Uriarte de García de Saura

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a una novela que leí en colaboración con la autora, a quien 
agradezco enormemente el envío del ejemplar en papel. Pero aún más, la preciosa y emotiva dedicatoria que había en él porque es aún más bonita que la historia que se narra en ella.

Sin embargo, dado que estamos en la parte introductoria, no voy a adelantar acontecimientos. Y por eso, no me voy a entretener mucho más en la parte introductoria y prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Uriarte de García de Saura:

SINOPSIS

Luana descubre que el hombre que destrozó a su familia intenta hacerse pasar por otra persona para acercarse a ella.
Tras cuatro años sin poder vengar lo que les hizo, el destino le brinda la oportunidad de un acuerdo que ella acepta para poder fastidiarlo.
Uriarte es un consagrado promotor en Mallorca, que ve cómo el mayor proyecto arquitectónico de su carrera, se ve amenazado por una terca mujer que se niega a negociar con él.
Una proposición, una venganza y un sueño por cumplir que los guiará a un destino que ninguno de los dos imagina.


OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de hacer un comentario al respecto de la portada.

No es la primera vez que la autora usa a un señor maromo para la misma. Y, por supuesto, no seré yo quien se queje de esta decisión ya que, un buen maromo siempre es bienvenido. Más cuando me llegó allá por fechas navideñas y me hizo muy buena compañía.

Pero, esta novela no es la continuación de El barón Bordieau y tengo que admitir que, cuando la autora decidió que iba a modificar la portada, yo, pensando que iba a sufrir un cambio radical como aquellos que se producían en el programa, me quejé amargamente - sin haberlo visto la verdad - pero, admitiré también que, una vez vi la que se quedó como definitiva, quedé muy satisfecha.

Entrando ya en materia de reseña diré que, no es una novedad que, desde que descubrí la pluma de la autora - aunque me falta la primera, con un título muy Disney - se ha convertido en una de mis fijas, a veces porque el título me hace gracia, a veces por las portadas e incluso, porque tiene unas sinopsis que, irremediablemente, capturan la atención.

Así que no creo que os sorprendáis si os digo que, pese a su número de páginas, esta novela me duró la friolera de un día. Y no porque sea una historia de enemies to lovers - mi cliché favorito - que también, sino porque la historia te atrapa desde el principio.

En ella conoceremos la historia de Luana - quien, no me preguntéis muy bien por qué me parece que tiene nombre de princesa Disney - y el propio Uriarte, cuyos destinos están inexorablemente ligados... y no por un motivo feliz, precisamente.

Me ha gustado mucho que la autora critique desde el inicio cuán difícil nos resulta entender el lenguaje jurídico y legal, sin importar el nivel de estudios que se tenga. Y eso da pie a que aquellos entendidos con mala baba se aprovechen de nuestra falta de entendimiento, con terribles consecuencias. Tal y como le sucede a la familia de Luana. De ahí que sea bastante lógico y entendible que no sea santo de su devoción.

Asimismo, ha definido bastante bien que la madurez no va asociada a una edad, sino que lo está con la personalidad de cada uno. Pero tampoco hay que olvidar que, en ocasiones, ocurren determinados hechos en nuestras vidas que nos hacen madurar de golpe.

Como he mencionado antes, es una historia de opuestos. Y eso se refleja desde el inicio en el estilo de vida de un protagonista y otro. Así, ella representa a las personas que sienten verdadera pasión y vocación por su trabajo, lo cual se nota, se transmite y sobre todo, hace felices a los demás. Mientras que Uriarte, por otra parte representa una adaptación incómoda una vida planificada, que no le hace completamente feliz. Aspecto que, por extraño que pudiera parecer, es mucho más frecuente de lo que pensamos. Y con el modo de vida de él, empresario y promotor inmobiliario, lo que se critica es esta sociedad estresada que ha priorizado el aspecto laboral por encima del personal, deshumanizándose en el camino y provocando, al mismo tiempo, que hayamos involucionado en lo que a la comunicación se refiere.

Relacionado con este tema, critica de forma bastante dura a aquellos empresarios sin escrúpulos que tienen como objetivo principal aumentar su patrimonio material, perdiendo su alma y humanidad en el camino. Olvidando que, no es más rico quien más tiene, que el dinero no da la felicidad y lo fundamental que nos rinde felices son las pequeñas cosas a nuestro alrededor.

Por ello, no puedo sino aplaudir su valentía al incluir un tema de bastante actualidad por desgracia como es el de la estafa y corrupción, muy presente en las empresas españolas sin importar el tamaño o el número de trabajadores.

Y al hilo de esto, destaco que anime a denunciar las injusticias y/o las situaciones de desventaja siempre que estén provocadas por una persona poderosa, porque la justicia funciona y sobre todo, solo así perderán ese carácter de intocabilidad y pseudo divinidad que creen tener. De cuando en cuando, una cura de humildad es necesaria para todos.

Asimismo, ha jugado bastante bien con la idea común de que hay que tener a tus amigos cerca, pero más aún a los enemigos. No es la única creencia extraída del saber popular de que las mentiras tienen las patas muy cortas... y que por ello, no hay que mentir jamás, ya que la verdad siempre terminará saliendo a la luz. Y en este sentido, también ha sido muy inteligente al usar la metáfora para relacionarlo con el amor, quien, siempre conseguirá prevalecer frente a cualquier otro sentimiento de carácter negativo.

Por supuesto, nos recuerda también que las apariencias engañan y aquí es Uriarte el personaje que mejor encarna este tema desarrollado. Así, por muy mala fama que tenga una persona, debemos ser más empáticos con los demás y sobre todo, formarnos nuestra propia opinión sobre todo; sea un tema, o sea una persona. En el caso contrario, eso lo que termina demostrando es falta de personalidad e incluso, interés.

La familia es otro gran tema desarrollado en esta novela y nos recuerda que, no existe un tipo de familia correcta o incorrecta puesto que todas son válidas. En este caso además, aplaudí enormemente el homenaje al rol tan fundamental que los abuelos ocupan en nuestras vidas como ayudantes en la crianza de sus nietos. Y sobre todo, que les dé el lugar que merecen porque, si bien su presencia es vital, casi podría decirse, deben saber que son una figura de apoyo para los padres. De ahí que deban aceptar su rol secundario y sobre todo, que no intenten "robarles" el puesto a los progenitores, puesto que son ellos los responsables de esta franja de la vida de los niños.

Por último, me ha gustado mucho que, en esta ocasión, Uriarte júnior no sea un digno hijo de su padre.

Asimismo, también hace referencia a los amigos, quienes son la familia que se elige y que por ello, tienen ese rol tan fundamental también en nuestras vidas. Demostrando con ello que el amor no tiene por qué ir intrínseco a la compartición de un vínculo sanguíneos y también que, en ocasiones, su amor y apoyo son más fundamentales que la de nuestros propios familiares.

Por último, pero no menos importante, es una novela de amor. Sentimiento presente de diferentes formas, algunas mencionadas en los párrafos anteriores. Como buena novela de enemigos a amantes he disfrutado muchísimo de la química entre ellos, presente desde el primer encuentro. O encontronazo, mejor dicho.

Los malentendidos, por supuesto, son una tónica constante a lo largo de las páginas, los cuales harán disfrutar mucho al lector. Amén de los disparatados pensamientos asociados a la desconfianza y al rencor presentes entre ellos, confirmando así no debemos dejarnos llevar por los pensamientos negativos, ya que es un error bastante grave dejar que este tipo de ideas nos gobiernen.

Sin embargo, esta proximidad forzosa que, a priori, parecía una idea desastrosa, termina por ser la mejor coincidencia que podrían tener puesto que, cual cebollas, van quitándose las capas, escudos y muros que los protegen para revelarse tal cual son y mostrar la belleza interior y exterior de cada uno. En este sentido, me ha parecido muy interesante y muy inteligente cómo utiliza este cambio en su proximidad el uno con el otro con el cambio de aspecto de la casa de él que ella tiene que reformar.

Asimismo, van evolucionando y conociéndose el uno al otro a la misma vez que a sí mismos, permitiendo de este modo que solo desde ahí, es decir, desde una buena consideración y un amor a nosotros mismos, podremos querer bien a otra personas.

Por último, y no menos importante, me ha gustado mucho el mensaje que lanza acerca de lo poderoso que es el amor. Desde luego, mucho más poderoso que el odio y el amor. 
Al menos, este tiene un carácter mucho más redentor.

¡Muchas gracias por, de nuevo, querer colaborar conmigo!

Y a vosotros...

¡Nos leemos pronto!





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