Nosotros, el karma y esas cosas de Manuela Valerio

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que con la que por fin puedo decir que conozco 
la pluma de la autora. Nada de eso hubiera sido posible sin Colección Mil Amores, por supuesto.

Es también una novela que tenía muchas ganas de leer por su sinopsis, la cual fue la responsable de que me sintiera atraída hacia ella, además de que la vi mucho en su momento por redes sociales. Por último, como si de una señal divina se tratara, aparece mencionada en la última de las novelas de Claudia Rodelas, por lo que terminé de convencerme para hacerlo.

Al pertenecer a una editorial, como podréis sobrentender, no participa en el Premio Literario de Amazon, pero no os preocupéis porque en breves regresaré a los autopublicados y a los participantes de dicho concurso.

No me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Nosotros, el karma y esas cosas de Manuela Valerio:

SINOPSIS

Siento haber obviado esa infinidad de señales que el universo me había mandado. Pero es que estaba muy ocupada, siendo una empresaria de éxito, una mala esposa y una pésima madre. Lo sé, señor karma, entiendo su cometido. No puedo seguir así. Por eso he accedido a formar parte de uno de esos retiros espirituales Esto suena muy raro… He tocado fondo y lo asumo.
Sé que hace muy bien su trabajo, entiendo perfectamente lo de «causa y efecto», pero no voy a dejar que me afecte, quince años después, la llegada a Madrid de ese guapo y exitoso dios italiano, que es mi ex. Debido a ello, decidido está, voy a perderme unos días entre gente muy, pero que muy rara, en la preciosa Toscana, en esa extraña estancia a la cual ya le estoy temiendo. Y también porque mi amiga Mireia prácticamente me ha obligado. Pero, a ver, señor karma… ¿Es que ni en el viaje me va a dejar tranquila? Menudo retiro me espera…


OPINIÓN


Creo que, tras leer la sinopsis, comprenderéis mucho mejor el motivo por el cual quería leer esta historia ¿verdad?

Voy a ejercer un poco de abogada del diablo e indicaré que no creo que Mara, la protagonista de la historia, sea todas esas cosas que ella cree de sí misma. Sí que creo sin embargo que es una persona infeliz y sobre todo, a la que la vida en sus circunstancias personales la ha superado.

Asimismo, y aquí entro ya en materia de reseña, porque es también de ese tipo de personas que no asume su responsabilidad y/o parte de culpa en determinadas y diferentes situaciones y prefiere echar balones fuera para culpar a otros.

Quiero aclarar que yo sí que creo en la existencia del karma y de la buenas y malas energías, pero también creo que no hay que responsabilizarlos únicamente de los hechos que nos suceden en nuestra vida porque, al fin y al cabo, todos y cada uno de nosotros somos dueños de nuestro destino.

Con esta presentación del personaje tan rotunda y contundente, lo que Manuela nos quiere transmitir es que el personaje de Mara es pelín inmadura y bastante egocéntrica. E incluso, puede que por este motivo, de primeras caiga mal, pero, si nola hubiera planteado de esa manera, no hubiera tenido posibilidad de desarrollar su arco argumental y de lanzar uno de los mensajes principales de la novela: el de la búsqueda del equilibro y el amor propio como primer paso para quererse a uno mismo y a su vez, la felicidad. Porque sí, esta es una novela con una subtrama romántica plena de salseo, pero considero más importante el modo en que se focaliza la importancia sobre el amor propio como base y punto de partida para querer bien a los demás y dejarse querer por los mismos; sea de modo romántico o en cualquier otro tipo de relación donde haya vínculos afectivos.

Asimismo, con las circunstancias de Mara, la autora denuncia cuán difícil es en ocasiones la compatibilización de la vida laboral y personal para las mujeres. Más que para los hombres puesto que la exigencia y el nivel de perfección que se nos exige en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida es mayor si la comparamos con las de los hombres. Amén de que, si decidimos priorizar uno de los aspectos por encima del otro nos convertimos en las malas de la película y en el blanco de todas las críticas. Lo cual se resume en que el riesgo de acabar locas es bastante grande al no saber cómo acertar.

Otro tema que se trabaja mucho y sobre el que se incide a lo largo de la novela es el de que las apariencias engañan. Y con él, el de la empatía. Ambos muy bien reflejados en el hecho de que, aunque parece una mujer exitosa y triunfadora, en realidad Mara es bastante insegura. Sentimientos ambos acrecentados por la excesiva presión de la que he hecho mención anteriormente. De ahí que haya tenido que crearse una coraza de protección e insensibilidad para que los problemas y su situación cotidiana no le afecte... fracasando en el intento.

Relacionado también con su situación vital está la segunda denuncia social que la autora hace de nuestra sociedad, cada vez más individualista e incapaz de separar la vida laboral de la personal. De ahí que, aunque parezca increíble cada vez nos resulte más complicado y difícil relajarnos, divertirnos... y explica también que, actividades como el yoga ganen cada vez más adeptos. Como yogui que soy, puedo dar mi opinión de primera mano y, aunque al principio yo también era de ese tipo de personas que no creía demasiado en sus beneficios, sí que puedo decir que con el tiempo he notado sus beneficios físicos - si bien sigo trabajando en el tema de la elasticidad - y sobre todo mentales, puesto que me vino estupendo en la gestión de mi ansiedad.

Ya lo he introducido antes, pero la madurez y la inmadurez también son temas tratados en esta novela. Y con su inclusión queda plenamente demostrado que estas características no tienen nada que ver con la edad de una persona, sino que va más con la mentalidad de la misma. Me ha sorprendido de forma grata leer cómo, en muchas ocasiones, los niños gestionaban de forma más eficiente determinadas situaciones y actuaban de forma más adulta que los progenitores.

La maternidad es otro de los temas incluidos en la novela sobre el cual se nos invita a reflexionar. Lo que hay que tener claro es que, como ningún aspecto de nuestras vidas, la maternidad no es perfecta. Y, del mismo modo que todos somos diferentes y que no existe un único tipo de familia válido, esta tampoco ha de ser igual o idéntica a la de las personas a tu alrededor. De ahí que, como en las dietas, los consejos son bien recibidos, pero hay que cogerlos con pizas ya que, a la larga, un hecho bienintencionado, puede resultar un desastre.

También recordar que, un hijo jamás ha de ser buscado como la solución mágica a los problemas que una pareja tiene porque, spoiler, no funcionará. Nunca está demás tampoco el recordatorio que se nos hace de este aspecto en la novela: un hijo es una responsabilidad para toda la vida y no debe ser tratado como un paquete o un arma arrojadiza a nuestras conveniencias ya que él es inocente de todo lo que está ocurriendo a su alrededor.

Como he dicho antes, en este libro además del amor propio hay una subtrama amorosa con mucho salseo cuyo protagonista indiscutible es Thiago. Un hombre, que a mí me ganó tan solo por el hecho de ser italiano y que también tiene una coraza, pero que sabe gestionar mejor las circunstancias que le ha tocado vivir en la vida y por ello, sabe sortear las piedras que va encontrando en el camino.

Su primer encuentro es explosivo en lo que puedo definir como la mejor expresión literaria de "un lunes de mierda" y que representa a la perfección el patrón de idealización del primer amor que muchos tenemos puesto que, en ocasiones, se convierte en la vara de medir y el patrón del resto de relaciones sentimentales que mantendremos a lo largo de nuestra vida y... no siempre con un resultado óptimo. Huelga decir que, de nuevo, de este modo, se vuelve a recordar el hecho de que las comparaciones son odiosas.

Me ha gustado mucho cómo ha sabido manejar los tiempos entre los dos y como ha sabido darle el lugar que merecía, ya que, el amor aparece - reaparece - en estos casos cuando menos te lo esperas, pero no siempre es capaz de poder con todo. De ahí que, es mejor dar un paso atrás a veces y una vez se ha aprendido a quererse y a estar preparado antes de embarcarse en una relación. La prudencia suele ser sinónimo de aburrimiento, pero creo que en ocasiones - más cuando hay más personas implicadas - no está de más dejar que ella tome las riendas de nuestras vidas.

Por último, destaco como aspecto muy positivo la cobardía presente en lo que a la comunicación y la apertura a otros se refiere puesto que se asocia con sustantivos como vulnerabilidad, sensibilidad y cobardía, cuando es justo al contrario. En un mundo en el que se supone que deberíamos ser expertos en comunicación gracias a todas las facilidades que nos rodean, cada vez hablamos menos y nos comunicamos peor entre nosotros... con los consecuentes malentendidos y discusiones que ello acarrea.

¿Cómo se trata esto es esta novela? Con la confusión - a veces conducida incluso - entre relaciones puramente sexuales y relaciones sentimentales. Es evidente que, si ambas partes están de acuerdo, se pueden mantener relaciones de ambos tipos y que incluso, en muchas ocasiones, una relación sexual termina derivando en una sentimental. Lo que no se puede hacer es utilizar a una persona solo para el sexo ilusionándola y dándole esperanzas de ser algo más tan solo porque a una de las partes le convenga y le resulte más sencillo. De nuevo aquí, critica de forma muy acertada la involución en la comunicación que hemos experimentado y cómo nos estamos volviendo unos narcisistas sentimentales.

Las nuevas formas de amor y con ello termino, son también aquí mencionadas para resaltar el hecho de que, al ser tan novedosas - en ocasiones, bastante confusas - muchos se aprovechan de esa tesitura de ignorancia para desarrollar relaciones de poder tóxicas que generan bastante dependencia emocional a la otra persona implicada. Cuando eso no es lo que inicialmente plantean estas nuevas relaciones como el amor. De ahí que aplauda a rabiar la inclusión de este aspecto a modo de advertencia para que si el lector sin darse cuenta, se vea en medio de una, sepa identificar estas banderas rojas.

Ha sido una lectura con la que tenía buenas sensaciones desde antes de leerla y, en este caso, estas se han visto confirmadas ya que la he disfrutado muchísimo. Sobre todo porque tiene un cierre de tramas circular perfecto y por el modo en que nos recuerda que, a veces las segundas oportunidades sí son buenas.

Sobre todo si son para con nosotros mismos.

Os la recomiendo.

¡Nos leemos pronto!

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