No soy el juguete de nadie de García de Saura

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar en papel. Sí, ya sabéis que no me importa leer en formatos digital y físico y que incluso los combino. Sin embargo, como soy muy clásica en mi alma, considero que las colaboraciones en papel son más especiales porque se transmite mejor el amor del autor y autora hacia su creación literaria.

En este caso además, el honor es doble puesto que no es la primera vez que colaboramos de este modo y sobre todo, porque me escribe unas dedicatorias que siempre me emocionan y van más allá de una dedicatoria tipo que se repite a la hora de firmar muchos ejemplares. Así que, de nuevo, gracias.

Como en entradas anteriores, esta novela también se presenta al Premio Literario de Amazon, así que ya son varios los posts que encadeno con novelas candidatas, hecho que disfruto muchísimo porque me encanta darles la publicidad y consideración que merecen.

Tras explicar las circunstancias de cómo llegó esta novela a mis manos, no os entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de No soy el juguete de nadie de García de Saura:

SINOPSIS

«Uno cree confiar en lo que está a punto de hacer, pero ni siquiera entonces el destino te permite robarle su capacidad de sorprenderte».

En ocasiones, las personas cometemos errores que nos arrastran a tomar decisiones, a situaciones que no esperamos, a resultados que no deseamos.
Ese recuerdo, a veces, se aferra a nosotros con tanta fuerza que nos es del todo imposible deshacernos de él. Intentamos disfrazarlo, apartarlo para poder seguir avanzando, mirando cada paso que damos en el camino porque somos incapaces de mirar hacia arriba por el gran peso que arrastramos. Es entonces cuando creemos que la rendición es la consecuencia de nuestro trayecto.
Pero cuando menos lo esperamos, cuando creemos que todo está perdido, una mano nos toca el hombro y nos demuestra que no estamos solos, que la confianza es mucho más que una simple palabra, y que cada paso que damos lo acabamos convirtiendo en historia.
Khelina Cunningham, Hugo Harper, la ciudad de Washington D. C., el apasionante mundo de la política y el poder, y una increíble historia de amor que también será vuestra.


OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha me gustaría indicar un par de cosas al respecto del título y la portada porque creo que es de recibo.

Así, he de decir que el título es bastante potente. Del tipo que llama la atención y te invita a leer y que, al mismo tiempo, te da una ligera idea del carácter fuerte del personaje que lo pronuncia. Y, con respecto al uso del color brillante del mismo es otro modo de indicar y proporcionar más datos de la personalidad del mismo: cautivadora y brillante. Justo como es Khelina, así que por esa parte, he de felicitar a la aguda inteligencia de la autora por darnos esas pistas visibles desde el principio pero escondidas al mismo tiempo.

Y con respecto a la portada... he de admitir que estaba muy perdida y que no entendí a qué se refería exactamente hasta que la propia autora lo explicó... acompañándolo justo de una parte del texto de su novela. Ahí, volví a descubrir que es una de esas portadas inteligentes con un motivo de peso para elegirla como la representación visual de la misma. Y, de nuevo, incluye un mensaje visible y oculto a la vista de todos que me encantó desentrañar.

Entrando en materia de reseña diré que, de todas las novelas que he leído hasta ahora, es mi novela preferida de García de Saura. Sé que no he leído todas - de hecho tengo bastante pendiente La culpa es de D.I.S.N.E.I porque ese título me llama como si de un cartel de neón se tratase - y por tanto, no puedo hablar con todo el criterio y propiedad que me corresponde, pero... desde mi parcial subjetividad es mi opinión. Si bien es cierto que ya había iniciado una dinámica muy positiva con El barón Bordieau, en esta novela se ha superado.

Y al hilo de esto, he de aplaudir su valentía y generosidad. Bravura por salir de su zona de confort al narrar una historia más dura y menos gamberra de las que nos suele presentar y altruismo por compartirla con nosotros tras tenerla seis años guardada para sí.

Cuando leí la sinopsis, enseguida me imaginé una historia similar a la que narra la serie Scandal y la idea me fascinó porque el personaje de Olivia Pope me encanta. Y, aunque en cierta manera, las dos mujeres comparten algunos rasgos, la historia de Khelina tiene matices mucho más ricos e interesantes que los de la señorita Pope.

Si bien en esta novela hay una historia de amor - de hecho, me declaro fan así como una enamorada por completo de Hugo - no la consideraría una novela romántica, sino más una novela de crecimiento y superación personal de su protagonista femenina.

Una mujer con peso argumental mucho más importante que el de su compañero protagonista, aspecto a destacar como muy positivo, sobre todo por el ambiente en el que se desarrolla la historia: la política. Con esta elección la autora denuncia dos aspectos: la ausencia de mujeres en puestos y altos cargos de este mundo y también que debemos trabajar el doble para demostrar nuestra validez en el desempeño de determinadas tareas y puestos de trabajo.

No será el único modo en el que el machismo imperante de nuestra sociedad se menciona entre sus páginas. También se denuncia cómo la violencia contra la mujer continúa bastante presente. Y cuando escribo violencia no me refiero precisamente a la física porque a veces los golpes no son los comportamientos y actitudes que más duelen y daño hacen. Y relacionado con esto, me parece bastante acertada la crítica a la falta de sororidad entre las mujeres, quienes, en vez de apoyarnos más entre nosotras cuando, no dudamos en criticarnos físicamente y sugerir con comentarios de lo más dañino que hemos utilizado algún que otro atajo para conseguir el resultado de nuestro trabajo y/o esfuerzo. Aunque, donde la ausencia de sororidad se demuestra de manera más evidente es cuando no nos creemos y nos apoyamos a nosotras mismas y culpabilizamos a nuestras hermanas de la tragedia y situación desagradable vivida. Y lo que es peor y más triste, sin habernos detenido a escucharla primero.

El interés y gusto por la cultura americana de la autora se demuestra al ubicar la acción en América, incluyendo algún que otro topicazo americano al respecto. Me explico mejor: dejando tragedias con armas y racismo de por medio, cuando se menciona a los Estados Unidos, de inmediato se asocia al país con la política.

Al respecto de eso, si bien no es un tema del que me gusta hablar, sí que tengo que decir que admiro y me gusta mucho el hecho de que se abra una escala de grises - necesaria, por otra parte - dentro de los partidos políticos americanos. O dicho de otra manera, ellos no tienen por qué obedecer la decisión del partido y cada uno de sus miembros puede estar de acuerdo con lo que se propone... o no y votar en contra. Cuanto menos en enriquecedor y otorga mayor sensación de libertad de acción y pensamiento, de ahí que piense que es un aspecto que deberíamos copiar y aplicarnos en Europa. Quizás las cosas irían mejor en algunos campos de este modo.

Un segundo aspecto que me ha gustado mucho de esta novela es que la autora sorprende continuamente porque, por ejemplo, cualquiera pensaría que Khelina entrase a formar parte de las filas del partido republicano como el resto de su familia - no sería descabellado puesto que existen verdaderas dinastías políticas americanas - y, sin embargo, da un viraje de 360ºC al hacerla formar parte del principal rival político: es decir, los demócratas. A priori, más liberales. Con respecto a la política también, contrapone la vocación por un trabajo que debe ser muy vocacional con la consideración de la misma como cualquier otro trabajo. Eso no quiere decir que al no hacerlo de corazón no vaya a existir un grado de implicación alto. Sin embargo, está muy bien ejemplificado en las personalidades y caracteres de Khelina y Hugo. Aprovecho este momento para decir que el modo en que ha manejado los tiempos en la narración para que todo sucediese cuando debía hacerlo ha sido magistral. Sobre todo, porque si hubiera sido de otra manera, no hubiera tenido sentido.

Y, cuando digo que la mejor de sus novelas que yo he leído lo hago porque, a pesar de que le guste mucho un tema, no se detiene solo a cantar sus bondades y a pintarlo de perfección, no. Primero, porque la perfección no existe - un nuevo tema con el que se nos machaca mucho más a las mujeres y que está muy bien representado en el personaje de la madre Cunningham - y después porque si lo hubiera hecho así, la novela perdería el realismo que la caracteriza. De ahí que sea fundamental tratar el tema de las sucias cloacas que existen dentro de la políticas donde aspectos como la corrupción y los escándalos están a la orden del día y pueden afectar a cualquiera de los miembros del partido político. Para muestra el botón del escándalo Clinton - Lewinsky donde, a la larga - como siempre - la principal perjudicada fue la parte femenina; a pesar de estar soltera y ser libre.

Con este también demuestra lo importante que es el poder para tapar determinadas partes oscuras de nuestras vidas y nuestras personalidad. Ya lo dijo Quevedo en su momento: Poderoso caballero es Don Dinero.

Sin embargo, vuelvo a utilizar la sabiduría popular utilizando la frase "A todo cerdo le llega su San Martín" para indicar que, no se puede huir del pasado porque siempre vuelve. Y también para indicar que, por mucho que intente esconderse, si se tiene una personalidad y mente podridas y putrefactas, estas acabarán por revelarse y salir a la luz al final. Tal y como le sucede a un personaje.

Ya lo he mencionado antes someramente, pero la familia es un tema muy importante en esta novela, donde se nos recuerda que compartir un vínculo sanguíneo con un determinado grupo de personas no es requisito exclusivo para que haya sentimientos de por medio. Asimismo, nos recuerda que los amigos son la familia que se elige y que en muchos casos, estos sí que se comportan como si de nuestros verdaderos parientes se trataran.

Y por último, esta es una novela donde el amor tiene un gran peso. Ya he mencionado el amor hacia tu profesión o incluso el amor hacia un país; tan bien narrado y de forma tan realista. Sin embargo, ahora es el turno de hablar del amor desde el punto de vista sentimental en las diferentes variantes y aristas desde que el que se trata aquí.

Sí, es el turno de hablar un poco del señor Hugo Harper, el ladrón de mi corazón. Es un hombre fuerte, decidido y apasionado, pero muy consecuente con sus actos. De ahí que me haya encantado que con él huyera de clásicos clichés presentes en el subgénero y lo ligue por completo a Khelina cuando ambos están preparados y comprometidos al cien por cien en esa relación y esperanza de futuro. Subrayaré su razonabilidad y raciocinio a la hora de tomar dolorosas relaciones, puesto que sabe que, a la larga serán lo mejor para los implicados y sobre todo, aplaudo mucho su pensamiento para con la paternidad puesto que coincido al cien por cien con él: un hijo nunca arregla una relación que ya está rota de antemano, así que buscarlo y utilizarlo como posible solución al problema es la peor solución que se le podría dar.

El interés hacia ella está presente desde el primer explosivo encuentro. Sin embargo, de modo muy gradual y bastante natural se desarrolla y transforma en amor. Sobre todo una vez dejado atrás los prejuicios por las malas - y erróneas - primeras impresiones. A partir de ese momento, se transforma en un amor de esos que dejan huella puesto que no solo sabe leerla mejor que ella a sí misma en determinadas ocasiones, sino porque la valora dándole el crédito que merece y lo que es más importante, la considera su igual respetándola. Y eso, para mí, es la mejor demostración de amor de una persona hacia otra junto a la empatía. Desde luego que mucho más que otras maneras de demostraciones de afecto material. Ante eso, una no puede hacer otra cosa que quitarse el sombrero y desear uno para ella misma. Eso es lo que hice yo al menos.

Por último, no puedo no mencionar el amor propio porque es el motor del arco argumental y el desarrollo de la protagonista femenina. Un tipo de amor que debemos trabajar cada uno por nuestra cuenta pero que debe ser nutrido y apoyado por quienes tenemos a nuestro alrededor. De lo contrario, esa falta de empatía lo que puede provocar es una baja autoestima como le sucede a la propia Khelina al principio de la novela. Asimismo, se nos recuerda lo fundamental que es la práctica de la empatía en nuestras vidas cotidianas ya que todos cargamos con pesos en forma de problemas que no compartimos con los demás debido a diferentes motivos. Y hay que prestar especial atención a aquellos que parecen más fuertes porque en la mayoría de las ocasiones, esta fortaleza no es más que una coraza de protección creada para evitar enfrentarse a los problemas. Muy inteligente por eso el modo en que nos envía el mensaje de que abrirse a los demás no es síntoma de debilidad, sino que es la mayor expresión y demostración de fortaleza.

De ahí que haya que ser valientes según nuestra personalidad y abrirnos poco a poco. Habrá ocasiones en que, como en todo, cometeremos errores - somos humanos - sin embargo, si logramos rodearnos de personas que nos quieren, no solo nos comprenderán y nos apoyarán con su amor, sino que será ese mismo amor sano lleno de libertad el que se convertirá en una arma a usar en nuestro favor para mejorar sin dejar de ser nosotros mismos. ¡Qué magnífica sensación es esa!

Así que, rodeaos siempre de personas como Hugo Harper y por favor, nunca dejéis de quereros y/o creer en vosotros mismos - yo misma he de aplicarme el cuento en este campo - Y también, no dejéis nunca de luchar por vuestros sueños.

¡Ah! Creo que había quedado claro pero... leed esta novela.

Enhorabuena por esta pedazo de historia.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo de nuevo y muchísima suerte en el concurso!

Estoy convencida de que te va a ir genial.

¡Nos leemos muy pronto!

 

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