Las rubias también lloran de Noelia Rodríguez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar en digital. Sobre todo porque llevaba mucho tiempo viéndolo por redes y había captado mi atención desde la primera vez que la vi.

Así que, como podéis entender, me hace especial ilusión poder hablaros hoy de ella. De ahí que, no voy a entretenerme mucho más en la parte de la introducción y por eso, voy a dejaros con la sinopsis y mi opinión de Las rubias también lloran de Noelia Rodríguez:

SINOPSIS

Eva está en el verano de su vida. Acaba de terminar los estudios y todas las expectativas son excitantes. El sol hace subir la temperatura. La música retumba sin descanso en fiestas que se prolongan hasta que rompe el naranja del amanecer. Tiene veintitrés años, una larga melena rubia y está ávida de nuevas experiencias. El prejuicio le hace poner distancia con unos ojos del color de la coca-cola que no paran de buscarla. Sin embargo, lo prohibido es demasiado tentador… ¿Qué hará Eva? ¿Quemar cada instante hasta que despunte el alba? ¿Entregarse a una pasión que la dejará en caída libre sin paracaídas?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de hacer un par de observaciones al respecto de un par de aspectos sobre ella porque me parecen interesantes y que fueron los motivos que llamaron mi atención: el título y la portada.

Con respecto al primero, he de confesar que me recordó al título de una telenovela, género que no suelo ver en televisión pero que impacta y le otorga unos tintes dramáticos.

Y con respecto al segundo, tengo que decir que la portada me encanta, no solo porque es azul -mi color preferido - si bien no suele ser el color de los cielos británicos, sino porque es una portada de las que revelan más información de la que podría parecer en principio. Y eso también me gustó mucho.

Entrando ya en materia de reseña, esta es una historia de amor, la de Eva. Aunque más de cómo ella vive una relación romántica amorosa, yo la calificaría como una historia de amor propio para con ella misma. Demostrándonos con esto que, para poder amar bien a otra persona, debemos querernos a nosotros mismos primero.

Pero también, gracias a Eva conocemos cuán fácil es caer bajo la trampa de un falso amor, que como tóxico que es, puede ir minando nuestra autoestima poco a poco. Así que, su inclusión y ejemplificación para que el lector sea consciente de un caso similar por si lo tuviera cerca me parece muy acertada.

Además de esa utilidad, en esta novela también se critica la cobardía por tónica general a la hora de empezar relaciones sentimentales. Hemos evolucionado en muchos sentidos, pero en este parece que hemos involucionado y nos da mucho miedo exponernos a los demás. Especialmente en lo que a materia de sentimientos se refiere y por ello preferimos refugiarnos en relaciones sexuales sin complicaciones ni "quebraderos de cabeza" antes que pararnos a pensar y decir lo que pasa por nuestra cabeza.

Con esto no quiero decir que esté en contra de la existencia de relaciones puramente sexuales. Pero siempre y cuando ambas partes sean conscientes y tengan clara que es esa y no otra la tipología de su relación, puesto que si no, a la larga uno está jugando con los sentimientos del otro y, en cierta manera la está engañando.

Junto a estas señales, de nuevo es un libro muy real porque nos recuerda que los modos en que una persona supera una ruptura sentimental son muchos y muy variados. Amén de que la escala de importancia que le concedemos a determinadas acciones y palabras es diferente dependiendo de cada persona, por lo que para nosotros puede ser una nimiedad, para otros puede ser un mundo. Con este pensamiento, se refuerza la idea de la importancia de la empatía y de que debemos ponerla en práctica más a menudo.

Me ha parecido muy interesante el debate que plantea gracias a sus amigas porque los amigos son la familia que se escoge y, en ocasiones, por querer hacer el bien, acabamos metiendo la pata. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez?

No será este el único debate que se plantee en esta novela, ya que Eva vive en una lucha constante entre querer ser y el deber, denunciado y criticando así otra vez a la sociedad contemporánea porque, nos están machacando continuamente para que sigamos un estilo de vida "seguro", priorizándolo sobre nuestra propia felicidad, cuando no debería ser asó. De ahí que por eso la figura de Nolan me parezca fundamental, no solo porque él cumple con las palabras que acabo de escribir líneas arriba sino porque es el soplo de aire fresco que ella necesitaba para darse cuenta de lo que estaba y no estaba bien en su "aparente" idílica vida.

Uno de los aspectos que más me ha gustado de toda la novela es el de su hobbie y no solo porque la autora nos anima a perseguir sus sueños - quizás esto sea un poco autobiográfico - sino porque con él rinde un homenaje maravilloso y enternecedor hacia las personas que sufren Alzheimer. Jamás hubiera considerado la enfermedad y a quienes la sufren desde una perspectiva tan original, así que no puedo sino aplaudir a la autora por esa metáfora.

Como he dicho al inicio de esta parte del post, esta es una historia de amor y, aunque antes he mencionado un par de aspectos al hilo de este tema, quiero retomarlo de nuevo porque, una de las enseñanzas más importantes incluidas en esta novela hace referencia a que el amor es sanador y todopoderoso, sí. Pero tiene su lugar y su momento porque las personas mutamos y cambiamos, de ahí que hay que aprovechar la oportunidad de amar y ser - bien - amado cuando se presenta.

Si no, lo que se produce es una idealización de un amor - normalmente suele ser el primero - que no suele crear más que sufrimiento además de una espinita clavada que, mal gestionada, puede llevar a la obsesión e incluso a la destrucción de todo lo construido anteriormente hasta llegar a ese momento.

He visto también mucho amor a la ciudad de Londres y, como persona que vivió allí durante una parte de su vida, tengo que decir que entiendo perfectamente el por qué de ese amor. Puede parecer a priori una ciudad que no ofrece nada y sin embargo, el enamoramiento para todo aquel que la visita es fulminante.

Y por último, como toda buena novela romántica que se precie, se contrapone una historia de mal amor y otra de tipología sana para que el lector sepa reconocerla también cuando esta asome la patita a su alrededor.

Una historia narrada a fuego lento y que demuestra que, en ocasiones las apariencias engañan y que somos mucho más de lo que una impresión puede sugerir. El alegato a favor de las historias de verano que se pueden convertir en algo más me ha gustado mucho porque hacía mucho que no leía un libro con esta premisa. Asimismo, el símil entre las tierras de origen de ambos protagonistas está muy buen traído.

Pero sobre todo demuestra, que una relación de amor sana te quiere libre, consigue sacar la mejor versión de uno mismo y, al mismo tiempo, provoca que el resto del mundo quieran ser mejores personas para con los demás. Conseguirá, al fin y al cabo que busques, persigas y consigas la felicidad... aunque el resto del mundo te tache de loco y te haga llorar.

Pero de alegría.

Porque las rubias, al igual que el resto del mundo en alguna ocasión, también lloran. Aunque esas lágrimas no tienen que ser de tristeza precisamente.

¡Muchas gracias por dejarme conocer tu pluma y querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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