Reina de espadas de Javier Mas

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una reseña que leí en colaboración con la editorial 
Almuzara,  la cual, si bien conocía por redes y de haber visto algunos ejemplares en las estanterías... no había tenido la oportunidad y conocer de leer ninguna novela publicada bajo su sello. De ahí mi agradecimiento para con ellos.

Se trata de Reina de Espadas y está escrita por Javier Mas de quien tampoco había leído nada con anterioridad. Además, al tratarse de una novela histórica, mis expectativas para con ellas estaban altas.

Por ello, no me voy a entretener mucho más y os dejo con la sinopsis y mi reseña de este libro:

SINOPSIS

España, 1448. Dos mujeres luchan por el poder en la corona de Castilla: la reina Isabel de Portugal, madre de futura Isabel la Católica, y la condesa de Montalbán, doña Juana de Pimentel. Ambas se enfrentarán en una lucha sin piedad para poseer la Lobera, la mítica y misteriosa espada de Fernando III que reposa en Sevilla, cuyo poder puede dar la victoria definitiva. Entre ellas avanza la construcción de la Catedral de Sevilla. La muerte del maestro de Obras y del arzobispo traerá a escena a la reina de la Corona de Aragón, María de Trastámara, cuya injerencia puede desequilibrar la batalla en Castilla y establecer un nuevo mapa peninsular.
Liberado el cerrojo desde dentro, terminó de abrir la vitrina y cogió con su mano derecha aquella importantísima reliquia. Le pareció sentir recorrer por su cuerpo, en ese momento, una fuerza inusitada. Estaba más seguro de sí mismo, más intrépido, más dispuesto a luchar contra todo. Asida por la empuñadura, la levantó hacia el techo sin dejar de mirarla. Era la espada de Fernando III. Era la mítica Lobera, el arma que había ganado todas las batallas de quienes la habían empuñado.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de indicar que agradezco enormemente la publicación de novelas de este tipo porque, permiten hacer más atractiva la historia. Materia que no suele provocar atracción de inicio... si bien en mi caso no es así porque soy historiadora.

Es una frase muy común la afirmación de que la historia la escriben los vencedores, los cuales suelen ser hombres, relegando - por ser educados porque lo que se ha producido es una eliminación absoluta - al olvido a la otra mitad de la sociedad... salvo contadas excepciones. De ahí que se agradezcan novelas como esta puesto que permiten acercar a personajes poco o nada conocidos por el gran público o, apreciarlos desde perspectivas no pensadas antes.

Y en este caso me refiero a Juana de Pimentel - o Juana Pimentel - y a Isabel de Portugal, pero no la esposa de Carlos V, sino a la madre de Isabel la Católica y por ende, a la abuela de Juana La Loca de quien se dice que heredó su locura.

Este es un aspecto que me ha gustado mucho porque, con esta elección y este ejemplo, el autor demuestra que, si bien han sido los hombres quienes parece que gobernaban las diferentes cuotas de poder, la realidad es que entre bambalinas era donde en realidad se movían esos hilos de poder. Y que era en esa intimidad donde las mujeres eran las reinas indiscutibles. Una rivalidad magnífica la de las dos mujeres.

Me ha gustado mucho también porque ha dibujado un mapa bastante exhaustivo y detallado de la situación en la Península Ibérica en el siglo XV, haciendo ver que, para nada había una unidad territorial como la de hoy y que, en consecuencia, la situación actual se hereda de la previa.

La respuesta, como en muchos otros casos, está en la historia y es un error tremendo el uso del presentismo para intentar explicar y justificar determinadas acciones y hechos pasados con la mirada del presente.

Si bien es cierto que rompían el hilo narrativo de la historia, personalmente, a mí sí que me han gustado los momentos en que determinados personajes "rompían la tercera pared" y se dirigían directamente al lector para comunicar y expresar sus sentimientos más íntimos y secretos. Eso sí, me han chocado algunos comportamientos como el cientifismo de una monja - mujer de Dios, a quien esperaba mucho más espiritual - o los determinados momentos en que incluían escritas las carcajadas de determinados personajes. Aportan naturalidad, sí, pero me parecían mucho más propias de conversaciones de Whatsapp que de cartas de la época.

Está muy bien reflejada la mentalidad de la época y todo lo referente a las creencias, especialmente destacable ha sido toda la subtrama relacionada con la Lobera, eterna espada asociada por siempre en el imaginario colectivo a Fernando III el Santo. Será precisamente esa santidad del rey humano la que explica de forma tan magistral la lucha por la legitimidad del poder por ambos bandos - y mujeres capitanas en él - y cómo también, la posesión de la misma explicaría la conformidad y el permiso divino para gobernar y reinar ante los demás. No me ha pasado por alto cómo el autor incluye ese recurso cuando nace el bebé Isabel y ha de presentarla como una opción válida para reinar. No hay que olvidar cuán importante era el rol de la Iglesia en la época.

Precisamente, también ha sido destacable cómo el autor ha ido indicando a lo largo de toda la novela el período de tiempo convulso en lo político y en lo que a mentalidades se refiere porque, si bien el tema de la religión y las creencias es muy importante, por momentos se entrevé cómo el Humanismo y la ciencia poco a poco van obteniendo más poder en la sociedad. Dicho de otro modo, está muy representado ese momento a caballo entre Edad Media y Humanismo en la novela.

Aunque la trama política era interesante y compleja, aunque aquí el autor no es responsable de la misma porque la situación era bastante convulsa en aquella época, si tuviera que elegir una historia, me quedaría con la subtrama del soldado y la monja.

No solo por una asociación inusual en la que da protagonismo a los otros dos estamentos importantes de la sociedad, sino porque son completamente diferentes en el pensamiento y su modo de actuar, pero se complementan a la perfección, amén de que ambos son muy leales. Además, he adorado al personaje de la religiosa y me ha mantenido bastante intrigada durante todas las páginas el tema por querer saber quién se ocultaba tras los asesinatos. Huelga decir que por supuesto no he adivinado de quién se trataba, pero solo diré que el brazo del poder es alargado y llega a todos los rincones del planeta, sin importar la época en la que transcurre ni la distancia entre el punto de partida y salida.

He de confesar que para nada me importaría seguir leyendo más novelas históricas con subtramas de asesinatos en la que este peculiar dúo sea el protagonista. De hecho, leí que, de pasada se mencionaba la mesa del rey Salomón y creo que este elemento per se podría dar pie perfectamente a una nueva entrega de la serie. Además de que, podrían hacer un recorrido extenso por la geografía peninsular ya que hubo tres ciudades españolas que la alojaron durante un tiempo: Toledo, Jaén y por supuesto, Mérida, mi ciudad. Un sangriento y milagroso viaje de este objeto sería un tipo de novela histórica que yo sí que leería.

Amén de que podría de nuevo poner el foco sobre otras dos mujeres importantes de la historia de España como son Juana la Beltraneja - y desarrollar a su vez, la particular y estrecha relación entre su padre Enrique "el Impotente" y su principal consejero. Ambos personajes presentes en esta - y de nuevo, Isabel la Católica.

¿No sería interesante adentrarse de este modo en tan apasionante época?

Una novela útil que ayuda a entender al lecto con pocos conocimientos de historia cómo era la situación peninsular hace quinientos años para que así entienda mejor la situación actual pero que no se queda escasa para aquel lector con un mayor grado de conocimiento en el tema. Además de que acompañada sin robar protagonismo por una subtrama de misterio que gustará sí o sí y enganchará por el modo en que está desarrollada, donde no hay puntada sin hilo.

Podría ser muy buen regalo para estas fechas también.

¡Muchas gracias por querer colaborar conmigo!

¡Nos leemos pronto!


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