Los ojos del diablo de Ada Beza

¡Buenas tardes!

La entrada del blog de hoy está dedicada a la reseña de un libro viajero que leí gracias a que el viaje lo 
organizó una de las cuentas que sigo y que suelen organizarlas. En este caso es diferente porque se trata de un libro de editorial, y quizás sea por eso que no estuviera acompañado de detallitos.

Aunque eso no es impedimento para decir que tampoco conocía la pluma de la autora y que gracias a esta, no solo he podido hacerlo y salir de mi zona de confort lector.

No me voy a entretener mucho más en la parte introductoria del post y por eso prefiero dejaros con la sinopsis y mi opinión de Los ojos de diablo de Ada Beza:

SINOPSIS

Una granja en Polonia en medio de la II Guerra Mundial es asaltada por un grupo de soldados nazis. Las familias que viven en el lugar pasan a ser prisioneros en su propia casa. Deben convivir con un invasor que, a su vez, los desprecia. Los soldados abusan de ellos, los obligan a realizar trabajos imposible, los humillan, los rebajan para que ellos mismos crean que no son personas. En medio de las miserias y crueldades, los vínculos se tejen, pese a todo, basados en el afán de supervivencia, en el odio y, a veces, en el afecto.

OPINIÓN

Antes de comenzar con la reseña propiamente dicha, he de advertir de un hecho que quizás caiga de cajón, pero que no está de más recordar. Y ese es que, al estar ubicado en la Segunda Guerra Mundial, la dureza de la historia contenida en sus páginas se sobreentiende antes incluso de comenzarla.

Pese a que es una premisa bastante habitual en novelas de la época, esta en particular me ha gustado mucho porque se sale de la dinámica al no ubicarla en un gueto o centrarse en todos los horrores que los nazis cometieron en los campos de concentración y/o en sus experimentos médicos.

Es por tanto, una novela mucho más introspectiva de lo que podría parecer a simple vista, no solo para los personajes, sino también para el lector. Y es precisamente ese ambiente íntimo de la granja lo que provoca que el lector se sienta parte de ese grupo de refugiados polacos escondidos en una granja en mitad de la nada. Alejado de todo y todos.

Pone de relieve lo duro que tuvo que ser para ellos cómo, de un día para otro unos extranjeros por la fuerza - de manera bastante hostil añadiría yo - se hacen cargo de todo y todos y cómo quienes hasta ese momento habían vivido en ella pierden todo. Hasta su consideración como seres humanos.

Y en ese sentido confirma cuán sibilinos e inteligentes fueron los nazis a la hora de utilizar diferentes tipos de vejaciones adecuándolas según las circunstancias del enemigo. Con un nexo común: el de minar la moral del enemigo. Demostrando con ello que, si bien el maltrato físico es muy duro porque es el más evidente a ojos de los demás, es mucho peor el psicológico. Y es su invisibilidad y su ausencia de rastro externo lo que impide que el resto de personas a su alrededor se den cuenta del grado de sufrimiento que están soportando.

Relacionado con esto, pero desde otra perspectiva, pone de relieve cuán efectiva fue la propaganda política nazi y sobre todo, personalmente, a mí me da un miedo especial al ver con qué facilidad nuestras mentes pueden ser controladas y lavadas hasta ese punto tan extremo. Y podría parecer que hemos dejado ese tiempo y momento atrás, pero experimentos como el de La Ola demuestran que para nada, que a día de hoy continúa siendo igual de sencillo. Incluso el alcance sería mayor gracias al impacto enorme de las redes sociales.

Me ha gustado mucho que haga hincapié en el hecho de que las circunstancias en que nos hemos criado tienen un peso enorme a la hora de formar nuestro carácter y, si bien no puedo justificar todo lo que hace a lo largo de la novela, sí que puedo entender por qué Bergen pese a su juventud está insensibilizado contra el dolor.

Al mismo tiempo, también pone de relieve que en una guerra no hay buenos ni malos porque todos seremos el monstruo a ojos de nuestros enemigos y, aunque no queramos, nuestro instinto de supervivencia tomará el control y nos forzará a tomar decisiones y a realizar acciones que, al pensarlas en frío y en otras circunstancias jamás hubiéramos hecho.

No puedo no olvidar el profundo toque de denuncia al respecto de la violencia contra las mujeres, las cuales además de todo tipo de vejaciones, han de sufrir el trauma de las violaciones continuas y repetidas. A pesar de que les produzcamos el odio y el rechazo más absolutos. En ese sentido continuamos siendo una tentación. Y por ello, el nombre de Eva de nuestra protagonista no puede estar mejor traído.

Por desgracia, esta es una tónica que se repite sin cesar casi desde el principio de los tiempos y que demuestra cuán poco hemos evolucionado como sociedad en esa mentalidad ya que, hoy día esos mismo patrones se repiten. Parece que el hecho de que una mujer disfrute de su feminidad y de su propia sexualidad con placer sigue escociendo.

Por otra parte, describe de forma muy realista los tipos de maldad y de ejercerla que existen. Y en ese sentido, todo parece indicar que tampoco hemos evolucionado en exceso. Dicho de otro modo, continuamos sin tener esa sororidad para con las mujeres de nuestro alrededor. E incluso, en situaciones de alta presión y asfixiantes, estas hacen que saquemos lo peor de nosotras a relucir.

Es una novela de contraposiciones y sentimientos irracionales y pasionales enfrentados. O dicho de otro modo, en esta novela no solo se enfrentan dos bandos, sino también el odio y el amor. Y es precisamente de ese enfrentamiento del que me gusta extraer la parte positiva porque, incluso en las circunstancias más duras y adversas, este puede surgir. Y aunque el brote puede parecer débil, no debemos fiarnos de las apariencias - mensaje aplicable a más de una circunstancia y persona en esta novela - porque crecerá fuerte y poderoso, capaz de soportar las circunstancias más adversas.

Una dinámica y deriva, la de Bergen y Eva que me ha gustado muchísimo, si bien creo que ella en numerosas ocasiones ella ha arriesgado demasiado. E incluso he llegado a pensar en más de una ocasión que no saldría con vida de allí.

Por lo que se refiere al final de la misma, este me parece muy adecuado a la historia que sucede previamente y que va muy en consonancia con el resto de la historia. En mi caso personal, cualquier otro no hubiera tenido sentido. Más que nada porque la ambientación de la novela, dista mucho de ser la más adecuada para crear una historia con final de cuento de hadas.

Me ha gustado muchísimo esta novela, así que he de dar mi más sincera enhorabuena a la autora.

El libro ya ha volado a la siguiente parada.

¡Nos leemos pronto!

 

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