Iris en la Toscana de Isabel Jiménez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy se corresponde con una novela que leí en colaboración con la autora, a 
quien  agradezco enormemente el envío del ejemplar. En este caso, el agradecimiento es doble porque, no solo me envió un libro, sino los dos de la bilogía. Sobre todo porque hubo misterio e incertidumbre en la recepción de la misma.

Solucionado, como habréis podido sobreentender porque, si no, no hubiera podido escribir esta entrada hoy.

Quizás os suene el nombre de la autora, porque no es la primera vez que leo y reseño algo suyo. Y, hace relativamente poco tiempo, os escribí mis impresiones acerca de la primera parte de Iris.

Por ello, no me entretengo mucho más y os dejo con la sinopsis y mi opinión de Iris en la Toscana de Isabel Jiménez:

SINOPSIS

La vida de Iris ha cambiado y mucho, aunque sigue refugiándose en sus perfumes para evadirse de todo. Violeta tampoco es la misma, deberá enfrentarse a una situación muy delicada y trascendental. Nuestra protagonista vivirá un viaje a la Toscana en el que unas esperadas vacaciones, se transformarán en una odisea inesperada. Las aventuras de esta mujer no paran. Y su espíritu valiente la transporta a mundos en los que se verá atrapada teniendo que tomar vitales decisiones que podrían cambiar el rumbo de su vida y de los que la rodean.
Disfruta de una nueva historia con Iris y toda su familia, donde los paisajes te transportarán más allá de los sentidos.


OPINIÓN


Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, me gustaría recordar la última frase con la que terminé la reseña anterior. Y esa era que veía la historia muy cerrada como para tener una segunda parte.

Craso error.

Normalmente, uno asocia las vacaciones con un período de descanso, pero, tengo que decir que, so tuviera las vacaciones que Iris ha tenido en esta novela... necesitaría otras el triple de largas para descansar porque... ¡menudo trajín y tensión sin parar!

He de confesar también que, cada vez que leo una novela de Isabel, estoy a la expectativa por saber cómo va a sorprenderme en la subtrama de intriga y, para mi fracaso - y disfrute a la vez - nunca consigo averiguarlo. Como así ha sucedido aquí.

Esta es una novela de segundas partes, primeras veces y segundas oportunidades. Todas ellas relacionadas con el amor, el género con más peso en todas las páginas de la novela.

El primer tema importante que se trata en las páginas de esta novela es el de la madurez y el crecimiento personal. En este caso está planteado desde dos perspectivas: la de Julián, quien continúa estancado en un momento particular de su vida del que no desea salir y/o dejar atrás. Tengo que reconocer que, en ocasiones me ha desesperado con sus actitudes inmaduras y testarudez y en cierto modo, su amor tóxico a causa de sus celos enfermizos. Por eso, yo no hubiera sido tan generosa como Iris lo es con él.

Sí que es cierto que hacia el final de la novela, se entrevé un cierto cambio en él. Sin embargo, hubiera estado bien que desarrollara un poco mejor ese proceso para dar los primeros pasos en la buena dirección a través de sesiones con un psicólogo, ya que es evidente que necesita uno. No solo para superar sus más que evidentes problemas de comunicación sino también para superar el trauma familiar que le acompaña desde su más tierna infancia.

Aunque, en cierto modo, está bien que la autora incluya a personajes de este tipo porque le da visos de realidad a su historia y el lector es consciente de que, por más que se le ayude y apoye, si una persona no desea cambiar, es imposible que este se produzca.

El contrapunto es sin duda el padre de la hija de Violeta, quien demuestra que no hay que juzgar a las personas por una acción puntual en el pasado. Más cuando ha transcurrido tanto tiempo desde la misma y que las personas maduran y cambian con el tiempo.

Su personaje es también quien sirve de canal a través del cual la autora inicia el tratamiento y la profundización del segundo gran tema relacionado con el amor en la novela. Un tema que no es otro que el de la idealización del primer amor y de cómo este, para bien o para mal, marca las pautas para las futuras relaciones amorosas que se iniciarán después.

El primer amor nunca se olvida, dice el saber popular. Sin embargo, hay que tener cuidado y sobre todo, saber marcar la línea que separa el recuerdo bonito de la idealización puesto que, si no, se corre el riesgo de volver a él creyendo que todo volverá a ser como fue.

Y sí, es cierto que el amor es el sentimiento más poderoso y fuerte que existe, pero también es cierto que hay determinados momentos y situaciones para que este surja o no. De ahí que, reintentarlo de nuevo cuando ni siquiera los protagonistas son los mismos que fueron es la crónica de un fracaso anunciado. Sabéis que normalmente no estoy de acuerdo con la frase de Sabina en Peces de ciudad, pero en este caso sí que coincidimos: Al lugar donde fuiste feliz no debieras volver.

Sin embargo, no hay que generalizar en ningún aspecto y como en todos los temas, siempre existe la excepción que confirma la regla. Y en este caso, el puesto le toca a Violeta, de la que me alegré mucho al saber que consigue su final feliz.

El buen amor en contraposición al tóxico es otro de los temas que se tratan en profundidad en esta novela. Más de una vez además. Y tengo que decir que, si bien no soy partidaria de este tipo de relación, sí que me ha gustado que la autora ponga el toque de atención en el hecho de que también hay hombres inseguros acerca de sí mismos y carentes de amor propio. Hasta tal punto que, ellos también pueden ser utilizados y engañados por "pájaras" como Greta, cuya subtrama llena de acción fue de lo más sorprendente.

Por último, no puedo sino mencionar a Iris para darle el lugar que merece en la historia. Ella sí que ha madurado y crecido - y no solo profesionalmente - con respecto a la novela anterior. Y tengo que aplaudir su tenacidad y sobre todo, me ha gustado mucho que ella sea la representante del amor romántico sano y del canto a la amistad, a quienes no hay que dejar nunca de lado... aunque sus reacciones sean negativas hacia nosotros.

Porque los amigos son la familia que se escoge. Y con ella queda demostrado en esta novela que se lee de manera muy ágil por su cercanía y la cotidianeidad de las situaciones y los personajes en ella.

¡Muchas gracias de nuevo Isabel por querer colaborar de nuevo conmigo y seguir sorprendiéndome con tus historias!

¡Nos leemos pronto!




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