El secreto de la mansión de Yew Tree

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la editorial, a 
quienes  agradezco enormemente el envío del ejemplar y también, que haya vuelto a confiar en mí para volver a reseñar otra de sus novelas.

En esta ocasión os presento El secreto de la mansión de Yew Tree de Emily Gunnis y procedo a dejaros la sinopsis y la reseña de esta novela:

SINOPSIS

La apasionante historia de dos familias y el terrible secreto que las une.
En la Nochevieja de 1969, mientras los Hilton preparan la fiesta de fin de año en su mansión de Yew Tree, su hija pequeña, Alice, desaparece. Las sospechas recaen en Bobby James, un joven granjero que fue la última persona que vio con vida a la pequeña. Bobby defiende que es inocente, pero es castigado de todos modos. El cuerpo de Alice no se localizará nunca.
En la actualidad, Willow James trabaja como arquitecta en un proyecto de remodelación de la zona y descubre que la tierra guarda un secreto. Pronto halla una maraña de injusticias y mentiras y, cuando otra niña de los Hilton desaparece en el mismo lugar, Willow comprende que la única forma de evitar que la historia se repita es rectificar un terrible error del pasado.
Durante décadas, el destino de las familias Hilton y James ha estado entrelazado en las tierras de Yew Tree. Todo comenzó con el secreto de una comadrona, condenada en 1919 por un espeluznante crimen…

OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, tengo que decir los motivos por los cuales me decidí a leer esta novela.

En primer lugar, por su título. Un nombre que invita a pensar y a sentir al aire de misterio que envuelve a la novela, además de invitar al lector a que visite esa mansión.
Y en segundo lugar, la sinopsis, que no solo refuerza los argumentos que se intuyen en el título, sino que además, le crea una necesidad imperiosa de sumergirse en sus páginas, se haya o no visitado Inglaterra antes... si bien es cierto que el ejercicio imaginativo es más sencillo si se ha visitado u observado de cerca una mansión de inglesa. No sé si al resto de personas le sucedió como a mí, pero yo me imaginé a Yew Tree como la típica mansión victoriana, fascinante y tenebrosa a la vez.

Voy a empezar la casa por el tejado y resumiré mi opinión diciendo que me ha gustado mucho esta novela y que las buenas sensaciones que me transmitieron el título y sinopsis se confirmaron casi desde el principio de la misma.

Es una novela profundamente feminista - que no femenina - porque, el peso argumental de las tramas que aparecen en ella recae fundamentalmente en las mujeres, permitiendo al lector que observe por sí mismo cómo ha evolucionado el rol y la consideración de las mismas a lo largo de la historia... si bien es cierto que, también permite que se dé cuenta de que hay aspectos en los que, desgraciadamente la cosa no hay variado mucho y por tanto, aún queda un largo camino que recorrer.

En este sentido hablo de la culpa y la imagen negativa de la mujer a lo largo de la historia por obra y gracia del hombre. En esta novela además, planteado de un modo bastante original al ligarlo a otro debate como es el de la medicina tradicional y la ciencia. Me ha gustado mucho el homenaje a las sabias y curanderas de antaño - ahora también continúan, pero en un rango mucho menor - las cuales han sido agradecidas y bien consideradas... hasta las conveniencias y que les resultaron útiles porque, en el momento en el que supusieron una amenaza o plantaron cara al poder establecido - en la figura de un hombre - inmediatamente fueron tachadas de brujas - en el doble sentido de la palabra - o cosas mucho peores. Tal y como sucede en esta novela.

Esta premisa que podría parecer "novedosa" se ha repetido a lo largo de toda la historia. De hecho, si reflexionamos al respecto, ¿cuántos nombres de mujeres de las ramas de la ciencia conocemos? ¿Significa eso que no existieron? No, simplemente que fueron eliminadas en su época o en épocas anteriores e incluso me atrevería a decir que probablemente en numerosos casos, fueron esos mismos hombres los que se apropiaron del conocimiento previo de sus colegas y predecesoras femeninas. Este aspecto reivindicativo y de denuncia me ha gustado muchísimo.

No es el único aspecto que me ha gustado también ya que saca a la luz una decisión tan humana e inmemorial como es la de del derecho a decidir de las mujeres con respecto a su cuerpo. Y sobre todo, cómo el hombre ha querido controlar desde el principio de los tiempos ese aspecto también sobre el que no puede tener jurisdicción y poder de ninguna de las manera. Asimismo, nos recuerda un aspecto que, aunque podría parecer que cae de cajón, parece que no queda del todo claro. Y ese es que no hay nadie mejor que una mujer para conocer el cuerpo de otra.

Por supuesto, he de hacer aquí una pequeña mención al maltrato porque, ese derecho de apropiación sobre algo que no es suyo es una forma de maltrato. Y no es la única aquí presente ya que, un personaje vive sofocada por el miedo y controlada por su pareja en una relación sentimental bastante tóxica.

Y junto a ello, establece otro interesante debate acerca de la maternidad. Esto es, una mujer no es menos mujer que otra por querer ser madre o no. Asimismo, recuerda que el vínculo de la maternidad no se interrumpe nunca, esté o no el vástago vivo.

Hace patente y narra de un modo bastante realista lo las interrelaciones entre los habitantes de comunidades pequeñas y cómo los odios pueden transmitirse de generación en generación - así de irracionales son - afectando a personas que, comparten ya poco más que un apellido común con lo sucedido generaciones atrás. Asimismo, es realista porque perpetúa cómo los poderosos han usado esa situación de privilegio y poder para tratar con total impunidad a quienes le rodean y/o hacerles de menos. Junto a eso, nos recuerda que debemos practicar más la empatía para con los demás, porque, si ya de por sí es complicado desprenderse de una mala fama, imaginaos cuando esto mismo sucede en una comunidad pequeña.

Vuelvo a recordar lo de la empatía, sobre todo a la hora de juzgar a los demás ya que, como la propia ley explica, todo el hombre es inocente hasta que se demuestre lo contrario. De ahí que hay que esperar a las pruebas antes dictaminar sentencia colectiva - puesto que es inevitable emitir juicios de valor sobre cualquier aspecto -.

Me ha sorprendido especialmente el hecho de que la narración estuviera dividida en tres momentos temporales y no solo en dos, aunque si no hubiera estado planificada así, no se hubiera entendido bien la estrechez de los vínculos de las dos familias implicadas. Con ello nos recuerda que la historia es cíclica y se repite... por mucho que intentemos evitarlo.

Es este aspecto, precisamente el punto débil y lo que más me ha gustado de la novela: por un lado, tengo que admitir que, en ocasiones me resultó difícil la separación y los viajes en el tiempo de determinados personajes en una y otra época. Sobre todo tuve dificultad con Vanessa porque ella revive la misma situación en dos momentos diferentes y por tanto, sus circunstancias, son diferentes. Pero, como reacciona similar, me resultó complicado diferenciar a una y otro.

Aunque, como digo, es el punto fuerte porque, como historiadora, me gusta saber todos los puntos de vista de una situación para así poder formarme la mía propia. Y además de eso, destacaría su final feliz y el alegato a favor de la justicia, la cual puede tardar en aparecer, pero... llega. Y pone a cada cual en su sitio.

He decidido no hacer una reseña demasiado reveladora acerca de las subtramas y qué le ocurre a cada personaje a riesgo de revelar información importante. Pero diré que, supe que un personaje decía más de lo que parecía y que sus apariencias escondían a otro con relativa importancia tiempo atrás. Y por eso, estoy muy satisfecha conmigo misma.

Sin embargo, y, por si no hubiera quedado claro, tengo que decir que esta novela me ha gustado mucho y que la publicidad que indica que es apasionante y que atrapa desde la primera página, en este caso no es es exagerada, es una realidad. 

¡Gracias de nuevo por la confianza a la editorial!

Y a vosotros, además de animaros a que leáis esta historia...

¡Nos leemos pronto por aquí también!

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