La noche del Kadir de Lali Dexeus

¡Buenas tardes!
 
La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar en papel. Ya sabéis lo que opino de las colaboraciones y cómo no pongo ningún tipo de pegas y reparos a la hora de colaborar. Sin embargo, considero que la magia que se crea entre el lector y el escritor mediante el formato en papel es especial.

Antes de que penséis nada, si bien es una novela autopublicada, no participa en el Premio Literario de Amazon, por lo que rompo con la dinámica de reseñas que se presentan a dicho premio literario. Y sí, también se trata de una novela que sufrió retrasos por los exámenes y la vuelta al cole, con la locura que eso ha supuesto para el trabajo.

Por eso pido disculpas a la autora por el retraso en la publicación de la misma.

Una vez explicadas las circunstancias de cómo el libro ha llegado a mis manos, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de La noche del Kadir de Lali Dexeus:

SINOPSIS

¿Por qué todo el mundo busca a Aline Asher?
Un traficante sanguinario.
Una familia de la mafia siciliana.
Un agente del Mossad.
Un poderoso hombre de negocios libanés.
En algún lugar del desierto jordano y con un arma apuntándole a la cabeza, Aline aún no sabe que, sin pretenderlo, se ha colocado en el centro de una peligrosa trama internacional. Un cargamento de armas está en juego y ella es la pieza clave de una espiral de sucesos que no puede controlar.
Meses antes, Aline trataba de recomponer su vida, iniciando un viaje hacia sí misma que la lleva a reconciliarse con su pasado y redescubrir sus raíces judías. Lugares como Roma, Ibiza o Jerusalén aguardan para revelarle las pistas que le darán sentido al camino recorrido.
Sin embargo, el destino mueve hilos invisibles que trascienden el espacio, el tiempo y las culturas.
En el momento más inesperado, las piezas encajan. ¿Será casualidad que suceda cuando los cielos se abren, durante la simbólica noche del Kadir?


OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, he de comentar un par de aspectos acerca de la sinopsis, la portada y el título porque llamaron mi atención y, en algunos casos, me confundieron.

Por lo que respecta a la sinopsis, tengo que decir que me conquistó desde el la primera pregunta y que, enseguida quise saber por qué todo el mundo buscaba a Aline. Es más, he de confesar que, por un momento llegué a plantearme que Aline también formaba parte de organizaciones mafiosas e ilegales, se había pasado de la raya, la habían capturado y en el camino se había granjeado enemigos de lo más peligrosos.

Y como podréis haber imaginado, me equivoqué por completo.

En lo que a la portada se refiere, sí que diré que me confundió un poco. No la presencia del yate, pues es fundamental para el devenir del personaje de Aline, sino el aspecto físico de ella y la ropa con la que ahí aparece vestida. ¿Por qué digo esto? Porque tiene aspecto de adolescente cuando es adulta y por la ropa, jamás hubiera podido averiguar la década en la que transcurre - o mejor dicho - se inicia la trama de la novela.

Y por lo que respecta al título, como di árabe durante un curso en la universidad, sí que me acuerdo que este era uno de los nombres de Dios en el Islam, por lo que, sin tener muy claro qué relación tendría con la novela, supe que iba a tener una alta carga de espiritualidad. Por esa parte, me gusta esa parte y juego inteligente en el que revela información importante de la novela y se hace patente pero no es hasta haberla terminado cuando el lector se da cuenta de todo.

Entrando ya en materia de reseña, si tuviera que catalogar y ubicar esta novela dentro de un género específico, este no sería el de una novela de acción... si bien tiene una alta dosis de la misma en la trama.

En mi opinión, se trata de una novela de autodescubrimiento y madurez personal de la protagonista, quien realiza un viaje real y metafórico para conocerse a sí misma, concederse una segunda oportunidad vital y sobre todo, aprendiendo un mensaje de tolerancia, respeto primero hacia nosotros mismos y después hacia los demás.

Por este motivo, también puede considerarse una novela de amor y espiritual. Más cuando parte de la trama sucede en Jerusalén, Israel. Una ciudad importante para las tres grandes religiones monoteístas. ¿Qué mejor ejemplo que ese?

Lo que más me ha gustado de esta novela es que es muy real en todos los grandes temas que toca. Por eso, menciona las luces y también las sombras de todos y cada uno de ellos, dándole mucha verosimilitud a la misma.

De ahí que, aunque también podría considerarse una novela de amor ya que nos presenta a los hombres que han pasado por su vida y cómo la relación y espacio de tiempo que ha compartido con todos y cada uno de ellos le ha servido para aprender nuevos datos y sobre todo, para aprender más sobre ella misma. Especialmente a valorarse.

Me ha gustado la inclusión de las banderas rojas típicas de control y posesión en una relación de amor tóxico para que el lector sepa identificarla y sobre todo, cómo desmitifica y rompe con la idealización del primer amor, que a veces no sale bien.

Relacionado con el tema del amor tóxico, está la otra perspectiva desde la cual el amor está tratado. Un tipo de amor que para mí es el más importante ya que es el del amor propio. Y dentro de ese amor está el de la aceptación y valoración de nosotros mismo tal cual somos ya que, si somos incapaces de querernos a nosotros mismos, jamás aprenderemos a querer bien a los demás; sean amigos o parejas.

O como habla sin tapujos de temas difíciles como cuán difícil es el mundo de las drogas desde dentro o la competitividad existente dentro de un mundo tan desconocido para el gran público como es el de la moda, del cual se ve que tiene amplios conocimientos. Así, a través de esta inclusión, denuncia la falta de sororidad entre las mujeres y cómo debemos trabajar el doble o el triple que un hombre para demostrar nuestra validez en un puesto de trabajo. Eso, por no hablar - aunque se subyace en esta novela también - del paternalismo con el que se nos trata a las mujeres en determinadas situaciones y empleos, cuando la realidad es que somos mucho más que caras bonitas.

Y relacionado con la validez o no, también hace una crítica muy dura de cómo a causa de la mala situación laboral, los jefes, grandes nombres y personas con grandes cargos dentro de una empresa se aprovechan para engañar y explotar a sus trabajadores, llegando en muchos casos a apropiarse de ideas de otros para hacerlas pasar como suyas.

Un tercer aspecto que destaco es el de la invitación a reflexionar acerca de nuestro mundo y la sociedad actual, recordándonos un hecho que parece habérsenos olvidado. Ese es que, en un mundo donde prima la individualidad y cada vez se premia más la exclusividad, la realidad es que hay muchos más aspectos que nos asemejan los unos a los otros que nos diferencian. Por eso, la práctica de la empatía es fundamental y debería hacerse a diario.

Por último y no menos importante, la espiritualidad y el destino están muy presentes a lo largo de toda la novela, no solo por la aparición de personajes de diferentes religiones - que también - lo cual ayuda a reforzar mi planteamiento anterior, sino por el final - en cierto modo feliz - que demuestra que todo esfuerzo tiene su recompensa, que los sueños se cumplen y que la resiliencia y las buenas acciones que ejecutamos en vida, son analizadas y vistas y, a la larga, obtendrán su recompensa... en la noche del Kadir.

Una noche con un significado muy especial el cual os invito a descubrir al igual que esta novela, que leeréis en menos tiempo del que os hayáis dado cuenta. Como me sucedió a mí.

¡Nos leemos pronto!




   

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