Demonios de un villano: la guerra eterna de David Luque

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la reseña de un libro que leí en colaboración con el autor, a 
quien agradezco enormemente el envío del ejemplar y pido disculpas por la tardanza en la publicación de la misma.

No quiero que suene a excusa barata y tampoco me voy a comparar con el resto de reseñadores, bloggeros o bookstagrammers. Sin embargo, yo soy de las que pienso que es necesario dedicar un tiempo a las cosas y por tanto, para sacar un producto que no es de calidad es mejor no hacerlo.

Aplicado a este caso, lo que quiero decir es que, podría haber publicado su reseña mucho tiempo atrás comentándola de pasada para "salir del paso" y cumplir con mi parte de la colaboración, pero he preferido esperar a tener más tiempo libro para dedicarle el tiempo que el libro y la historia merecían.

Por eso, una vez hechas las explicaciones pertinentes al respecto, no me voy a entretener mucho más y por eso os dejo con Demonios de un villano: la guerra eterna de David Luque:

SINOPSIS

Cuando Alexander Varela, un joven narcotraficante, cree tenerlo todo planeado en su vida, se encontrará con situaciones rocambolescas dada a la venganza de su antiguo y despiadado jefe. Ante esta situación convertirá a sus narcos en delincuentes profesionales. Mientras todo se desarrolla conocerá a Pamela, una joven subinspectora de policía con la que mantendrá una romántica relación en medios del caos, sin saber nada de sus acciones delictivas. Los demonios de su pasado le atormentan desde que era un niño, lleno de traumas, traiciones, venganzas, encontrará una luz de esperanza. Para alcanzar la resiliencia, Varela, debata hacer frente a las personas que le hicieron daño. ¿Qué precio deberán pagar para liberar esos demonios? Nadie se preguntó si el lobo era cruel por naturaleza o por supervivencia.

OPINIÓN

Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, tengo que admitir que el título me confundió puesto que creí que la novela haría hincapié en los remordimientos de los villanos provocando que el lector empatizara con él, y aunque ese es uno de los mensajes principales de la misma, pensé que el modo que se trataría más de una aproximación introspectiva y no tan extrovertida.

Es difícil encasillar esta novela en un solo género porque tiene mucha presencia de varios y además, es bastante visual y peliculero en el sentido de que, es bastante fácil identificar determinados momentos y capítulos de la novela de imaginarlos como si se trataran de escenas de series y películas. Si no me equivoco había un par de series de Telecinco que se titulaban El Niño y El Príncipe en las que esta novela podría encajar perfectamente.

En ella conoceremos la historia de la pareja protagonista, Alexander Varela y Pamela, quien es subinspectora de policía. Ambos pertenecientes a dos mundos opuestos y por tanto, solo podrían haberse conocido en unas circunstancias muy específicas pero que demuestra que el amor es inesperado y no entiende de trabajos, circunstancias y momentos.

Evidentemente, su historia representa bastante bien la idea de los polos opuestos se atraen y además, ejemplifica bastante bien que una historia puramente sexual y que en apariencia podría no ser importante, puede convertirse en una historia de amor. De esas que dejan huella. Ambos cargan con sus demonios y por ello no tienen una opinión muy favorable del amor, pero... como he dicho antes, nunca digas nunca.

Él representa de un modo muy realista el modo en que las circunstancias en que una persona se ha criado y educado tiene un peso fundamental a la hora de convertirnos en un tipo de adulto u otro. Asimismo, también ayuda y mucho a pensar como normales y habituales determinados comportamientos que no lo son del todo. Y sobre todo, confirma una idea que puede parecer de cajón pero que nunca está de más recordarla: toda acción tiene sus consecuencias, de ahí que no haya que tomarlas a la ligera ni en caliente puesto que estas pueden cambiarnos la vida.

Por eso, me ha parecido muy adecuada la inclusión de los orígenes de Alexander porque, con ellos, el lector intenta comprender mejor por qué actúa como lo hace en determinadas ocasiones.

Me ha gustado mucho que use sus circunstancias para criticar la situación de la ciudad donde vive - especialmente de determinadas zonas - y sobre todo, que ponga el ojo de la crítica en la pasividad de las autoridades en lugar de recurrir a la crítica fácil que sería a la banda de delincuentes.

Pamela es mucho más de lo que aparenta y me ha gustado mucho que sea el canal para denunciar una de las lacras de nuestra sociedad actual como es la violencia de género. Y sobre todo, he de aplaudir que haya escogido a una mujer "formada" y con unos estudios y trabajo seguros como la persona que los sufre para hacer hincapié en que es un problema general y no solo de determinados ambientes y circunstancias de la sociedad.

Eso sí, el ojo clínico que tiene esta chica para los hombres es... de traca para mal.

La creación y existencias de diferentes tipos de vínculos también es otro de los temas interesantes e importantes tratados en profundidad en esta novela. Del primer vínculo afectivo sexual y amoroso ya he hablado antes con la pareja protagonista, pero también hay una fuerte presencia del vínculo familiar de sangre - entre los hermanos policías - y sin compartir grupo sanguíneo. En ese caso, representado desde las dos caras de la moneda en el cuerpo de policía y más detalladamente dentro de los miembros de la banda. En ellos, la confianza es casi total y se comportan como la familia de sangre que no son.

Llamativa es también la existencia de un personaje que se llame Salomón, quien rendirá un perfecto homenaje a su tocayo bíblico e intentará ser lo más justo posible. Entendiéndola desde su punto de vista y por tanto, aplicándola siendo lo más beneficioso posible para sus intereses, por supuesto.

Por último, el último tema importante presente a lo largo de todas las páginas de la novela es el del enfrentamiento entre el bien y el mal. Y sobre todo, nos indica cuán fácil es caer en la tentación del segundo mientras que confirmaba que bicho malo nunca muere.

No puedo no concluir el post sin decir que me ha sorprendido el final porque no lo esperaba así vista la deriva de acontecimientos de buena parte de los personajes a lo largo de la novela, amén del recordatorio siempre presente de que el karma es paciente y a veces un genio retorcido pelín hijoputesco, aunque no creo que hubiera un mejor círculo perfecto para una historia como esta.

La única pega que le pongo en lo que a narración se refiere es la inclusión de las referencias directas del escritor al lector porque eran inesperadas y rompían el hilo narrativo omnisciente.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

Y a vosotros...

¡Nos leemos pronto!



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