Tal vez hoy de Lara Pérez

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la reseña de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa  en estos días y, sí, tengo que decir que me he juntado con unos cuantos a la vez. Así que yo ya sé cuáles serán mis lecturas estas Navidades. ¿Y vosotros?

En este caso en particular me tocó ser la primera parada en el viaje, por lo que he sido yo la que ha marcado las pautas y he dejado avisos a lectores posteriores de dónde están los momentos de la novela de más tensión e importancia de la misma dentro de la historia. Espero no haberme pasado de rosca. Pido perdón en el caso de que haya exceso de post its y comentarios.

Al ser la primera, tuve también otro privilegio. Y ese es que fui también la primera persona en ver de cuántos detalles bonitos vino acompañado esta novela. Y os aseguro que fueron unos cuantos.

Pero, no me voy a entretener mucho más y os dejo con la sinopsis y mi reseña de Tal vez hoy de Lara Pérez:

SINOPSIS

Sarah está rota. Ha olvidado la paleta de colores, el cosquilleo en la yema de los dedos y hasta sus propios sueños. No hay ni rastro de la chica que un día fue. Nick está tan roto como ella, con la única diferencia de que ha aprendido a caminar acompañado de la sombra de sus demonios. Y, quién sabe, tal vez se haya convertido en uno. Ambos comenzarán a encontrarse y descubrirán que, en realidad, siempre habían estado buscándose. Es posible que no existan dos personas más incompatibles que encajen mejor. Una casita en Siskiyou, una cabaña en la playa y el océano. Siempre el océano. Una chica que no sabe caminar por el infierno, un chico que sabe vivir en él. ¿Podrá el pasado dejar de dictar el futuro? ¿Podrán curar todas esas heridas que nunca dejan de sangrar? ¿Qué ocurre cuando lo único que crees que te queda es vivir en el dolor?

OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto de los motivos por los cuales me decidí a leer esta historia. No fue por su autora puesto que se trata de una autora novel de la que no había escuchado hablar antes. Aunque, ya sabéis cuánto me gusta conocer nuevas plumas. Así que eso no es un problema para mí.

La portada, si bien no es la más bonita que he visto en mi vida, tiene algo que llama mi atención. Y que me transmitió serenidad. Así que, eso, sumado al hecho de que aún no me he encontrado con ninguna obra que esta editorial ha publicado que no me ha disgustado... me motivaron a leerla.

Y tengo que decir que no me equivocaba. Porque esta novela ha sido, una sorpresa para bien. Por lo profundo de los temas que se narran en ella. No mentiré diciendo que por la edad de los protagonistas - jóvenes - esperaba una historia con mamarracheo del bueno y un buen enemies to lovers. De eso, hay un poco, pero, como bien se trata en la novela, uno de los temas que se desarrollan en sus páginas es el de la existencia de muchos prejuicios e ideas preconcebidas - en la inmensa mayoría de los casos, erróneos - que nos llevan a pensar y creer que una persona es de determinada manera. No todo es blanco o negro, sino que hay una amplia escala de grises. Así que, de este modo, la autora nos recuerda la importancia que hay que dar a la empatía, sobre todo porque no es un tipo de comportamiento que se practique hoy día.

En este libro conoceremos la historia de Sarah y Nick, dos chicos jóvenes que demuestran que hasta el lugar más soleado tiene sus sombras. Y sobre todo, que todas las personas tenemos cicatrices, algunas más visibles que otras. Y por eso, de nuevo, la empatía es tan importante.

O dicho de otro modo, que cada uno de nosotros tenemos una tormenta desarrollándose dentro y de ahí que sea tan importante que encontremos aquella persona que sea nuestro mar en calma. Una persona que no siempre tiene que ser un interés amoroso y al mismo tiempo es una búsqueda más difícil de lo que parece. De ahí que haya que estar atentos porque puede ser quien menos lo esperamos. Justo lo que les sucede a ellos.

Nick refleja de manera bastante fiel que el dinero y la abundancia de posesiones materiales no dan la felicidad. Porque él, pese a tener un buen status socio económico, no es feliz. Incluso, a veces siente que carece de sentimientos y por eso, busca la felicidad o cualquier cosa que le haga sentirse mínimamente humano. El problema es que a veces las vías y los medios por los que lo hace no son los más ortodoxos.

Con su situación familiar se introduce uno de los temas más importantes de toda la novela. Es más, podría decirse que es casi un debate. Y ese no es otro que el de si un vínculo sanguíneo conlleva inequívocamente al cariño, como mínimo. O incluso al amor.

En mi caso, si me preguntáis, la respuesta es no. Y aunque sean familias, esta no es más que otra relación. Y como tal, ha de cuidarse y trabajarse a diario... a riesgo de que se diluya y se estropee. Y sí, como bien refleja la autora en su novela, la ausencia y la falta de interés también son un tipo de relación.

Relacionado con este tema, destacaré otro de los grandes temas tratados en él. Este no es otro que el duelo y como gestionarlo. De entrada, he aplaudido enormemente la inclusión de la salud mental y sobre todo, el tratamiento de la misma con un cariño y una cercanía muy bien desarrolladas, pero además, en este caso, me ha sorprendido porque jamás había caído en ello pero es una situación que se repite bastante a menudo. Esa es la de gestionar un duelo de una persona viva porque, sí que es verdad que hay ocasiones en que determinadas ausencias duelen como una verdadera y real pérdida.

Volviendo al duelo, como cualquier tema que tenga que ver con las emociones humanas, hay mil modoso distintos de gestionarlo y ninguno de ellos es equivocado... si bien es cierto que hay algunos que pueden ocasionar más daño que otros. No solo a nosotros mismos, sino también a los demás. Incluso de forma inintencionada como hace Axel y, aunque en ocasiones resulte difícil de perdonar - en mi caso, hubiera reaccionado igual que Sarah para con él - desde un punto de vista frío y objetivo, es entendible que se comportara así ya que, lo contrario a la muerte es la vida y justo tras una pérdida, el cerebro necesita reafirmarse y creer que está más vivo que nunca.

También es entendible por otro lado - y por lo que acabo de decir en el párrafo anterior - que nos sintamos perdidos y desorientados tras una pérdida, cuanto más si es repentina. De ahí que, el comportamiento de Sarah al inicio de la novela también sea entendible e incluso, lógico, desde un punto de vista "objetivo".

Un tema que destaco como muy positivo es el de la sororidad. Y ese, por sorprendente que parezca, queda bastante bien reflejado en la relación y en el personaje de Nicole. Una chica que, de nuevo, es más de lo que aparenta y de la que es una lástima que encuentre su final feliz porque vi un enorme potencial como protagonista de su propia historia. ¿Por qué digo esto? porque con ella, se demuestra que pueden existir relaciones de amistad entre hombre y mujer y que estas, pueden estar basadas en el sexo y nada más, puesto que los dos implicados tienen claro qué tipo de relación mantener y su papel en ella. Un magnífico ejemplo de que, si se quiere, se pueden mantener relaciones así. Pero siempre y cuando todo esté aclarado desde el principio.

Y, aunque empieza siendo el rollito de Nick, termina por convirtiéndose en la amiga de Sarah. Su transición de un rol a otro en impecable y tengo que decir que me gustó que no se quedase en la clásica rival plana y que la apoyase en momentos en que estaba siendo atacada por su ex. ¡Brava!

Pero, como podréis imaginar, esta es una historia de amor.

De amores familiares y heterodoxos porque las familias presentes en este libro distan mucho de ser perfectas.

De amores y amistades puesto que los amigos son la familia que se escoge y en este caso, cumplen con esa función a la perfección. Asimismo, me ha gustado el hecho de que refuerce a aquellas amistades desde siempre y que, al mismo tiempo, deje la puerta abierta para los recién llegados y nuevas amistades ya que, soy de la opinión de que nunca se es demasiado tarde para conocer a una persona y que esa misma persona sea tan importante en tu vida que quieras que se quede en ella para siempre.

Y como no podía ser de otra manera, de amor romántico.... de los dos tipos.

Tóxico con la relación previa de Sarah, la cual ha minado hasta tal punto su confianza que más que sumar, le resta y la ha convertido sin darse cuenta en una sombra de la pareja plegada a sus conveniencias y gustos, minando así su autoestima y su confianza en ella hasta tal punto de que la ha convertido en una dependiente emocional de su pareja. Lo cual es grave porque no es amor.

Con esta relación nos recuerda cuán importante pueden llegar a ser los primeros amores en nuestras vidas, a los que jamás hay que idealizar - nadie es perfecto - y sobre todo, cómo estos pueden marcar una pauta de comportamiento y relación, no solo para con sus parejas posteriores, sino para con todo aquel que se acerque al implicado.

Y por eso, su modo de actuar es muy razonable y tenga miedo a volver a amar, puesto que teme volver a repetir errores pasados de dependencia y su relación no sea sana del todo.

Pero al mismo tiempo, y gracias a la relación que mantiene con Nick aprende que el amor también puede ser sano. Y libre, porque concede la libertad de ser quien realmente se quiere ser cuándo, cómo y cuándo se desea.

Eso sí, también nos recuerda algo que parece de cajón y muy sencillo, pero que no lo es. Y es la importancia de la comunicación, pues es en esos detalles donde una relación se estropea o se enriquece. Y sí, las palabras y las acciones comunican, pero los silencios también. Y además, en muchos casos son incómodos. De ahí que me parezca fundamental la mención y el recordatorio de que expresarse no es un síntoma de debilidad, al contrario, que no hay mayor muestra de afecto que abrirse en canal y exponerse al otro.

Asimismo, me ha parecido muy bonito el símil de la fortaleza del amor, capaz de tapar y curar heridas, no solo del cuerpo, sino también del alma. Y, por supuesto, el mensaje de esperanza que su final transmite porque sí, el amor es paciente y, a la larga - poniendo también de nuestra parte, eso sí - terminará por encontrar su camino.

Por último, no puedo no concluir este post sin hacer una mención a que ya no busco un Para siempre sino un Tal vez hoy.

Gracias, Lara, no solo por escribir una novela que ha sido una grata sorpresa a finales de año, sino también, por ceder tu libro para un viaje y sobre todo, por dejarme ser parte de él.

El libro ya ha salido hacia su siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

 



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