Tú, yo, La Toscana y un millón de estrellas de Eva P. Valencia

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la reseña de uno de los libros viajeros que llegaron a mi 
casa  la semana pasada. En este caso, me tocó empezar el viaje y por eso, no puedo decir que fuera a ciegas, pero sí que no tuve avisos de cuáles iban a ser los momentos importantes de la novela.

En este caso, sí que conocía la pluma de la autora. De hecho, fue precisamente del libro previo como la conocí y claro, con semejante final, en cuanto vi que se organizaba el viajero de la segunda parte... me apunté de cabeza.

No me voy a entretener mucho más en la parte introductoria de la entrada y por eso, prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Tú, yo, la Toscana y un millón de estrellas de Eva P. Valencia:

SINOPSIS

«Si pides un deseo es porque ves caer una estrella, si ves caer una estrella es porque estás mirando el cielo, si estás mirando el cielo es porque todavía crees en algo».
Bob Marley
Dicen que el tiempo todo lo cura y que acaba poniendo las cosas en su lugar. Salvo para Alexandra Simmons, pues la cruda realidad le ha golpeado duro de distintas formas. Y, en ocasiones: poner tierra de por medio o la inmensidad de un océano no es suficiente distancia entre dos almas destinadas a estar unidas.
Correr hasta la extenuación y el adiestramiento de caballos se ha convertido en la tabla de salvación de Jake Maverick, ayudándole a mantener la mente ocupada y no volver a recaer en la excusa del alcohol. Su vida parece haberse detenido en el mismo instante en el que la dulce morena de ojos grises abandonó el rancho y sus tierras.
Sin embargo, cuando dos años más tarde el vaquero reaparece repentinamente en la vida de Alexandra, todo el mundo que ella había construido sin él empieza a resquebrajarse sin poder hacer nada por impedirlo.
Unas cuentas anuales maquilladas a propósito, dos misteriosas cartas manuscritas que deben ser entregadas en mano y el peculiar juego de las tres citas de Dakota, que a todo el mundo traerá de cabeza y que desencadenará un explosivo y delicioso cóctel de sensaciones sin límites que te hará creer en la amistad verdadera, en la familia como un todo y en el amor infinito que permanece vivo, vida tras vida… hasta la eternidad. Porque a veces es necesario destruirnos para volver a construirnos; a ser de nuevo nosotros, pero juntos…


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, tengo que decir que, esta es la segunda parte de una bilogía. Así que, si bien podéis leerla de manera independiente, el grado de disfrute y entendimiento de la misma no va a ser igual.

Al mismo tiempo, tengo que decir que, esta portada - al menos en lo que a la mujer que aparece en ella se refiere - es mucho más parecida a la imagen mental que yo me había hecho de Alexandra. Amén de que es una portada más inteligente ya que oculta muchas referencias a lo que sucede en su interior.

También, como es una segunda parte, hay datos en el esquema de la misma que continúan con el mismo patrón que en la precedente. Y con ello me refiero a que existen diferentes puntos de vista narrativos, lo cual permite que el lector empatice - o trate de hacerlo - con los diferentes narradores de la misma y también todos los títulos de los capítulos vuelven a hacer referencia a películas. Si bien es cierto que, en ocasiones, algunos de ellos estaban metidos con calzador.

No será esta, sin embargo, la única alusión y/o referencia a las diversas artes escénicas porque, como novedad Eva rinde un precioso homenaje a la literatura. Desde un doble punto de vista, además:

En primer lugar, rinde un homenaje a todos aquellos valientes que se deciden a incursionar en el mundo de las letras y compartir su mundo interior con los demás. Una nueva manera de demostrar cuán duro y difícil, así como cuán vulnerables nos hace sentir exponernos. Sea del modo que sea. Es por eso que creo que muchas personas - o al menos hablo por mí - no terminan de decidirse a dar ese último paso y ser valientes y generosas compartiendo sus letras con los demás.

Y en segundo lugar, no son pocas las referencias literarias tanto a obras literarias universales como italianas las que se pueden encontrar en la obra, lo cual lo convierte en una obra metaliteraria.

La historia inicia dos años después del final de la novela precedente y así vemos cómo ambos protagonistas continúan con sus vidas. O mejor dicho, sobreviven ya que, el impacto de su historia de amor fue tan grande para ambos, que no terminan de superarlo. Un cambio aún más difícil para ella, puesto que cuenta con un recordatorio constante y continua de lo que pudo haber sido y nunca fue.

Y con este salto temporal, la autora nos recuerda que no existe un modo único para superar una ruptura y que tampoco existe un tiempo determinado para pasar página, sino que cada persona es diferente del resto y como tal, nadie mejor que uno mismo para autogestionarse y saber qué es lo mejor y lo peor para nosotros mismos. Amén de que, si bien es cierto que, de cuando en cuando necesitamos de un revolcón en forma de revulsivo, también es cierto que las buenas intenciones a veces no son tan buenas y terminan provocando dolor, así que, de este modo tan real, nos recuerda lo importante que es la empatía.

La empatía practicada de forma correcta, es decir, sabiendo y sobre todo, escuchando a quienes nos la piden. Por mucho que eso vaya en contra de nuestro modo de ser y/o de comportarnos.

También nos recuerda que nadie se muere por nadie y que la vida sigue, por muy duro que pueda sonar. O discordante con el tema de la novela, al tratarse de una historia de amor. Otro aspecto más que le confiere el realismo que tiene.

Me ha gustado mucho que incluya una referencia a lo duro que es convivir con un enfermo mental y no solo para la persona que sufre esta enfermedad - incluso podría decirse que él es el menos afectado - sino para todos los que le rodean, sean familiares o no.

La familia es también otro de los grandes temas aquí desarrollados. Y con ello, nos recuerda que no hay un único tipo de familia que sea válido, siempre que haya amor entre sus miembros. En este caso además, hace un maravilloso homenaje al concepto de familia extensa que se crea cuando se vive en pequeñas comunidades donde, para bien o para mal, al ser incluido como un miembro más, se goza y se sufre de las ventajas y desventajas de dicha pertenencia. Es decir, la del apoyo y la ayuda siempre que sea necesario, pero, al mismo tiempo, la de la falta de intimidad e incluso independencia en ocasiones. Muchas de las cuales son precisamente aquellas en las que más se necesitan.

Y relacionado con esto, por supuesto, de nuevo nos subraya la importancia de los amigos, esa familia que no se escoge, pero que nos quieren tanto o más que aquellos con quienes compartimos un vínculo sanguíneo. Y que, cuando sufrimos la ausencia - total - o forzosa de nuestros familiares, no dudan en ocupar sus puestos como los verdaderos suplentes de lujo que son. Entendiéndose por supuesto la palabra suplente sin ningún tipo de connotación peyorativa.

Los nuevos personajes suman y enriquecen una trama que por sí ya era lo suficientemente rica de antemano, permitiendo que el lector tome en cuenta si no lo había hecho ya mensajes como que el dinero no da la felicidad y que tampoco está bien dejar que solo una parte de nuestras vidas actúe como el motor de las mismas. Y, si bien estoy de acuerdo con que ser cuadriculado y animal de costumbres como Franco, está muy bien, tampoco considero que haya que serlo todo el tiempo durante toda la vida. Dejarse llevar y mostrarse vulnerables nos rinde más humanos, más cercanos y nos permite aprender de anteriores experiencias para saber y descubrir por nosotros mismos si nos gustan o no.

Esa digamos racionalidad de Franco Salvatore choca de lleno con la superstición y los soñadores, los cuales tienen desde el principio su cuota de protagonismo y representación en una parte del título de la novela como son las estrellas. Incluso, podría decirse en el amor, quien también tiene un puntito mágico.

Mentiría si no dijera que me sorprendió para bien la inclusión de un triángulo amoroso, no solo porque empodera a Alexandra sino porque nos recuerda de este modo que las mujeres siempre tenemos que tener el derecho a sentir, hacer y elegir qué, cómo quién queremos hacer. Además, nos recuerda que cualquier persona con la que decidamos compartir nuestro tiempo - sin importar la duración - no tiene por qué darnos su opinión acerca de nuestro comportamiento y sobre todo, intentar cambiarnos, porque eso no es un amor sano.

El modo en que ha hilado el amor propio con la posibilidad de alcanzar la felicidad a través del juego de las citas me ha parecido muy original y sensato al mismo tiempo, puesto que ella era al final quien tenía el poder de decisión final.

Por supuesto, si bien Jake la cagó y bastante en el libro anterior, tengo que decir públicamente que en este libro no solo se ha redimido ante la mujer que ama, sino también a los míos. ¡Qué tremendo desarrollo de personaje por favor! ¡Qué manera más maravillosa de saber amar! y sobre todo ¡qué manera de saber demostrarlo! Y no solo con hechos, que también, sino también con palabras. Demostrando así que el anterior problema de comunicación entre ambos, él parece haberlo superado.

En cuanto a los secundarios, tengo que decir que Roy, al contrario que su amigo, no ha terminado de conquistarme y, si bien sí que demuestra que las personas cambian con el tiempo y que es precisamente el amor uno de los factores que nos ayuda a cambiar, siento que, durante buena parte de la novela repetía patrones sin parar y como tal, a sabiendas que era el talón de Aquiles de Nicoletta, continuaba aprovechándose de ella.

Una Nicoletta que, en una historia tan llena de magia como ella, una mujer con un rol tan claro de hada madrina no podía faltar. Y quienes lean esta novela, entenderán y sabrán a lo que me estoy refiriendo. Además, el alegato a favor de la igualdad de la educación entre sexos sin importar el lugar del mundo en el que se viva, como docente que soy - si bien no ejerzo - me ha parecido maravilloso. Eso, amén de un poderoso mensaje feminista a favor de la educación como herramienta para que la mujer sea independiente y sea considerada una igual en la sociedad, sobre todo al compararla con sus colegas masculinos. Una diferencia de estatus que, lamentablemente, está lejos de ser alcanzado a día de hoy.

En cuanto al final, no lo esperaba hasta ese punto, pero sí que me quedo con el mensaje que se puede extraer del mismo: no importan las posesiones materiales o el éxito alcanzado en la vida, se ha vivido una vida plena y dichosa únicamente con haber conseguido por quienes nos rodean.

Enhorabuena Eva por este librazo.

No solo el número de páginas que tiene la novela, sino por la historia tan preciosa que esta contiene.

El libro ya ha salido hacia su siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!


Comentarios

  1. Maravillosa y emotiva reseña!!! Muchísimas gracias de corazón por enamorarte tanto de mis chicos Alex & Jake y Nicol & Roy <3

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