo en uno de sus identificativos, pero yo, como persona que se enamora fácilmente visualmente de objetos... la animo encarecidamente a que lo haga, si bien sé que puede suponer un coste extra en la maquetación y publicación de la novela.

Es probable que la ilustradora de la misma nunca lea este post, pero desde aquí le quiero dar mi más sincera enhorabuena.

Entrando ya en materia de reseña, en esta novela conoceremos la historia, o mejor dicho las historias, de Vic y Saúl antes y desde el momento en que se conocen. Y cómo ese primer encuentro tendrá un impacto brutal en sus vidas. Sobre todo porque la química desde ese primer encuentro es inmediata y porque las circunstancias personales de uno de ellos no son las mejores para sentir esa atracción por otra persona.

Como está narrada a dos voces y sobre todo, los capítulos son breves, la narración y la lecturas son muy fluidas además de que el lector empatiza mucho más con los personajes en según qué decisiones, acciones y actitudes.

Si tuviera que categorizarla dentro de un género, este sería el de romántica. Sin embargo, está llena de matices y puntos de vista en forma de subtramas que la enriquecen y por ello le hacen ir más allá de este género. De ahí que haya una serie de mensajes importantes escondidos tras sus páginas que me gustaría tratar y desarrollar antes de centrarme en el sentimiento que impera y está presente en todas las páginas de la misma.

Puede parece extraño, pero creo que la autora de manera muy inteligente, denuncia el problema de los alquileres existentes en nuestro país. Sobre todo en las grandes ciudades en los que los políticos prefieren la gentrificación y/o priorizar el alquiler turístico por encima de la concesión de viviendas, bien para alquilar o bien para comprar.

Dicho de otra manera, cada vez hay menos oferta y, en consecuencia, se aprovechan con el tema dinero y dimensiones de las habitaciones... cada vez más diminutas y, en muchos casos sin ventilación. Deleznable es lo que me parece este tipo de comportamiento.

El choque de culturas es otro de los temas que se tratan de manera extensa en la novela. No solo por el esfuerzo que supone la adaptación a un nuevo país - que puede o no funcionar - sino también porque depende en muchos casos, del deseo de vivir una inmersión total en él. Una acción que no siempre es querida y no conseguida al presuponerlo como algo temporal. E incluso, cuando sí se desea y se consigue en cierta medida, tampoco falta el sentimiento de desarraigo. Sea durante un Erasmus como es el caso del personaje que sirve de canal para introducirlo, por mudanza o simplemente durante un período vacacional, depende de la predisposición de cada uno para hacerlo bien o no.

De forma menos profunda, pero sí muy valiente, la autora denuncia la situación de nuestros mayores a través de la relación entre Saúl y Julieta. En muchos casos, los familiares de las personas de esta franja de edad parecen olvidarse de que siguen vivos y por eso, en muchos casos, sienten más amor de las personas que trabajan en la residencia o que no tienen ningún tipo de vínculo personal con ellos. Es muy triste porque lo único que necesitan para ser felices en muchos casos es sentirse escuchados y tener la sensación de que son importantes y aún forman parte del grupo.

Desafortunadamente, en una sociedad tan consumista como es la contemporánea, nos duele y cuesta mucho más regalar cosas inmateriales como atención, tiempo o amor en lugar del último modelo del dispositivo electrónico de turno. ¡Bravo Núria¡ Por denunciarlo y sobre todo, por tratarlo con mucha elegancia en el desarrollo del mismo.

Por último, aspectos como el racismo y la sexualidad son los dos últimos temas que merecen un análisis pormenorizado. Sé que podéis creer que el de la sexualidad está relacionado con el del amor y de hecho, tenéis razón puesto que lo voy a mencionar otra vez. Sin embargo, dado que estas dos características forman parte del personaje de Vic, he preferido explicarlas de manera conjunta.

Utilizándola como vía, de nuevo, Núria, critica algunos aspectos y actitudes de la sociedad contemporánea. Sociedad que va de moderna, pero que en realidad, tiene que mejorar en muchos sentidos. Así, si bien Vic es mestiza ya que su padre es cubano y no se tiene que enfrentar directamente al racismo en esta novela, sí que se aprecian trazos y conatos del mismo en algunos comentarios y situaciones a los que se enfrenta de manera cotidiana.

Algo similar sucede con su sexualidad, que es fluida. O dicho de otra manera, se enamora del interior y no del exterior. De hecho, su anterior pareja fue una mujer. Me ha parecido valiente que incluya un personaje así y no solo porque es la primera vez que leo a un protagonista fluido, que también, sino porque ayuda a romper estereotipos y, desde su posición de escritora, al hacerlo, ayuda a facilitar a que cada vez haya menos resistencia o shock cuando una persona de nuestro entorno decide hacer pública cómo siente y entiende su sexualidad. Un aspecto de su vida que, por otra parte, solo se ha de compartir de los demás si nos da la gana porque nuestra vida es solo nuestra y como tal, solo a nosotros nos corresponde cómo gestionar determinados aspectos de la misma. Así que, de nuevo, bravo Núria.

Por último, me parece muy acertada la crítica que se hace a cómo determinadas personas utilizan las redes sociales. Especialmente al modo en el que se exponen en ellas y a la imagen errónea de sí mismos que dan a sus seguidores. La crítica en este caso es doble porque, con la inclusión del personaje que está dispuesto a todo por la fama, se nos recuerda la falta de escrúpulos y de empatía cada vez más presentes en nuestra sociedad. Asimismo, con este personaje se entrevén muchos de los problemas que pueden acarrear esa mala gestión y uso de los que os he hablado antes porque, las personas somos mucho más que nuestras cuentas y, aquellos que comparten todo con todo el mundo en numerosas ocasiones esconden problemas de inseguridad acompañados de un narcisismo extremo. Combinación explosiva que no suele acabar bien.

Con esto no quiero decir que todo el mundo cierre sus cuentas en las diferentes redes sociales porque sería una hipócrita, sino que comparto el mensaje e idea que la autora ha querido transmitir al incluirlo como uno de los temas de conflicto de la pareja principal: hay que saber distinguir la realidad de la vida virtual donde no todo lo que nos cuentan es real y sobre todo, saber utilizar las redes son mesura.

Ahora sí, entro de lleno en el que es el tema más importante de la novela: el amor.

Como digo, es un sentimiento que está presente desde la primera página de la misma porque, con todos y cada uno de los títulos de la historia, la autora ha rendido un gran homenaje a la que creo que es una de sus grandes pasiones: la literatura. Un recurso muy ingenioso, pero aún más inteligente a la hora de hacer una declaración sentimental tan pública. Amén de que se nota también el amor que ha puesto a sus personajes.

Me ha parecido también muy interesante las elecciones de los trabajos de los personajes porque no son baladí o dejadas al azar. Es más, en ambos casos, ponen de relieve la característica psicológica que mejor les define. Así, Vic es locutora de radio y sin embargo, durante buena parte del libro tiene miedo a perder su voz interior al iniciar una relación sana de pareja, algo a lo que no está acostumbrada, por otra parte. Por eso, es muy insegura y prefiere estar en su zona de confort donde lleva la infeliz voz cantante. Mientras que Saúl al ser bombero es calmado, paciente y ha de luchar continuamente por su afán de proteger a Vic de su peor enemigo; es decir, de ella misma en lo que a pésimas decisiones vitales - o mejor dicho, sentimentales - se refiere.

Se habla de amor tóxico ejemplificándolo no con uno sino con dos relaciones en los que la desconfianza, los celos y las inseguridades están presentes-. Evidentemente, yo no estoy de acuerdo con este tipo de relaciones. Pero sí que aplaudo esta inclusión como muestra de lo que no debemos aceptar a la hora de tener una relación con otra persona. Y sobre todo, para recordarnos que debemos a prender a querernos más a nosotros mismos primero para no permitir que avispados en este sentido se aprovechen de nuestra ausencia de autoestima. Y es que, como podéis sobreentender, el amor propio es otro de los tipos de amor presente en la novela. Así que recordad, quereos mucho siempre y, si tenéis la fortuna de encontrar a alguien que os acompañe en el largo y tumultuoso camino que es la vida, merecéis siempre a una persona que os quiera despeinados, porque para filtros ya están las redes sociales.

Por otro lado, se nos recuerda que el sexo es algo que debemos diferenciar del amor, si bien una puede ser consecuencia de la otra o incluso el principio de una relación sentimental. La clave está es saber diferenciar y establecer límites entre uno y otro.

Algo similar sucede con la diferencia entre la amistad y el amor. Y está muy bien desarrollada en el modo en que se relacionan Vic y Saúl a lo largo de la novela. En muchos casos no sabemos - o no queremos - diferenciar entre un tipo y otro de relación interpersonal. La clave está en buscar el equilibro, sobre todo en este sentido ya que, es por todos sabidos que las relaciones en los que los miembros de la pareja son amigos son las mejores. Y por eso también, nos da mucho miedo cambiar ese status porque, en el caso de rechazo o ruptura, no solo se pierde un amor, sino que también se pierde a un amigo al mismo tiempo.

No es la única confrontación puesto que incluye un amor cobarde, lleno de desencuentros, miedos y testarudez - el único aspecto negativo de la novela, porque, tengo que reconocer que en ocasiones me cansé de tanto tira y afloja de uno de los personajes - frente a un amor valiente; que en mi opinión, es como debe ser el amor.

Sea de un tipo o de otro, en cualquier caso, sí que debemos tener dos idea claras incluidas en esta novela: el primero es que no existe un tipo de amor perfecto, así que idealizarlo en cualquiera de sus aspectos y formas es un error y el segundo es que no existen tiempos a la hora de iniciar, mantener y establecer una. Amén de que las decisiones solo han de ser tomadas y discutidas por aquellos que serán los principales implicados y afectados; es decir, los miembros de dicha pareja.

Y más allá de los amores románticos, también hay menciones especiales para el amor familiar, el amor entre los amigos, quienes son  la familia que se escoge y en este caso han actuado como suplentes de lujo de esos parientes lejanos -rol estelar de Kitos, en este caso - o el amor por la tierra donde se nació, que, aunque pueda parecer extraño, corre por nuestras venas y por ello siempre estará ligada a nosotros. De ahí que, ante cualquier duda, dolor o toma de decisiones y/o perspectiva... volvamos a ella para que, como sabia madre o abuela, nos ayude en nuestra encrucijada vital.

En resumen, ha sido una primera novela sorprendente en el buen sentido de la palabra, que me ha durado más tiempo del que había pensado, no por la narración de Núria, al contrario, pues me ha gustado mucho, sino por los hechos cotidianos de la vida. Así que, conozcáis la pluma de la autora o seáis novatos en ese sentido - como es mi caso - la disfrutaréis muchísimo.

¡Mucha suerte en el concurso!

¡Nos leemos pronto!

PD: Si bien hay numerosas referencias musicales y literarias, no pudo dejar pasar la mención de mi favorita absoluta porque es un temazo que siempre me pongo para venirme arriba: Kitt y los coches del pasado de Ladilla Rusa. 

Simplemente genial.

  

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